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Este es un relato largo, no es real al 100%, esta basado en la experiencia de un conocido, modificado y editado a mi consideración, no es copiado, todo ah salido de mi mente, espero les guste, pero repito, es algo largo así que creo que no le gustara mucho a los que no les agrada leer, no pongo que espero sus comentarios, no me gusta condicionar mis relatos a ellos, si alguien quiere comentar, bienvenido sea, solo espero que sea de su agrado.
Aqui el Relato.
Había sido un largo viaje, miraba el reloj mientras el camión entraba a esa pequeñísima terminal, justo habían sido ocho horas con doce minutos, muy largo la verdad, digo, ya había echo viajes mas largos, pero todos habían sido con mis amigos de la preparatoria y dos con los de la universidad, pero este lo había echo solo, se me hizo eterno, y hubiera sido peor si la señora Estela, no me hubiera entretenido con su amena y en ocasiones chistosa platica.
Justo el autobús se estaciono, abrió la puerta y dijo que ahí era el lugar a donde yo y algunas otras personas tenían que bajar, me despedí de la señora Estela, a quien todavía le faltaban dos horas mas de camino, la verdad es que repito, sin su platica esto hubiera sido mas que horrible, y es que a sus 50 años, que bueno, la verdad yo creo que tenia mas, pero se quito algunos pares de estos, pero bueno, la verdad es que su platica y sus ocurrencias me hicieron reír bastante, ella subió junto conmigo desde la capital, pero no fue hasta después de dos horas de camino que comenzamos a platicar, pero bueno, eso es cosa aparte.
El caso es que yo estaba ahí por diversos motivos, el primero es porque estaba de vacaciones de la escuela, la segunda pues porque mis padres me mandaron a dejarle unas cosas a mi tía Carmen, quien es o bueno mas bien era la mujer de mi difunto tío Juan, este era hermano de mi padre y hacia ya mas de seis años que había fallecido.
Desde entonces mis padres le mandaban dinero y cuando podían algunas cosas mas, con este dinero, el de la pensión de mi tío que realmente era cosa de nada, mas el lavar y planchar ajeno, le ayudaba a mi tía a vivir digamos que de forma decente, con esto mantenía a mi prima Andrea, quien por cierto era de mi edad, ambos teníamos 19 años.
Bueno pues entonces yo estaba ahí por esas razones, además debo admitir una, hacia poco mas de un mes que me había tronado mi novia, a la cual quería mucho, me había pegado mucho el rompimiento, sobre todo porque ella me boto, cuando yo la quería mucho, no había sido por falta de amor ni mucho menos, en fin que mis padres habían decidido que como me miraban muy decaído y aprovechando las vacaciones, me mandarían una semana al pueblo a visitar a mi tía Carmen, el caso era mandarle unas cosas y pues que yo me despabilara por una semana.
Bueno pues regresando un poco, baje del autobús, tome las dos cajas que habían enviado mis padres y una maleta, la cual colgué a mi hombro, era una maleta deportiva, la que utilizaba para mis cosas de futbol, ahí me cupo toda mi ropa, el caso esta que una vez que tuve todo esto, entre a la pequeña terminal, luego puse las cosas en el piso y buscaba por todos lados a mi tía, aparte pues hacia mas de seis años que no la veía, no sabia que tanto había cambiado.
La ultima vez ella tenia 34 o 35 años, no recuerdo bien y pues fue justo en el velorio y entierro de mi tío, solo recuerdo que su piel contrastaba con el tono de su pelo, pues era muy blanca y el cabello muy negro, además de que nunca la vi maquillarse, bueno si, pero fueron muy pocas veces y la verdad es que siempre se mi hizo una mujer guapa, no de esas hermosas o muy bonitas, si no guapa, nada fea, siempre sonriendo y siempre amable, pero su cabello lo usaba en trenza, o en cola de caballo o en chongo, nunca suelto.
Además de que usaba faldas largas y holgadas, así como blusas de viejita, siempre con el ultimo botón bien puesto, además a los 13 años, pues si me gustaban las mujeres, pero no eran mi prioridad, creo que el deporte y el futbol si lo eran en ese tiempo, recuerdo que era chaparrita, media como 1.60, mas o menos, bueno no era tanto, hay mujeres mas bajitas.
De pronto una dulce voz que decía mi nombre me saco de mis recuerdos, -Hola mijo, que bueno que ya llegaste, que gusto me da verte otra vez-, pero me sorprendió mas cuando de pronto sentí todo su cuerpo pegarse al mio, me estaba dando un abrazo tan efusivo, que en verdad, pude sentir como sus tetas se apretaban en mi pecho, creo que desde ahí me di cuenta que realmente algo bueno había debajo de esa blusa.
Después del abrazo y todo el protocolo de la bienvenida, nos dirigimos hacia la salida, en donde tomamos un camión que nos llevara a su casa, pues esta estaba a las afueras del pueblo, a la cual llegamos después de quince minutos de camino.
Aquí paso algo chistoso la verdad, pues en cuanto toque el timbre y el camión se detuvo, baje con una de las cajas y mi maleta, las puse en el piso, luego tome la otra caja y también hice lo mismo y cuando volteo para ayudar a mi tía a bajar, lo primero que vi fue su cuerpo venirse contra mi y su cara de angustia , así que como pude la detuve, pero por lo mismo di un paso hacia atrás, tropezando con una de las cajas que puse en el piso, haciendo que me fuera de espalda, por suerte caí en una parte donde había pasto, esto amortiguo la caída.
Digamos que aquí fue el segundo acercamiento con mi tía, pues como ella cayo sobre mi, pude sentir todo su cuerpo, sus senos se pegaron por completo a mi pecho, su pubis quedo exactamente sobre mi miembro, es mas, estoy tan seguro que ella misma pudo sentirlo, el caso esta que yo me puse a reír, la verdad la situación me dio risa, además note que las personas que iban en el camión y que se dieron cuenta, también se iban riendo por lo que nos paso a mi tía y a mi.
-Ya deja de reír y mejor ayúdame a levantarme-, así deje la risa por un lado y nos incorporamos, le pregunte si estaba bien y dijo que si, que solo apenada por la situación, le dije que no pasaba nada y pues de nuevo tomamos las cosas y caminamos a su casa.
-Tu disculparas mijo, pero pues tu tío que en paz descanse, no termino de arreglar la casa, la verdad es que lo único bonito es mi jardín, pero bueno, anda pásate-, dijo ella al momento de abrir la puerta de un oxidado zaguán, al entrar en efecto, note que el jardín estaba bien cuidado, recuerdo que la ultima vez que fui, todo era tierra, pero por lo que veo mi tía se encargo de arreglarlo.
El jardín estaba dividido en dos, en una parte había plantas, en el otro lado solo pasto y muy verde por cierto, en medio los dividía un caminito de piedras, si la verdad se miraba muy bonito, aunque contrastaba con la casa, la cual era de un solo piso, al frente un porche, creo que así se llama, el caso es que es un pasillo que esta techado, en este caso de teja y tiene un vieja y sucia banca ahí, además de tener muchas macetas con plantas al rededor.
Entramos a la casa, esta como decía es de un solo piso con tres recamaras y un baño, una salita, un comedor y una cocina, solo que en todas partes los muebles eran viejos, no sucios, en eso si que no, la casa se mantenía limpia, pero con muebles viejos, el comedor era para cuatro personas, solo que nada mas quedaban tres sillas, una ya no servía.
En fin que todo dentro de la casa eran cosas viejas, algunas servían, otras no, pero que mas daba, el caso era que hasta los cuartos estaban faltos de puertas, en todos incluyendo el baño, una cortina vieja fungía como puerta.
-Ándale mijo, vete a lavar las manos que te voy a calentar rápido la comida, se me hace que has de traer harta hambre, ya es bien tarde, ya pasan de las siete de la noche-, y es que mi autobús salió a las 10 de la mañana y llegue pasadas las seis, ya eran las siete y la verdad moría de hambre.
Me senté a comer, la verdad que mi tía guisaba delicioso, mientras que platicábamos de muchas cosas, de mi escuela, de mis amigos, del pueblo, el caso esta que toco el tema de las novias, así que con mi cara de tristeza le tuve que platicar lo acontecido, ella me miro y me dijo, -hay mijo pero pues si estas re bien chico todavía, así que mujeres no creo que te vayan a faltar, mira nomas que guapo te pusiste, además de que creciste mucho y mira nomas, se ve que haces mucho ejercicio, se te mira buen cuerpo-.
Yo solo sonreí y pues le dije que gracias, pero pues si, que en efecto estaba muy chico y que ahora solo pensaba en la escuela y pues que total, chicas eran las que sobraban ahí y pues no faltaría quien quisiera estar conmigo.
Luego le pregunte por mi prima y fue que me dijo que la tenia estudiando en un internado, donde entraba los lunes por la mañana y salía los viernes por la tarde, así que llegaba a casa los viernes en la noche y se iba el domingo ya tarde, todos los fines de semana, a menos que tuviera que hacer algún trabajo extra de la escuela, apenas era miércoles, así que faltaban días para que ella llegara, le pregunte si no andaba de noviera, pero me comento que iba a un internado que era para puras mujeres, este quedaba a tres horas de camino del pueblo y remato diciendo, -no mijo, si yo nomas la ando checando, no te creas, aquí si hay algunos chamacos que la andan cortejando, pero yo se los espanto, ya le dije a mija, usted a la escuela y nada mas, olvídese de novios y nada de salirme con su domingo siete-, yo solo reí por la forma en que lo dijo, la verdad me dio mucha risa.
Cuando vimos ya era muy tarde, ya el cansancio se reflejaba en mi rostro, -hay mijo si ya se le ve mucho sueño y cansancio, ándele porque no se va a dormir ya-, pues si tía, yo creo que ya me iré a dormir, si me siento un poco cansado, -ándele pues mijo, ven que te diré cual va a ser tu cuarto-, me toco justo el primero del lado izquierdo, el cual quedaba justo frente al cuarto de mi tía, solo había una pequeña cama individual, con sabanas y cobijas limpias y bien dobladas.
-Bueno es chiquito el cuarto pero yo creo que te servirá muy bien para descansar-, le dije que estaba bien, -bueno pues te dejo para que descanses, hasta mañana-, luego salió, yo corrí la cortina, acomode la cama y me desvestí, me quede solo en bóxer y sobre las cobijas, se sentía bastante calor, esto no me permitía conciliar el sueño, solo escuchaba como mi tía iba y venia, recogía cosas y luego por fin apago la luz, escuche como entro a su recamara, yo vi que mi cortina no estaba bien corrida, así que me levante para cerrarla bien.
Pero cual fue mi sorpresa cuando al ver hacia afuera, note que la cortina de mi tía era de tela delgada y transparente, de esa tela como bordada o no se como llamarla pero que se puede ver todo hacia adentro, el caso esta que la vi parada a un lado de su cama, dándome la espalda, yo iba a cerrar bien mi cortina cuando justo vi que comenzaba a quitarse la blusa, la curiosidad me gano, sobre todo que pensé que podría comprobar si era cierto lo que había sentido cuando me abrazo y cuando cayo encima de mi, quería ver sus senos.
Así que con precaución me dispuse a observar, así que vi como se quitaba la blusa y la dejaba sobre la cama, pero aun no podía ver nada, solo el resorte y los broches de su brasier, luego llevo sus manos al cierre de su holgada falda, el cual se encontraba a un costado de sus caderas, lo que mis ojos vieron no daban crédito, cuando la falda cayo, pude notar la bonita forma y lo bien formadas que estaban sus caderas, por desgracia el calzón tan grande que usaba no le favorecía en nada, pero se podía ver que tenia un par de nalgas bastante redonditas y se miraban muy duritas.
Esto sin duda comenzaba a provocar reacciones en mi, sentía como mi miembro comenzaba a querer tomar vida, pero se puso completamente duro, cuando vi que ella llevaba sus manos a su espalda, quitaba los broches y se despojaba de su brasier, el cual también fue colocado en la cama, luego se agacho, sin doblar sus rodillas y poniendo su trasero en todo lo alto, viendo como este se miraba que estaba realmente fabuloso, levanto la falda, se incorporo y la dejo sobre la cama, luego tomo toda la ropa y camino hasta un cesto de ropa, donde la deposito, fue cuando volteo y por fin, pude ver con claridad ese hermoso par de tetas.
No eran exuberantes y frondosas, pero si de un tamaño bastante considerable, su piel era completamente blanca y sus pezones eran de color café, decorados con una aureola de mediano tamaño, la verdad es que la naturaleza había sido benévola con ella, pues si bien no estaban tan erguidos como el de una joven, la gravedad no había echo mella en ellos de forma considerable, aun se miraban duros y los suficientemente bien erguidos.
Al final yo sabia lo que era el sexo, con mi ex novia había tenido mucho y de sobra, así que al tener ya tiempo sin este, mas el calor del lugar, mas lo que mis ojos miraban y la situación que se tornaba excitante, mi pene estaba completamente duro, me sentía muy excitado y con ganas de una hembra, pero era claro que no podía atravesar las cortinas y decirle a mi tía que me la quería coger.
Así que solo decidí seguir mirando, observando como ahora desasía su trenza y pasaba un cepillo a todo lo largo de este, en verdad que sentí un deseo por ella tan grande, que moría por abrazarla y hacerla mía en ese momento, no entendía como era que teniendo tan bonito cuerpo, siempre lo estuviera escondiendo debajo de tan grandes ropas.
Estaba embobado en mirar sus senos, en su vientre que era plano, sus piernas que aunque delgadas, tenían bonita forma, de pronto el espectáculo termino, tomo un camisón largo de color rosa y se lo puso, aunque estos camisones son de tela delgada, así que aun podía ver un poco el color café de sus pezones, luego sin mas, camino hacia la entrada, ahí fue que me escondí mas, luego apago la luz y se acostó a dormir.
Termine de cerrar mi cortina y fui a mi cama, pero no me recosté, me quede de pie, pensando una y otra vez, recordando la imagen de mi tía, pensando en su cuerpo y en ese hermoso par de senos, en sus pezones, ahhh me sentía excitado, tenia mi pene duro y lo comencé a acariciar sobre el bóxer, esto me hacia sentir muy rico, luego metí la mano en el bóxer, tome mi pene y comencé a acariciarlo, quería masturbarme para descargar un poco la calentura que traía, pero pensé que no era bueno hacerlo ahí, no tenia papel a la mano, así que espere unos minutos mas, quería que ella se durmiera, así que cuando pensé que era el momento preciso, me puse mis tenis, y con mucho sigilo, salí del cuarto.
Pero como también sentía la boca seca por tanto calor y por tanta excitación, decidí ir primero a la cocina a tomar un vaso de agua, luego me fui directo al baño, al cual entre pero la verdad, la excitación hizo que me importara muy poco cerrar bien la cortina, así que fui hasta la taza, baje la tapa, me baje el bóxer y me senté en ella, de inmediato lleve una mano a mi pene, comencé a acariciarlo mientras cerraba los ojos y revivía cada imagen de mi tía, hasta que sin mas y como cualquier chamaco, comencé a masturbarme, imaginando que los ricos senos de ella eran los que tenían aprisionado a mi miembro.
Era muy placentero masturbarme con las imágenes de ella, tanto que varios minutos después, sentí que estaba por reventar, así que rápidamente con la mano que tenia libre jale lo mas que pude de papel, luego deje de masturbarme, doble el papel, me puse de pie y comencé a masturbarme de nueva cuenta, cerrando los ojos y pensando de nuevo en las tetas de mi tía, no pude evitar dejar escapar un leve gemido, y justo sentí que me corría, abrí mis ojos, coloque el papel para que ahí cayera mi semen y justo salió el primer chorro de este, cuando escucho la voz de mi tía.
-Mijo, te sientes bien, algo te……..-, tuve que voltear por inercia hacia la entrada, mi tía se quedo sin terminar su frase y vi como se que do con los ojos completamente abiertos y en su cara se reflejaba una tremenda sorpresa, mientras que yo no podía contenerme y chorros de semen seguían saliendo, simplemente fue un momento incomodo y hasta cierto punto excitante, yo no podía decir nada y ella se quedo en silencio, solo observando como los chorros de semen salían y se depositaban en el papel de baño.
