puma_alucinado
Bovino adolescente
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Mi comadre Claudia, Lista Tercera parte
[FONT=Arial, sans-serif]YA ESTA LA SEGUNDA PARTE DE LA HISTORIA EN ESTE MISMO POST PUBLICADA COMO UNA RESPUESTA[/FONT]
LISTA LA TERCERA PARTE DE LA HISTORIA, PUBLICADA COMO RESPUESTA
[FONT=Arial, sans-serif]Durante meses mi comadre me había gustado mucho, había algo en ella algo que me atraía, si bien no puedo articular de que se trataba, tenía algo que la hacia ver súper cachonda, al menos ante mis ojos.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Claudia ronda los 36 años, 3 hijas, casada, siempre viste un tanto provocativa sin llegar a lucir vulgar: escotes, ropa ajustada, transparencias, pantalones a la cadera... Pero lo que de plano me volvió loco desde la primera vez que la vi, fue su ropa interior, generalmente usa unas deliciosas tangas que dejan ver e imaginarse mas allá de lo imaginable.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]El día en que nos hicimos compadres me sorprendió su vestimenta: un vaporoso vestido negro a lunares justo por encima de sus rodillas, con un generoso escote que permitía contemplar prácticamente la mitad de cada uno de sus deliciosos pechos. Al saludarla con un beso en la mejilla, no pude evitar hechar un vistazo al escote y por ende mirar desde arriba esas dos antojables bellezas. No se si ella lo notó pero se puso de mil colores y me sonrió al separarnos. Durante toda la tarde nos encontramos en repetidas ocasiones, y en cada una de ellas me sonreía y seguía su camino.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]A partir de ese día no pude quitarme de la cabeza la idea de poseerla. En cada encuentro mi imaginación se escapaba hacia las muchas formas en que montaría a tan magnifica hembra.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Cierto día en que la invitamos a cenar junto con su esposo, se hizo tarde y como hacia mucho frío mi mujer los invitó a quedarse en casa, Claudia argumentó que no podían quedarse porque no tenía ropa de dormir, a lo que mi mujer respondió que no había problema: ella le prestaría un camisón.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Preparamos todo y mi esposa en nuestra habitación me pidió que llevara al cuarto de visitas cobijas extras y el camisón que le prestaría a Claudia: tela muy suave, color Rosa, justo por encima de la rodilla. Tan solo de imaginar a mi comadre vistiendo semejante prenda me exitó, y por añadidura siendo el camisón de mi esposa, me exitaba aún mas...[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Tal exitación fue seguramente agradecida por mi mujer, porque al regresar a mi recámara le hice el amor con una violencia y deseo pocas veces vistos.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Un buen día cometí una locura que pudo costarme cara... Claudia estaba de visita en mi casa y venía bajando la escalera con su hija en brazos, de pronto estuvo a punto de caer y yo corrí a asistirla, logré detener a su pequeña que se "escurréa" ya hasta sus rodillas, pero al hacerlo deslicé mi mano por el interior de la pierna de Claudia casi hasta tocar su sexo. Ella me dirigió una mirada que pensé seria desaprobatoria, pero no fue así, me obsequió una enorme sonrisa y me dijo:[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- muchas gracias compadre, casi me caigo[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Y ya totalmente perdiendo la cabeza respondí:[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- te hubiera dejado caer entonces para poder recogerte después[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Me miró sorprendida, al parecer no había entendido mi guarrada pero sonrió abiertamente.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Ese día al despedirnos y considerando el significado de su complicidad, no solo la besé en la mejilla, sino que le atraje hacia mi y le di un "cariñoso" abrazo que me permitió sentir sus senos pegados a mi pecho, una vez mas sonrió, y supe que se estaba cocinando una nueva aventura en mi vida.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Desde entonces aprovechaba cualquier pretexto para decirle algún piropo, e invariablemente en nuestros saludos y despedidas aprovechaba para sentirla un poco mas; además de aprovechar cualquier oportunidad para tocarla: al platicar, de pronto como parte del lenguaje corporal, poner una mano en su rodilla, pasar mi mano por sus hombros, etc.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Cierto día llamó a mi esposa desconsolada: acababa de tener un accidente automovilístico y no podía encontrar a su esposo, mi mujer no podía ayudarla porque no tenía con quien dejar a los niños, así es que levantó el teléfono y me llamó a la oficina. De "muy mala gana" le dije que iría a ayudarla, advirtiéndole que seguramente tendría que regresar a trabajar y por ende regresar muy tarde a la casa.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Al llegar al lugar del accidente pude ver que el impacto del auto de Claudia era bastante fuerte. Cuando bajé de mi auto ella corrió hacia mi y me abrazó con fuerza, al parecer estaba asustada.