Resumiendo: Si hablamos estrictamente, si, tienes razón, si queremos de verdad desenmarañar la madeja del por qué, asunto medular de la entrada, hay que matizar un cuanto las cosas y mi propuesta es empezar a entrarle por la denominación, pretexto para empezar la mayeútica si quieres.
Pues lo que es la denominación en sí no plantea excesiva tela que cortar. Fue un pequeño libro (más que un libro, un
libelo) de Stéphane Hessel (uno de los que participaron en la elaboración de la Declaración Universal DDHH allá por los 40´s) llamado
"¡Indignaos! Un alegato contra la indiferencia y a favor de la insurrección pacífica." que salió en marzo y empezó a correr como la pólvora en España por internet y de mano en mano. El libro, sin ser ni mucho menos el detonante del estallido social, sólo de la posterior denominación, llegó en el momento oportuno porque las aguas bajaban ya turbulentas y había cristalizado un crisol de movimientos sociales (siendo DRY el más potente, pero acompañado de colectivos juveniles, estudiantes, internautas, trabajadores/as en precario...) que el 15 de mayo de este año inundaron las calles de todas las ciudades españolas creando un movimiento único y sin precedentes que nadie esperaba.
A partir de ese día, todos los grupos pasan a conformar uno único, el Movimiento 15-M y se les unen intelectuales, escritores, funcionarios, jubilados, amas de casa... Los medios de comunicación empiezan a hablar de "los indignados protagonizan una nueva acción de protesta..." "los indignados toman la plaza o cortan la calle tal.." tantos por las consignas que se gritan en las acciones como por atribuirle la chispa detonante al libro de Hessel.
Por último, aclarar que "Indignados" sólo nos llaman los medios de comunicación, los políticos y la gente que está fuera del movimiento. Nosotros nos llamamos 15-M