Yo no movía mi mano, pero pude sentir justo cuando salió el ultimo chisquete, fue cuando ella solo dijo, -yo, hay mijo, que pena, este perdona, yo este, bueno ya me voy-, pero decía esto sin dejar de mirar mi pene, luego por fin dio un paso atrás y cerro la cortina, yo me sentía muerto de pena, de nervios, de excitación y hasta de miedo de que le fuera decir algo a mis padres, o que me fuera a correr de su casa, no se, miles de cosas.
Ya lo único que hice fue exprimir rápidamente lo ultimo de mi semen y luego sin mas, abrí la tapa y tire el papel, jalándole de inmediato a la palanca, me acomode mi bóxer, me lave las manos, y salí del cuarto, pero con mucho miedo, al abrir la cortina pensé que estaría ahí esperándome, lista para reclamarme, pero no, no había nadie, la luz de su cuarto estaba apagado, así que sin mas, solo decidí caminar y entrar a mi cuarto.
Me recosté en mi cama y la verdad es que me sentía muy raro, nervioso, con miedo y con incertidumbre, en mi mente pasaron muchos pensamientos, en los cuales ya me miraba yo regañado por mis padres, hasta que el cansancio me gano y por fin me quede dormido.
Era jueves por la mañana, yo estaba completamente dormido, de pronto escuche que me llamaban, pero pensé que era mi sueño, aunque de pronto escuche como la cortina se abría, mi cuarto tenia una pequeña ventana por la cual se filtraba la luz, así que al ser de día, el cuarto era casi alumbrado en su totalidad, de pronto sentí la presencia de alguien, pero no me quise asustar, me imagine que era mi tía, así que solo abrí un poco mis ojos, sin dar el menor indicio que me había despertado, así que pude ver como mi tía caminaba con sigilo hacia mi cama.
Luego de paro justo a un lado, pero no decía nada, no hacia nada, fue cuando recordé que estaba acostado sobre las cobijas de la cama y solamente tenia puesto mi bóxer, luego vi como una de sus manos se acercaba lentamente hacia mi, justo a la altura de mi pene, me sorprendí, al pensar que su intención era tocarme, y mas grato fue cuando pude sentir como de forma muy suave y temblorosa de miedo y nervios, ella acariciaba con la punta de sus dedos, la cabeza de mi pene, fue que me di cuenta de la erección que tenia, la cual creo que es normal en todos o por lo menos la mayoría de los hombres, el despertarse con una gran erección.
Me estaba excitando esta situación, en verdad que me estaba poniendo a mil, aunque no por eso dejaba de sentir desconcierto, pero simplemente me importaba muy poco, estaba disfrutando del nerviosismo y el miedo que tenia mi tía al tocarme, estuve a punto de abrir los ojos, jalarla hacia mi y cogérmela en ese preciso momento, pero no, pensé que todo debería ser con tiempo y tacto, así que decidí solo seguir su juego.
Por unos minutos mas la deje que siguiera, es mas, pude sentir como sus nervios pasaban un poco y se aventuraba a tocar un poco mas hacia abajo de me miembro, hasta que pensé que ya era tiempo, así que de pronto hice que me despertaba, ella alejo su mano pero no reacciono a tiempo, justo en ese momento abrí mis ojos, ella me miro con asombro y nervios.
Hola tía, buenos días, pasa algo, se te ofrece algo, ella se me quedo mirando, mientras que yo sabiendo de la erección tan fuerte que tenia, me acomodaba a modo que ella pudiera seguir mirándome, pues notaba como sus ojos bajaban hasta mi miembro y luego a mis ojos.
-No, este, digo buenos días, este nada que yo, pues este, bueno es que pensé que bueno tal vez, este tal vez tenias hambre-, mire mi reloj y le dije que aun era muy temprano, que si ella acostumbraba a desayunar tan temprano, apenas eran las 7:44 de la mañana.
-Este no mijo, lo que pasa bueno es que no se bien a que hora desayunas tu, por eso entre pues para preguntarte-, decía de forma un poco mas segura, pero casi sin poder quitarle la vista a mi pene, así que le dije que si ella acostumbraba a desayunar tan temprano, me levantaría para hacerlo con ella, pero como respuesta me dijo que no, que solo quería saber, luego remato diciendo que ya se iba, que tenia cosas que hacer y pues que por eso fue que me quería preguntar , si no ya para ponerse a hacer lo que tenia pendiente.
Esta bien tía, no hay problema, almorzamos a la hora que tu me digas, -este bueno, si esta bien, ya me voy-, oye espera tía, pues me gustaría darme un baño, quisiera saber si puedo hacerlo, -este si mijo claro, solo que hay un problema, pues que el boiler no sirve y pues tendría que calentarte agua en una olla o si quieres te puedes bañar en la regadera pero con agua fría-, hay tía en serio, bueno pues mira hace mucho calor así que yo creo que me bañare con agua fría.
Ella no dejaba de mirar mi pene, así que dijo, -ándele mijo, que buena falta le hace un baño con agua fría, para que se le baje el calor que trae-, al decir esto se sonrió y yo aproveche para decirle, que me disculpara por la escena de la noche anterior, -no se preocupe mijo, pos así son ustedes los hombres y mas de chamacos no, así que no se preocupe, eso me saco yo por andar de metiche, la verdad es que pensé que se sentía mal y por eso fui, pero pues mire que nomas lo vi ahí haciéndose sus cosas-.
Ya tía, por favor discúlpame, en verdad que no volverá a suceder, -no pues yo no tengo problema mijo, pero pues cuando llegue mi hija ahí si te voy a pedir que te moderes, no vaya siendo que ella también te mire-, si tía esta bien, tendré cuidado, -ándele pues mijo, váyase a bañar-.
Ella salió del cuarto, yo tome mis sandalias y me fui al baño, abrí la llave y en verdad que estaba fría el agua, me costo trabajo el acostumbrarme a ella, es mas, hasta la erección que traía se me bajo, pero me acostumbre al agua, así que termine mi baño y justo cerré las llaves, recordé que no llevaba toalla, es mas ni en mi maleta había una, así que no me quedo mas que gritarle a mi tía, pidiéndole una toalla, escuche como ella decía que en un momento me la llevaría.
Fue aquí que mi pensamiento se lleno de malicia, sabia que no era correcto quererme coger a mi tía, pero bueno al final mi tío ya había muerto hacia años, ella estaba sola, yo andaba caliente y no era mi tía de sangre pues no era hermana de ninguno de mis padres, así que pensé que como vulgarmente decimos, me valió madre y pensé en tirar el gancho y ver si ella caía, si no, pues ni modo, me quedaría con ganas, pero quería intentarlo.
Esto sin duda hizo que me pusiera nervioso y excitado, al grado que mi pene se puso duro, así que espere a que ella viniera, de pronto la escuche acercarse, vi como entraba su mano y sostenía una toalla, -toma la toalla que me pediste-, hay tía pues pásate no, porque si no pues voy a mojar todo el baño, -ah pero si estas todo desnudo, como crees que voy a entrar así-, pero tía, no veras algo que no hayas visto antes-, lo dices por lo de anoche verdad-.
Pues si tía, total ya me viste anoche no, -esta bien mijo-, así que sin mas entro, mientras que yo me podía frente a ella, quien de inmediato vio mi cuerpo desnudo, vi claramente como sus ojos recorrieron todo mi cuerpo, de arriba hacia abajo y luego su mirada regreso a mi duro pene, note como sus ojos se abrían y la verdad es que note cierto descaro en su mirada, luego me estiro la mano para darme la toalla pero sin quitar su mirada de mi pene.
Yo tome la toalla y comencé a secarme el cabello, lo curioso es que ella no se movía, no se salía ni hacia nada, solo observar mi pene, así que decidí arriesgarme, tome mi pene con una mano y le dije, que pasa tía, te gustaría tocarlo, ella reacciono y con las mejillas sonrojadas me dijo, -hay no mijo como crees, este ya te di la toalla verdad, bueno este pues ya me voy, ande termine de secarse-.
Luego dio la vuelta y salió del baño, mientras que yo con una sonrisa terminaba de secarme, acaricie mi pene y pensé que tal vez pronto podría cogerme a mi tía, pero no sabia ni como, ni donde y mucho menos como se daría la oportunidad.
Luego fui a mi cuarto a terminar de secarme y a vestirme, solo me puse un bóxer, un pantalón de mezclilla, una playera, me recosté en la cama y me quede dormido, hasta que después de las diez de la mañana, mi tía me llamo para almorzar, lo curioso en todo esto es que no me decía nada, no me regañaba, no me reclamaba, nada, como si nada hubiera pasado, así que decidí no tocar el tema y almorzar en paz con ella.
Cuando terminamos de almorzar le pregunte si ya había abierto su caja, dijo que no, así que la invite a que la abriera, ella me dijo que tenia que terminar de planchar su ropa, yo insistí y ella dijo que estaba bien, así que fuimos a la sala, ahí se habían quedado las cajas, vi cual era la de ella y se la puse enfrente, ella al ver que estaba bien sellada, fue por un cuchillo y comenzó a abrirla.
Dentro venían algunas faldas, blusas, adornos y un kit completo de maquillaje, eso le llamo mucho la atención, luego saco un vestido, el cual era en color crema con florecitas, pero no era para nada largo, por el contrario, era de tirantes, anchos pero que dejarían al descubierto sus hombros y brazos, y de largo pues calcule que le llegaría a las rodillas, además de que se notaba que era ajustado, así que le hice saber que estaba muy bonito el vestido y que se vería muy linda con el.
-Hay mijo, como cree usted pues que yo voy a salir con este vestido, nombre, imagínate, ni lo mande el señor-, pero tía, te vas a ver muy linda con el créeme, además vas a poder lucir la bonita figura que tienes, -jajajaja hay mijo, que cosas dices tu, de donde sacas que tengo bonita figura-, bueno tía te voy a decir algo, ayer cuando me acosté a dormir, mi cortina se quedo un poco abierta, así que me pare para cerrarla bien, entonces de forma accidental, vi que te estabas cambiando, así que pude ver que realmente tienes un cuerpo muy bonito, por eso digo que te veras muy bien con ese vestido.
-Hay condenado chamaco, ahora resulta que hasta me estas espiando-, no tía, créeme que no fue mi intención espiarte, todo fue por coincidencia, así como por accidente me encontraste, pues yo también por accidente te vi cuando te cambiabas, -hay mijo, pues no se que decirte, pero haber dime que fue lo que viste-, ah pues todo tía, te vi desde que te desvestiste, hasta que te pusiste tu camisón y apagaste la luz.
-Así que me viste en cueros, hay que pena, pero pues no viste nada bueno mijo, pura gallina vieja-, hay tía que cosas dices, si tu no estas nada vieja y puedes estar segura que lo que vi, esta muy bien, te puedo asegurar que me gusto mucho lo que mis ojitos vieron, -ahora resulta, pero bueno, soy tu tía y que mas puedes decir, pero no te creo, con las mujeres que has de ver en la capital, ya parece que te va a gustar esta vieja-.
Te lo digo en serio tía, a ninguna de esas mujercitas que tu dices, le pides nada, lo que tienes, lo tienes bien, muy bien diría yo y en su lugar, -ya basta cambiemos de tema, haber que mas hay en la caja-, yo solo sonreí y seguí buscando, cuando encontré una bolsa blanca, la saque y al abrirla, note que venia llena de ropa interior.
Órale tía, mira nada mas lo que hay aquí, ella volteo para ver que había y vio como sacaba un par de brasieres, uno blanco y uno negro, luego saque cuatro pantaletas, pero no eran tan grandes como las que ella acostumbraba a usar, no claro que no, lejos estaban de parecerse, una era tipo bikini, cortito, de esos que les llaman cacheteros, otro negro era tipo bóxer, pero de encaje, de esos que son muy sexys, uno mas blanco y otro morado, que eran parecidos al primer negro que saque, cortitos y muy coquetos.
Pero tía, con estos te vas a ver pero si re bien, -presta acá chamaco, mira nada mas que cosas me mando tu madre, no pues estos no creo usarlos-, pero tía, si con ellos te vas a ver bien buena, -ora tu, como que bien buena, no además estos son para jovencitas, yo creo que son para mi Andrea, no para mi-, no tía, mis padres fueron bien claros al decirme cual caja era para cada quien y esta caja es tuya, así que esos, no son de mi prima.
La tía simplemente se sonrojo, ya no dijo nada, solo los guardo, y miro hacia la caja, la cual ya no contenía nada mas con importancia, luego metió todo a la caja y la dejo ahí, -bueno mijo, yo tengo que terminar de planchar, si quieres ver la tele pues préndela, solo que pues aquí no agarra muchos canales que digamos-, no tía, voy a salir a caminar un ratito, aquí al jardín o a la calle, ya veré que hago mientras terminas.
Así que cada quien se puso a hacer sus cosas, yo me salí al jardín, estuve viendo sus plantas, me recosté en el pasto, luego salí a la calle, recordé que de chiquillo, mi padre junto con mi tío, me llevaban a un cerrito que esta ahí, la casa esta en las faldas de este cerro, recuerdo que había un rio, al cual nos llevaban a nadar, así que comencé a caminar por el cerro, a subirlo, pero no quise ir mas allá, al final hacia años que no iba y no recordaba el camino al rio, se que caminábamos mucho rato, así que mejor anduve por ahí viendo y caminando, pero hacia mucho calor, tanto que estaba con la playera completamente mojada por el sudor.
Vi el reloj y ya tenia rato afuera, así que decidí regresar, toque la puerta y luego me abrió mi tía, -hay mijo donde andaba que salí a buscarlo y no lo vi, ándele pásele que me voy a dejar la ropa que planche, se me hace tarde-, pues yo la acompaño tía, así le ayudo a cargar la ropa, -ándele pues mijo, pues vente para que me ayudes ándale-.
Tomamos la ropa y salimos de la casa, tomamos camión y llegamos al pueblo y fuimos a dejar la ropa, le pagaron y luego fuimos a la plaza, me dijo que me invitaría una nieve.
Cuando pasamos por el mercado del pueblo, pasamos justo donde vendían comidas, le pregunte a mi tía que íbamos a comer en la casa, pero ella puso cara de no saber, pues no había guisado nada, así que le dije que la invitaba a comer ahí, ella no quería, me decía que era mi dinero, pero le mencione que mi padre me había dado el suficiente dinero, además de que otro tanto había ahorrado, así que ya no le pregunte mas, solo la tome de la mano y la lleve a donde pensé que estaría mas rico, ahí nos sentamos a comer.
Cuando terminamos me dijo que ahora si me invitaría mi nieve de postre, fuimos hasta la plaza por la nieve, luego caminamos por ahí un poco mientras platicábamos, es curioso pero había gente que al mirarla conmigo, pelaban los ojos como que muy sorprendidos, y algunas señoras hasta cuchicheaban en voz muy baja, hasta que mi tía se encontró a una comadre, la cual la saludo muy efusivamente, luego volteo a verme y le dijo, -hay comadre, que no me presentas-, mi tía sonrió y le dijo, -claro que si comadrita, mire le presento a mi sobrino Eduardo, (esto lo dijo en un tono de voz muy alto), es hijo del hermano de mi difunto marido, (aquí ya bajo la voz), vino a traerme unas cosas y a quedarse unos días de vacaciones-.
Me di cuenta que la dichosa comadre solo se acerco para chismosear, para saber quien era el hombre que acompañaba a mi tía, por eso ella dijo quien era yo en voz alta, para que la gente no estuviera con chismes, así que después de cruzar algunas palabras mas con esta señora, mi tía se despidió y seguimos nuestro camino.
Hasta que ella dijo que ya mejor nos fuéramos pues ya era tarde y con todo lo que había tenido que hacer, ni se había bañado y se sentía muy sucia, así que regresamos a la casa.
Cuando llegamos a la casa, ella de inmediato me dijo que se iría a bañar, así que le dije que yo también necesitaba de darme otro baño, pues con la caminata del medio día y la de ahora que fuimos a entregar la ropa, me sentía muy sudado y necesitaba refrescarme.
-Ándele pues, arregle su ropa y tenga lista su toalla, en cuanto salga de bañarme usted se mete, ah y ya no olvide la toalla que ya no se la vuelvo a pasar eh-, pero lo dijo con una sonrisa.
Ella comenzó a caminar al baño, de pronto se me ocurrió algo, así que le dije, oye tía y si nos metemos juntos a bañar, así ahorramos tiempo y agua, recuerda que se esta acabando y tenemos que ahorrar, y solté una pequeña risa, -si mira tu, ahora resulta, no que, me baño yo y luego tu-, luego siguió su camino y le conteste, bueno tía, total, ya me conociste desnudo y yo a ti, así que ya no perdemos nada.