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Un poco más tarde llegó el ajustador de su seguro y anticipándome a mi comadre le dije que yo era su esposo. Después le expliqué que estos fulanos abusan cuando tratan con mujeres; y ella simplemente asintió. [/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Durante toda la negociación aproveche para tomarla de la mano, abrazarla y darle pequeños masajes para "tranquilizarla", todo en el ánimo de seguir con nuestro acto. Finalmente se decidió que su auto tendría que ser remolcado, por lo que sería necesario esperar la grúa. Invité a Claudia a subir a mi auto para que no estuviéramos parados en la calle, accedió y yo muy galantemente abrí su puerta y le ayudé a subir. Encendí inmediatamente la calefacción del auto y del asiento del copiloto (bendita tecnología). Después de unos minutos se quitó el suéter para dejarme ver un generoso escote el cual mostraba muy orgullosa. De inmediato le dije:[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- así la espera va a ser mucho más amena comadre[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Ella sonrió:[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- tu crees compadre?[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- por supuesto, pero podría ser aún mejor...[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- cómo? Respondió inquisidora[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- mejor no te digo porque que tal que le dices a mi mujer[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Se puso un poco seria y terminó diciendo:[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- acaso le he dicho de tus cálidos saludos o de tus atevidas miradas?[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Entonces ella sabía lo que yo hacía, definitivamente su complicidad era un signo de conformidad y porque no: de deseo.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- anda, dime como sería mejor[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- te lo digo cuando se lleven tu coche, ok?[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Durante los minutos de espera hablamos de diversos temas, todos picantes y ella solo soltaba tremendas carcajadas. Yo aprovechaba cualquier oportunidad para tocar sus desnudas piernas, ya que llevaba una falda por encima de la rodilla que al estar sentada me dejaba contemplar sus bien torneadas rodillas.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]En cierto momento dejé mi mano derecha en su rodilla y ella no dijo nada, y ya con ese territorio conquistado supe que ese era el día D, el día en que consumaría mis obscuros deseos.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Por el retrovisor vi llegar a la grúa y le indique con un guiño a mi comadre que yo me encargaba, salí y revisé todos los detalles del proceso para finalmente darle las hojas a firmar, al hacerlo me asomé por su ventanilla, quedando muy cerca de su rostro, con el pretexto de buscar una pluma en la guantera, ella no se movió, sonrió un poco nerviosa y me dijo:[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- Te ayudo a buscarla[/FONT][FONT=Arial, sans-serif]Al hacerlo rozó mi mano con la suya y justo en ese momento la miré fijamente a los ojos, para darle un furtivo beso en la comisura de los labios.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Firmó los documentos y los entregué al conductor, regresé al auto y lo encendí; no le iba a dar la oportunidad de arrepentirse, ya estábamos recorriendo un interesante camino y no estaba dispuesta a cambiarlo por nada del mundo.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- y ahora qué quieres hacer?[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Ella me miró y dijo:[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- primero dime cómo sería mejor...[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- segura? No te vayas a arrepentir...[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- si, dímelo[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Acto seguido, sin más necesidad de preámbulos acerqué mis manos a su pecho y lentamente deslicé hacia abajo su blusa, lo justo para que el encaje de su brassiere asomara coquetamente...[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Se sonrojó, pero no emitió protesta alguna, por lo que decidí seguir y tocando ligeramente su piel bajé el brassiere para que la aureola de sus pezones se revelara casi a la mitad, junto con una probadita de sus botones en flor. Le dije:[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- así está mejor, no crees?[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Instintivamente llevó sus manos a su pecho para cubrirse, lo cual lejos de amedrentarme o amainar mi calentura, la hizo lucir increiblemente sensual. Con una amplia sonrisa en el rostro me dijo:[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- Pero qué haces, se vale ver pero no tocar...[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- Entonces para qué enseñar. El que no enseña, no vende, pero la que enseña quiere batalla no comadre?