jonlatin
Bovino adicto
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Hola bakunos. Bienvenidos a ¡Motivate!
En los Posts anteriores les explique acerca del verdadero Éxito y como alcanzarlo.
Aquí les dejo los links para los que aún no los han chequeado:
¿Qué es ¡Motívate!?
¡Motívate! No.1
¡Motívate! No.2
A los demás los invito a seguir leyendo y deseo que este material les sea de gran ayuda.
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¿Qué es ¡Motívate!?
¡Motívate! No.1
¡Motívate! No.2
A los demás los invito a seguir leyendo y deseo que este material les sea de gran ayuda.

¡Motívate! No.3
El Fabricante de Jabón
Tiempo atrás, un joven de 16 años de edad, dejó su casa para ir a buscar fortuna. Cuando caminaba por un sendero, se encontró a un antiguo vecino, que era capitán de un barco, y la siguiente conversación tuvo lugar:
“¿Bueno William, a donde vas?” le preguntó el capitán.
“No sé”. Le contestó él. “Mi padre es muy pobre y ya no puede manterme en casa, y dice que tengo que hacer mi propia vida”.
“Eso no es un problema”. Le dijo el capitán. “Asegúrate de comenzar un buen camino, y todo te saldrá bien”.
William le confesó a su amigo, que lo único que él sabía hacer, era jabón y candelas con lo cual había ayudado a su padre.
“Bueno,” le dijo el capitán. “Déjame orar una vez más contigo, y también darte un pequeño consejo antes de dejarte ir”.
Los dos se arrodillaron a un lado del camino, por donde los caballos jalaban el barco hacia el canal. El hombre oró y después le dio su consejo:
“Alguien muy pronto, será el líder en la fabricación de jabón en Nueva York. Ese puede que seas tú, como también puede que sea cualquier otro. Ojalá que seas tú. Sé un hombre bueno. Entrega tu vida totalmente a Cristo. Págale al Señor todo lo que le pertenece, comenzando con la décima parte de cada dólar que ganes. Fabrica un buen jabón. Siempre debes dar una libra completa, y estoy seguro que llegarás a ser un hombre muy próspero y rico.
Cuando el joven William llegó a la ciudad, se le hizo muy difícil encontrar trabajo. Sintiéndose solitario y tan lejos de su hogar, recordó las palabras de su madre, y las últimas palabras del capitán del barco en el canal. Fue instruido a: “Buscar primero el Reino de Dios y su Justicia.”
Así fue como se hizo miembro de una Iglesia que crecía muy rápido. Recordó su promesa, y del primer dólar que ganó, le dio a Dios su porción.
Comenzó con diez centavos por dólar. Cuando encontró un trabajo estable, muy pronto llegó a ser socio de esa Firma, y en unos pocos años se convirtió en el único propietario.
En ese entonces, fue cuando resolvió cumplir su promesa al capitán. Fabricó un jabón honesto. Empacaba una libra completa, e indicó a su contador que abriera una cuenta para el Señor, y puso la décima parte de las ganancias de la compañía, y de las ganancias personales en la cuenta.
Él prosperó. Su compañía (Colgate-Palmolive) prosperó y su familia fue bendecida. Su jabón se vendió, y se enriqueció más rápidamente de lo que él jamás, se hubiera imaginado. Muy pronto estaba entregando todo para el trabajo del Señor. ¿Quién era este fabricante de jabón? ¡William Colgate! Hoy día, un nombre reconocido en todos hogares.
“Buscad PRIMERAMENTE el Reino de Dios de su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mat 6:33).
¿Qué quiere decir esto? Esto quiere decir que antes que nada debemos preocuparnos de obedecer a Dios en todo, y no dejar de cumplir con nuestras tareas y responsabilidades en su reino, para seguir siendo sal y luz en el mundo. Esa es nuestra misión y meta. Todo lo demás Dios lo proveerá.
Así que no nos afanemos por el día de mañana. Pidamos Fe al Señor para no actuar como los que no tienen un Padre celestial como el nuestro. Nosotros no tenemos nada de qué preocuparnos.
¡Saludes y bendiciones!
Tiempo atrás, un joven de 16 años de edad, dejó su casa para ir a buscar fortuna. Cuando caminaba por un sendero, se encontró a un antiguo vecino, que era capitán de un barco, y la siguiente conversación tuvo lugar:
“¿Bueno William, a donde vas?” le preguntó el capitán.
“No sé”. Le contestó él. “Mi padre es muy pobre y ya no puede manterme en casa, y dice que tengo que hacer mi propia vida”.

“Eso no es un problema”. Le dijo el capitán. “Asegúrate de comenzar un buen camino, y todo te saldrá bien”.
William le confesó a su amigo, que lo único que él sabía hacer, era jabón y candelas con lo cual había ayudado a su padre.
“Bueno,” le dijo el capitán. “Déjame orar una vez más contigo, y también darte un pequeño consejo antes de dejarte ir”.

Los dos se arrodillaron a un lado del camino, por donde los caballos jalaban el barco hacia el canal. El hombre oró y después le dio su consejo:
“Alguien muy pronto, será el líder en la fabricación de jabón en Nueva York. Ese puede que seas tú, como también puede que sea cualquier otro. Ojalá que seas tú. Sé un hombre bueno. Entrega tu vida totalmente a Cristo. Págale al Señor todo lo que le pertenece, comenzando con la décima parte de cada dólar que ganes. Fabrica un buen jabón. Siempre debes dar una libra completa, y estoy seguro que llegarás a ser un hombre muy próspero y rico.

Cuando el joven William llegó a la ciudad, se le hizo muy difícil encontrar trabajo. Sintiéndose solitario y tan lejos de su hogar, recordó las palabras de su madre, y las últimas palabras del capitán del barco en el canal. Fue instruido a: “Buscar primero el Reino de Dios y su Justicia.”
Así fue como se hizo miembro de una Iglesia que crecía muy rápido. Recordó su promesa, y del primer dólar que ganó, le dio a Dios su porción.

Comenzó con diez centavos por dólar. Cuando encontró un trabajo estable, muy pronto llegó a ser socio de esa Firma, y en unos pocos años se convirtió en el único propietario.
En ese entonces, fue cuando resolvió cumplir su promesa al capitán. Fabricó un jabón honesto. Empacaba una libra completa, e indicó a su contador que abriera una cuenta para el Señor, y puso la décima parte de las ganancias de la compañía, y de las ganancias personales en la cuenta.

Él prosperó. Su compañía (Colgate-Palmolive) prosperó y su familia fue bendecida. Su jabón se vendió, y se enriqueció más rápidamente de lo que él jamás, se hubiera imaginado. Muy pronto estaba entregando todo para el trabajo del Señor. ¿Quién era este fabricante de jabón? ¡William Colgate! Hoy día, un nombre reconocido en todos hogares.

“Buscad PRIMERAMENTE el Reino de Dios de su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mat 6:33).

¿Qué quiere decir esto? Esto quiere decir que antes que nada debemos preocuparnos de obedecer a Dios en todo, y no dejar de cumplir con nuestras tareas y responsabilidades en su reino, para seguir siendo sal y luz en el mundo. Esa es nuestra misión y meta. Todo lo demás Dios lo proveerá.

Así que no nos afanemos por el día de mañana. Pidamos Fe al Señor para no actuar como los que no tienen un Padre celestial como el nuestro. Nosotros no tenemos nada de qué preocuparnos.
¡Saludes y bendiciones!


Siguiente Edición: ¡MOTIVATE! No.4 (¿Quién eres en realidad?)