El hecho de que una frase se ponga en mayúsculas no le da mayor garantía de validez a lo que argumenta cuando el argumento es válido; en cambio, si el argumento es estúpido, lo que consiguen las mayúsculas es que esa estupidez quede evidenciada en vez de pasar desapercibida.
Eso respecto a la forma.
En cuanto al fondo, las empresas que prestan un servicio público, por definición del mismo, no sólo no precisan generar rentabilidad sino que se caracterizan precisamente por ser deficitarias. De hecho, uno de los indicadores para evaluar el grado de compromiso social de un gobierno para con su pueblo es la evaluación del gasto (ge a ese te o) público.
¿Son rentables las carreteras? ¿Lo es la policía o el ejército? ¿cuál es el tipo de interés anual generado por un banco en una plaza donde se sienta un anciano a tomar el sol? ¿O el de una maestra de preescolar enseñando a un nene a dibujar la letra A? Incluso los transportes públicos municipales son deficitarios. Y las fuentes públicas. Y... seguimos hasta mañana enumerando.
Ahora repetimos si quieres tu afirmación anterior:
Lo que no es conveniente es anteponer el interés de los accionistas de las empresas al interés de los ciudadanos y ciudadanas, arrebatando a estos/as la posibilidad de acceder a bienes y servicios que la administración pública, por imperativos legales y éticos, tiene la obligación de facilitarles.
