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Bovino de la familia
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Jesús del Toro
Yahoo Noticias
6 de marzo de 2017
Modificar el sistema de inmigración de Estados Unidos para recibir inmigrantes con base en sus cualidades –su preparación académica, sus habilidades técnicas o sus talentos profesionales– es el eje de la aún vaga propuesta que el presidente Donald Trump enunció en su reciente discurso ante el Congreso al referirse a una la reforma de inmigración que él desearía fuera promulgada por el Legislativo.
Ese planteamiento ha sido criticado fuertemente porque implica cerrar la puerta a la reunificación familiar, pues ya no bastaría ser, por ejemplo, un extranjero que es padre o hijo de un residente legal o incluso de un ciudadano para que se le conceda el derecho a inmigrar y a lograr en su momento la residencia permanente.
Inmigrantes se transforman en ciudadanos estadounidenses en una ceremonia de naturalziación. Muchos de ellos llegaron inicialmente al país vía reunificación familiar y otros por visas y green cards logradas por mérito o petición empresarial. (Reuters)
Además, aunque no lo mencionó en su discurso, desde la Casa Blanca se ha sugerido que el presidente estaría dispuesto a apoyar una reforma que concediera un estatus legal, pero no la ciudadanía, a indocumentados que ya se encuentran en el país y que no hayan cometido crímenes violentos.
Son dos posiciones distintas, pues la primera se aplicaría a los futuros inmigrantes y la segunda buscaría mitigar el problema de los indocumentados presentes, pero en cierto modo tienen conexiones y retroalimentaciones.
Pero en el contexto de la propuesta de Trump, ¿sería viable centrar todo el sistema de inmigración sólo en el criterio del mérito y descartar o minimizar sustantivamente el de la reunificación familiar?
Actualmente, en realidad, el sistema de inmigración tiene múltiples puertas, unas basadas en el mérito y otras en la reunificación familiar. Por ejemplo, las visas H1-B, que se otorgan a profesionales calificados, conceden la entrada legal cada año a decenas de miles de profesionales, académicos y expertos en ramos donde, en principio, se necesita su presencia para impulsar el desarrollo de esos sectores y del país en general. Una gran cantidad de ellos, al paso de los años, logran la residencia permanente y la ciudadanía, pero en su proceso fueron fundamentales sus conocimientos, sus habilidades y sus talentos.
El gobierno federal, con todo, indicó que suspende por seis meses, a partir del 3 de abril de 2017, el procesamiento expedito de visas H1-B, que permitía a los solicitantes (vía la empresa que desea contratarlos y solicita la visa en su nombre) obtener su documento en pocas semanas, a diferencia del proceso normal que demora varios meses. Eso no afecta el proceso normal de solicitud de visas H1-B, que sigue vigente, si bien todo aspirante deberá esperar ahora un periodo considerable antes de poder trabajar legalmente al país, lo que podría desalentar su contratación pues las empresas muchas veces requieren personal cualificado pronto, y si tienen que esperar meses podrían optar por otras soluciones.
Las autoridades indicaron que sólo en ciertos casos podría aún pedirse el trámite expedito, pero las circunstancias para ello se restringen a razones humanitarias, de emergencia o una fuerte pérdida financiera para el solicitante o la empresa que quiere contratarlo, pero sólo una fracción de quienes pedían el proceso rápido estarían ahora en los nuevos supuestos de excepción para poder hacerlo.
El presidente Donald Trump mencionó ante el Congreso su interés en que se logre una reforma de inmigración con un sistema basado en el mérito de los inmigrantes. (AP)
En paralelo, muchos otros inmigrantes legales obtuvieron y obtienen su estatus vía la reunificación familiar, pues ciudadanos estadounidenses (nativos o naturalizados) y residentes legales (entre ellos muchos que lograron su residencia de modo directo gracias a la ‘amnistía’ concedida en 1986 por el entonces presidente republicano Ronald Reagan) tienen el derecho legal a solicitar la admisión al país y el otorgamiento de residencia a sus esposas e hijos, y los ciudadanos pueden además hacerlo a favor de sus padres e incluso de sus hermanos.
Ninguno de esos procesos es rápido ni automático, y los requisitos y trámites son importantes y dilatados, pero ciertamente muchos miles de personas han entrado al país y residen en él legalmente (y eventualmente se han hecho o se harán ciudadanos) gracias al derecho a la reunificación familiar vigente. Muchos de ellos lo lograron o lo lograrán por ser familiares, cabe decir, de personas que originalmente fueron admitidas por sus méritos.