Siguió su camino sin decir nada, pero antes de entrar al baño se detuvo, volteo y me dijo, -ándele pues, pero con la condición de que no te quieras pasar de vivo, entendiste-, si tía claro que no pasara nada, así que rápidamente fui a mi cuarto mientras ella entraba al baño, me desnude rápidamente, tome mis sandalias de baño y en un tris, ya estaba entrando al baño, al ver a mi tía me dio gusto y a la vez desilusión, pues si bien podía ver sus tetas desnudas, no se había quitado el calzón, así que no miraba ni sus nalgas y mucho menos su vagina.
Eso es trampa tía, yo si estoy desnudo y tu no, -ah pues porque ya recordé que ayer usted lo único que pudo haberme visto fueron las chichis, pero no lo demás, porque nunca me quite mi calzón, así que ándele, vengase a la regadera o salgase, como usted prefiera-, ya no dije nada, creo que lo que tenia era mas que suficiente por el momento, así que fui a la regadera, todavía antes de entrar ella me dijo, -pero recuerde, nada de sobrepasarse-, así que solo sonreí y le dije que no había problema.
Comenzamos a bañarnos, ella reía al ver mis caras cuando el agua fría caía en mi cuerpo, -ándele, sea machito y aguante el agua-, no pues si la aguanto pero pues no estoy acostumbrado, ella solo reía y se divertía.
Luego me toco ver como se enjabonaba el cuerpo, pero hacia énfasis en sus tetas, las cuales se miraban hermosas y muy antojables, que ganas de pegarme a ellas y lamerlas y chuparlas completitas, pero tenia que contenerme, solo me dedique a admirarla, pero se notaba que ella estaba disfrutando de esto, le divertía calentarme, saber que moría por cogerla y no poder hacerlo, luego tallo sus piernas y pies, pero no se quito el calzón, aunque ya mojado se pegaba a su vientre y pude notar que debajo de el, había una abundante cantidad de vello, luego me dijo que le tallara la espalda, así que se giro y mis ojos se clavaron en sus nalgas, las cuales se notaban redondas y firmes bajo la tela mojada de su ropa interior.
Le tallaba la espalda y quise pasar mis manos con el jabón hacia sus senos, pero me lo impidió, así que no me quedo mas remedio que solo tallar su espalda, luego cuando termine ella me dijo que ahora me tallara yo mientras ella se enjuagaba, así que tome el jabón y lo pase por todo mi cuerpo, dejando mi pene para el ultimo, el cual estaba erguido, así que comencé a enjabonarlo, esto lo vio mi tía y sin decirme nada, estiro sus manos, detuvo las mías y tomo el jabón.
Con una mano tomo de forma suave mi pene, lo acaricio un poco, luego comenzó a enjabonarlo, yo quise abrazarla pero ella me dijo que no, que no tenia que meter mis manos, no me parecía mucho la idea, pero pensé que era su forma de jugar o de comenzar algo, no sabia bien porque, pero decidí no preguntar ni atormentarme, solo disfrutar de lo que ella quisiera hacer, al final se me hacia muy excitante que mi tía con toda y su pena, me estuviera acariciando y enjabonando la verga.
Lo hizo con todo el tiempo del mundo, de pronto dejo mi pene, me dijo que me volteara, así lo hice, sentí como el jabón pasaba por mi espalda y nuca, luego se fue hacia el frente y sentí como sus manos pasaban a acariciar y enjabonar mi pecho, pero lo mas rico fue que sentí la suavidad de sus tetas en mi espalda, ah que rico se sentía, en verdad que me estaba gustando mucho, además con su boca me daba algunos suaves besos en mi espalda, pero luego bajo sus manos por mi estomago, de nuevo puso sus manos en mi miembro, solo que esta vez no lo enjabono, de echo dejo caer el jabón al piso.
Pero lo que hiso fue mucho mas rico, pues con sus dos manos acariciaba mi pene, suave, muy suave, luego paso una mano hasta mis testículos y con la otra comenzó a masturbarme lentamente, yo solo me dedique a disfrutar, me estaba fascinando lo que me estaba haciendo, me estaba excitando en demasiado el sentir sus senos en mi espalda, su boca en mis hombros y sus manos en mi sexo, era una delicia, me masturbaba suavemente, si bien no era una experta, se esmeraba en darme gusto, además sabia que le estaba gustando también a ella.
Podía sentir su respiración en mi oído, la cual era un tanto acelerada, demostrando que se estaba excitando, tanto que comenzó a restregar con mayor fuerza sus tetas en mi espalda, su boca mordió mi hombro y su mano comenzó a masturbarme con fuerza, una y otra vez, aunque me resultaba un poco doloroso por su inexperiencia, el placer era mucho mayor, así que solo disfrutaba, hasta que ya no pude aguantar mas, de pronto solamente comencé a expulsar chorros de semen.
Todos fueron a parar al piso, solamente las ultimas gotas quedaron en sus dedos, fue entonces que dejo de hacerlo, quito su mano y note que la llevo hasta enfrente de su cara, con curiosidad miraba el semen que había quedado en ellos, de inmediato me gire para ponerme de frente a ella, la verdad es que deseaba besarla, abrazarla, pero ella me paro en seco, solo me dijo que me enjuagara y que me saliera para que ella pudiera terminar de bañarse.
Quería protestar, pero no debía, así que simplemente le dije que si, me enjuague en el agua fría y salí del baño, pero yo mañosamente quería mirarla cuando se quitara su ropa interior, así que me asome por un hoyo que tiene la roída cortina para verla, mi tía me dio la espalda y se quito el calzón, solo que no se agacho mucho, pero aun así pude ver lo bonito de su trasero.
Sus nalgas redondas y que se miraban duras, sus caderas bien delineadas y sus piernas delgadas pero bien formadita, luego se giro solamente un cuarto de vuelta, la miraba de perfil, pero no podía verle su vagina, de pronto escuche su voz, -bueno, ya me viste las nalgas, ahora si ya vete, no quiero que me estés espiando, déjame bañar tranquila, si no ahora si que me voy a molestar-, me sorprendí, sobre todo en el tono tan serio en que lo dijo, así que ya no dije mas y mejor me fui a mi cuarto a vestirme.
Luego escuche cuando cerro la llave, la escuche caminar hacia su cuarto, yo estaba terminando de vestirme cuando la vi pasar, con una toalla enredada en su cuerpo, pero dejando sus piernas completamente descubiertas, a escasos dos centímetros debajo de sus nalgas, otra toalla en redada en su cabello, cuando paso, volteo, me sonrió y luego entro a su cuarto.
Un par de minutos después la escuche decirme que de favor le llevara la caja que le habían enviado mis padres, así que fui a la sala por esta y la lleve hasta su cuarto, me dijo que la dejara en la entrada y que me fuera a la sala, pues ya sabia que desde mi cuarto podría estarla espiando, yo solo sonreí y le dije que estaba bien, así que me fui a la sala, pero aunque ya era tarde y comenzaba a oscurecer, aun se sentía mucho calor, así que salí al jardín, ahí se sentía un poco mas fresco.
Veinte minutos después escuche que mi tía me llamaba, así que entre a la casa y mi sorpresa fue verla ahí en la sala, de pie y con el vestido de flores que le habían enviado mis padres, ese que tanto me había gustado, la verdad es que me quede sin habla, con mis ojos la recorrí de pies a cabeza.
Estaba descalza, y el vestido le llegaba apenas arriba de la rodilla, se ajustaba un poco a sus piernas, pero donde realmente se le ajustaba era en sus caderas, el vestido las hacia lucir de maravilla, su cintura se miraba delgada, y el ligero escote le dejaba ver el nacimiento de sus senos, su cabello aun mojado, negro y largo, con un poco de maquillaje en su cara, haciéndola lucir muy guapa y mucho mas joven.
Caray tía que bien te ves, le dije con total honestidad, -hay mijo si como no, si nomas me lo puse para que vieras como se me miraba el vestido, pero no, yo creo que jamás podría salir con el a la calle, me siento como si anduviera encuerada-, no tía, en verdad que te ves buenísima, además te ves muy linda, me has dejado sorprendido, en verdad que no se porque empecinas en esconder todo eso que tienes, wow.
-Bueno ya, deja de estar echando mentiras que mas me apenas, eres un adulador, se me hace que algo quieres tu-, pues si tía, algo quisiera créeme, -hay mejor ya no te digo nada porque nomas te estoy dando cuerda-.
Dio la vuelta y camino hacia donde estaba su burro de planchar, pues lo había dejado puesto y con la plancha y mas ropa encima, yo cerré la puerta y termine de entrar a la casa, sin dejar de mirar como se le ajustaba el vestido en su trasero, haciendo que sus nalgas sobresalieran de forma por demás excitante.
La verdad es que me excitaba mucho mi tía, me gustaba como se miraba y camine para estar un poco cerca y poder admirar sus nalgas, fue que ella llego a donde tenia el burro de planchar, yo me quede atrás a escasos dos metros, mi tía sabia que yo estaba ahí y que la estaba mirando, pero no decía nada, solo hacia como que acomodaba la ropa, mientras que yo ya no podía mas, necesitaba tenerla, deseaba tenerla, así que decidí que tenia que arriesgar, ya no me pude contener, pero tampoco tenia que ser tan burdo, debía hacerlo con calma.
Me acerque a ella, quede a escasos centímetros, podía ver que la respiración de mi tía se aceleraba al igual que la mía, aspire el aroma de su perfume, así como el olor del shampo en su cabello, que rico hueles tía, que rico es el aroma de tu perfume, ella no dijo nada, seguía según ella acomodando la ropa.
Puse mis manos en los costados de su cintura, acerque mi cara por el lado izquierdo de su cabeza, aspire profundamente, luego le di un pequeño beso en su cuello, pude sentir como su había vibrado con ese pequeño beso, así que luego decidí pasar a su oreja, la cual atrape con mis labios, ella seguía sin decir nada, pero dejo de mover la ropa y se quedo inmóvil, a la espera de mi siguiente movimiento.
Así que moví mis manos hacia su estomago y pegue mi cuerpo al suyo, mientras seguía besando su oreja, pero como era mas chaparrita, tuve que doblar un poco mis rodillas, para que así mi boca alcanzara su cuello, y aproveche para pegar el bulto que ya traía en mi pantalón, quedando exactamente en sus nalgas, para enseguida de nuevo besar su cuello.
Quite una de las manos que tenia en su estomago y con ella tome su cabello y lo levante, para dejar al descubierta su nuca, en la cual postre mi boca, lo que provoco que su cuerpo se erizara, así que al ver que era muy sensible en esa parte, empecé a besarla con mas fuerza, pasando mi lengua hacia su cuello y de regreso.
Claramente pude sentir como ella comenzó a hacer sus nalgas más hacia mí, con esto ella podía sentir mucho mejor lo duro que ya me tenía, lo excitado que estaba y las ganas y deseos que tenia por cogerla.
Ahora solté su cabello, la hice dar un pasito hacia atrás y luego le hice que doblara su cuerpo un poco hacia delante, recargando sus manos en el burro de planchar, con mis dos manos la tome de la cintura y por la posición ella había levantado un poco más sus nalgas.
Comencé a mover mis caderas suavemente hacia los lados, haciendo que sus nalgas sintieran lo duro de mi miembro.
Ella reaccionaba muy bien, pues comenzó a mover sus nalgas al mismo ritmo que yo movía mis caderas, sin despegar sus nalgas ni un solo momento de mi bulto, me estaba fascinando sentir sus nalgas, me estaba excitando la complacencia que ahora estaba teniendo ella conmigo.
Mis ojos se fijaron en el cierre del vestido, el cual comenzaba en la parte alta de su espalda y bajaba hasta la mitad de su trasero, así que lleve una mano hasta el cierre, mientras que con la otra seguía atrayéndola hacia mí.
El cierre fue bajando poco a poco, hasta que llego a su cintura, tuve que separar mi bulto de sus nalgas para que pudiera seguir bajando el cierre, ella se quedo quieta al no sentir mi bulto entres sus nalgas.
El cierre por fin termino de bajar, ahora con mis manos tome los tirantes del vestido y los pase por sus hombros hasta los codos, ella se incorporo y se puso completamente vertical, con sus brazos hacia los lados para facilitar el paso de los tirantes, hasta que quedo con el vestido un poco enrollado en su cintura, de nuevo la tome por las caderas y pegue mi cuerpo al suyo, mis manos acariciaban su estomago y mi boca lamia la parte alta de sus hombros.
Ella misma echo sus caderas hacia atrás, hasta que sus nalgas encontraron de nuevo el bulto de mi pantalón, comenzando a moverlas de forma muy sensual y haciéndome poner mas caliente, así que volví a hacer que se recargara en el burro y con mis manos desabroche su brasier.
Lo abrí y lo deslice por sus brazos, ella se incorporo para que este pudiera salir, entonces lleve mis manos a su estomago y lo acaricie un poco, solo unos segundos pues después mis manos se fueron deslizando hacia arriba, pude sentir la parte baja de sus tetas, luego seguí subiendo hasta que mis manos se apoderaron de ellas, lo cual le hizo dejar escapar un suspiro.
Era una delicia sentir la suavidad de sus tetas, además pude sentir como sus pezones comenzaban a ponerse duros, mientras que mi boca seguía lamiendo su cuello y mi miembro duro y erecto, seguía restregándose en sus nalgas.
Ella solo suspiraba y cada vez mas fuerte y mas seguido, pero yo quería seguir con mas, pensé que era el justo momento para hacerlo, por lo cual deje de besar su espalda y cuello, solté sus caderas y despegue mi pene de sus nalgas, tome su vestido y comencé a bajarlo, solo encontré oposición al momento de querer pasar sus caderas, pero en cuanto pasaron este obstáculo, el vestido siguió su viaje descendente hasta caer al piso.
Mis ojos se clavaron en sus nalgas, las cuales estaban decoradas con uno de los calzones que mi madre le había enviado, el de color negro y que le dejaba libre la mitad de las nalgas, así que no pude contenerme, de inmediato postre ahí mis manos, las cuales de forma muy hábil las acariciaban con mucho deseo.
Solté sus nalgas para hacerla que de nuevo se recargara en el burro de planchar, en cuanto lo hizo me puse en cuclillas, tenia sus nalgas a escasos centímetros de mi cara, mis manos las acariciaban, pero luego las lleve hasta el elástico de su ropa interior para bajarlo, pero ella se incorporo y me detuvo, -no espera mijo-, yo pensé que ya se había arrepentido, así que me incorpore, sintiendo que ya todo había terminado, pero por el contrario, ella se giro, quedo frente a mi, mis ojos miraron los suyos, su boca y terminaron en sus hermosas tetas.
Ella con una mano levanto mi cara para que la mirara a los ojos, luego me dio un pequeño beso en los labios y las palabras que siguieron después de este beso, hicieron que me regresara el alma al cuerpo, pues de forma muy sensual y con un gesto que denotaba un gran deseo, me dijo, -aquí no mi niño, vamos a mi cuarto-.
Mi cara simplemente demostró el gusto y alegría que me dio, así que la tome de la mano, y la lleve a su cuarto, al cual entramos y nos quedamos de pie a un costado de la cama, ella de inmediato llevo sus manos a mi playera para querer sacarla, solo que como esta me quedaba un poco justa no podía, de inmediato la auxilie y yo mismo me quite la playera y la avente al piso.
Mi tía se me quedo mirando, veía mi pecho, mis brazos y mi estomago, la verdad es que el ejercicio me ah ayudado mucho a mantenerme en forma y a tener si no un cuerpo lleno de músculos, si lo suficientemente marcado, y note que esto le gusto a ella, pues llevo sus manos a mi pecho y comenzó a acariciarlo, luego mis brazos, mis hombros, mis antebrazos, mientras yo solo la miraba y disfrutaba de lo que hacia.
Hasta que paso sus manos hacia mi cintura y luego hacia mi espalda, haciendo que sus senos se pegaran a la parte baja de mi pecho, sintiendo la calidez y suavidad de estos, hizo su cabeza hacia arriba, me miro a los ojos y vi que ella lo que quería era que la besara, así que no lo pensé mas y uní mis labios a los suyos.
