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Los riesgos que el sistema no se permite o de cómo el fascismo nos quiso alcanzar mientras twitteabamos.
La cosa no es menor, los días que vivimos son de una efervescencia de ideas y por ende de consecuencias políticas que no son ligeras. La red bulle de reclamos, de crítica social, de palabras dichas sin permiso, incluso sin respeto. En la red hoy más que ningún otro medio toman forma y viabilidad los clichés de antaño; por ejemplo hoy los políticos y empresas –si, el empresariado es el otro sector grandemente ignorado por las redes sociales de internet- están más que atentos a lo que de ellos se dice o se deja de decir en la red. Aun cuando hay quien asegura que las repercusiones de los comentarios en la red no saltan fuera de ella lo cierto es que no es así y por ejemplo redes como twitter o Facebook han venido a configurar de manera real eso que se puede volver a denominar como “la opinión pública” con poder de impacto real, si no que le pregunten a Enrique Peña Nieto virtual candidato del PRI auspiciado por las dos principales empresas televisoras del país cuando las burlas y las mofas hechas sobre sus pifias han tenido impacto real en lo que las encuestas miden como “intención del voto” que le era favorable al priista. Eso en el terreno de lo local, pero ¿qué hay del contexto global donde las redes sociales han tenido impacto real también? -baste recordar la llamada “primavera árabe” del año pasado donde una ola de manifestaciones callejeras encontraron génesis en las redes sociales que ya mencioné- pues nada que, y volviendo a lo de los viejos clichés que se materializan en actos o en personas, el “sistema” o “imperio” ni tardo ni perezoso ha empezado un franco contra ataque para con la libertad de ideas que se manifiesta en la red ya sea en foros, blogs o redes sociales, pues consideran que la libertad de ideas es algo que no van a dejar que la ejerza la gente así de fácil. ¿Qué tal y sel es ocurre la idea de cambiar el mundo de verdad? La contra ofensiva del “sistema” viene en una treta disfrazada –y no tanto- de legalidad pero cuyo fin es bastante claro: limitar o eliminar, si se puede, la posibilidad de que los usuarios de internet sigan compartiendo tanto materiales culturales como ideas, propuestas pero sobre todo esperanza y ánimos por hacer las cosas distintas, de mejor manera, siempre. Hace días el FBI convertido literalmente en policía del mundo (por eso considero que el cliché de “imperio” es hoy más vigente que nunca) cerró uno de los portales más grandes de descargas en internet Megaupload, ¿los cargos? Conspiración de lavado de dinero, promoción de la difusión de materiales bajo derechos de autor etc. ¿el crimen? Permitir que la gente acceda a materiales que de otra manera resultan o inaccesibles o prohibitivos para muchos, la gran mayoría hay que decirlo. Ayer twitter anuncia medidas de censura a modo y gusto de los gobiernos –y sus patrocinadores empresariales no hay que olviadrlo nunca- locales pero visibles para el “resto del mundo” con lo cual se acomoda en la ola de bloqueo y freno al libre intercambio de ideas y críticas sociales. La pregunta es ¿si donde importa no se verán los twitts prohibidos qué razón hay para escribirlos en twitter? Y por si fuera poco a esto hay que sumarle la lucha legislativa en varios países con iniciativas como la ley Sinde en España o el ACTA o la recientes SOPA y PIPA en EU todas o la panista ley Döring en México todas con el ingenuo objetivo de frenar el intercambio de materiales culturales entre los usuarios de internet. De momento y si continúan las propuestas y medidas de censura y bloqueo en las redes sociales “tradicionales” –y tradicionalistas ahora hay que adjetivarlas así- habrá que ir buscando y promoviendo otras alternativas de difusión, tal vez regresar a los blogs, sí esos espacios veteranos casi olvidados hoy por la moda de las redes sociales, las alternativas nunca faltarán pues también es cierto que la historia de internet tiene ejemplos de que cada que el sistema cierra una ventana los usuarios abren dos, tres y hasta cuatro puertas con recordar el caso Napster y lo que siguió después en términos de compartir en la red nos podemos ilustrar sobre esto. Los casos de Megaupload y de twitter son ejemplos de lo desesperado que se encuentra el sistema por frenar la libertad en la red y para no variar vuelve a recurrir a algo que por siglos les ha fallado pero de lo que no terminan de aprender: el terror. Así es, y regresando a revisar la historia, podemos ver que el terror no ha sido obstáculo para la humanidad nunca y antes al contrario hemos sabido sobreponernos a éste cuando aparece o lo buscan inculcar. Así que no hay de que preocuparse pues si sabemos leer bien los acontecimientos y el contexto en que vivimos nos daremos cuenta que los desesperados son ellos y lo que buscan es contagiarnos de su desesperación, trasladarla a nuestra, vida para de ésta manera poder abordarnos con su fascismo con toda firmeza. Así que no hay porque perturbarnos pues ante su desesperación, la paciencia es nuestra mejor arma y nuestra mejor aliada.
