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Bovino de alcurnia
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El aumento de la violencia en Ciudad Juárez, en la frontera de México con EEUU, ha llevado a las empresas de limpieza tradicionales a incluir entre sus servicios las sangrientas escenas del crimen, por lo que algunas cobran una media de entre 200 y 300 dólares por caso (156-234 euros).
Algunos trabajadores de esas compañías confesaron a Efe que la falta de empleo en la considerada urbe con más violencia de México les ha llevado a aceptar un empleo "mal remunerado" y en el que se enfrentan en ocasiones a escenas "dantescas".
Uno de ellos, que prefiere omitir su nombre por motivos de seguridad, declaró que ha pasado de limpiar hogares a otras labores "más desagradables, porque ahora tenemos que limpiar sangre, recoger restos humanos, masa encefálica y desinfectar áreas en donde se cometieron asesinatos".
"Nos asignaron limpiar el cuarto de un motel donde mataron a cuatro personas para poder usarlo al día siguiente. Llevábamos máscaras y, aun así, el olor era insoportable", recordó.
Este empleado define experiencias como la de aquel día como "una cosa espantosa. En esa ocasión hicimos de todo: desde limpiar manchas de sangre seca hasta retirar masa encefálica del techo y las paredes".
Otro joven juarense de 17 años llamado Andrés que trabajaba en un lavadero de coches rememora con horror el día en que tuvo que limpiar un vehículo donde tres jóvenes fueron asesinados. "Ese fue el último día que trabaje ahí", dijo a Efe.
Lo mismo ocurre con el personal que se dedica a la limpieza de locales de ocio, hoteles o viviendas, quienes jamás imaginaron que limpiar los escenarios de 'balaceras' (tiroteos) sería parte de su trabajo por culpa del crimen organizado.
Mercado inexplorado
En esta ciudad fronteriza mexicana se han perpetrado asesinatos y masacres en todo tipo de lugares, que deben quedar impecables para seguir siendo utilizados por sus propietarios como si nada hubiera ocurrido.
Pero no son sólo limpiadores profesionales los que se enfrentan a estas situaciones. Angélica, una ama de casa de 46 años, no olvida el día en que tuvo que salir a limpiar la sangre que quedó frente a su casa después de que tres hombres fueran asesinados allí.
"No quería que mis hijos vieran los charcos de sangre al día siguiente. En cuanto se llevaron los cuerpos tuve que limpiar a fondo la calle con agua y jabón", recordó.
Al contrario que en otras ciudades, en Juárez no hay equipos especializados en desinfectar escenas de crimen, por lo que la única opción de familiares de las víctimas ha sido pedir que hagan ese trabajo a las empresas de limpieza tradicionales, que se han hecho con ese mercado.
Esa nueva faceta "no será jamás una opción para ganarse la vida o algo visto como un negocio" sino que se contempla como una deferencia "porque si un cliente llega y nos lo solicita, no nos podemos negar a ello", explicó la administrativa de una de estas empresas.
Varias de las compañías del sector consultadas por Efe, que no publicitan este servicio pero sí cuentan con él, se negaron a proporcionar sus tarifas por limpiar las escenas del crimen, si bien otras calcularon entre 200 y 300 dólares el coste medio que cobran.
"Hay que valorar las condiciones en las que se encuentra el lugar para poder hacer una cotización", explicó un supervisor de la empresa Servi Max, quien aseguró que "ese tipo de cotizaciones las hacemos personalmente y no por vía telefónica".
La mayoría no publicitan ni ofrecen la limpieza tras un asesinato, aunque no niegan la limpieza si se les solicita, dijo una fuente de la empresa Multi Servicios del Norte.
"Nos han solicitado limpieza de vehículos mayormente, pero costos no te puedo dar. Tendríamos que ver las condiciones del lugar", insistió.
Ciudad Juárez acumula en lo que va de año unas 1.800 muertes violentas, mientras que en 2009 la cifra fue de 2.635 y un año antes de 1.607.
Fuente
Algunos trabajadores de esas compañías confesaron a Efe que la falta de empleo en la considerada urbe con más violencia de México les ha llevado a aceptar un empleo "mal remunerado" y en el que se enfrentan en ocasiones a escenas "dantescas".
Uno de ellos, que prefiere omitir su nombre por motivos de seguridad, declaró que ha pasado de limpiar hogares a otras labores "más desagradables, porque ahora tenemos que limpiar sangre, recoger restos humanos, masa encefálica y desinfectar áreas en donde se cometieron asesinatos".
"Nos asignaron limpiar el cuarto de un motel donde mataron a cuatro personas para poder usarlo al día siguiente. Llevábamos máscaras y, aun así, el olor era insoportable", recordó.
Este empleado define experiencias como la de aquel día como "una cosa espantosa. En esa ocasión hicimos de todo: desde limpiar manchas de sangre seca hasta retirar masa encefálica del techo y las paredes".
Otro joven juarense de 17 años llamado Andrés que trabajaba en un lavadero de coches rememora con horror el día en que tuvo que limpiar un vehículo donde tres jóvenes fueron asesinados. "Ese fue el último día que trabaje ahí", dijo a Efe.
Lo mismo ocurre con el personal que se dedica a la limpieza de locales de ocio, hoteles o viviendas, quienes jamás imaginaron que limpiar los escenarios de 'balaceras' (tiroteos) sería parte de su trabajo por culpa del crimen organizado.
Mercado inexplorado
En esta ciudad fronteriza mexicana se han perpetrado asesinatos y masacres en todo tipo de lugares, que deben quedar impecables para seguir siendo utilizados por sus propietarios como si nada hubiera ocurrido.
Pero no son sólo limpiadores profesionales los que se enfrentan a estas situaciones. Angélica, una ama de casa de 46 años, no olvida el día en que tuvo que salir a limpiar la sangre que quedó frente a su casa después de que tres hombres fueran asesinados allí.
"No quería que mis hijos vieran los charcos de sangre al día siguiente. En cuanto se llevaron los cuerpos tuve que limpiar a fondo la calle con agua y jabón", recordó.
Al contrario que en otras ciudades, en Juárez no hay equipos especializados en desinfectar escenas de crimen, por lo que la única opción de familiares de las víctimas ha sido pedir que hagan ese trabajo a las empresas de limpieza tradicionales, que se han hecho con ese mercado.
Esa nueva faceta "no será jamás una opción para ganarse la vida o algo visto como un negocio" sino que se contempla como una deferencia "porque si un cliente llega y nos lo solicita, no nos podemos negar a ello", explicó la administrativa de una de estas empresas.
Varias de las compañías del sector consultadas por Efe, que no publicitan este servicio pero sí cuentan con él, se negaron a proporcionar sus tarifas por limpiar las escenas del crimen, si bien otras calcularon entre 200 y 300 dólares el coste medio que cobran.
"Hay que valorar las condiciones en las que se encuentra el lugar para poder hacer una cotización", explicó un supervisor de la empresa Servi Max, quien aseguró que "ese tipo de cotizaciones las hacemos personalmente y no por vía telefónica".
La mayoría no publicitan ni ofrecen la limpieza tras un asesinato, aunque no niegan la limpieza si se les solicita, dijo una fuente de la empresa Multi Servicios del Norte.
"Nos han solicitado limpieza de vehículos mayormente, pero costos no te puedo dar. Tendríamos que ver las condiciones del lugar", insistió.
Ciudad Juárez acumula en lo que va de año unas 1.800 muertes violentas, mientras que en 2009 la cifra fue de 2.635 y un año antes de 1.607.
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