El beso comenzó suave, tranquilo, solo usábamos nuestros labios, mientras que mis manos acariciaban su espalda, y las suyas la mía, pero el beso comenzó a subir de tono, note que se desconcertó un poco cuando por fin metí mi lengua, pero el momento era tan excitante que como respuesta ella comenzó a utilizar la suya, doble un poco mis rodillas y pegue mi bulto en su vientre y mis manos las baje a sus nalgas, las cuales apreté y acaricie a mi gusto.
Sentí como ella me jalaba hacia la cama, así que sin dejar de besarla, la recosté sobre las cobijas, quedando los dos de costado, con una mano tome una de sus piernas y la pase hacia arriba de mi cadera, luego me rodé un poco y quede encima de ella, quien por instinto abrió sus piernas y quede en medio de ellas.
-Házmelo mijo, anda, házmelo que en verdad lo necesito-, dijo ella con una voz acelerada y entrecortada por lo excitada que estaba, pero yo no dije nada, esto era tranquilo, tenia que excitarla mas, tenia que ponerla al punto, así que deje de besarla, la mire y le sonreí.
Aun no tía, aun no, y enseguida comencé a besar su cuello, la parte delantera de sus hombros, de ahí seguí con mi lengua hacia el comienzo de sus senos, para enseguida pasar mi lengua entre ellos, levante mi cara, la mire, le sonreí, volví mi mirada a sus tetas y me decidí por comenzar con la derecha, mi boca aprisiono su pezón, esto le arranco un suspiro, sus manos tomaron mi nuca, mientras que me daba gusto en besar, lamer y degustar de tan ricas tetas, sus pezones eran presas de pequeños mordiscos, su piel estaba erizada, dejaba escapara suaves gemidos, que me decían cuanto lo estaba disfrutando.
Me tome mi tiempo para saborear sus tetas, pero era hora de continuar, era hora de excitarla mas, así que deje sus senos y mi lengua comenzó a recorrer su estomago, se estaciono un poco en su ombligo, esto le provoco una risilla, pues había sentido un poco de cosquillas, así que proseguí y baje hasta llegar a donde comenzaba la tela de su ropa interior, ella miro con incertidumbre pues no sabia lo que le haría, pero me salte esa parte y me seguí hasta sus piernas, las cuales acaricie, bese y lamí con gusto, las rodillas y la parte interna de sus piernas, lo cual le provocaba que su piel se pusiera chinita, pero ahora quería probar su sexo, quería aspirar su aroma y hacerla gemir de gusto.
Así que con mis manos tome por los bordes su ropa interior y jale hacia abajo, ella coopero de inmediato levantando sus caderas para que este pasara y en cuanto lo hizo, no se detuvo hasta que salió por los pies, ahora mis ojos miraron como un abundante vello cubría su vagina, sin duda no era una mujer que le gustara afeitarse, pero no por eso dejaba de verse deliciosa, por el contrario, me tenia mucho mas excitado ahora.
Ella por instinto cerro sus piernas, así que tuve que abrirlas, pero ella pensaba que yo me quitaría en ese momento mi pantalón, pero para su sorpresa lo que hice fue acomodarme a modo de quedar en medio de sus piernas y mi cara frente a su sexo, -hay mijo, que piensas hacer, porque pones tu cara ahí-, voltie, la mire, le sonreí y le dije, que solo disfrutara.
Con mis dedos abrí paso entre su vello hasta dejar al descubierto sus labios vaginales, los cuales permanecían cerrados, así que con los mismos dedos los abrí y con ello pude admirar lo hermoso de su sexo, aspire su aroma y era realmente excitante, su olor a hembra me perturbo y excito demasiado, moría por probarla, lo cual ella noto y llevo sus manos a mi cabeza, -no mijo que haces, no vayas a hacer eso, que no esta bien, no mijo escúchame-.
Pero era demasiado tarde, la fuerza de sus manos no fue suficiente, cuando se dio cuenta mi lengua ya estaba explorando el interior de su sexo, degustando de ese sabor tan especial y tan excitante, -ahhh que haces, ahhh te dije, ahhh que no lo ahhh hicieras-.
Sus frases entrecortadas y los pequeños gemidos que de su boca escapaban, me dieron a entender que comenzaba a gustarle, además su oposición comenzó a ceder, así como sus supuestas protestas, -ahhh, no, ya no ahhh, mmm, ahhh, que me haces, ahhh que rico, ahhh no pares, ahhh sigue, sigue que me estas volviendo loca, ahhh que rico, ahhh si, así, así ahhh-.
Había cedido a mi caricia bucal, así que con su total aprobación, arremetí con mayor ímpetu, haciendo que su cuerpo se moviera por tan ricas sensaciones, pero el acabose llego una vez que mi lengua comenzó a atacar su clítoris, su cuerpo se cimbro al primer contacto, sus manos se aferraron a la cobija y de su boca salían fuertes y excitantes gemidos.
Sentí como su clítoris se hinchaba ante la caricia de mi lengua, cuando mis labios lo aprisionaban y le daban suaves succiones, luego giraba mi lengua y acariciaba el botoncito con la punta de esta, haciendo que mi tía se retorciera, que gritara, que gimiera y bramara de gusto y placer, hasta que de pronto sentí como ponía duras sus piernas, su cuerpo se tensaba y un fuerte grito acompaño a un abundante liquido que lleno mi boca y barbilla, estaba caliente pero sabia exquisito.
Mi tía se retorcía de placer, me decía que me detuviera pues la sensación era insoportable, pero yo no hice caso y seguí atacando su clítoris, mientras que ella balbuceaba palabras que no podía entender por lo entrecortado que salían, sus manos habían soltado la cobija y ahora tomaban mi cabello y jalaban fuertemente de el, pero no para quitarme si no por la sensación tan excitante que se había apoderado de ella.
-Ahhh otra vez siento que ahí viene, ahhh de nuevo siento que…… ahhhhhhhhhhhhhhhhhhh siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, ahhhhhhhhhhhhhh-, exclamo al momento de estallar en un segundo orgasmo, de nueva cuenta volví a degustar de su jugo, pero ahora fue mucho mas abundante y igualmente caliente.
Fue entonces que decidí dejar su botoncito, dos orgasmos habían sido suficientes por el momento, ahora quería penetrarla, quería sentirme dentro de ella, por lo cual me incorpore mientras que ella terminaba de disfrutar su orgasmo.
Me levante de la cama y me pare a un lado de ella, rápidamente desabroche mi pantalón y con mis pies quitaba mis tenis, luego lo baje junto con mi bóxer hasta quedar completamente desnudo, ella volteo a mirarme, sus ojos se clavaron justo en mi miembro, lo vio duro y firme y como ya se había recuperado de su orgasmo, con una voz suplicante me dijo, -si mijo anda ya, ven que te quiero dentro, házmelo ya que muero por tenerte dentro-, así que solo le dije que si, que era turno de tenerme dentro.
Me subí a la cama, abrí sus piernas y me coloque entre ellas, tome mi pene y lo guie a su cuevita, ella me miraba expectante y en silencio, pero su cara reflejaba un enorme deseo.
Coloque la cabeza de mi pene en la entrada de su cuevita, podía sentir el calor que emanaba de ella, iba a comenzar a introducirme cuando me dijo, -hazlo despacio mijo, recuerda que tengo muchos años sin sexo-, le sonreí y le dije que no se preocupara, que lo haría con cuidado.
Así que comencé a introducirlo poco a poco, ella gimió al sentir como mi glande se abría paso, y yo sentí como las paredes vaginales hacían una deliciosa presión, así que lo fui metiendo poco a poco y de forma lenta, hasta que la mitad estaba dentro, fue que me quede quieto por unos instantes y es que en verdad su cuevita apretaba de forma maravillosa, podía sentir como las paredes vaginales que estaban completamente lubricadas, abrazaban con un calor delicioso el tronco de mi miembro, pero era momento de seguir así que la mire a los ojos y seguí mi camino, lentamente hasta que entro por completo.
Fue un verdadero placer ver los gestos de gusto que hizo mi tía cuando me sintió completamente dentro de ella, así que acomode sus piernas y sin sacar un solo milímetro mi pene, me recosté sobre ella, quien jalando aire me miraba y luego comencé a comerme su boca, ella de inmediato me abrazo y fue que empecé a sacar y meter mi pene, pero solo lo sacaba un poco y lo volvía a meter por completo, mientras ahora su lengua se enfrascaba en una voraz batalla con la mía.
Poco a poco sacaba mas de mi pene y lo introducía de nuevo por completo, cada vez mas incrementaba la fuerza y la velocidad a mis penetraciones, hasta que logre un ritmo que note le agradaba y fue cuando ella dejo de besarme pues su boca se enfoco en dejar escapar gemidos de placer.
Me acomode a forma de comerme sus tetas mientras la seguía penetrando, sus manos acariciaban mi espalda y nuca, sus gemidos tomaban un sugerente ritmo, mientras que mis manos recorrían sus piernas.
Me canse de esa posición, además quería variar un poco, sabia que no podría hacerlo como lo hacia con mi exnovia, pero si quería variar un poco mas en este primer encuentro, así que me incorpore un poco, sin sacarle mi miembro y quedando de rodillas entre sus piernas, las cuales tome por los talones y los subí hasta recargarlos en mis hombros, la tome de los muslos y comencé a penetrarla de nuevo, solo que ahora era mas fuerte y mas rápido.
-Hay mijo, síguele así, hay que rico, ahhh me esta gustando mucho, ahhh si, así, dale mijo, dale que me estas matando de gusto-, así que ante sus palabras de aliento, no me quedo mas que darle gusto y seguir penetrándola como le había gustado, mirando como sus tetas se movían al son de mis penetraciones.
Por varios minutos seguí cogiéndola así, hasta que mientras la penetraba le decía que ahora quería que me montara, pero ella no me entendía, así que lo que hice fue dejar de penetrarla, solté sus piernas y me salí de ella, para de inmediato recostarme sobre la cama boca arriba y a un costado de ella, quien me miraba sin saber que era lo que yo quería, así que le explique lo que necesitaba que hiciera.
Como que no le gusto mucho la idea pues me di cuenta que estaba disfrutando lo que le hacia, pero yo sabia que le gustaría, bueno es que a mi exnovia le fascinaba montarme y a mi que lo hiciera, pero no dijo mas y de pronto ya la tenia sentada sobre mi, con una pierna en cada costado de mi cadera, así que le explique de nuevo lo que tenia que hacer y de inmediato levanto su trasero, mientras que yo con una mano tomaba mi pene y le decía que ahora ella se sentara sobre de el para que se introdujera.
Pero no pudo, así que mejor ella con su mano tomo mi miembro y lo guio a la entrada de su cuevita, en cuanto el glande entro ella se dejo caer, esto fue algo que me dolió un poco, pero pude notar en su cara que por el contrario, a ella le había gustado, así que la tome de los hombros y la hice recostar sobre mi cuerpo, esto sin que mi pene se saliera.
Doble mis rodillas y apoye mis pies sobre la cama, lleve mis manos a sus nalgas, ella me miraba expectante, levante mi cara y me prendí de su boca, introduje mi lengua en su boca y en ese momento comencé a mover mis caderas, apoyándome de sus nalgas, penetrándola con un ritmo suave pero asegurándome en todo momento de penetrarla por completo.
Me di cuenta que le agrado pues su lengua comenzó a responder, fue así que incremente el ritmo y empecé a penetrarla con mas fuerza y mucho mas rápido, lo cual hizo que ahogara un fuerte gemido en mi boca, comenzando a sentir mucho placer, por lo cual dejo de besarme, me miraba a los ojos mientras de su boca escapaban excitantes gemidos.
Te gusta eh tía, -ahhh si, ahhh que rico se siente mijo, ahhh que rico, se siente mejor que hace rato, ahhh si, así, ahhh mijo que bien lo haces, ahhh si, así dale, así dale-, y ante tales comentarios y solicitudes, no me quedo mas que arremeter con mas ímpetu, simplemente comencé a penetrarla con todas mis fuerzas, arrancándole una infinidad de gemidos.
Era un placer inmenso, el sentir como mi miembro entraba en su cuevita, la cual estaba excelentemente bien lubricada, escuchar los gemidos y los gestos que se dibujaban en su cara, era la muestra mas sincera de que realmente lo estaba gozando, lo estaba disfrutando.
Tanto que de pronto ella misma comenzó a tomar la iniciativa, de pronto se incorporo un poco, esto provoco que yo no pudiera moverme con la libertad que lo estaba haciendo, pues cuando note ella estaba sentada sobre mi verga, sus manos las puso sobre mi pecho y entonces comenzó a mover sus caderas, así que yo lo que hice fue estirar mis piernas y dejar que ella hiciera lo que mas le complaciera.
La verdad es que en un principio lo hacia un tanto torpe y sin ritmo, pero ella misma fue encontrando el punto exacto, donde mas placer sentía y esto llevo a que sus movimientos fueran mas coordinados y sobre todo, mucho mas placenteros, movía sus caderas en círculos, hacia delante y atrás, de pronto ella misma se daba de sentones, en fin que me sorprendía la iniciativa que ella había tomado, aunque la verdad es que era muy placentero, sentía muy rico, y estaba sin duda haciendo que mi orgasmo se fuera aproximando.
Miraba como se movían sus senos y sobre todo cuando ella se daba de sentones, me fascinaba verlos bailar al ritmo de sus movimientos, pero eran un manjar bastante apetecibles y note que mas gusto le dio cuando mis manos comenzaron a acariciarlos, a apretujarlos, a dar suaves pellizcos a sus pezones, esto provocaba que ella se moviera con mayor intensidad.
-Hay mijo, ahhh que rico, ahhh que rico es esto, ahhh-, creo que fueron sus ultimas palabras en ese momento, porque después fueron puros gemidos, en verdad puedo decir que jamás había escuchado gemir a una mujer de esa forma, eran una estimulación tan grande para los sentidos, como para el ego, tanto que sentía que ya no podría mas, que estaba casi por reventar, pero yo quería que ella terminara primero o lo hiciéramos juntos, trataba de concentrarme para no terminar, pero con sus gemidos y gestos no podía, era inminente que pronto me correría.
Pero para sorpresa mía, de pronto mi tía apretó fuertemente mis brazos, alzo la cara al techo y dejo escapar un grito, al mismo tiempo que pude sentir como un liquido abrazaba por completo mi verga, y este salía y escurría por mis testículos, se estaba viniendo, había alcanzado el orgasmo y sin duda esto me excito demasiado.
Ella por lo mismo de su orgasmo bajo la intensidad en los movimientos de sus caderas, así que yo quite mis manos de sus senos y las lleve a sus caderas, de nuevo apoye bien mis pies y comencé a penetrarla con fuerza, lo que le hizo gemir mas fuerte y de pronto ya no pude mas y estalle, depositando en ella todo el espeso y caliente semen que salía a chorros de mi miembro, ahhhhhhh que ricooooooo, exclame al momento de sentir como los chorros de semen salían de mi pene y no me detuve hasta que la ultima gota salió y se deposito en ella.
Ambos estábamos bañados en sudor, yo respiraba muy aceleradamente, era un placer tan inmenso el que sentía que hasta desesperación había en mi, de lo cual se dio cuenta ella, quien para entonces ya habían terminado las sensaciones de su orgasmo y aunque también tenia la respiración muy acelerada, note como hizo un gesto de ternura, me miraba de una forma que me hacia sentir tranquilidad, luego una de sus manos comenzó a limpiar el sudor de mi frente y con una voz dulce aunque un poco entre cortada, me decía.
-Calma mijo, tranquilito que ya todo paso, hay mijo que bueno es usted para esto eh, que me ah hecho ver hasta estrellitas, no mijo que dios perdone lo que voy a decir, pero ya hubiera querido yo que su difunto tío me hubiera echo la mitad de esto que tu me hiciste, no mijo que usted ah estado muy bien, ah que sobrino tan bueno me salió para esto del sexo, así hasta mas gusto me va a dar que te quedes toda la semana-.
Mi respiración ya estaba regresando a su ritmo normal, ya me sentía mas tranquilito, sentía como mi pene comenzaba a perder su fuerza, -hay mijo que ya se esta poniendo blandito-, al decir esto ella se levanto un poco y mi pene salió de su cuevita, -hay mire nomas, pos si ya no esta como hace ratito, pero bueno, no es para menos con lo bien que se porto, pues ahora se merece su descanso verdad-, si tía, creo que si.