[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Se quedó muda unos instantes, para posteriormente dirigirme una juiciosa mirada[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- Pero estamos jugando con fuego, una cosa son algunos coqueteos inocentes, pero otra muy diferente es entrar a un triángulo amoroso...[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- Y quién habló de un triángulo amoroso comadre, tu me gustas, y evidentemente yo te gusto, solo quiero probar tu cuerpo un poco, te prometo que no llegaremos a más...[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Su expresión cambió un poco, estaba pasando del orgullo de sentirse atractiva a la decepción de ser únicamente objeto de mis bajos instintos. Quizo cambiar el sentido de mis pensamientos:[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- Esa no es la forma de conquistar a una mujer...[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- Ay Claudia, yo no quiero conquistarte, solo quiero poseerte.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Al emitir estas palabras no sabía a bien lo que me impulsaba, concientemente sabía que esas expresiones solo alejarían a Claudia de mis planes, sabía que tenía que comportarme galantemente, con extrema cortesía y poco a poco la convencería de entregarme su tesoro, pero mi instinto me decía que el camino correcto era dominarla a como diera lugar, y ello tal vez implicaría humillarla un poco. Sabía que había mucho que perder, pero de lograrlo sería una aventura excepcional.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Volví a colocar mi mano derecha en su rodilla y la movió rápidamente para alejarla de mí, mi mano permaneció en su rodilla, entonces con ambas manos intentó retirarla; la palanca que podía ejercer a todo lo largo de mi brazo me dió una ventaja y no pudo moverme, deslicé entonces mi mano por su pierna hasta tocar su muslo, sus manos estaban apoyadas en la mía intentando detenerme sin éxito. Se desesperó un poco y como último recurso me dió una sonora bofetada que una vez más lejos de minar mis intenciones las hizo crecer.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Sin embargo por un momento le dí cuartel y solté su pierna, para posteriormente decirle:[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- Está bien, te llevo a tu casa, te parece?[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Con un dejo de tristeza en la mirada respondió:[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- Si por favor, debo descansar.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]En el camino no hacía más que pensar como cambiar el rumbo de las cosas y de pronto volví al ataque:[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- Comadre, entonces estabas dispuesta a liarte en una aventura amorosa y no en un desliz puramente sexual?[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Se quedó callada unos instantes, seguramente buscando la respuesta más hiriente a semejante cuestionamiento[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- Y como sabes que estaba interesada, solo te daba por tu lado...[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Frené bruscamente el auto, di vuelta en una pequeña calle y me detuve. La miré intensamente, no se la expresión que tendría en la mirada pero ella reveló miedo mezclado con una extraña muestra de deseo. Me acerqué a ella hasta que mi rostro estuvo justamente a la altura del suyo para inmeditamente acariciar sus mejillas con una de mis manos, mientras que con la otra la atraía hacia mí para darle un intenso beso en los labios. Al principio me rechazó pero poco a poco fue cediendo, hasta que su lengua comenzó a jugar con la mía y su respiración se agitó; fue entonces cuando decidí dar el siguiente paso, y mi mano izquierda se deslizó hasta su rodilla para comenzar a acariciarla y de improviso subió a su muslo por la parte exterior de su pierna por encima de su falda, y de ahí a su deliciosa nalga la cual acaricié hasta el cansancio, la apretaba y estrujaba con fuerza,y parecía gustarle mucho porque sus besos se hicieron más intensos y su respiración estaba francamente fuera de control.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Regresé mi mano a su rodilla, pero esta vez la subí por dentro de la falda hasta llegar a su nalga y sentir su deliciosa tanga, se sobresaltó y su boca se enterró en mi cuello pasando su lengua en toda la extensión.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]No podía creerlo, esta mujer era una bomba de tiempo, bastaba con apenas tocarla para que su cuerpo reaccionara intensamente, me había encontrado una mina de oro.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Seguí acariciando su trasero y besándola fuertemente durante algunos minutos, y justo cuando estábamos a punto de llegar al siguiente nivel, su celular sonó, era su esposo que estaba muy preocupado. Claudia se puso muy nerviosa y me pidió que la llevara inmediatemente a su casa. Yo no estaba en plan de rogarle nada, además sabía que con la presión de mi compadre nada lograría, así es que decidí llevarla a su casa y continuar nuestra aventura en otro momento.[/FONT]
continuará en este mismo post...
