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Muere Carlos Monsivais

y como dijeron..se muere monsivais...se muere el siglo XX
caray...primero saramago...nos estamos acabando
 
descanse en paz este magnifico pensador, critico y filosofo Monsivais, una gran perdida para el pueblo mexicano ...
 
Conocí a Monsiváis hace muchos años, sería aproximadamente 1997 (años más, años menos), en ese tiempo era un congreso y mi primera visita al DF, la cual había realizado en autobús. No sabía que estaría en el evento, y la verdad lo conocía y admiraba, pero no era un fan suyo. Me acerqué a él y le pedí un autógrafo, uno que aún conservo en una servilleta. Hasta el momento sigue siendo una de las cosas que más atesoro. Desde entonces vería a Monsiváis muchas veces más, no era de su círculo cercano, pero ambos convivíamos en lugares comunes. Su muerte cierra un ciclo en mi vida y les puedo asegurar que era una persona maravillosa.

Su partida deja a la ironía y al sarcasmo huérfanos de padre... descansa en paz, Monsi.

ese carlos era el que decia que la t.v es la caja de los idiotas , y luego no salia de ahi????

Y ese comentario a qué viene a colación cuando se habla de una persona que acaba de fallecer? Un poco más de respeto, hombre.

Pero por otro lado, te equivocas tan terriblemente que con solo dos renglones no sé ni por donde empezar.
 
me quedo con esto que ya puse en otro tema:
Saramago y Monsi, a pesar de todo lo que lucharon, lograron muy poco para hacer de este mundo uno más humano. Su mejor legado -aparte de sus letras, críticas y opiniones- fue su ejemplo. Pero nunca es suficiente pelear con la inteligencia en un entorno que prefiere los proyectiles. Su legado ahí está. Nomás que hay que echarle el doble de huevos si queremos imitarlo. Y educar a los niños para que quieran ser como Saramago y Monsi, no como el "Chicharito" y el "Temo".

descanse en paz el maestro, y que dichosos lo que llegaron a conocerlo.
saludos
 
aver , mavos ampliando las idioteces....
"Tiene enormes virtudes, pero también hay riesgos importantes que debemos valorar; es una mezcla muy compleja. Es un error calificarla únicamente (como alguna vez dijo Carlos Monsiváis) como "la caja idiota", pero tampoco se le deben atribuir solamente virtudes. La televisión es una mezcla infinita de contradicciones de posibilidades constructivas y acechanzas para la sociedad". ( el universal online http://www.eluniversal.com.mx/espectaculos/67236.html) y aqui puedes encontrar toooodas las entrevistas que dio en la "caja de los idiotas" http://www.youtube.com/results?search_query=monsivais+&aq=f

saludos y como decia mi aabuela si no tienes algo agradable que decir mejor no digas nada , ya que es mejor decir cosas agradables porque nunca sabemos cuando debemos tragarnolas....

Bueno, "mavos" a aclarar...

1.- La declaración es de Carmen Aristegui...

2.- Las entrevistas en la "caja idiota" no son un parangón para declarar que "se la vivía en la televisión"...

3.- Y si, ampliaste las idioteces...

Por cierto, no sabes escribir....
 
Lastima que lo bueno se termina y los mejores se van, Monsi fue un grande, descanse en paz.
 
Descanse en paz, Maestro Monsivais.

Esperenos del otro lado, que ya mero vamos para alla.
 
Excelente crónica de una mujer que estuvo al lado del Maestro. Una persona muy valiente, sin duda.
María Monsiváis

Sobreviviente de una dinastía de cinco hermanos que emprendió el éxodo urbano de La Lagunilla hacia la Colonia Portales, de fe protestante, de origen humilde y de memoria prodigiosa, María Monsiváis Biadas, a sus 87 años, es el afecto más antiguo y enraizado del escritor Carlos Monsiváis a quien vio nacer cuando ella tenía 15 años y medio y de quien se despidió en medio de aplausos y miles de condolencias en los funerales del Museo de la Ciudad de México y en el Palacio de Bellas Artes, el 19 y 20 de junio.

Cientos de personas se acercaron a la Tía Mary a darle sus condolencias, pero ella recuerda en especial a “una señora del pueblo” que pasó a orarle al féretro y gritó: “Felipe Calderón, a ti no te queremos, queremos a Monsi”.
-¿Le hubiera gustado a Carlos que asistiera el presidente Calderón a su funeral?
-No.
“El decía siempre: ‘soy del pueblo, al pueblo pertenezco’”, subraya la tía, entrevistada en su habitación de la colonia Portales, en la misma casa donde convivió por más de seis décadas con Carlos Monsiváis.

La tía también recuerda que se le acercó Andrés Manuel López Obrador y le dijo: “no sabe cómo voy a extrañar a Carlos, porque él me corregía los discursos del Zócalo”.

“Me impactó tanta gente en el funeral. Yo estaba hasta confundida. El domingo se me acercó un señor. Se sentó a mi lado. Creía que era Marcelo Ebrard y le comencé a platicar como si fuera él. Luego me dijo que era Lujambio”, rememora la tía Mary, con un dejo de sonrisa pícara.

Antes de la entrevista con Proceso, la tía recibió una carta de condolencias de Cuauhtémoc Cárdenas. Se disculpó por no haber ido al funeral. Estaba fuera del país.

Hermana de Esther Monsiváis, La Máster como le llamaban sus sobrinos a la madre de Carlos Monsiváis, la tía Mary recuerda que desde su nacimiento el escritor fue el hijo, el sobrino y el nieto consentido en una familia gobernada por su madre “con carácter enérgico, pero de muy buenos sentimientos”.

