jonlatin
Bovino adicto
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Para los que aun no saben de qué se trata este Post pueden chequear:
¿Qué es ¡Motívate!?
Aquí un listado de los anteriores:
¡Motívate! No.1: El Verdadero Éxito
¡Motívate! No.2: 1er Paso para alcanzar el Éxito
¡Motívate! No.3: Ejemplo (Historia de COLGATE)
¡Motívate! No.4: ¿Quién eres en realidad?
¡Motívate! No.5: Del escuchar procede la sabiduría
A los demás los invito a seguir leyendo y deseo que este material les sea de gran ayuda.

¡Motívate! No.6
Las Cosas Pequeñas Valen la Pena
A la edad de 21 años, Jacques Lafitte el hijo de un carpintero muy pobre de Bajonne, partió a buscar fortuna y un futuro trabajo para su vida. No tenía referencias de gente influyente, ni una carrera académica brillante que lo respaldara. Pero era joven y lleno de esperanzas.
Jacques llegó a Paris y con su meticulosidad acostumbrada, comenzó a buscar trabajo.
Los días se volvieron semanas, y todavía no tenía trabajo o ingresos. Pero continuó buscando. Nadie en París notó a este determinado joven.
Una mañana Jacques aplicó para un puesto, en la oficina de un famoso banquero suizo, Monsieur Perregaux. El banquero le hizo algunas preguntas. Después lentamente asintió con su cabeza, y le dijo que en ese momento no había trabajo para ofrecerle.
Triste, y más desanimado que nunca, Jacques dejó el banco y lentamente caminó a través del portal. Al ir caminando, hizo una pausa, se agachó y recogió algo. Después continuó caminando por la congestionada calle, preguntándose si tal vez era tiempo de regresar a Bayonne.
En ese momento, fue alcanzado por un hombre que le tocó el hombro. “Disculpe Señor”, le dijo: “Soy un empleado en el banco. Monsieur Perregaux desea verlo otra vez”.
Por segunda vez esa mañana, Jacques se vio frente al famoso banquero. “Discúlpeme”, dijo Monsieur Perregaux, “pero sucedió que yo lo estaba mirando cuando cruzaba el portal del banco. Se agachó y recogió algo. ¿Le importaría decirme que es?”
“Es solamente esto”. Le contestó Jacques con curiosidad, al tomar un nuevo y reluciente alfiler, de la parte inferior de la solapa de su abrió.
“¡Aaah!” exclamó el banquero. “¡Eso lo cambia todo. Nosotros siempre tenemos espacio aquí para alguien que es cuidadoso con las cosas pequeñas. Puede comenzar de inmediato”.
Así fue como Jacques Lafitte comenzó su larga, asombrosa y exitosa asociación con ese banco.
Finalmente asumió el control completo de lo que llegó a ser: “Perregaux, Lafitte y Compañía" Uno de los bancos más grandes de Europa.
¿Cuántas veces el futuro ha dependido de cosas tan insignificantes?
Las cosas pequeñas son importantes en la vida y para Dios. Aprende a poner atención a los pequeños detalles de la vida, y te asombrará a lo que te pueden dirigir.
¡Recuerda que todo en la vida son detalles!
Los grandes acontecimientos nos deslumbran tanto que a veces nos impiden ver los pequeños detalles que nos rodean cada día.
El beso de un hijo en la mejilla
Una sonrisa enorme
Una mirada indescriptible
Una tarjeta con palabras lindas
Ver el amanecer
La compañía de las personas que amamos
La plática de una persona que queremos
Un abrazo
¡Prestar atención a estas pequeñas cosas puede hacer diferente nuestra existencia!
¡OJO! ¡Ahora que sabes el valor de las pequeñas cosas, no solo prestes atención a ellas, se parte de ellas!
Haz esa visita
Devuelve esa llamada
Dar esa Flor
Una palmada en el hombro
Una palabra de aliento
Unas cuantas líneas en una tarjeta
Dar una sonrisa
Regalar agua al sediento
Ayudar a cruzar la calle a un anciano o discapacitado
Un apretón de mano
Un saludo
Ayudar al que necesita ayuda
Regalar un plato de comida al hambriento
Hacer una donación para los necesitados
En fin, hay muchísimas cosas que podemos hacer. No desestimes jamás el poder de las pequeñas cosas.
Hazlas ahora mientras aun tengas oportunidad, no las dejes de hacer por parecerte poca cosa.
Nunca olvides que la felicidad se basa en ese tipo de pequeñeces, en detalles que sazonan día a día nuestra existencia.
¡Saludes y bendiciones!
A la edad de 21 años, Jacques Lafitte el hijo de un carpintero muy pobre de Bajonne, partió a buscar fortuna y un futuro trabajo para su vida. No tenía referencias de gente influyente, ni una carrera académica brillante que lo respaldara. Pero era joven y lleno de esperanzas.

