Un domingo de noviembre, mi novia y yo platicábamos por la noche, a través de mensajes de celular. Como se había vuelto una costumbre, en ocasiones solíamos preguntar sobre cuestiones de nuestra anterior pareja, enfocado en parte a lo que se había experimentado en las relaciones sexuales. Meses antes ella había descrito que no había realizado propiamente sexo oral a su novio, sino según dijo “no había podido”, aunque sí intentado.
De alguna manera había yo llegado a creer que por pudor tal vez, ella no había podido llevarse el pene de su ex novio a la boca, sin embargo más adelante me enteré de cosas que cambiaron mi percepción. Semanas antes de esa noche, le pregunté si acaso se había montado sobre su pareja, a lo cual respondió con sinceridad que sí. Pero cuando le pregunté sobre si la posición del perrito, que ella y yo habíamos practicado, era algo nuevo, contestó: “eso sí”.
Las cosas este domingo eran una especie de repaso, pero se me ocurrió preguntar en qué posiciones había habido alguna variedad, y entonces respondió: “una que creo que le gusta a todos los hombres, desde atrás”. Ups, había metido la pata, pues era lógico que esa versión era muy distinta a la que anteriormente había dicho y me puse disgustado, reclamándole por medio de mensajes y pidiéndole una explicación.
Mi exigencia estaba basada en el hecho de que como pareja que éramos, habíamos llegado a la conclusión que lo mejor era hablar las cosas de manera transparente, y el tema de la sexualidad no iba tener problemas en caso que la otra parte pidiera saber algo, era una especie de “sobre advertencia no hay engaño” y “si pides saber pues sabrás”, lo cual yo aceptaba con todas sus consecuencias.
Así que mi planteamiento era sencillo, “no me importa lo que haya sucedido, pero quiero saber la información correcta, no verdades a medias”. Así que las cosas se pusieron difícil esa noche, todos mis sentidos estaban alterados.
Las cosas no habían sido como las había imaginado, debido a que la reconstrucción estaba basada en datos inciertos. ¿Qué era verdad y qué mentira? era una pregunta que esa noche dio vueltas una y otra vez. En una ocasión, anterior a todo esto, mientras platicábamos en un motel, me había contado que su noviazgo había tenido diversas etapas, yo sabía que habían terminado mal y que eso fue un motivo para irse a vivir un tiempo a Monterrey.
Me molesté un poco saber que al regresar del norte del país, pasado un tiempo, empezaron a verse por instancia de amigos comunes, y posteriormente habían regresado. Dijo que sin embargo esa relación ya no funcionó, y por lo tanto solo había sido como un noviazgo fugaz, y que las relaciones sexuales estaban confinadas únicamente a la etapa en la que ella vivió como estudiante en Xalapa la capital del estado de Veracruz. “Todas las veces fueron en mi departamento”, había dicho.
Sin embargo, a lo largo de esa noche de noviembre, me dio a conocer por mensajes de celular que el sexo también fue parte de esta otra etapa. Todo había comenzado de nuevo porque al pedir permiso para verse como novios oficiales, él llegaba a su casa del puerto de Veracruz y se quedaban solos en la sala, mientras sus padres se encerraban en el cuarto. Después de un tiempo de ver televisión, se daban besos, y comenzaron a rozarse por encima de las ropas. El tocaba los pechos y le pedía a ella que acariciara su pene, y aunque ella accedía, nunca le gustó hacerlo por pudor.
Después de un tiempo de estar así, se empezaron a citar nuevamente en Xalapa, pero ahora era en el departamento donde vivía la prima de ella con su esposo. Mi novia y su ex novio se quedaban platicando hasta muy tarde de la noche, luego los primos se irían a dormir, cuando esto sucedía comenzaban a besarse y fajarse hasta terminar en la recámara.
Al principio la relación sexual se efectuaba sin ningún tipo de método anticonceptivo, así era desde el inicio porque les había funcionado el coitus interruptus, pero muchas veces arriesgaron un posible embarazo porque él comenzó a terminar adentro de la vagina. En la última etapa de la relación de noviazgo, ella buscó quedar embarazada como una posible forma de forzar un casamiento. La forma de hacerlo fue dándole confianza a su pareja de que podía terminar adentro, pues según le decía, el período menstrual acababa de terminar, lo cual no era cierto.
* *
El lunes siguiente fue un día feriado, no había ningún tipo de actividad en la ciudad, así que fue un día muy solo para mí, un poco triste. Caminé un poco por algunas calles, para terminar encerrado en mi habitación. Pocas cosas son tan relajantes en momentos de tensión como una eyaculación, pero lo que me causó sorpresa era notar que ese momento de confusión, me excitaba leer lo que ella me había contado, así que recurrí a la masturbación pensando en cómo se la había cogido su ex novio. Finalmente dormí un poco.