Ella se recostó a mi lado, se quedo boca arriba mirando hacia el techo, al igual que yo, nos quedamos en silencio por algunos minutos, luego me dijo, -oiga mijo, y siempre cuanto tiempo se va a quedar aquí conmigo-, pues yo creo que una semana tía, bueno ese era el plan inicial, pero pues creo y estoy pensando que tal vez verdad, no lo se pero pues tal vez me quede mas tiempo.
En eso ella se puso de lado, levanto un poco su cabeza y me dijo, -bueno pues si usted quiere quedarse aquí una, dos o tres semanas, es mas si usted quiere quedarse aquí todo el mes, pues créame que yo seré la mas feliz de darle posada, por mi el tiempo que usted quiera mijo-.
Me gire y le dije, que si por mi fuera, me quedaría mucho mas tiempo, pero que al final debería de regresar para la escuela, así que lo mas que me podría quedar son dos semanas y media, tal vez tres.
-Y que necesita mijo para que se motive a quedarse las tres semanas-, pero esto en verdad que lo dijo en un tono tan cachondo y pícaro, que un escalofrió recorrió todo mi cuerpo, así que solo le dije que con la motivación que tenia frente a mi, era mas que suficiente.
-Bueno mijo, pues entonces no se hable mas, ya sabe usted que aquí será usted bien venido, (si, así en ese tono lo dijo, ella no dijo bienvenido), y pues sirve que le da un poco de cariño y compañía a su tía, que tan solita esta siempre-.
Sind duda alguna, serian las mejores vacaciones de mi vida, me esperaban tres semanas que prometían ser intensas, placenteras y llenas de agradables y calientes sorpresas, sobre todo muuuy calientes sorpresas.
Aqui el Relato.
Había sido un largo viaje, miraba el reloj mientras el camión entraba a esa pequeñísima terminal, justo habían sido ocho horas con doce minutos, muy largo la verdad, digo, ya había echo viajes mas largos, pero todos habían sido con mis amigos de la preparatoria y dos con los de la universidad, pero este lo había echo solo, se me hizo eterno, y hubiera sido peor si la señora Estela, no me hubiera entretenido con su amena y en ocasiones chistosa platica.
Justo el autobús se estaciono, abrió la puerta y dijo que ahí era el lugar a donde yo y algunas otras personas tenían que bajar, me despedí de la señora Estela, a quien todavía le faltaban dos horas mas de camino, la verdad es que repito, sin su platica esto hubiera sido mas que horrible, y es que a sus 50 años, que bueno, la verdad yo creo que tenia mas, pero se quito algunos pares de estos, pero bueno, la verdad es que su platica y sus ocurrencias me hicieron reír bastante, ella subió junto conmigo desde la capital, pero no fue hasta después de dos horas de camino que comenzamos a platicar, pero bueno, eso es cosa aparte.
El caso es que yo estaba ahí por diversos motivos, el primero es porque estaba de vacaciones de la escuela, la segunda pues porque mis padres me mandaron a dejarle unas cosas a mi tía Carmen, quien es o bueno mas bien era la mujer de mi difunto tío Juan, este era hermano de mi padre y hacia ya mas de seis años que había fallecido.
Desde entonces mis padres le mandaban dinero y cuando podían algunas cosas mas, con este dinero, el de la pensión de mi tío que realmente era cosa de nada, mas el lavar y planchar ajeno, le ayudaba a mi tía a vivir digamos que de forma decente, con esto mantenía a mi prima Andrea, quien por cierto era de mi edad, ambos teníamos 19 años.
Bueno pues entonces yo estaba ahí por esas razones, además debo admitir una, hacia poco mas de un mes que me había tronado mi novia, a la cual quería mucho, me había pegado mucho el rompimiento, sobre todo porque ella me boto, cuando yo la quería mucho, no había sido por falta de amor ni mucho menos, en fin que mis padres habían decidido que como me miraban muy decaído y aprovechando las vacaciones, me mandarían una semana al pueblo a visitar a mi tía Carmen, el caso era mandarle unas cosas y pues que yo me despabilara por una semana.
Bueno pues regresando un poco, baje del autobús, tome las dos cajas que habían enviado mis padres y una maleta, la cual colgué a mi hombro, era una maleta deportiva, la que utilizaba para mis cosas de futbol, ahí me cupo toda mi ropa, el caso esta que una vez que tuve todo esto, entre a la pequeña terminal, luego puse las cosas en el piso y buscaba por todos lados a mi tía, aparte pues hacia mas de seis años que no la veía, no sabia que tanto había cambiado.
La ultima vez ella tenia 34 o 35 años, no recuerdo bien y pues fue justo en el velorio y entierro de mi tío, solo recuerdo que su piel contrastaba con el tono de su pelo, pues era muy blanca y el cabello muy negro, además de que nunca la vi maquillarse, bueno si, pero fueron muy pocas veces y la verdad es que siempre se mi hizo una mujer guapa, no de esas hermosas o muy bonitas, si no guapa, nada fea, siempre sonriendo y siempre amable, pero su cabello lo usaba en trenza, o en cola de caballo o en chongo, nunca suelto.
Además de que usaba faldas largas y holgadas, así como blusas de viejita, siempre con el ultimo botón bien puesto, además a los 13 años, pues si me gustaban las mujeres, pero no eran mi prioridad, creo que el deporte y el futbol si lo eran en ese tiempo, recuerdo que era chaparrita, media como 1.60, mas o menos, bueno no era tanto, hay mujeres mas bajitas.
De pronto una dulce voz que decía mi nombre me saco de mis recuerdos, -Hola mijo, que bueno que ya llegaste, que gusto me da verte otra vez-, pero me sorprendió mas cuando de pronto sentí todo su cuerpo pegarse al mio, me estaba dando un abrazo tan efusivo, que en verdad, pude sentir como sus tetas se apretaban en mi pecho, creo que desde ahí me di cuenta que realmente algo bueno había debajo de esa blusa.
Después del abrazo y todo el protocolo de la bienvenida, nos dirigimos hacia la salida, en donde tomamos un camión que nos llevara a su casa, pues esta estaba a las afueras del pueblo, a la cual llegamos después de quince minutos de camino.
Aquí paso algo chistoso la verdad, pues en cuanto toque el timbre y el camión se detuvo, baje con una de las cajas y mi maleta, las puse en el piso, luego tome la otra caja y también hice lo mismo y cuando volteo para ayudar a mi tía a bajar, lo primero que vi fue su cuerpo venirse contra mi y su cara de angustia , así que como pude la detuve, pero por lo mismo di un paso hacia atrás, tropezando con una de las cajas que puse en el piso, haciendo que me fuera de espalda, por suerte caí en una parte donde había pasto, esto amortiguo la caída.
Digamos que aquí fue el segundo acercamiento con mi tía, pues como ella cayo sobre mi, pude sentir todo su cuerpo, sus senos se pegaron por completo a mi pecho, su pubis quedo exactamente sobre mi miembro, es mas, estoy tan seguro que ella misma pudo sentirlo, el caso esta que yo me puse a reír, la verdad la situación me dio risa, además note que las personas que iban en el camión y que se dieron cuenta, también se iban riendo por lo que nos paso a mi tía y a mi.
-Ya deja de reír y mejor ayúdame a levantarme-, así deje la risa por un lado y nos incorporamos, le pregunte si estaba bien y dijo que si, que solo apenada por la situación, le dije que no pasaba nada y pues de nuevo tomamos las cosas y caminamos a su casa.
-Tu disculparas mijo, pero pues tu tío que en paz descanse, no termino de arreglar la casa, la verdad es que lo único bonito es mi jardín, pero bueno, anda pásate-, dijo ella al momento de abrir la puerta de un oxidado zaguán, al entrar en efecto, note que el jardín estaba bien cuidado, recuerdo que la ultima vez que fui, todo era tierra, pero por lo que veo mi tía se encargo de arreglarlo.
El jardín estaba dividido en dos, en una parte había plantas, en el otro lado solo pasto y muy verde por cierto, en medio los dividía un caminito de piedras, si la verdad se miraba muy bonito, aunque contrastaba con la casa, la cual era de un solo piso, al frente un porche, creo que así se llama, el caso es que es un pasillo que esta techado, en este caso de teja y tiene un vieja y sucia banca ahí, además de tener muchas macetas con plantas al rededor.
Entramos a la casa, esta como decía es de un solo piso con tres recamaras y un baño, una salita, un comedor y una cocina, solo que en todas partes los muebles eran viejos, no sucios, en eso si que no, la casa se mantenía limpia, pero con muebles viejos, el comedor era para cuatro personas, solo que nada mas quedaban tres sillas, una ya no servía.
En fin que todo dentro de la casa eran cosas viejas, algunas servían, otras no, pero que mas daba, el caso era que hasta los cuartos estaban faltos de puertas, en todos incluyendo el baño, una cortina vieja fungía como puerta.
-Ándale mijo, vete a lavar las manos que te voy a calentar rápido la comida, se me hace que has de traer harta hambre, ya es bien tarde, ya pasan de las siete de la noche-, y es que mi autobús salió a las 10 de la mañana y llegue pasadas las seis, ya eran las siete y la verdad moría de hambre.
Me senté a comer, la verdad que mi tía guisaba delicioso, mientras que platicábamos de muchas cosas, de mi escuela, de mis amigos, del pueblo, el caso esta que toco el tema de las novias, así que con mi cara de tristeza le tuve que platicar lo acontecido, ella me miro y me dijo, -hay mijo pero pues si estas re bien chico todavía, así que mujeres no creo que te vayan a faltar, mira nomas que guapo te pusiste, además de que creciste mucho y mira nomas, se ve que haces mucho ejercicio, se te mira buen cuerpo-.
Yo solo sonreí y pues le dije que gracias, pero pues si, que en efecto estaba muy chico y que ahora solo pensaba en la escuela y pues que total, chicas eran las que sobraban ahí y pues no faltaría quien quisiera estar conmigo.
Luego le pregunte por mi prima y fue que me dijo que la tenia estudiando en un internado, donde entraba los lunes por la mañana y salía los viernes por la tarde, así que llegaba a casa los viernes en la noche y se iba el domingo ya tarde, todos los fines de semana, a menos que tuviera que hacer algún trabajo extra de la escuela, apenas era miércoles, así que faltaban días para que ella llegara, le pregunte si no andaba de noviera, pero me comento que iba a un internado que era para puras mujeres, este quedaba a tres horas de camino del pueblo y remato diciendo, -no mijo, si yo nomas la ando checando, no te creas, aquí si hay algunos chamacos que la andan cortejando, pero yo se los espanto, ya le dije a mija, usted a la escuela y nada mas, olvídese de novios y nada de salirme con su domingo siete-, yo solo reí por la forma en que lo dijo, la verdad me dio mucha risa.
Cuando vimos ya era muy tarde, ya el cansancio se reflejaba en mi rostro, -hay mijo si ya se le ve mucho sueño y cansancio, ándele porque no se va a dormir ya-, pues si tía, yo creo que ya me iré a dormir, si me siento un poco cansado, -ándele pues mijo, ven que te diré cual va a ser tu cuarto-, me toco justo el primero del lado izquierdo, el cual quedaba justo frente al cuarto de mi tía, solo había una pequeña cama individual, con sabanas y cobijas limpias y bien dobladas.
-Bueno es chiquito el cuarto pero yo creo que te servirá muy bien para descansar-, le dije que estaba bien, -bueno pues te dejo para que descanses, hasta mañana-, luego salió, yo corrí la cortina, acomode la cama y me desvestí, me quede solo en bóxer y sobre las cobijas, se sentía bastante calor, esto no me permitía conciliar el sueño, solo escuchaba como mi tía iba y venia, recogía cosas y luego por fin apago la luz, escuche como entro a su recamara, yo vi que mi cortina no estaba bien corrida, así que me levante para cerrarla bien.
Pero cual fue mi sorpresa cuando al ver hacia afuera, note que la cortina de mi tía era de tela delgada y transparente, de esa tela como bordada o no se como llamarla pero que se puede ver todo hacia adentro, el caso esta que la vi parada a un lado de su cama, dándome la espalda, yo iba a cerrar bien mi cortina cuando justo vi que comenzaba a quitarse la blusa, la curiosidad me gano, sobre todo que pensé que podría comprobar si era cierto lo que había sentido cuando me abrazo y cuando cayo encima de mi, quería ver sus senos.
Así que con precaución me dispuse a observar, así que vi como se quitaba la blusa y la dejaba sobre la cama, pero aun no podía ver nada, solo el resorte y los broches de su brasier, luego llevo sus manos al cierre de su holgada falda, el cual se encontraba a un costado de sus caderas, lo que mis ojos vieron no daban crédito, cuando la falda cayo, pude notar la bonita forma y lo bien formadas que estaban sus caderas, por desgracia el calzón tan grande que usaba no le favorecía en nada, pero se podía ver que tenia un par de nalgas bastante redonditas y se miraban muy duritas.
Esto sin duda comenzaba a provocar reacciones en mi, sentía como mi miembro comenzaba a querer tomar vida, pero se puso completamente duro, cuando vi que ella llevaba sus manos a su espalda, quitaba los broches y se despojaba de su brasier, el cual también fue colocado en la cama, luego se agacho, sin doblar sus rodillas y poniendo su trasero en todo lo alto, viendo como este se miraba que estaba realmente fabuloso, levanto la falda, se incorporo y la dejo sobre la cama, luego tomo toda la ropa y camino hasta un cesto de ropa, donde la deposito, fue cuando volteo y por fin, pude ver con claridad ese hermoso par de tetas.
No eran exuberantes y frondosas, pero si de un tamaño bastante considerable, su piel era completamente blanca y sus pezones eran de color café, decorados con una aureola de mediano tamaño, la verdad es que la naturaleza había sido benévola con ella, pues si bien no estaban tan erguidos como el de una joven, la gravedad no había echo mella en ellos de forma considerable, aun se miraban duros y los suficientemente bien erguidos.
Al final yo sabia lo que era el sexo, con mi ex novia había tenido mucho y de sobra, así que al tener ya tiempo sin este, mas el calor del lugar, mas lo que mis ojos miraban y la situación que se tornaba excitante, mi pene estaba completamente duro, me sentía muy excitado y con ganas de una hembra, pero era claro que no podía atravesar las cortinas y decirle a mi tía que me la quería coger.
Así que solo decidí seguir mirando, observando como ahora desasía su trenza y pasaba un cepillo a todo lo largo de este, en verdad que sentí un deseo por ella tan grande, que moría por abrazarla y hacerla mía en ese momento, no entendía como era que teniendo tan bonito cuerpo, siempre lo estuviera escondiendo debajo de tan grandes ropas.
Estaba embobado en mirar sus senos, en su vientre que era plano, sus piernas que aunque delgadas, tenían bonita forma, de pronto el espectáculo termino, tomo un camisón largo de color rosa y se lo puso, aunque estos camisones son de tela delgada, así que aun podía ver un poco el color café de sus pezones, luego sin mas, camino hacia la entrada, ahí fue que me escondí mas, luego apago la luz y se acostó a dormir.
Termine de cerrar mi cortina y fui a mi cama, pero no me recosté, me quede de pie, pensando una y otra vez, recordando la imagen de mi tía, pensando en su cuerpo y en ese hermoso par de senos, en sus pezones, ahhh me sentía excitado, tenia mi pene duro y lo comencé a acariciar sobre el bóxer, esto me hacia sentir muy rico, luego metí la mano en el bóxer, tome mi pene y comencé a acariciarlo, quería masturbarme para descargar un poco la calentura que traía, pero pensé que no era bueno hacerlo ahí, no tenia papel a la mano, así que espere unos minutos mas, quería que ella se durmiera, así que cuando pensé que era el momento preciso, me puse mis tenis, y con mucho sigilo, salí del cuarto.
Pero como también sentía la boca seca por tanto calor y por tanta excitación, decidí ir primero a la cocina a tomar un vaso de agua, luego me fui directo al baño, al cual entre pero la verdad, la excitación hizo que me importara muy poco cerrar bien la cortina, así que fui hasta la taza, baje la tapa, me baje el bóxer y me senté en ella, de inmediato lleve una mano a mi pene, comencé a acariciarlo mientras cerraba los ojos y revivía cada imagen de mi tía, hasta que sin mas y como cualquier chamaco, comencé a masturbarme, imaginando que los ricos senos de ella eran los que tenían aprisionado a mi miembro.