Jacques llegó a Paris y con su meticulosidad acostumbrada, comenzó a buscar trabajo.
Los días se volvieron semanas, y todavía no tenía trabajo o ingresos. Pero continuó buscando. Nadie en París notó a este determinado joven.

Una mañana Jacques aplicó para un puesto, en la oficina de un famoso banquero suizo, Monsieur Perregaux. El banquero le hizo algunas preguntas. Después lentamente asintió con su cabeza, y le dijo que en ese momento no había trabajo para ofrecerle.

Triste, y más desanimado que nunca, Jacques dejó el banco y lentamente caminó a través del portal. Al ir caminando, hizo una pausa, se agachó y recogió algo. Después continuó caminando por la congestionada calle, preguntándose si tal vez era tiempo de regresar a Bayonne.

En ese momento, fue alcanzado por un hombre que le tocó el hombro. “Disculpe Señor”, le dijo: “Soy un empleado en el banco. Monsieur Perregaux desea verlo otra vez”.
Por segunda vez esa mañana, Jacques se vio frente al famoso banquero. “Discúlpeme”, dijo Monsieur Perregaux, “pero sucedió que yo lo estaba mirando cuando cruzaba el portal del banco. Se agachó y recogió algo. ¿Le importaría decirme que es?”

“Es solamente esto”. Le contestó Jacques con curiosidad, al tomar un nuevo y reluciente alfiler, de la parte inferior de la solapa de su abrió.
“¡Aaah!” exclamó el banquero. “¡Eso lo cambia todo. Nosotros siempre tenemos espacio aquí para alguien que es cuidadoso con las cosas pequeñas. Puede comenzar de inmediato”.

Así fue como Jacques Lafitte comenzó su larga, asombrosa y exitosa asociación con ese banco.
Finalmente asumió el control completo de lo que llegó a ser: “Perregaux, Lafitte y Compañía" Uno de los bancos más grandes de Europa.

¿Cuántas veces el futuro ha dependido de cosas tan insignificantes?
Las cosas pequeñas son importantes en la vida y para Dios. Aprende a poner atención a los pequeños detalles de la vida, y te asombrará a lo que te pueden dirigir.

¡Recuerda que todo en la vida son detalles!

Los grandes acontecimientos nos deslumbran tanto que a veces nos impiden ver los pequeños detalles que nos rodean cada día.
El beso de un hijo en la mejilla

Una sonrisa enorme

Una mirada indescriptible

Una tarjeta con palabras lindas

Ver el amanecer

La compañía de las personas que amamos

La plática de una persona que queremos

Un abrazo

¡Prestar atención a estas pequeñas cosas puede hacer diferente nuestra existencia!

¡OJO! ¡Ahora que sabes el valor de las pequeñas cosas, no solo prestes atención a ellas, se parte de ellas!
Haz esa visita

Devuelve esa llamada

Dar esa Flor

Una palmada en el hombro

Una palabra de aliento

Unas cuantas líneas en una tarjeta

Dar una sonrisa

Regalar agua al sediento

Ayudar a cruzar la calle a un anciano o discapacitado


Un apretón de mano

Un saludo

Ayudar al que necesita ayuda

Regalar un plato de comida al hambriento

Hacer una donación para los necesitados


En fin, hay muchísimas cosas que podemos hacer. No desestimes jamás el poder de las pequeñas cosas.

Hazlas ahora mientras aun tengas oportunidad, no las dejes de hacer por parecerte poca cosa.

Nunca olvides que la felicidad se basa en ese tipo de pequeñeces, en detalles que sazonan día a día nuestra existencia.
¡Saludes y bendiciones!


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