Más tarde le mandé mensajes pidiéndole que si podíamos vernos, no era imposible, pero si difícil, y accedió. Quería verla y tenía ganas de besarla. Cuando llegó todo estaba en penumbras, comenzamos besándonos riquísimo, era delicioso, yo sentía estarla besando como queriendo cuidarla y no se me fuera nunca. Al poco tiempo estábamos desnudos, hicimos el amor como locos y pasó algo increíble e inesperado.
No sé sí lo pensé o fue algo espontáneo, pero instintivamente quise penetrarla por el ano, sabiendo que si bien ella había cogido como 40 veces con su ex, aun seguía siendo virgen del culo. Así que tuvimos una penetración anal deliciosa, ella lo gozó por primera vez, se movió con el ano penetrado e hizo que mi semen la inundara por su trasero. La primera relación anal la habíamos intentado 27 días atrás, un día de octubre, mientras estábamos en un hotel del puerto, pero no pudimos lograrla.
Desde esa ocasión, comenzó a excitarme el hecho de ir conociendo lo que ella había hecho con su ex pareja. Así que le fui preguntando para saber cómo había experimentado con el sexo. De tal manera que un día comenzamos con el interrogatorio, el cual se fue dando en varias etapas que me fueron desengañando de que mi novia no era una ingenua y me convencieron de que en realidad había sido toda una puta.
-¿Me vas a contestar la verdad?
Sí… dime
-¿Cuándo eras novia de Fernando, llegaron a fajar?
Mira no era en la manera como ahora contigo, pero sí hubo faje en la época que teníamos sexo, al grado de que él se manchaba la ropa.
-¿Se manchaba o también se venía?
Hubo veces en que eyaculó en el pantalón.
- ¿Y tú qué onda…?
Yo me mojaba mientras me besaba largamente, pero no al grado de correrme.
- Me dijiste que una vez te enojaste cuando le estabas dando sexo oral ¿por qué?
Porque me tenía la mano en la cabeza y como que no me quería soltar y me quité justo antes de venirse.
-Ya ves que es natural que en toda relación, la mujer llegue a conocer el semen. Tú me comentaste que accidentalmente te llegaste a manchar, antes de mí. La pregunta es, ¿siempre fue accidental o la pareja lo llegó a hacer con intención?
Hubo varias veces que intencionalmente se vino fuera, me tiraba la leche en el estómago y luego me limpiaba yo. Había cierto temor por un embarazo y en ocasiones se retrasaba la menstruación y era un sustazo, quería yo parar pero era difícil.
-Ya ves que me contaste de tu primera vez ¿fue la noche de un sábado?
No sé bien, eran vacaciones para mí.
-Oye entonces ¿tu segunda vez fue una semana después, un domingo? ¿A qué hora se vieron?
En realidad fue un lunes. Nos vimos en la tarde, comimos en casa de mi prima y ahí nos fuimos a mi departamento como a las 8 o 9 de la noche.
-¿No hubo palabras cuando empezaron a besarse?
Antes de tener otra vez relaciones hablamos de diversos temas, me preguntó si me había dolido. El caso es que apagué las luces y todo volvió a pasar.
-¿Cómo resumirías en términos positivos y negativos, estas dos relaciones sexuales?
Pues perdí mi virginidad lo cual era bueno en cierto sentido, porque ya no había restricciones.
Durante nuestro noviazgo en total tuvimos sexo como 44 veces… jamás usó condón… pero pues yo tampoco se lo pedí o dije algo.
Es importante decir que no siempre que quiso hubo sexo, me negué por el mismo comportamiento de él y llegó hasta casi suplicarme
-¿Eso fue mientras vivías en Xalapa?
Si. Pero también después cuando regresé a casa de mis padres en Veracruz. No fueron muchas veces que me negué pero si lo hice
-¿Fueron 2 veces en total que te negaste?
Fueron como 3 veces, aunque en una que me rogó, terminé accediendo.
-A ver cuéntame
Porque yo le decía que solo me buscaba para coger, era como desquitarme porque pasaba tiempo y no sabía nada de él, andaba con sus amigos o hasta con otras chicas.
-¿Cómo fue que accediste, te acuerdas donde estaban?
Me acuerdo que fue en su casa yo llegué porque tenía rato que no sabía de él, pero estaba solo y yo no sabía.
-¿él te abrió la puerta?
Si pero no inmediatamente porque estaba durmiendo, era de tarde. Me abrió así medio dormido y ya vi que no estaba la mamá.
-¿Te quedaste en la sala o pasaste al cuarto?
En la sala, yo me fui al sofá, el se medio arregló y ya hablamos en la sala. No le dejé cerrar la puerta porque no lo veía correcto
Yo estaba molesta porque tenía rato sin saber de él. Me dio las excusas de siempre pero también le creí porque tenía un pie lastimado.