Era muy placentero masturbarme con las imágenes de ella, tanto que varios minutos después, sentí que estaba por reventar, así que rápidamente con la mano que tenia libre jale lo mas que pude de papel, luego deje de masturbarme, doble el papel, me puse de pie y comencé a masturbarme de nueva cuenta, cerrando los ojos y pensando de nuevo en las tetas de mi tía, no pude evitar dejar escapar un leve gemido, y justo sentí que me corría, abrí mis ojos, coloque el papel para que ahí cayera mi semen y justo salió el primer chorro de este, cuando escucho la voz de mi tía.
-Mijo, te sientes bien, algo te……..-, tuve que voltear por inercia hacia la entrada, mi tía se quedo sin terminar su frase y vi como se que do con los ojos completamente abiertos y en su cara se reflejaba una tremenda sorpresa, mientras que yo no podía contenerme y chorros de semen seguían saliendo, simplemente fue un momento incomodo y hasta cierto punto excitante, yo no podía decir nada y ella se quedo en silencio, solo observando como los chorros de semen salían y se depositaban en el papel de baño.
Yo no movía mi mano, pero pude sentir justo cuando salió el ultimo chisquete, fue cuando ella solo dijo, -yo, hay mijo, que pena, este perdona, yo este, bueno ya me voy-, pero decía esto sin dejar de mirar mi pene, luego por fin dio un paso atrás y cerro la cortina, yo me sentía muerto de pena, de nervios, de excitación y hasta de miedo de que le fuera decir algo a mis padres, o que me fuera a correr de su casa, no se, miles de cosas.
Ya lo único que hice fue exprimir rápidamente lo ultimo de mi semen y luego sin mas, abrí la tapa y tire el papel, jalándole de inmediato a la palanca, me acomode mi bóxer, me lave las manos, y salí del cuarto, pero con mucho miedo, al abrir la cortina pensé que estaría ahí esperándome, lista para reclamarme, pero no, no había nadie, la luz de su cuarto estaba apagado, así que sin mas, solo decidí caminar y entrar a mi cuarto.
Me recosté en mi cama y la verdad es que me sentía muy raro, nervioso, con miedo y con incertidumbre, en mi mente pasaron muchos pensamientos, en los cuales ya me miraba yo regañado por mis padres, hasta que el cansancio me gano y por fin me quede dormido.
Era jueves por la mañana, yo estaba completamente dormido, de pronto escuche que me llamaban, pero pensé que era mi sueño, aunque de pronto escuche como la cortina se abría, mi cuarto tenia una pequeña ventana por la cual se filtraba la luz, así que al ser de día, el cuarto era casi alumbrado en su totalidad, de pronto sentí la presencia de alguien, pero no me quise asustar, me imagine que era mi tía, así que solo abrí un poco mis ojos, sin dar el menor indicio que me había despertado, así que pude ver como mi tía caminaba con sigilo hacia mi cama.
Luego de paro justo a un lado, pero no decía nada, no hacia nada, fue cuando recordé que estaba acostado sobre las cobijas de la cama y solamente tenia puesto mi bóxer, luego vi como una de sus manos se acercaba lentamente hacia mi, justo a la altura de mi pene, me sorprendí, al pensar que su intención era tocarme, y mas grato fue cuando pude sentir como de forma muy suave y temblorosa de miedo y nervios, ella acariciaba con la punta de sus dedos, la cabeza de mi pene, fue que me di cuenta de la erección que tenia, la cual creo que es normal en todos o por lo menos la mayoría de los hombres, el despertarse con una gran erección.
Me estaba excitando esta situación, en verdad que me estaba poniendo a mil, aunque no por eso dejaba de sentir desconcierto, pero simplemente me importaba muy poco, estaba disfrutando del nerviosismo y el miedo que tenia mi tía al tocarme, estuve a punto de abrir los ojos, jalarla hacia mi y cogérmela en ese preciso momento, pero no, pensé que todo debería ser con tiempo y tacto, así que decidí solo seguir su juego.
Por unos minutos mas la deje que siguiera, es mas, pude sentir como sus nervios pasaban un poco y se aventuraba a tocar un poco mas hacia abajo de me miembro, hasta que pensé que ya era tiempo, así que de pronto hice que me despertaba, ella alejo su mano pero no reacciono a tiempo, justo en ese momento abrí mis ojos, ella me miro con asombro y nervios.
Hola tía, buenos días, pasa algo, se te ofrece algo, ella se me quedo mirando, mientras que yo sabiendo de la erección tan fuerte que tenia, me acomodaba a modo que ella pudiera seguir mirándome, pues notaba como sus ojos bajaban hasta mi miembro y luego a mis ojos.
-No, este, digo buenos días, este nada que yo, pues este, bueno es que pensé que bueno tal vez, este tal vez tenias hambre-, mire mi reloj y le dije que aun era muy temprano, que si ella acostumbraba a desayunar tan temprano, apenas eran las 7:44 de la mañana.
-Este no mijo, lo que pasa bueno es que no se bien a que hora desayunas tu, por eso entre pues para preguntarte-, decía de forma un poco mas segura, pero casi sin poder quitarle la vista a mi pene, así que le dije que si ella acostumbraba a desayunar tan temprano, me levantaría para hacerlo con ella, pero como respuesta me dijo que no, que solo quería saber, luego remato diciendo que ya se iba, que tenia cosas que hacer y pues que por eso fue que me quería preguntar , si no ya para ponerse a hacer lo que tenia pendiente.
Esta bien tía, no hay problema, almorzamos a la hora que tu me digas, -este bueno, si esta bien, ya me voy-, oye espera tía, pues me gustaría darme un baño, quisiera saber si puedo hacerlo, -este si mijo claro, solo que hay un problema, pues que el boiler no sirve y pues tendría que calentarte agua en una olla o si quieres te puedes bañar en la regadera pero con agua fría-, hay tía en serio, bueno pues mira hace mucho calor así que yo creo que me bañare con agua fría.
Ella no dejaba de mirar mi pene, así que dijo, -ándele mijo, que buena falta le hace un baño con agua fría, para que se le baje el calor que trae-, al decir esto se sonrió y yo aproveche para decirle, que me disculpara por la escena de la noche anterior, -no se preocupe mijo, pos así son ustedes los hombres y mas de chamacos no, así que no se preocupe, eso me saco yo por andar de metiche, la verdad es que pensé que se sentía mal y por eso fui, pero pues mire que nomas lo vi ahí haciéndose sus cosas-.
Ya tía, por favor discúlpame, en verdad que no volverá a suceder, -no pues yo no tengo problema mijo, pero pues cuando llegue mi hija ahí si te voy a pedir que te moderes, no vaya siendo que ella también te mire-, si tía esta bien, tendré cuidado, -ándele pues mijo, váyase a bañar-.
Ella salió del cuarto, yo tome mis sandalias y me fui al baño, abrí la llave y en verdad que estaba fría el agua, me costo trabajo el acostumbrarme a ella, es mas, hasta la erección que traía se me bajo, pero me acostumbre al agua, así que termine mi baño y justo cerré las llaves, recordé que no llevaba toalla, es mas ni en mi maleta había una, así que no me quedo mas que gritarle a mi tía, pidiéndole una toalla, escuche como ella decía que en un momento me la llevaría.
Fue aquí que mi pensamiento se lleno de malicia, sabia que no era correcto quererme coger a mi tía, pero bueno al final mi tío ya había muerto hacia años, ella estaba sola, yo andaba caliente y no era mi tía de sangre pues no era hermana de ninguno de mis padres, así que pensé que como vulgarmente decimos, me valió madre y pensé en tirar el gancho y ver si ella caía, si no, pues ni modo, me quedaría con ganas, pero quería intentarlo.
Esto sin duda hizo que me pusiera nervioso y excitado, al grado que mi pene se puso duro, así que espere a que ella viniera, de pronto la escuche acercarse, vi como entraba su mano y sostenía una toalla, -toma la toalla que me pediste-, hay tía pues pásate no, porque si no pues voy a mojar todo el baño, -ah pero si estas todo desnudo, como crees que voy a entrar así-, pero tía, no veras algo que no hayas visto antes-, lo dices por lo de anoche verdad-.
Pues si tía, total ya me viste anoche no, -esta bien mijo-, así que sin mas entro, mientras que yo me podía frente a ella, quien de inmediato vio mi cuerpo desnudo, vi claramente como sus ojos recorrieron todo mi cuerpo, de arriba hacia abajo y luego su mirada regreso a mi duro pene, note como sus ojos se abrían y la verdad es que note cierto descaro en su mirada, luego me estiro la mano para darme la toalla pero sin quitar su mirada de mi pene.
Yo tome la toalla y comencé a secarme el cabello, lo curioso es que ella no se movía, no se salía ni hacia nada, solo observar mi pene, así que decidí arriesgarme, tome mi pene con una mano y le dije, que pasa tía, te gustaría tocarlo, ella reacciono y con las mejillas sonrojadas me dijo, -hay no mijo como crees, este ya te di la toalla verdad, bueno este pues ya me voy, ande termine de secarse-.
Luego dio la vuelta y salió del baño, mientras que yo con una sonrisa terminaba de secarme, acaricie mi pene y pensé que tal vez pronto podría cogerme a mi tía, pero no sabia ni como, ni donde y mucho menos como se daría la oportunidad.
Luego fui a mi cuarto a terminar de secarme y a vestirme, solo me puse un bóxer, un pantalón de mezclilla, una playera, me recosté en la cama y me quede dormido, hasta que después de las diez de la mañana, mi tía me llamo para almorzar, lo curioso en todo esto es que no me decía nada, no me regañaba, no me reclamaba, nada, como si nada hubiera pasado, así que decidí no tocar el tema y almorzar en paz con ella.
Cuando terminamos de almorzar le pregunte si ya había abierto su caja, dijo que no, así que la invite a que la abriera, ella me dijo que tenia que terminar de planchar su ropa, yo insistí y ella dijo que estaba bien, así que fuimos a la sala, ahí se habían quedado las cajas, vi cual era la de ella y se la puse enfrente, ella al ver que estaba bien sellada, fue por un cuchillo y comenzó a abrirla.
Dentro venían algunas faldas, blusas, adornos y un kit completo de maquillaje, eso le llamo mucho la atención, luego saco un vestido, el cual era en color crema con florecitas, pero no era para nada largo, por el contrario, era de tirantes, anchos pero que dejarían al descubierto sus hombros y brazos, y de largo pues calcule que le llegaría a las rodillas, además de que se notaba que era ajustado, así que le hice saber que estaba muy bonito el vestido y que se vería muy linda con el.
-Hay mijo, como cree usted pues que yo voy a salir con este vestido, nombre, imagínate, ni lo mande el señor-, pero tía, te vas a ver muy linda con el créeme, además vas a poder lucir la bonita figura que tienes, -jajajaja hay mijo, que cosas dices tu, de donde sacas que tengo bonita figura-, bueno tía te voy a decir algo, ayer cuando me acosté a dormir, mi cortina se quedo un poco abierta, así que me pare para cerrarla bien, entonces de forma accidental, vi que te estabas cambiando, así que pude ver que realmente tienes un cuerpo muy bonito, por eso digo que te veras muy bien con ese vestido.
-Hay condenado chamaco, ahora resulta que hasta me estas espiando-, no tía, créeme que no fue mi intención espiarte, todo fue por coincidencia, así como por accidente me encontraste, pues yo también por accidente te vi cuando te cambiabas, -hay mijo, pues no se que decirte, pero haber dime que fue lo que viste-, ah pues todo tía, te vi desde que te desvestiste, hasta que te pusiste tu camisón y apagaste la luz.
-Así que me viste en cueros, hay que pena, pero pues no viste nada bueno mijo, pura gallina vieja-, hay tía que cosas dices, si tu no estas nada vieja y puedes estar segura que lo que vi, esta muy bien, te puedo asegurar que me gusto mucho lo que mis ojitos vieron, -ahora resulta, pero bueno, soy tu tía y que mas puedes decir, pero no te creo, con las mujeres que has de ver en la capital, ya parece que te va a gustar esta vieja-.
Te lo digo en serio tía, a ninguna de esas mujercitas que tu dices, le pides nada, lo que tienes, lo tienes bien, muy bien diría yo y en su lugar, -ya basta cambiemos de tema, haber que mas hay en la caja-, yo solo sonreí y seguí buscando, cuando encontré una bolsa blanca, la saque y al abrirla, note que venia llena de ropa interior.
Órale tía, mira nada mas lo que hay aquí, ella volteo para ver que había y vio como sacaba un par de brasieres, uno blanco y uno negro, luego saque cuatro pantaletas, pero no eran tan grandes como las que ella acostumbraba a usar, no claro que no, lejos estaban de parecerse, una era tipo bikini, cortito, de esos que les llaman cacheteros, otro negro era tipo bóxer, pero de encaje, de esos que son muy sexys, uno mas blanco y otro morado, que eran parecidos al primer negro que saque, cortitos y muy coquetos.
Pero tía, con estos te vas a ver pero si re bien, -presta acá chamaco, mira nada mas que cosas me mando tu madre, no pues estos no creo usarlos-, pero tía, si con ellos te vas a ver bien buena, -ora tu, como que bien buena, no además estos son para jovencitas, yo creo que son para mi Andrea, no para mi-, no tía, mis padres fueron bien claros al decirme cual caja era para cada quien y esta caja es tuya, así que esos, no son de mi prima.
La tía simplemente se sonrojo, ya no dijo nada, solo los guardo, y miro hacia la caja, la cual ya no contenía nada mas con importancia, luego metió todo a la caja y la dejo ahí, -bueno mijo, yo tengo que terminar de planchar, si quieres ver la tele pues préndela, solo que pues aquí no agarra muchos canales que digamos-, no tía, voy a salir a caminar un ratito, aquí al jardín o a la calle, ya veré que hago mientras terminas.
Así que cada quien se puso a hacer sus cosas, yo me salí al jardín, estuve viendo sus plantas, me recosté en el pasto, luego salí a la calle, recordé que de chiquillo, mi padre junto con mi tío, me llevaban a un cerrito que esta ahí, la casa esta en las faldas de este cerro, recuerdo que había un rio, al cual nos llevaban a nadar, así que comencé a caminar por el cerro, a subirlo, pero no quise ir mas allá, al final hacia años que no iba y no recordaba el camino al rio, se que caminábamos mucho rato, así que mejor anduve por ahí viendo y caminando, pero hacia mucho calor, tanto que estaba con la playera completamente mojada por el sudor.
Vi el reloj y ya tenia rato afuera, así que decidí regresar, toque la puerta y luego me abrió mi tía, -hay mijo donde andaba que salí a buscarlo y no lo vi, ándele pásele que me voy a dejar la ropa que planche, se me hace tarde-, pues yo la acompaño tía, así le ayudo a cargar la ropa, -ándele pues mijo, pues vente para que me ayudes ándale-.
Tomamos la ropa y salimos de la casa, tomamos camión y llegamos al pueblo y fuimos a dejar la ropa, le pagaron y luego fuimos a la plaza, me dijo que me invitaría una nieve.
Cuando pasamos por el mercado del pueblo, pasamos justo donde vendían comidas, le pregunte a mi tía que íbamos a comer en la casa, pero ella puso cara de no saber, pues no había guisado nada, así que le dije que la invitaba a comer ahí, ella no quería, me decía que era mi dinero, pero le mencione que mi padre me había dado el suficiente dinero, además de que otro tanto había ahorrado, así que ya no le pregunte mas, solo la tome de la mano y la lleve a donde pensé que estaría mas rico, ahí nos sentamos a comer.
Cuando terminamos me dijo que ahora si me invitaría mi nieve de postre, fuimos hasta la plaza por la nieve, luego caminamos por ahí un poco mientras platicábamos, es curioso pero había gente que al mirarla conmigo, pelaban los ojos como que muy sorprendidos, y algunas señoras hasta cuchicheaban en voz muy baja, hasta que mi tía se encontró a una comadre, la cual la saludo muy efusivamente, luego volteo a verme y le dijo, -hay comadre, que no me presentas-, mi tía sonrió y le dijo, -claro que si comadrita, mire le presento a mi sobrino Eduardo, (esto lo dijo en un tono de voz muy alto), es hijo del hermano de mi difunto marido, (aquí ya bajo la voz), vino a traerme unas cosas y a quedarse unos días de vacaciones-.
Me di cuenta que la dichosa comadre solo se acerco para chismosear, para saber quien era el hombre que acompañaba a mi tía, por eso ella dijo quien era yo en voz alta, para que la gente no estuviera con chismes, así que después de cruzar algunas palabras mas con esta señora, mi tía se despidió y seguimos nuestro camino.