[FONT=Arial, sans-serif]YA ESTA LA SEGUNDA PARTE DE LA HISTORIA EN ESTE MISMO POST PUBLICADA COMO UNA RESPUESTA[/FONT]
LISTA LA TERCERA PARTE DE LA HISTORIA, PUBLICADA COMO RESPUESTA
[FONT=Arial, sans-serif]Durante meses mi comadre me había gustado mucho, había algo en ella algo que me atraía, si bien no puedo articular de que se trataba, tenía algo que la hacia ver súper cachonda, al menos ante mis ojos.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Claudia ronda los 36 años, 3 hijas, casada, siempre viste un tanto provocativa sin llegar a lucir vulgar: escotes, ropa ajustada, transparencias, pantalones a la cadera... Pero lo que de plano me volvió loco desde la primera vez que la vi, fue su ropa interior, generalmente usa unas deliciosas tangas que dejan ver e imaginarse mas allá de lo imaginable.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]El día en que nos hicimos compadres me sorprendió su vestimenta: un vaporoso vestido negro a lunares justo por encima de sus rodillas, con un generoso escote que permitía contemplar prácticamente la mitad de cada uno de sus deliciosos pechos. Al saludarla con un beso en la mejilla, no pude evitar hechar un vistazo al escote y por ende mirar desde arriba esas dos antojables bellezas. No se si ella lo notó pero se puso de mil colores y me sonrió al separarnos. Durante toda la tarde nos encontramos en repetidas ocasiones, y en cada una de ellas me sonreía y seguía su camino.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]A partir de ese día no pude quitarme de la cabeza la idea de poseerla. En cada encuentro mi imaginación se escapaba hacia las muchas formas en que montaría a tan magnifica hembra.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Cierto día en que la invitamos a cenar junto con su esposo, se hizo tarde y como hacia mucho frío mi mujer los invitó a quedarse en casa, Claudia argumentó que no podían quedarse porque no tenía ropa de dormir, a lo que mi mujer respondió que no había problema: ella le prestaría un camisón.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Preparamos todo y mi esposa en nuestra habitación me pidió que llevara al cuarto de visitas cobijas extras y el camisón que le prestaría a Claudia: tela muy suave, color Rosa, justo por encima de la rodilla. Tan solo de imaginar a mi comadre vistiendo semejante prenda me exitó, y por añadidura siendo el camisón de mi esposa, me exitaba aún mas...[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Tal exitación fue seguramente agradecida por mi mujer, porque al regresar a mi recámara le hice el amor con una violencia y deseo pocas veces vistos.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Un buen día cometí una locura que pudo costarme cara... Claudia estaba de visita en mi casa y venía bajando la escalera con su hija en brazos, de pronto estuvo a punto de caer y yo corrí a asistirla, logré detener a su pequeña que se "escurréa" ya hasta sus rodillas, pero al hacerlo deslicé mi mano por el interior de la pierna de Claudia casi hasta tocar su sexo. Ella me dirigió una mirada que pensé seria desaprobatoria, pero no fue así, me obsequió una enorme sonrisa y me dijo:[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- muchas gracias compadre, casi me caigo[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Y ya totalmente perdiendo la cabeza respondí:[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- te hubiera dejado caer entonces para poder recogerte después[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Me miró sorprendida, al parecer no había entendido mi guarrada pero sonrió abiertamente.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Ese día al despedirnos y considerando el significado de su complicidad, no solo la besé en la mejilla, sino que le atraje hacia mi y le di un "cariñoso" abrazo que me permitió sentir sus senos pegados a mi pecho, una vez mas sonrió, y supe que se estaba cocinando una nueva aventura en mi vida.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Desde entonces aprovechaba cualquier pretexto para decirle algún piropo, e invariablemente en nuestros saludos y despedidas aprovechaba para sentirla un poco mas; además de aprovechar cualquier oportunidad para tocarla: al platicar, de pronto como parte del lenguaje corporal, poner una mano en su rodilla, pasar mi mano por sus hombros, etc.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Cierto día llamó a mi esposa desconsolada: acababa de tener un accidente automovilístico y no podía encontrar a su esposo, mi mujer no podía ayudarla porque no tenía con quien dejar a los niños, así es que levantó el teléfono y me llamó a la oficina. De "muy mala gana" le dije que iría a ayudarla, advirtiéndole que seguramente tendría que regresar a trabajar y por ende regresar muy tarde a la casa.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Al llegar al lugar del accidente pude ver que el impacto del auto de Claudia era bastante fuerte. Cuando bajé de mi auto ella corrió hacia mi y me abrazó con fuerza, al parecer estaba asustada.