-¿Se besaron ahí en la sala?
No, cada quien en un sofá. Pero cometí el error de llevar puesta una minifalda y eso como que lo excitó. Al principio quería irme porque estaba incomoda y él me dijo que saldríamos a comer y que lo esperara.
-¿Cómo fue que se dio la situación de que accediste?
Ah porque en lo que se vestía fui a la cocina por agua y el llegó, le dije que se apurara para irnos pero empezó a besarme, yo sabía que él quería más que besos porque puso sus manos sobre mis nalgas. Le advertí que no íbamos a seguir tocándonos y mucho menos ir a la cama. Comenzó a rogarme y decir por favor. Seguía besándome y alzó la falda tocándome hasta el calzón.
El caso es que no cedía, yo tenía miedo de que alguien llegara, pero comencé a excitarme y a mojarme. En eso estábamos y el canijo se atrevió a abrirme la pantaleta, y que va metiendo el dedo, cuando lo sacó de la vagina estaba empapado de jugos. Era una melcocha bien babosa. Y me dijo: ¿no que no quieres? –Le digo: vamos al cuarto pues, ya ni modo. Ni dos veces lo oyó y cerró las puertas de la casa y del cuarto.
Estando sobre la cama con ropa, el sobre mí solo con el pantalón, le besaba los pezones mientras empezó a desabotonar mis jeans. Ya para que te cuento más, terminé cogiendo y hasta le hice una puñeta.
-Oye cariño y ¿nunca tomaste la iniciativa, en cuanto a intimidad, que hayan estado en otro lugar y decirle: ¡amor vámonos para tener sexo!?
Sí una vez iba a ir a una boda de una amiga un sábado a medio día en Xalapa pero me enteré que la casa de mi prima se quedaría sola el viernes y le pedí vernos.
-Entonces llegaste el viernes a casa de tu prima, ¿a qué hora, quien estaba?
Llegué en la tarde como a las 4 pm me parece, según yo no sabía nada de que mi prima se iría a Córdoba a dormir, pero yo me había enterado por otras personas, por lo que me puse a planear este encuentro. Entonces mi prima me dejó la llave.
-¿A qué hora llegó tu novio?
Como a las 8 de la noche
-¿Platicaron o se besaron?
Platicamos y me dijo que tenía un compromiso con los cuates que no tardaría mucho, yo le dije que no fuera y que no iba a arrepentirse si se quedaba. El sexo desde que estábamos platicando se veía venir por como nos mirábamos. Yo lo que quería era que se quedara y por eso le dije: quédate y te voy a besar la verga.
Entonces accedió inmediatamente…………
¿Qué crees que pasó? tuvimos sexo toda la noche, fueron 7 veces hasta el día siguiente. No paramos, hubo de todo
-¿¡quéeee!!!!!!!!!!!!!!! no dormiste?
No. Fue una ocasión en que teníamos la libertad de estar juntos toda la noche y pues sabíamos que eso quizás no se repetiría así que por eso fue, era en ese momento o nunca
-¿Pero porque dices que hubo de todo?
Porque tuvimos sexo variado, desde mamadas de verga hasta penetración anal y me bañó con su semen.
-Bañar a que te refieres
A que en cada descarga la hizo sobre mí. Bueno, no todas porque en dos ocasiones me trague su semen, pero lo demás fue sobre mi cuerpo
-El sexo anal ¿cómo fue?
Pues yo de rodillas, el penetraba desde atrás y como ya estábamos acostumbrados entraba sin problema. A él le gustaba venirse fuera
-¿Como que afuera?
Si sobre mis nalgas
- Uy había pensado que sobre el ano
Bueno en partes cayó sobre mi ano, pero no eyaculaba precisamente ahí
- Dime una cosa
Sí, pregúntame
-¿Cuando era anal... te clavabas?
Si, si lo hacía claro que sí, era yo una puta
-¿Ibas a fondo?
Hasta el tronco, y lo hacia una y otra vez
-Ay cariño te pasaste… ¿y como le mamabas la verga, le pasabas la lengua?
Metía todo su pene dentro de mi boca, mi lengua iba de arriba para abajo y en círculos lo chupaba como si fuera una paleta.
Luego metía toda su verga en mi boca, una y otra vez rápido. La desaparecía adentro de la boca y el nomás gemía y gemía…
Después de aquellos relatos tan explícitos tuve la fortuna de superar cualquier trauma emocional y enfocarme en cómo poder superar lo que ella había vivido anteriormente. Nuestra relación se fortaleció y pudimos compartir muchas fantasías que teníamos. Poco a poco nos fuimos deslizando a nuevas aventuras, hasta que llegó el momento de invitar a una amiga mía que quería experimentar en el sexo lésbico. Pero eso es parte de otra historia.
jajaja bien echo