Hasta que ella dijo que ya mejor nos fuéramos pues ya era tarde y con todo lo que había tenido que hacer, ni se había bañado y se sentía muy sucia, así que regresamos a la casa.
Cuando llegamos a la casa, ella de inmediato me dijo que se iría a bañar, así que le dije que yo también necesitaba de darme otro baño, pues con la caminata del medio día y la de ahora que fuimos a entregar la ropa, me sentía muy sudado y necesitaba refrescarme.
-Ándele pues, arregle su ropa y tenga lista su toalla, en cuanto salga de bañarme usted se mete, ah y ya no olvide la toalla que ya no se la vuelvo a pasar eh-, pero lo dijo con una sonrisa.
Ella comenzó a caminar al baño, de pronto se me ocurrió algo, así que le dije, oye tía y si nos metemos juntos a bañar, así ahorramos tiempo y agua, recuerda que se esta acabando y tenemos que ahorrar, y solté una pequeña risa, -si mira tu, ahora resulta, no que, me baño yo y luego tu-, luego siguió su camino y le conteste, bueno tía, total, ya me conociste desnudo y yo a ti, así que ya no perdemos nada.
Siguió su camino sin decir nada, pero antes de entrar al baño se detuvo, volteo y me dijo, -ándele pues, pero con la condición de que no te quieras pasar de vivo, entendiste-, si tía claro que no pasara nada, así que rápidamente fui a mi cuarto mientras ella entraba al baño, me desnude rápidamente, tome mis sandalias de baño y en un tris, ya estaba entrando al baño, al ver a mi tía me dio gusto y a la vez desilusión, pues si bien podía ver sus tetas desnudas, no se había quitado el calzón, así que no miraba ni sus nalgas y mucho menos su vagina.
Eso es trampa tía, yo si estoy desnudo y tu no, -ah pues porque ya recordé que ayer usted lo único que pudo haberme visto fueron las chichis, pero no lo demás, porque nunca me quite mi calzón, así que ándele, vengase a la regadera o salgase, como usted prefiera-, ya no dije nada, creo que lo que tenia era mas que suficiente por el momento, así que fui a la regadera, todavía antes de entrar ella me dijo, -pero recuerde, nada de sobrepasarse-, así que solo sonreí y le dije que no había problema.
Comenzamos a bañarnos, ella reía al ver mis caras cuando el agua fría caía en mi cuerpo, -ándele, sea machito y aguante el agua-, no pues si la aguanto pero pues no estoy acostumbrado, ella solo reía y se divertía.
Luego me toco ver como se enjabonaba el cuerpo, pero hacia énfasis en sus tetas, las cuales se miraban hermosas y muy antojables, que ganas de pegarme a ellas y lamerlas y chuparlas completitas, pero tenia que contenerme, solo me dedique a admirarla, pero se notaba que ella estaba disfrutando de esto, le divertía calentarme, saber que moría por cogerla y no poder hacerlo, luego tallo sus piernas y pies, pero no se quito el calzón, aunque ya mojado se pegaba a su vientre y pude notar que debajo de el, había una abundante cantidad de vello, luego me dijo que le tallara la espalda, así que se giro y mis ojos se clavaron en sus nalgas, las cuales se notaban redondas y firmes bajo la tela mojada de su ropa interior.
Le tallaba la espalda y quise pasar mis manos con el jabón hacia sus senos, pero me lo impidió, así que no me quedo mas remedio que solo tallar su espalda, luego cuando termine ella me dijo que ahora me tallara yo mientras ella se enjuagaba, así que tome el jabón y lo pase por todo mi cuerpo, dejando mi pene para el ultimo, el cual estaba erguido, así que comencé a enjabonarlo, esto lo vio mi tía y sin decirme nada, estiro sus manos, detuvo las mías y tomo el jabón.
Con una mano tomo de forma suave mi pene, lo acaricio un poco, luego comenzó a enjabonarlo, yo quise abrazarla pero ella me dijo que no, que no tenia que meter mis manos, no me parecía mucho la idea, pero pensé que era su forma de jugar o de comenzar algo, no sabia bien porque, pero decidí no preguntar ni atormentarme, solo disfrutar de lo que ella quisiera hacer, al final se me hacia muy excitante que mi tía con toda y su pena, me estuviera acariciando y enjabonando la verga.
Lo hizo con todo el tiempo del mundo, de pronto dejo mi pene, me dijo que me volteara, así lo hice, sentí como el jabón pasaba por mi espalda y nuca, luego se fue hacia el frente y sentí como sus manos pasaban a acariciar y enjabonar mi pecho, pero lo mas rico fue que sentí la suavidad de sus tetas en mi espalda, ah que rico se sentía, en verdad que me estaba gustando mucho, además con su boca me daba algunos suaves besos en mi espalda, pero luego bajo sus manos por mi estomago, de nuevo puso sus manos en mi miembro, solo que esta vez no lo enjabono, de echo dejo caer el jabón al piso.
Pero lo que hiso fue mucho mas rico, pues con sus dos manos acariciaba mi pene, suave, muy suave, luego paso una mano hasta mis testículos y con la otra comenzó a masturbarme lentamente, yo solo me dedique a disfrutar, me estaba fascinando lo que me estaba haciendo, me estaba excitando en demasiado el sentir sus senos en mi espalda, su boca en mis hombros y sus manos en mi sexo, era una delicia, me masturbaba suavemente, si bien no era una experta, se esmeraba en darme gusto, además sabia que le estaba gustando también a ella.
Podía sentir su respiración en mi oído, la cual era un tanto acelerada, demostrando que se estaba excitando, tanto que comenzó a restregar con mayor fuerza sus tetas en mi espalda, su boca mordió mi hombro y su mano comenzó a masturbarme con fuerza, una y otra vez, aunque me resultaba un poco doloroso por su inexperiencia, el placer era mucho mayor, así que solo disfrutaba, hasta que ya no pude aguantar mas, de pronto solamente comencé a expulsar chorros de semen.
Todos fueron a parar al piso, solamente las ultimas gotas quedaron en sus dedos, fue entonces que dejo de hacerlo, quito su mano y note que la llevo hasta enfrente de su cara, con curiosidad miraba el semen que había quedado en ellos, de inmediato me gire para ponerme de frente a ella, la verdad es que deseaba besarla, abrazarla, pero ella me paro en seco, solo me dijo que me enjuagara y que me saliera para que ella pudiera terminar de bañarse.
Quería protestar, pero no debía, así que simplemente le dije que si, me enjuague en el agua fría y salí del baño, pero yo mañosamente quería mirarla cuando se quitara su ropa interior, así que me asome por un hoyo que tiene la roída cortina para verla, mi tía me dio la espalda y se quito el calzón, solo que no se agacho mucho, pero aun así pude ver lo bonito de su trasero.
Sus nalgas redondas y que se miraban duras, sus caderas bien delineadas y sus piernas delgadas pero bien formadita, luego se giro solamente un cuarto de vuelta, la miraba de perfil, pero no podía verle su vagina, de pronto escuche su voz, -bueno, ya me viste las nalgas, ahora si ya vete, no quiero que me estés espiando, déjame bañar tranquila, si no ahora si que me voy a molestar-, me sorprendí, sobre todo en el tono tan serio en que lo dijo, así que ya no dije mas y mejor me fui a mi cuarto a vestirme.
Luego escuche cuando cerro la llave, la escuche caminar hacia su cuarto, yo estaba terminando de vestirme cuando la vi pasar, con una toalla enredada en su cuerpo, pero dejando sus piernas completamente descubiertas, a escasos dos centímetros debajo de sus nalgas, otra toalla en redada en su cabello, cuando paso, volteo, me sonrió y luego entro a su cuarto.
Un par de minutos después la escuche decirme que de favor le llevara la caja que le habían enviado mis padres, así que fui a la sala por esta y la lleve hasta su cuarto, me dijo que la dejara en la entrada y que me fuera a la sala, pues ya sabia que desde mi cuarto podría estarla espiando, yo solo sonreí y le dije que estaba bien, así que me fui a la sala, pero aunque ya era tarde y comenzaba a oscurecer, aun se sentía mucho calor, así que salí al jardín, ahí se sentía un poco mas fresco.
Veinte minutos después escuche que mi tía me llamaba, así que entre a la casa y mi sorpresa fue verla ahí en la sala, de pie y con el vestido de flores que le habían enviado mis padres, ese que tanto me había gustado, la verdad es que me quede sin habla, con mis ojos la recorrí de pies a cabeza.
Estaba descalza, y el vestido le llegaba apenas arriba de la rodilla, se ajustaba un poco a sus piernas, pero donde realmente se le ajustaba era en sus caderas, el vestido las hacia lucir de maravilla, su cintura se miraba delgada, y el ligero escote le dejaba ver el nacimiento de sus senos, su cabello aun mojado, negro y largo, con un poco de maquillaje en su cara, haciéndola lucir muy guapa y mucho mas joven.
Caray tía que bien te ves, le dije con total honestidad, -hay mijo si como no, si nomas me lo puse para que vieras como se me miraba el vestido, pero no, yo creo que jamás podría salir con el a la calle, me siento como si anduviera encuerada-, no tía, en verdad que te ves buenísima, además te ves muy linda, me has dejado sorprendido, en verdad que no se porque empecinas en esconder todo eso que tienes, wow.
-Bueno ya, deja de estar echando mentiras que mas me apenas, eres un adulador, se me hace que algo quieres tu-, pues si tía, algo quisiera créeme, -hay mejor ya no te digo nada porque nomas te estoy dando cuerda-.
Dio la vuelta y camino hacia donde estaba su burro de planchar, pues lo había dejado puesto y con la plancha y mas ropa encima, yo cerré la puerta y termine de entrar a la casa, sin dejar de mirar como se le ajustaba el vestido en su trasero, haciendo que sus nalgas sobresalieran de forma por demás excitante.
La verdad es que me excitaba mucho mi tía, me gustaba como se miraba y camine para estar un poco cerca y poder admirar sus nalgas, fue que ella llego a donde tenia el burro de planchar, yo me quede atrás a escasos dos metros, mi tía sabia que yo estaba ahí y que la estaba mirando, pero no decía nada, solo hacia como que acomodaba la ropa, mientras que yo ya no podía mas, necesitaba tenerla, deseaba tenerla, así que decidí que tenia que arriesgar, ya no me pude contener, pero tampoco tenia que ser tan burdo, debía hacerlo con calma.
Me acerque a ella, quede a escasos centímetros, podía ver que la respiración de mi tía se aceleraba al igual que la mía, aspire el aroma de su perfume, así como el olor del shampo en su cabello, que rico hueles tía, que rico es el aroma de tu perfume, ella no dijo nada, seguía según ella acomodando la ropa.
Puse mis manos en los costados de su cintura, acerque mi cara por el lado izquierdo de su cabeza, aspire profundamente, luego le di un pequeño beso en su cuello, pude sentir como su había vibrado con ese pequeño beso, así que luego decidí pasar a su oreja, la cual atrape con mis labios, ella seguía sin decir nada, pero dejo de mover la ropa y se quedo inmóvil, a la espera de mi siguiente movimiento.
Así que moví mis manos hacia su estomago y pegue mi cuerpo al suyo, mientras seguía besando su oreja, pero como era mas chaparrita, tuve que doblar un poco mis rodillas, para que así mi boca alcanzara su cuello, y aproveche para pegar el bulto que ya traía en mi pantalón, quedando exactamente en sus nalgas, para enseguida de nuevo besar su cuello.
Quite una de las manos que tenia en su estomago y con ella tome su cabello y lo levante, para dejar al descubierta su nuca, en la cual postre mi boca, lo que provoco que su cuerpo se erizara, así que al ver que era muy sensible en esa parte, empecé a besarla con mas fuerza, pasando mi lengua hacia su cuello y de regreso.
Claramente pude sentir como ella comenzó a hacer sus nalgas más hacia mí, con esto ella podía sentir mucho mejor lo duro que ya me tenía, lo excitado que estaba y las ganas y deseos que tenia por cogerla.
Ahora solté su cabello, la hice dar un pasito hacia atrás y luego le hice que doblara su cuerpo un poco hacia delante, recargando sus manos en el burro de planchar, con mis dos manos la tome de la cintura y por la posición ella había levantado un poco más sus nalgas.
Comencé a mover mis caderas suavemente hacia los lados, haciendo que sus nalgas sintieran lo duro de mi miembro.
Ella reaccionaba muy bien, pues comenzó a mover sus nalgas al mismo ritmo que yo movía mis caderas, sin despegar sus nalgas ni un solo momento de mi bulto, me estaba fascinando sentir sus nalgas, me estaba excitando la complacencia que ahora estaba teniendo ella conmigo.
Mis ojos se fijaron en el cierre del vestido, el cual comenzaba en la parte alta de su espalda y bajaba hasta la mitad de su trasero, así que lleve una mano hasta el cierre, mientras que con la otra seguía atrayéndola hacia mí.
El cierre fue bajando poco a poco, hasta que llego a su cintura, tuve que separar mi bulto de sus nalgas para que pudiera seguir bajando el cierre, ella se quedo quieta al no sentir mi bulto entres sus nalgas.
El cierre por fin termino de bajar, ahora con mis manos tome los tirantes del vestido y los pase por sus hombros hasta los codos, ella se incorporo y se puso completamente vertical, con sus brazos hacia los lados para facilitar el paso de los tirantes, hasta que quedo con el vestido un poco enrollado en su cintura, de nuevo la tome por las caderas y pegue mi cuerpo al suyo, mis manos acariciaban su estomago y mi boca lamia la parte alta de sus hombros.
Ella misma echo sus caderas hacia atrás, hasta que sus nalgas encontraron de nuevo el bulto de mi pantalón, comenzando a moverlas de forma muy sensual y haciéndome poner mas caliente, así que volví a hacer que se recargara en el burro y con mis manos desabroche su brasier.
Lo abrí y lo deslice por sus brazos, ella se incorporo para que este pudiera salir, entonces lleve mis manos a su estomago y lo acaricie un poco, solo unos segundos pues después mis manos se fueron deslizando hacia arriba, pude sentir la parte baja de sus tetas, luego seguí subiendo hasta que mis manos se apoderaron de ellas, lo cual le hizo dejar escapar un suspiro.
Era una delicia sentir la suavidad de sus tetas, además pude sentir como sus pezones comenzaban a ponerse duros, mientras que mi boca seguía lamiendo su cuello y mi miembro duro y erecto, seguía restregándose en sus nalgas.
Ella solo suspiraba y cada vez mas fuerte y mas seguido, pero yo quería seguir con mas, pensé que era el justo momento para hacerlo, por lo cual deje de besar su espalda y cuello, solté sus caderas y despegue mi pene de sus nalgas, tome su vestido y comencé a bajarlo, solo encontré oposición al momento de querer pasar sus caderas, pero en cuanto pasaron este obstáculo, el vestido siguió su viaje descendente hasta caer al piso.
Mis ojos se clavaron en sus nalgas, las cuales estaban decoradas con uno de los calzones que mi madre le había enviado, el de color negro y que le dejaba libre la mitad de las nalgas, así que no pude contenerme, de inmediato postre ahí mis manos, las cuales de forma muy hábil las acariciaban con mucho deseo.
Solté sus nalgas para hacerla que de nuevo se recargara en el burro de planchar, en cuanto lo hizo me puse en cuclillas, tenia sus nalgas a escasos centímetros de mi cara, mis manos las acariciaban, pero luego las lleve hasta el elástico de su ropa interior para bajarlo, pero ella se incorporo y me detuvo, -no espera mijo-, yo pensé que ya se había arrepentido, así que me incorpore, sintiendo que ya todo había terminado, pero por el contrario, ella se giro, quedo frente a mi, mis ojos miraron los suyos, su boca y terminaron en sus hermosas tetas.
Ella con una mano levanto mi cara para que la mirara a los ojos, luego me dio un pequeño beso en los labios y las palabras que siguieron después de este beso, hicieron que me regresara el alma al cuerpo, pues de forma muy sensual y con un gesto que denotaba un gran deseo, me dijo, -aquí no mi niño, vamos a mi cuarto-.