“Carlos nació junto al templo, en la calle de Rosales. Nosotros vivíamos en la calle de Isabel La Católica. Cuando Carlos tenía 3 años, nos cambiamos un tiempo a la Colonia Alamos y poco después a San Simón Ticomán, en la colonia Portales”, rememora.

Monsiváis relató así, en la primera página de su augrafía precoz, aquel éxodo urbano: “Un carromato polvoso, una familia apiñada que entretiene la odisea cantando himnos, pruebas del cielo bajo la forma de agentes de tránsito y al final Canaán-Portales, la tierra prometida donde los hijos crecerán en paz, sin el espectro del hambre y la intolerancia”.

-¿Usted cuidó a Carlos en su infancia?
-Sí. Yo lo llevé al kínder en la calle Quintana Roo y a jugar en el Parque Hundido. Era un niño muy tranquilo. No sabía leer, pero ya le gustaba agarrar los libros y hojearlos.
-¿Recuerda cuál fue su primer libro?
-Su madre le compró El Tesoro de la Juventud apenas aprendió a leer. Luego leyó muchos textos religiosos. De adolescente, en el templo, hacían concursos de citas bíblicas. En medio minuto, Carlos encontraba la cita bíblica. Ganaba todos los concursos, hasta que el pastor le pidió a su madre que ya no concursara para que dejara ganar a otros.
-¿Doña Esther también tenía buena memoria?
-Tenía memoria fotográfica. Le recitaba siempre el poema de “Por mi Madre, Bohemios” que a él le gustaba mucho.
-¿De qué vivían?
-Ella fue secretaria. Trabajó desde muy joven, ella era el pilar de la casa. Tuvo primero un estanquillo de hilos, velas, camisetas, sobre la Calzada de Tlalpan. Y acabó poniendo en la accesoria de esta casa una tienda de regalos.

Los Gatos y las Celebridades
-¿Cuándo tuvo Carlos su primer gatito?
-A los diez años empezó con los animales. Le regalaron un gatito. A su mamá no le gustaba. No dejaba que entrara a la casa. Cuando Carlos regresó de un viaje que hizo a otra ciudad, se molestó mucho cuando se enteró que su mamá le había regalado el gatito.

“Luego tuvo dos o tres gatos. Se quedaban afuera de la casa. El le pedía a su madre ‘mamá, déjame verlos media hora’. ‘Bueno, media hora solamente’, le respondía. Después que murió su madre, conmigo abusó. Metió una enorme cantidad de gatos a la casa. El tenía 13 gatos. Sólo uno se murió, Mito Genial.

-Varias personas le regalaban gatitos ¿No?
-Blanca Guerra le regaló uno. En los setentas, Octavio Paz le regaló otro. Habían discutido y esa fue una señal de reconciliación.

-¿Recuerda usted a todas las personas de la farándula que visitaban a Carlos?
-Bueno, vino a comer aquí Juan Gabriel. El se llevaba mucho con Elsa Aguirre, con Tongolele, con Ninón Sevilla, con María Victoria.

-También con María Félix.
-A ella sólo la vi de espaldas. Era una mujer muy orgullosa, siempre que llamaba por teléfono daba órdenes: ‘dígale a Carlos que estoy saliendo de Cuernavaca y voy a Polanco’. Nunca decía, por favor, ni nada.

-¿Se llevaron mucho?
-Sí. Recuerdo que en un homenaje María Félix dijo frente a Carlos: ‘éste sabe más de mi vida que yo’.

-¿También lo visitó Carlos Slim?
-Sí. Una vez vino. El pobre no se enteró que uno de los gatitos le había orinado su saco. Y así se fue.

-¿Lo visitó Carlos Salinas?
-Salinas le hablaba mucho a la casa. Recuerdo que durante su campaña, lo invitó a una gira. Y mi muchachito le dijo: ‘no voy porque tú no eres mi candidato’.

El Cine y la Escuela
-¿Cuándo comenzó el gusto de Carlos por el cine? ¿Lo recuerda?
-Desde los siete años comenzó a ir a un cine cercano aquí que se llamaba el Cine Bretaña. Le encantaban todas las películas, sobre todo las mexicanas.

-¿Por qué?
-Haga usted de cuenta que mi madre, su abuelita, era igual que Sara García en Los Tres García. Le gustaba mucho esa película.
-¿Dónde estudió la escuela primaria?

-El primer año su madre lo metió al instituto franco-español. Recuerdo que él llegó diciendo una mala palabra y su madre le preguntó: ‘¿Dónde aprendiste eso m’ijito’? A mí me dijo que si estaba pagando con sacrificios una escuela privada no tenía caso enviarlo para que aprendiera malas palabras. Lo cambió a una escuela pública. En un año cursó el primero y segundo año. La maestra le dijo a su mamá: ‘su hijo se aprende todo muy rápido’.

-¿Era de puros dieces?
-De 10 y de 9.

-¿Dónde aprendió el gusto por el idioma inglés?
-El inglés lo aprendió con una maestra particular. Él iba eventualmente. Estuvo ahí durante varios años, pero tuvo un amigo, Luis Prieto, que estuvo con él en Gran Bretaña, con él practicaba mucho el inglés.

-Teniendo una infancia tan religiosa, ¿cuándo dejó de ir Carlos al templo?
-A los 18 años. Yo le pregunté: ‘¿Carlos por qué ya no vas al templo?’ Y me respondía: ‘tía, ya sé muy bien lo que enseñan’. Después me enteré que sí iba al templo, pero cuando nadie lo veía.

La tía Mary está cansada. Confiesa que no ha dejado de pensar en él y en sus conversaciones. “El platicaba mucho conmigo. Era muy bromista”.

“La última broma que me hizo fue antes de que ingresara al hospital. Dijo ‘mi tía está afligida porque no tiene vestido negro para ir a mi funeral’”.
 
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