jonlatin
Bovino adicto
- Desde
- 29 Ene 2008
- Mensajes
- 652
- Tema Autor
- #1
 
	Para los que aun no saben de qué se trata este Post pueden chequear:
¿Qué es ¡Motívate!?
Aquí un listado de los anteriores:
¡Motívate! No.1: El Verdadero Éxito
¡Motívate! No.2: 1er Paso para alcanzar el Éxito
¡Motívate! No.3: Ejemplo (Historia de COLGATE)
¡Motívate! No.4: ¿Quién eres en realidad?
¡Motívate! No.5: Del escuchar procede la sabiduría
A los demás los invito a seguir leyendo y deseo que este material les sea de gran ayuda.
 
	¡Motívate! No.6
Las Cosas Pequeñas Valen la Pena
A la edad de 21 años, Jacques Lafitte el hijo de un carpintero muy pobre de Bajonne, partió a buscar fortuna y un futuro trabajo para su vida. No tenía referencias de gente influyente, ni una carrera académica brillante que lo respaldara. Pero era joven y lleno de esperanzas.
		 
	
Jacques llegó a Paris y con su meticulosidad acostumbrada, comenzó a buscar trabajo.
Los días se volvieron semanas, y todavía no tenía trabajo o ingresos. Pero continuó buscando. Nadie en París notó a este determinado joven.
		 
	
Una mañana Jacques aplicó para un puesto, en la oficina de un famoso banquero suizo, Monsieur Perregaux. El banquero le hizo algunas preguntas. Después lentamente asintió con su cabeza, y le dijo que en ese momento no había trabajo para ofrecerle.
		 
	
Triste, y más desanimado que nunca, Jacques dejó el banco y lentamente caminó a través del portal. Al ir caminando, hizo una pausa, se agachó y recogió algo. Después continuó caminando por la congestionada calle, preguntándose si tal vez era tiempo de regresar a Bayonne.
		 
	
En ese momento, fue alcanzado por un hombre que le tocó el hombro. “Disculpe Señor”, le dijo: “Soy un empleado en el banco. Monsieur Perregaux desea verlo otra vez”.
Por segunda vez esa mañana, Jacques se vio frente al famoso banquero. “Discúlpeme”, dijo Monsieur Perregaux, “pero sucedió que yo lo estaba mirando cuando cruzaba el portal del banco. Se agachó y recogió algo. ¿Le importaría decirme que es?”
		 
	
“Es solamente esto”. Le contestó Jacques con curiosidad, al tomar un nuevo y reluciente alfiler, de la parte inferior de la solapa de su abrió.
“¡Aaah!” exclamó el banquero. “¡Eso lo cambia todo. Nosotros siempre tenemos espacio aquí para alguien que es cuidadoso con las cosas pequeñas. Puede comenzar de inmediato”.
		 
	
Así fue como Jacques Lafitte comenzó su larga, asombrosa y exitosa asociación con ese banco.
Finalmente asumió el control completo de lo que llegó a ser: “Perregaux, Lafitte y Compañía" Uno de los bancos más grandes de Europa.
		 
	
¿Cuántas veces el futuro ha dependido de cosas tan insignificantes?
Las cosas pequeñas son importantes en la vida y para Dios. Aprende a poner atención a los pequeños detalles de la vida, y te asombrará a lo que te pueden dirigir.
		 
	
¡Recuerda que todo en la vida son detalles!
		 
	
Los grandes acontecimientos nos deslumbran tanto que a veces nos impiden ver los pequeños detalles que nos rodean cada día.
El beso de un hijo en la mejilla
		 
	
Una sonrisa enorme
		 
	
Una mirada indescriptible
		 
	
Una tarjeta con palabras lindas
		 
	
Ver el amanecer
		 
	
La compañía de las personas que amamos
		 
	
La plática de una persona que queremos
		 
	
Un abrazo
		 
	
¡Prestar atención a estas pequeñas cosas puede hacer diferente nuestra existencia!
		 
	
¡OJO! ¡Ahora que sabes el valor de las pequeñas cosas, no solo prestes atención a ellas, se parte de ellas!
Haz esa visita
		 
	
Devuelve esa llamada
		 
	
Dar esa Flor
		 
	
Una palmada en el hombro
		 
	
Una palabra de aliento
		 
	
Unas cuantas líneas en una tarjeta
		 
	
Dar una sonrisa
		 
	
Regalar agua al sediento
		 
	
Ayudar a cruzar la calle a un anciano o discapacitado
		 
	
		 
	
Un apretón de mano
		 
	
Un saludo
		 
	
Ayudar al que necesita ayuda
		 
	
Regalar un plato de comida al hambriento
		 
	
Hacer una donación para los necesitados
		 
	
		 
	
En fin, hay muchísimas cosas que podemos hacer. No desestimes jamás el poder de las pequeñas cosas.
		 
