A finales de la década de los 70 y principios de los años 80 era muy habitual ver colgados en las paredes de empresas estadounidenses carteles motivacionales, aquellos en los que una imagen adquiría un significado distinto al original gracias al texto que la acompañaba. Recurriendo a una simple palabra o a una frase ingeniosa los patronos pretendían dar pequeñas lecciones de vida a sus empleados con el objetivo de aumentar el rendimiento de éstos en el trabajo y propiciar un óptimo clima laboral. La aparición de tales pósters en películas y series televisivas de la época, así como en cómics y prensa escrita, los lanzaron al estrellato, de manera que en un corto período de tiempo lograron alcanzar gran popularidad a lo largo y ancho del planeta.
Posteriormente asistimos al nacimiento de sus contrarios: los pósters desmotivacionales. Estas parodias tienen a la red de redes como su más fiel aliada, hasta el punto de que se han convertido en el perfecto aliño de los foros y en el complemento humorístico de noticias más utilizado. La temática que abordan es de lo más variada, desde política, oficios y religión, pasando por medios de comunicación, emociones y naturaleza, hasta llegar a las distintas formas de entretenimiento, donde se encuentran los videojuegos.