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Un poco más tarde llegó el ajustador de su seguro y anticipándome a mi comadre le dije que yo era su esposo. Después le expliqué que estos fulanos abusan cuando tratan con mujeres; y ella simplemente asintió. [/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Durante toda la negociación aproveche para tomarla de la mano, abrazarla y darle pequeños masajes para "tranquilizarla", todo en el ánimo de seguir con nuestro acto. Finalmente se decidió que su auto tendría que ser remolcado, por lo que sería necesario esperar la grúa. Invité a Claudia a subir a mi auto para que no estuviéramos parados en la calle, accedió y yo muy galantemente abrí su puerta y le ayudé a subir. Encendí inmediatamente la calefacción del auto y del asiento del copiloto (bendita tecnología). Después de unos minutos se quitó el suéter para dejarme ver un generoso escote el cual mostraba muy orgullosa. De inmediato le dije:[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- así la espera va a ser mucho más amena comadre[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Ella sonrió:[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- tu crees compadre?[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- por supuesto, pero podría ser aún mejor...[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- cómo? Respondió inquisidora[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- mejor no te digo porque que tal que le dices a mi mujer[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Se puso un poco seria y terminó diciendo:[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- acaso le he dicho de tus cálidos saludos o de tus atevidas miradas?[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Entonces ella sabía lo que yo hacía, definitivamente su complicidad era un signo de conformidad y porque no: de deseo.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- anda, dime como sería mejor[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- te lo digo cuando se lleven tu coche, ok?[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Durante los minutos de espera hablamos de diversos temas, todos picantes y ella solo soltaba tremendas carcajadas. Yo aprovechaba cualquier oportunidad para tocar sus desnudas piernas, ya que llevaba una falda por encima de la rodilla que al estar sentada me dejaba contemplar sus bien torneadas rodillas.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]En cierto momento dejé mi mano derecha en su rodilla y ella no dijo nada, y ya con ese territorio conquistado supe que ese era el día D, el día en que consumaría mis obscuros deseos.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Por el retrovisor vi llegar a la grúa y le indique con un guiño a mi comadre que yo me encargaba, salí y revisé todos los detalles del proceso para finalmente darle las hojas a firmar, al hacerlo me asomé por su ventanilla, quedando muy cerca de su rostro, con el pretexto de buscar una pluma en la guantera, ella no se movió, sonrió un poco nerviosa y me dijo:[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- Te ayudo a buscarla[/FONT][FONT=Arial, sans-serif]Al hacerlo rozó mi mano con la suya y justo en ese momento la miré fijamente a los ojos, para darle un furtivo beso en la comisura de los labios.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Firmó los documentos y los entregué al conductor, regresé al auto y lo encendí; no le iba a dar la oportunidad de arrepentirse, ya estábamos recorriendo un interesante camino y no estaba dispuesta a cambiarlo por nada del mundo.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- y ahora qué quieres hacer?[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Ella me miró y dijo:[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- primero dime cómo sería mejor...[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- segura? No te vayas a arrepentir...[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- si, dímelo[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Acto seguido, sin más necesidad de preámbulos acerqué mis manos a su pecho y lentamente deslicé hacia abajo su blusa, lo justo para que el encaje de su brassiere asomara coquetamente...[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Se sonrojó, pero no emitió protesta alguna, por lo que decidí seguir y tocando ligeramente su piel bajé el brassiere para que la aureola de sus pezones se revelara casi a la mitad, junto con una probadita de sus botones en flor. Le dije:[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- así está mejor, no crees?[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Instintivamente llevó sus manos a su pecho para cubrirse, lo cual lejos de amedrentarme o amainar mi calentura, la hizo lucir increiblemente sensual. Con una amplia sonrisa en el rostro me dijo:[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- Pero qué haces, se vale ver pero no tocar...[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- Entonces para qué enseñar. El que no enseña, no vende, pero la que enseña quiere batalla no comadre?