Burberry021
Bovino maduro
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- 4 Ene 2010
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Lo primero que odiamos es que pretendan esconderse bajo un manto de castidad, de que el sexo es sólo con amor…etc. Imagino que los hombres hacemos el amor con ellas por lo tanto, como mínimo, debe haber el mismo número de hombres que quieren sexo que mujeres que lo hacen con ellos.
La crítica a otras mujeres, en especial a nuestras amigas. Suele ser su tema favorito de conversación y por eso les encanta destrozar a sus teóricas rivales. La rivalidad no sabemos en base a qué.
La paranoia que nunca se acaba. Suele ser cada semana (o cada día) una distinta. Que si estoy más gorda, que si mi amiga, que si mi madre, que si mi vecina. Insoportable actitud que repiten hasta el agotamiento.
La continua necesidad de apoyo, cariño, amor…etc. Hay que repetirles las cosas cien mil millones de veces para que se enteren. Aun así cada día te siguen preguntando ¿me quieres?, no, claro que no, por eso llevo 7 años aguantándote.
Hacer preguntas con mala idea El mítico ¿qué miras? cuando ellas lo saben de sobra es uno de los comienzos de discusión más viejos de la historia. En fin, que de donde no hay no se saca.
Invadir el espacio del hombre con su necesidad de emotividad. A veces no les importa que estés viendo una película o escuchando música o haciendo algo que te gusta, pero no te atrevas a hacer lo mismo si están viendo Sexo en Nueva York, no te lo perdonarán.
Ir de compras, se entiende que nos referimos a que nos lleven de compras y nos pregunten 1000 veces por minuto ¿me queda bien? cuando en realidad les queda como un tiro y además no se lo van a comprar.
Hablar sin parar o usar el sexo como arma son también dos de las actitudes que más odiamos en su personalidad. Pero bueno, el que algo quiere algo le cuesta aunque el precio sea más que caro.
La crítica a otras mujeres, en especial a nuestras amigas. Suele ser su tema favorito de conversación y por eso les encanta destrozar a sus teóricas rivales. La rivalidad no sabemos en base a qué.
La paranoia que nunca se acaba. Suele ser cada semana (o cada día) una distinta. Que si estoy más gorda, que si mi amiga, que si mi madre, que si mi vecina. Insoportable actitud que repiten hasta el agotamiento.
La continua necesidad de apoyo, cariño, amor…etc. Hay que repetirles las cosas cien mil millones de veces para que se enteren. Aun así cada día te siguen preguntando ¿me quieres?, no, claro que no, por eso llevo 7 años aguantándote.
Hacer preguntas con mala idea El mítico ¿qué miras? cuando ellas lo saben de sobra es uno de los comienzos de discusión más viejos de la historia. En fin, que de donde no hay no se saca.
Invadir el espacio del hombre con su necesidad de emotividad. A veces no les importa que estés viendo una película o escuchando música o haciendo algo que te gusta, pero no te atrevas a hacer lo mismo si están viendo Sexo en Nueva York, no te lo perdonarán.
Ir de compras, se entiende que nos referimos a que nos lleven de compras y nos pregunten 1000 veces por minuto ¿me queda bien? cuando en realidad les queda como un tiro y además no se lo van a comprar.
Hablar sin parar o usar el sexo como arma son también dos de las actitudes que más odiamos en su personalidad. Pero bueno, el que algo quiere algo le cuesta aunque el precio sea más que caro.