	
Hazlas ahora mientras aun tengas oportunidad, no las dejes de hacer por parecerte poca cosa.
		 
	
Nunca olvides que la felicidad se basa en ese tipo de pequeñeces, en detalles que sazonan día a día nuestra existencia.
¡Saludes y bendiciones!
		 
	
		 
	
A la edad de 21 años, Jacques Lafitte el hijo de un carpintero muy pobre de Bajonne, partió a buscar fortuna y un futuro trabajo para su vida. No tenía referencias de gente influyente, ni una carrera académica brillante que lo respaldara. Pero era joven y lleno de esperanzas.
 
	Jacques llegó a Paris y con su meticulosidad acostumbrada, comenzó a buscar trabajo.
Los días se volvieron semanas, y todavía no tenía trabajo o ingresos. Pero continuó buscando. Nadie en París notó a este determinado joven.
 
	Una mañana Jacques aplicó para un puesto, en la oficina de un famoso banquero suizo, Monsieur Perregaux. El banquero le hizo algunas preguntas. Después lentamente asintió con su cabeza, y le dijo que en ese momento no había trabajo para ofrecerle.
 
	Triste, y más desanimado que nunca, Jacques dejó el banco y lentamente caminó a través del portal. Al ir caminando, hizo una pausa, se agachó y recogió algo. Después continuó caminando por la congestionada calle, preguntándose si tal vez era tiempo de regresar a Bayonne.
 
	En ese momento, fue alcanzado por un hombre que le tocó el hombro. “Disculpe Señor”, le dijo: “Soy un empleado en el banco. Monsieur Perregaux desea verlo otra vez”.
Por segunda vez esa mañana, Jacques se vio frente al famoso banquero. “Discúlpeme”, dijo Monsieur Perregaux, “pero sucedió que yo lo estaba mirando cuando cruzaba el portal del banco. Se agachó y recogió algo. ¿Le importaría decirme que es?”
 
	“Es solamente esto”. Le contestó Jacques con curiosidad, al tomar un nuevo y reluciente alfiler, de la parte inferior de la solapa de su abrió.
“¡Aaah!” exclamó el banquero. “¡Eso lo cambia todo. Nosotros siempre tenemos espacio aquí para alguien que es cuidadoso con las cosas pequeñas. Puede comenzar de inmediato”.
 
	Así fue como Jacques Lafitte comenzó su larga, asombrosa y exitosa asociación con ese banco.
Finalmente asumió el control completo de lo que llegó a ser: “Perregaux, Lafitte y Compañía" Uno de los bancos más grandes de Europa.
 
	¿Cuántas veces el futuro ha dependido de cosas tan insignificantes?
Las cosas pequeñas son importantes en la vida y para Dios. Aprende a poner atención a los pequeños detalles de la vida, y te asombrará a lo que te pueden dirigir.
 
	¡Recuerda que todo en la vida son detalles!
 
	Los grandes acontecimientos nos deslumbran tanto que a veces nos impiden ver los pequeños detalles que nos rodean cada día.
El beso de un hijo en la mejilla
 
	Una sonrisa enorme
 
	Una mirada indescriptible
 
	Una tarjeta con palabras lindas
 
	Ver el amanecer
 
	La compañía de las personas que amamos
 
	La plática de una persona que queremos
 
	Un abrazo
 
	¡Prestar atención a estas pequeñas cosas puede hacer diferente nuestra existencia!
 
	¡OJO! ¡Ahora que sabes el valor de las pequeñas cosas, no solo prestes atención a ellas, se parte de ellas!
Haz esa visita
 
	Devuelve esa llamada
 
	Dar esa Flor
 
	Una palmada en el hombro
 
	Una palabra de aliento
 
	Unas cuantas líneas en una tarjeta
 
	Dar una sonrisa
 
	Regalar agua al sediento
 
	Ayudar a cruzar la calle a un anciano o discapacitado
 
	 
	Un apretón de mano
 
	Un saludo
 
	Ayudar al que necesita ayuda
 
	Regalar un plato de comida al hambriento
 
	Hacer una donación para los necesitados
 
	 
	En fin, hay muchísimas cosas que podemos hacer. No desestimes jamás el poder de las pequeñas cosas.
 
	Hazlas ahora mientras aun tengas oportunidad, no las dejes de hacer por parecerte poca cosa.
 
	Nunca olvides que la felicidad se basa en ese tipo de pequeñeces, en detalles que sazonan día a día nuestra existencia.
¡Saludes y bendiciones!
 
	 
	
Siguiente Edición:¡MOTIVATE! No.7 (Entra y toma otra Mirada)
 
	 
 
		 
 
		 
 
		 
	 
 
		
 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		