[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Se quedó muda unos instantes, para posteriormente dirigirme una juiciosa mirada[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- Pero estamos jugando con fuego, una cosa son algunos coqueteos inocentes, pero otra muy diferente es entrar a un triángulo amoroso...[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- Y quién habló de un triángulo amoroso comadre, tu me gustas, y evidentemente yo te gusto, solo quiero probar tu cuerpo un poco, te prometo que no llegaremos a más...[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Su expresión cambió un poco, estaba pasando del orgullo de sentirse atractiva a la decepción de ser únicamente objeto de mis bajos instintos. Quizo cambiar el sentido de mis pensamientos:[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- Esa no es la forma de conquistar a una mujer...[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- Ay Claudia, yo no quiero conquistarte, solo quiero poseerte.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Al emitir estas palabras no sabía a bien lo que me impulsaba, concientemente sabía que esas expresiones solo alejarían a Claudia de mis planes, sabía que tenía que comportarme galantemente, con extrema cortesía y poco a poco la convencería de entregarme su tesoro, pero mi instinto me decía que el camino correcto era dominarla a como diera lugar, y ello tal vez implicaría humillarla un poco. Sabía que había mucho que perder, pero de lograrlo sería una aventura excepcional.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Volví a colocar mi mano derecha en su rodilla y la movió rápidamente para alejarla de mí, mi mano permaneció en su rodilla, entonces con ambas manos intentó retirarla; la palanca que podía ejercer a todo lo largo de mi brazo me dió una ventaja y no pudo moverme, deslicé entonces mi mano por su pierna hasta tocar su muslo, sus manos estaban apoyadas en la mía intentando detenerme sin éxito. Se desesperó un poco y como último recurso me dió una sonora bofetada que una vez más lejos de minar mis intenciones las hizo crecer.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Sin embargo por un momento le dí cuartel y solté su pierna, para posteriormente decirle:[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- Está bien, te llevo a tu casa, te parece?[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Con un dejo de tristeza en la mirada respondió:[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- Si por favor, debo descansar.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]En el camino no hacía más que pensar como cambiar el rumbo de las cosas y de pronto volví al ataque:[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- Comadre, entonces estabas dispuesta a liarte en una aventura amorosa y no en un desliz puramente sexual?[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Se quedó callada unos instantes, seguramente buscando la respuesta más hiriente a semejante cuestionamiento[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]- Y como sabes que estaba interesada, solo te daba por tu lado...[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Frené bruscamente el auto, di vuelta en una pequeña calle y me detuve. La miré intensamente, no se la expresión que tendría en la mirada pero ella reveló miedo mezclado con una extraña muestra de deseo. Me acerqué a ella hasta que mi rostro estuvo justamente a la altura del suyo para inmeditamente acariciar sus mejillas con una de mis manos, mientras que con la otra la atraía hacia mí para darle un intenso beso en los labios. Al principio me rechazó pero poco a poco fue cediendo, hasta que su lengua comenzó a jugar con la mía y su respiración se agitó; fue entonces cuando decidí dar el siguiente paso, y mi mano izquierda se deslizó hasta su rodilla para comenzar a acariciarla y de improviso subió a su muslo por la parte exterior de su pierna por encima de su falda, y de ahí a su deliciosa nalga la cual acaricié hasta el cansancio, la apretaba y estrujaba con fuerza,y parecía gustarle mucho porque sus besos se hicieron más intensos y su respiración estaba francamente fuera de control.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Regresé mi mano a su rodilla, pero esta vez la subí por dentro de la falda hasta llegar a su nalga y sentir su deliciosa tanga, se sobresaltó y su boca se enterró en mi cuello pasando su lengua en toda la extensión.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]No podía creerlo, esta mujer era una bomba de tiempo, bastaba con apenas tocarla para que su cuerpo reaccionara intensamente, me había encontrado una mina de oro.[/FONT]
[FONT=Arial, sans-serif]Seguí acariciando su trasero y besándola fuertemente durante algunos minutos, y justo cuando estábamos a punto de llegar al siguiente nivel, su celular sonó, era su esposo que estaba muy preocupado. Claudia se puso muy nerviosa y me pidió que la llevara inmediatemente a su casa. Yo no estaba en plan de rogarle nada, además sabía que con la presión de mi compadre nada lograría, así es que decidí llevarla a su casa y continuar nuestra aventura en otro momento.[/FONT]
continuará en este mismo post...