Por lo pronto yo digo que muera twitter y vivan los blogs!
Blog del empleo.com
La cosa no es menor, los días que vivimos son de una efervescencia de ideas y por ende de consecuencias políticas que no son ligeras. La red bulle de reclamos, de crítica social, de palabras dichas sin permiso, incluso sin respeto. En la red hoy más que ningún otro medio toman forma y viabilidad los clichés de antaño; por ejemplo hoy los políticos y empresas –si, el empresariado es el otro sector grandemente ignorado por las redes sociales de internet- están más que atentos a lo que de ellos se dice o se deja de decir en la red. Aun cuando hay quien asegura que las repercusiones de los comentarios en la red no saltan fuera de ella lo cierto es que no es así y por ejemplo redes como twitter o Facebook han venido a configurar de manera real eso que se puede volver a denominar como “la opinión pública” con poder de impacto real, si no que le pregunten a Enrique Peña Nieto virtual candidato del PRI auspiciado por las dos principales empresas televisoras del país cuando las burlas y las mofas hechas sobre sus pifias han tenido impacto real en lo que las encuestas miden como “intención del voto” que le era favorable al priista. Eso en el terreno de lo local, pero ¿qué hay del contexto global donde las redes sociales han tenido impacto real también? -baste recordar la llamada “primavera árabe” del año pasado donde una ola de manifestaciones callejeras encontraron génesis en las redes sociales que ya mencioné- pues nada que, y volviendo a lo de los viejos clichés que se materializan en actos o en personas, el “sistema” o “imperio” ni tardo ni perezoso ha empezado un franco contra ataque para con la libertad de ideas que se manifiesta en la red ya sea en foros, blogs o redes sociales, pues consideran que la libertad de ideas es algo que no van a dejar que la ejerza la gente así de fácil. ¿Qué tal y sel es ocurre la idea de cambiar el mundo de verdad? La contra ofensiva del “sistema” viene en una treta disfrazada –y no tanto- de legalidad pero cuyo fin es bastante claro: limitar o eliminar, si se puede, la posibilidad de que los usuarios de internet sigan compartiendo tanto materiales culturales como ideas, propuestas pero sobre todo esperanza y ánimos por hacer las cosas distintas, de mejor manera, siempre. Hace días el FBI convertido literalmente en policía del mundo (por eso considero que el cliché de “imperio” es hoy más vigente que nunca) cerró uno de los portales más grandes de descargas en internet Megaupload, ¿los cargos? Conspiración de lavado de dinero, promoción de la difusión de materiales bajo derechos de autor etc. ¿el crimen? Permitir que la gente acceda a materiales que de otra manera resultan o inaccesibles o prohibitivos para muchos, la gran mayoría hay que decirlo. Ayer twitter anuncia medidas de censura a modo y gusto de los gobiernos –y sus patrocinadores empresariales no hay que olviadrlo nunca- locales pero visibles para el “resto del mundo” con lo cual se acomoda en la ola de bloqueo y freno al libre intercambio de ideas y críticas sociales. La pregunta es ¿si donde importa no se verán los twitts prohibidos qué razón hay para escribirlos en twitter? Y por si fuera poco a esto hay que sumarle la lucha legislativa en varios países con iniciativas como la ley Sinde en España o el ACTA o la recientes SOPA y PIPA en EU todas o la panista ley Döring en México todas con el ingenuo objetivo de frenar el intercambio de materiales culturales entre los usuarios de internet. De momento y si continúan las propuestas y medidas de censura y bloqueo en las redes sociales “tradicionales” –y tradicionalistas ahora hay que adjetivarlas así- habrá que ir buscando y promoviendo otras alternativas de difusión, tal vez regresar a los blogs, sí esos espacios veteranos casi olvidados hoy por la moda de las redes sociales, las alternativas nunca faltarán pues también es cierto que la historia de internet tiene ejemplos de que cada que el sistema cierra una ventana los usuarios abren dos, tres y hasta cuatro puertas con recordar el caso Napster y lo que siguió después en términos de compartir en la red nos podemos ilustrar sobre esto. Los casos de Megaupload y de twitter son ejemplos de lo desesperado que se encuentra el sistema por frenar la libertad en la red y para no variar vuelve a recurrir a algo que por siglos les ha fallado pero de lo que no terminan de aprender: el terror. Así es, y regresando a revisar la historia, podemos ver que el terror no ha sido obstáculo para la humanidad nunca y antes al contrario hemos sabido sobreponernos a éste cuando aparece o lo buscan inculcar. Así que no hay de que preocuparse pues si sabemos leer bien los acontecimientos y el contexto en que vivimos nos daremos cuenta que los desesperados son ellos y lo que buscan es contagiarnos de su desesperación, trasladarla a nuestra, vida para de ésta manera poder abordarnos con su fascismo con toda firmeza. Así que no hay porque perturbarnos pues ante su desesperación, la paciencia es nuestra mejor arma y nuestra mejor aliada.
Por lo pronto yo digo que muera twitter y vivan los blogs!
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