La orden de los Iluminados (Illuminatenorden en el original alemán, compuesto de Illuminaten, derivado del latín illuminati, 'iluminados', y Orden) fue una sociedad secreta fundada en 1776 por Adam Weishaupt en Baviera, Alemania. Nueve años después detuvo su actividad al prohibírsele actuar en ese electorado. Numerosos mitos y teorías conspirativas se centran en una presunta supervivencia suya y sus supuestas actividades, entre las que se cuentan la Revolución francesa, la lucha contra el cristianismo y pretensiones de dominio mundial.
La orden de los Iluminados estaba comprometida con el modelo ilustrado. La meta era la mejora y el perfeccionamiento del mundo en el sentido de libertad, igualdad y fraternidad y la mejora y perfeccionamiento de sus miembros (de ahí también el viejo nombre Perfectibilistas).
Según Weishaupt el medio para alcanzar la libertad era principalmente la educación, pero no sólo la aportación externa de conocimientos, sino en primera línea la formación del corazón, la moralidad, que debería capacitar a los individuos para autodominarse, y por lo tanto serían superfluas otras formas de dominio como el despotismo de los príncipes absolutistas, pero también el despotismo espiritual ejercido por la Iglesia católica. Los modales de las viejas costumbres sería también condición y camino para una sociedad libre e igualitaria sin príncipes ni iglesia.
A diferencia de los militantes anarquistas decimonónicos, los Iluminados creían sin embargo, que su meta de una sociedad sin dominio podría alcanzarse pacíficamente.
A diferencia de otras sociedades, los Iluminados tenían un programa político explícito, mientras que entre los francmasones por ejemplo son indeseables las disputas religiosas, confesionales o políticas. También se reconocen los masones por su afiliación, y no son pues, a diferencia de los iluminados, estrictamente secretos. Aunque los Iluminados adoptaron aspectos masónicos como la logia y la jerarquía, también es cierto que ni pertenecían a la misma orden ni cooperaban en organicaciones francmasónicas nacionales, como la gran logia o el gran oriente.
A los Iluminados se les representa con asiduidad en las novelas populares, por ejemplo en la trilogía "Illuminatus" de Robert Shea y Robert Anton Wilson, en "El péndulo de Foucault" de Umberto Eco o en "Illuminati" de Dan Brown. Aquí se les representa como bribones tenebrosos, tejedores de complots turbios o conspiradores demoníacos, pues los citados autores no se inspiran en hechos demostrados de historias sobre la orden moderadas por los hechos, sino preferiblemente de las teorías conspiratorias, que sobre ellos circulan. No obstante se mantienen hoy a menudo estos detalles ficticios sobre los Iluminados como erróneamente ciertos. Pues jamás fue su meta provocar el fin del mundo (como por ejemplo en la redacción de Robert Anton Wilson «Inmanentizar el Eschaton»), así tampoco fueron Galileo Galilei (1564-1624) ni Gian Lorenzo Bernini (1598-1680) miembros de la orden, como Brown indica, ni tampoco se encontraban en una tradición milenaria desde los druidas celtas pasando por la secta de los ḥašīšiyyīn y los templarios con el objetivo de encontrar el “umblicus telúricus”, el ombligo del mundo.
Sello de los Estados Unidos impreso sobre un billete de dólar
Especialmente popular es la suposición extendida en las novelas, de que los Iluminados poseyeron determinados símbolos, con la cual se hacía reconocible existencia para los iniciados. A esta simbología presuntamente iluminada pertenecen entre otros
El ojo panóptico.
El ojo panóptico en la cúspide de la pirámide (véase también: sello de los Estados Unidos).
El número 23.
Ambigramas.
Ninguno de estos símbolos pueden asociarse históricamente con los Iluminados. Parece también poco plausible que una conspiración de ámbito internacional, como suele atribuírseles, deje sus símbolos por todas partes. Los Iluminados utilizaban sólo un símbolo para la “escuela de secreta sabiduría”, a saber, el mochuelo de Minerva.
Por cierto el Ojo de la Providencia o Ojo que todo lo ve es un símbolo interpretado como la vigilancia de Dios sobre la humanidad.
Te recomiendo tomar lecturas que no sean de la biblia o investiga mas a fondo, por eso hay fanáticos religiosos.
Y la verdad estaría bien que la religión desapareciera por que es la principal en causa de disputas internacionales; puesto que siempre a habido asesinatos en nombre de dios en toda la historia de la religión.







