La mujer, que las autoridades aún no han identificado, echó el gas en los pasillos de una tienda Wal-Mart en el barrio de Porter Ranch, ‘para tener acceso preferencial a varios lugares de la tienda’, dijo al diario el capitán de bomberos de Los Angeles, James Carson.
Una veintena de clientes, entre ellos niños, resultaron afectados. Los compradores se quejaron de dolores de garganta e irritación en la piel y en los ojos, agregó. Wal-Mart inició sus ventas del Viernes Negro a las 10 de la noche del jueves, en un adelanto a la tradicional jornada de compras que sigue al festejo de Acción de Gracias.
En medio de la gente y los empujones, la mujer roció gas pimienta a los demás compradores, en lo que Carson llamó un incidente ‘de compra competitiva’ para quedarse con productos con grandes descuentos, entre ellos consolas Xbox, videojuegos para Wii, muñecas Bratz y triciclos.
"La gente empezó a gritar, tirándose y empujándose los unos a los otros, y luego toda la zona se llenó de gas pimienta", dijo Alejandra Seminario al Los Angeles Times.

"No quise participar. Estaba demasiado asustada. Me quedé en el pasillo de los juguetes", agregó. Seminario dijo que el gas de pimienta flotaba en el aire, provocándole tos y picazón.
Otros compradores "parecían habían sido rociados en la cara y tenían el rostro inflamado, la cara realmente hinchada, enrojecimiento, tos", agregó.
Con el país aún sumido en la oscuridad después de la recesión y con una incertidumbre económica que sigue erosionando la confianza empresarial, se espera que este año el

Viernes Negro sea la chispa que encienda una recuperación liderada por los consumidores.

Las multitudes se agolparon en tiendas y centros comerciales en Estados Unidos para aprovechar los descuentos y ofertas del Viernes Negro, un ritual anual de compras tras el día de Acción de Gracias.

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