[CONTINUA EN LA SIGUIENTE ENTRADA]
Yahoo Noticias
6 de marzo de 2017
Modificar el sistema de inmigración de Estados Unidos para recibir inmigrantes con base en sus cualidades –su preparación académica, sus habilidades técnicas o sus talentos profesionales– es el eje de la aún vaga propuesta que el presidente Donald Trump enunció en su reciente discurso ante el Congreso al referirse a una la reforma de inmigración que él desearía fuera promulgada por el Legislativo.
Ese planteamiento ha sido criticado fuertemente porque implica cerrar la puerta a la reunificación familiar, pues ya no bastaría ser, por ejemplo, un extranjero que es padre o hijo de un residente legal o incluso de un ciudadano para que se le conceda el derecho a inmigrar y a lograr en su momento la residencia permanente.
Inmigrantes se transforman en ciudadanos estadounidenses en una ceremonia de naturalziación. Muchos de ellos llegaron inicialmente al país vía reunificación familiar y otros por visas y green cards logradas por mérito o petición empresarial. (Reuters)
Además, aunque no lo mencionó en su discurso, desde la Casa Blanca se ha sugerido que el presidente estaría dispuesto a apoyar una reforma que concediera un estatus legal, pero no la ciudadanía, a indocumentados que ya se encuentran en el país y que no hayan cometido crímenes violentos.
Son dos posiciones distintas, pues la primera se aplicaría a los futuros inmigrantes y la segunda buscaría mitigar el problema de los indocumentados presentes, pero en cierto modo tienen conexiones y retroalimentaciones.
Pero en el contexto de la propuesta de Trump, ¿sería viable centrar todo el sistema de inmigración sólo en el criterio del mérito y descartar o minimizar sustantivamente el de la reunificación familiar?
Actualmente, en realidad, el sistema de inmigración tiene múltiples puertas, unas basadas en el mérito y otras en la reunificación familiar. Por ejemplo, las visas H1-B, que se otorgan a profesionales calificados, conceden la entrada legal cada año a decenas de miles de profesionales, académicos y expertos en ramos donde, en principio, se necesita su presencia para impulsar el desarrollo de esos sectores y del país en general. Una gran cantidad de ellos, al paso de los años, logran la residencia permanente y la ciudadanía, pero en su proceso fueron fundamentales sus conocimientos, sus habilidades y sus talentos.
El gobierno federal, con todo, indicó que suspende por seis meses, a partir del 3 de abril de 2017, el procesamiento expedito de visas H1-B, que permitía a los solicitantes (vía la empresa que desea contratarlos y solicita la visa en su nombre) obtener su documento en pocas semanas, a diferencia del proceso normal que demora varios meses. Eso no afecta el proceso normal de solicitud de visas H1-B, que sigue vigente, si bien todo aspirante deberá esperar ahora un periodo considerable antes de poder trabajar legalmente al país, lo que podría desalentar su contratación pues las empresas muchas veces requieren personal cualificado pronto, y si tienen que esperar meses podrían optar por otras soluciones.
Las autoridades indicaron que sólo en ciertos casos podría aún pedirse el trámite expedito, pero las circunstancias para ello se restringen a razones humanitarias, de emergencia o una fuerte pérdida financiera para el solicitante o la empresa que quiere contratarlo, pero sólo una fracción de quienes pedían el proceso rápido estarían ahora en los nuevos supuestos de excepción para poder hacerlo.
El presidente Donald Trump mencionó ante el Congreso su interés en que se logre una reforma de inmigración con un sistema basado en el mérito de los inmigrantes. (AP)
En paralelo, muchos otros inmigrantes legales obtuvieron y obtienen su estatus vía la reunificación familiar, pues ciudadanos estadounidenses (nativos o naturalizados) y residentes legales (entre ellos muchos que lograron su residencia de modo directo gracias a la ‘amnistía’ concedida en 1986 por el entonces presidente republicano Ronald Reagan) tienen el derecho legal a solicitar la admisión al país y el otorgamiento de residencia a sus esposas e hijos, y los ciudadanos pueden además hacerlo a favor de sus padres e incluso de sus hermanos.
Ninguno de esos procesos es rápido ni automático, y los requisitos y trámites son importantes y dilatados, pero ciertamente muchos miles de personas han entrado al país y residen en él legalmente (y eventualmente se han hecho o se harán ciudadanos) gracias al derecho a la reunificación familiar vigente. Muchos de ellos lo lograron o lo lograrán por ser familiares, cabe decir, de personas que originalmente fueron admitidas por sus méritos.
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