Mi cara simplemente demostró el gusto y alegría que me dio, así que la tome de la mano, y la lleve a su cuarto, al cual entramos y nos quedamos de pie a un costado de la cama, ella de inmediato llevo sus manos a mi playera para querer sacarla, solo que como esta me quedaba un poco justa no podía, de inmediato la auxilie y yo mismo me quite la playera y la avente al piso.
Mi tía se me quedo mirando, veía mi pecho, mis brazos y mi estomago, la verdad es que el ejercicio me ah ayudado mucho a mantenerme en forma y a tener si no un cuerpo lleno de músculos, si lo suficientemente marcado, y note que esto le gusto a ella, pues llevo sus manos a mi pecho y comenzó a acariciarlo, luego mis brazos, mis hombros, mis antebrazos, mientras yo solo la miraba y disfrutaba de lo que hacia.
Hasta que paso sus manos hacia mi cintura y luego hacia mi espalda, haciendo que sus senos se pegaran a la parte baja de mi pecho, sintiendo la calidez y suavidad de estos, hizo su cabeza hacia arriba, me miro a los ojos y vi que ella lo que quería era que la besara, así que no lo pensé mas y uní mis labios a los suyos.
El beso comenzó suave, tranquilo, solo usábamos nuestros labios, mientras que mis manos acariciaban su espalda, y las suyas la mía, pero el beso comenzó a subir de tono, note que se desconcertó un poco cuando por fin metí mi lengua, pero el momento era tan excitante que como respuesta ella comenzó a utilizar la suya, doble un poco mis rodillas y pegue mi bulto en su vientre y mis manos las baje a sus nalgas, las cuales apreté y acaricie a mi gusto.
Sentí como ella me jalaba hacia la cama, así que sin dejar de besarla, la recosté sobre las cobijas, quedando los dos de costado, con una mano tome una de sus piernas y la pase hacia arriba de mi cadera, luego me rodé un poco y quede encima de ella, quien por instinto abrió sus piernas y quede en medio de ellas.
-Házmelo mijo, anda, házmelo que en verdad lo necesito-, dijo ella con una voz acelerada y entrecortada por lo excitada que estaba, pero yo no dije nada, esto era tranquilo, tenia que excitarla mas, tenia que ponerla al punto, así que deje de besarla, la mire y le sonreí.
Aun no tía, aun no, y enseguida comencé a besar su cuello, la parte delantera de sus hombros, de ahí seguí con mi lengua hacia el comienzo de sus senos, para enseguida pasar mi lengua entre ellos, levante mi cara, la mire, le sonreí, volví mi mirada a sus tetas y me decidí por comenzar con la derecha, mi boca aprisiono su pezón, esto le arranco un suspiro, sus manos tomaron mi nuca, mientras que me daba gusto en besar, lamer y degustar de tan ricas tetas, sus pezones eran presas de pequeños mordiscos, su piel estaba erizada, dejaba escapara suaves gemidos, que me decían cuanto lo estaba disfrutando.
Me tome mi tiempo para saborear sus tetas, pero era hora de continuar, era hora de excitarla mas, así que deje sus senos y mi lengua comenzó a recorrer su estomago, se estaciono un poco en su ombligo, esto le provoco una risilla, pues había sentido un poco de cosquillas, así que proseguí y baje hasta llegar a donde comenzaba la tela de su ropa interior, ella miro con incertidumbre pues no sabia lo que le haría, pero me salte esa parte y me seguí hasta sus piernas, las cuales acaricie, bese y lamí con gusto, las rodillas y la parte interna de sus piernas, lo cual le provocaba que su piel se pusiera chinita, pero ahora quería probar su sexo, quería aspirar su aroma y hacerla gemir de gusto.
Así que con mis manos tome por los bordes su ropa interior y jale hacia abajo, ella coopero de inmediato levantando sus caderas para que este pasara y en cuanto lo hizo, no se detuvo hasta que salió por los pies, ahora mis ojos miraron como un abundante vello cubría su vagina, sin duda no era una mujer que le gustara afeitarse, pero no por eso dejaba de verse deliciosa, por el contrario, me tenia mucho mas excitado ahora.
Ella por instinto cerro sus piernas, así que tuve que abrirlas, pero ella pensaba que yo me quitaría en ese momento mi pantalón, pero para su sorpresa lo que hice fue acomodarme a modo de quedar en medio de sus piernas y mi cara frente a su sexo, -hay mijo, que piensas hacer, porque pones tu cara ahí-, voltie, la mire, le sonreí y le dije, que solo disfrutara.
Con mis dedos abrí paso entre su vello hasta dejar al descubierto sus labios vaginales, los cuales permanecían cerrados, así que con los mismos dedos los abrí y con ello pude admirar lo hermoso de su sexo, aspire su aroma y era realmente excitante, su olor a hembra me perturbo y excito demasiado, moría por probarla, lo cual ella noto y llevo sus manos a mi cabeza, -no mijo que haces, no vayas a hacer eso, que no esta bien, no mijo escúchame-.
Pero era demasiado tarde, la fuerza de sus manos no fue suficiente, cuando se dio cuenta mi lengua ya estaba explorando el interior de su sexo, degustando de ese sabor tan especial y tan excitante, -ahhh que haces, ahhh te dije, ahhh que no lo ahhh hicieras-.
Sus frases entrecortadas y los pequeños gemidos que de su boca escapaban, me dieron a entender que comenzaba a gustarle, además su oposición comenzó a ceder, así como sus supuestas protestas, -ahhh, no, ya no ahhh, mmm, ahhh, que me haces, ahhh que rico, ahhh no pares, ahhh sigue, sigue que me estas volviendo loca, ahhh que rico, ahhh si, así, así ahhh-.
Había cedido a mi caricia bucal, así que con su total aprobación, arremetí con mayor ímpetu, haciendo que su cuerpo se moviera por tan ricas sensaciones, pero el acabose llego una vez que mi lengua comenzó a atacar su clítoris, su cuerpo se cimbro al primer contacto, sus manos se aferraron a la cobija y de su boca salían fuertes y excitantes gemidos.
Sentí como su clítoris se hinchaba ante la caricia de mi lengua, cuando mis labios lo aprisionaban y le daban suaves succiones, luego giraba mi lengua y acariciaba el botoncito con la punta de esta, haciendo que mi tía se retorciera, que gritara, que gimiera y bramara de gusto y placer, hasta que de pronto sentí como ponía duras sus piernas, su cuerpo se tensaba y un fuerte grito acompaño a un abundante liquido que lleno mi boca y barbilla, estaba caliente pero sabia exquisito.
Mi tía se retorcía de placer, me decía que me detuviera pues la sensación era insoportable, pero yo no hice caso y seguí atacando su clítoris, mientras que ella balbuceaba palabras que no podía entender por lo entrecortado que salían, sus manos habían soltado la cobija y ahora tomaban mi cabello y jalaban fuertemente de el, pero no para quitarme si no por la sensación tan excitante que se había apoderado de ella.
-Ahhh otra vez siento que ahí viene, ahhh de nuevo siento que…… ahhhhhhhhhhhhhhhhhhh siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, ahhhhhhhhhhhhhh-, exclamo al momento de estallar en un segundo orgasmo, de nueva cuenta volví a degustar de su jugo, pero ahora fue mucho mas abundante y igualmente caliente.
Fue entonces que decidí dejar su botoncito, dos orgasmos habían sido suficientes por el momento, ahora quería penetrarla, quería sentirme dentro de ella, por lo cual me incorpore mientras que ella terminaba de disfrutar su orgasmo.
Me levante de la cama y me pare a un lado de ella, rápidamente desabroche mi pantalón y con mis pies quitaba mis tenis, luego lo baje junto con mi bóxer hasta quedar completamente desnudo, ella volteo a mirarme, sus ojos se clavaron justo en mi miembro, lo vio duro y firme y como ya se había recuperado de su orgasmo, con una voz suplicante me dijo, -si mijo anda ya, ven que te quiero dentro, házmelo ya que muero por tenerte dentro-, así que solo le dije que si, que era turno de tenerme dentro.
Me subí a la cama, abrí sus piernas y me coloque entre ellas, tome mi pene y lo guie a su cuevita, ella me miraba expectante y en silencio, pero su cara reflejaba un enorme deseo.
Coloque la cabeza de mi pene en la entrada de su cuevita, podía sentir el calor que emanaba de ella, iba a comenzar a introducirme cuando me dijo, -hazlo despacio mijo, recuerda que tengo muchos años sin sexo-, le sonreí y le dije que no se preocupara, que lo haría con cuidado.
Así que comencé a introducirlo poco a poco, ella gimió al sentir como mi glande se abría paso, y yo sentí como las paredes vaginales hacían una deliciosa presión, así que lo fui metiendo poco a poco y de forma lenta, hasta que la mitad estaba dentro, fue que me quede quieto por unos instantes y es que en verdad su cuevita apretaba de forma maravillosa, podía sentir como las paredes vaginales que estaban completamente lubricadas, abrazaban con un calor delicioso el tronco de mi miembro, pero era momento de seguir así que la mire a los ojos y seguí mi camino, lentamente hasta que entro por completo.
Fue un verdadero placer ver los gestos de gusto que hizo mi tía cuando me sintió completamente dentro de ella, así que acomode sus piernas y sin sacar un solo milímetro mi pene, me recosté sobre ella, quien jalando aire me miraba y luego comencé a comerme su boca, ella de inmediato me abrazo y fue que empecé a sacar y meter mi pene, pero solo lo sacaba un poco y lo volvía a meter por completo, mientras ahora su lengua se enfrascaba en una voraz batalla con la mía.
Poco a poco sacaba mas de mi pene y lo introducía de nuevo por completo, cada vez mas incrementaba la fuerza y la velocidad a mis penetraciones, hasta que logre un ritmo que note le agradaba y fue cuando ella dejo de besarme pues su boca se enfoco en dejar escapar gemidos de placer.
Me acomode a forma de comerme sus tetas mientras la seguía penetrando, sus manos acariciaban mi espalda y nuca, sus gemidos tomaban un sugerente ritmo, mientras que mis manos recorrían sus piernas.
Me canse de esa posición, además quería variar un poco, sabia que no podría hacerlo como lo hacia con mi exnovia, pero si quería variar un poco mas en este primer encuentro, así que me incorpore un poco, sin sacarle mi miembro y quedando de rodillas entre sus piernas, las cuales tome por los talones y los subí hasta recargarlos en mis hombros, la tome de los muslos y comencé a penetrarla de nuevo, solo que ahora era mas fuerte y mas rápido.
-Hay mijo, síguele así, hay que rico, ahhh me esta gustando mucho, ahhh si, así, dale mijo, dale que me estas matando de gusto-, así que ante sus palabras de aliento, no me quedo mas que darle gusto y seguir penetrándola como le había gustado, mirando como sus tetas se movían al son de mis penetraciones.
Por varios minutos seguí cogiéndola así, hasta que mientras la penetraba le decía que ahora quería que me montara, pero ella no me entendía, así que lo que hice fue dejar de penetrarla, solté sus piernas y me salí de ella, para de inmediato recostarme sobre la cama boca arriba y a un costado de ella, quien me miraba sin saber que era lo que yo quería, así que le explique lo que necesitaba que hiciera.
Como que no le gusto mucho la idea pues me di cuenta que estaba disfrutando lo que le hacia, pero yo sabia que le gustaría, bueno es que a mi exnovia le fascinaba montarme y a mi que lo hiciera, pero no dijo mas y de pronto ya la tenia sentada sobre mi, con una pierna en cada costado de mi cadera, así que le explique de nuevo lo que tenia que hacer y de inmediato levanto su trasero, mientras que yo con una mano tomaba mi pene y le decía que ahora ella se sentara sobre de el para que se introdujera.
Pero no pudo, así que mejor ella con su mano tomo mi miembro y lo guio a la entrada de su cuevita, en cuanto el glande entro ella se dejo caer, esto fue algo que me dolió un poco, pero pude notar en su cara que por el contrario, a ella le había gustado, así que la tome de los hombros y la hice recostar sobre mi cuerpo, esto sin que mi pene se saliera.
Doble mis rodillas y apoye mis pies sobre la cama, lleve mis manos a sus nalgas, ella me miraba expectante, levante mi cara y me prendí de su boca, introduje mi lengua en su boca y en ese momento comencé a mover mis caderas, apoyándome de sus nalgas, penetrándola con un ritmo suave pero asegurándome en todo momento de penetrarla por completo.
Me di cuenta que le agrado pues su lengua comenzó a responder, fue así que incremente el ritmo y empecé a penetrarla con mas fuerza y mucho mas rápido, lo cual hizo que ahogara un fuerte gemido en mi boca, comenzando a sentir mucho placer, por lo cual dejo de besarme, me miraba a los ojos mientras de su boca escapaban excitantes gemidos.
Te gusta eh tía, -ahhh si, ahhh que rico se siente mijo, ahhh que rico, se siente mejor que hace rato, ahhh si, así, ahhh mijo que bien lo haces, ahhh si, así dale, así dale-, y ante tales comentarios y solicitudes, no me quedo mas que arremeter con mas ímpetu, simplemente comencé a penetrarla con todas mis fuerzas, arrancándole una infinidad de gemidos.
Era un placer inmenso, el sentir como mi miembro entraba en su cuevita, la cual estaba excelentemente bien lubricada, escuchar los gemidos y los gestos que se dibujaban en su cara, era la muestra mas sincera de que realmente lo estaba gozando, lo estaba disfrutando.
Tanto que de pronto ella misma comenzó a tomar la iniciativa, de pronto se incorporo un poco, esto provoco que yo no pudiera moverme con la libertad que lo estaba haciendo, pues cuando note ella estaba sentada sobre mi verga, sus manos las puso sobre mi pecho y entonces comenzó a mover sus caderas, así que yo lo que hice fue estirar mis piernas y dejar que ella hiciera lo que mas le complaciera.
La verdad es que en un principio lo hacia un tanto torpe y sin ritmo, pero ella misma fue encontrando el punto exacto, donde mas placer sentía y esto llevo a que sus movimientos fueran mas coordinados y sobre todo, mucho mas placenteros, movía sus caderas en círculos, hacia delante y atrás, de pronto ella misma se daba de sentones, en fin que me sorprendía la iniciativa que ella había tomado, aunque la verdad es que era muy placentero, sentía muy rico, y estaba sin duda haciendo que mi orgasmo se fuera aproximando.
Miraba como se movían sus senos y sobre todo cuando ella se daba de sentones, me fascinaba verlos bailar al ritmo de sus movimientos, pero eran un manjar bastante apetecibles y note que mas gusto le dio cuando mis manos comenzaron a acariciarlos, a apretujarlos, a dar suaves pellizcos a sus pezones, esto provocaba que ella se moviera con mayor intensidad.
-Hay mijo, ahhh que rico, ahhh que rico es esto, ahhh-, creo que fueron sus ultimas palabras en ese momento, porque después fueron puros gemidos, en verdad puedo decir que jamás había escuchado gemir a una mujer de esa forma, eran una estimulación tan grande para los sentidos, como para el ego, tanto que sentía que ya no podría mas, que estaba casi por reventar, pero yo quería que ella terminara primero o lo hiciéramos juntos, trataba de concentrarme para no terminar, pero con sus gemidos y gestos no podía, era inminente que pronto me correría.
Pero para sorpresa mía, de pronto mi tía apretó fuertemente mis brazos, alzo la cara al techo y dejo escapar un grito, al mismo tiempo que pude sentir como un liquido abrazaba por completo mi verga, y este salía y escurría por mis testículos, se estaba viniendo, había alcanzado el orgasmo y sin duda esto me excito demasiado.
Ella por lo mismo de su orgasmo bajo la intensidad en los movimientos de sus caderas, así que yo quite mis manos de sus senos y las lleve a sus caderas, de nuevo apoye bien mis pies y comencé a penetrarla con fuerza, lo que le hizo gemir mas fuerte y de pronto ya no pude mas y estalle, depositando en ella todo el espeso y caliente semen que salía a chorros de mi miembro, ahhhhhhh que ricooooooo, exclame al momento de sentir como los chorros de semen salían de mi pene y no me detuve hasta que la ultima gota salió y se deposito en ella.
Ambos estábamos bañados en sudor, yo respiraba muy aceleradamente, era un placer tan inmenso el que sentía que hasta desesperación había en mi, de lo cual se dio cuenta ella, quien para entonces ya habían terminado las sensaciones de su orgasmo y aunque también tenia la respiración muy acelerada, note como hizo un gesto de ternura, me miraba de una forma que me hacia sentir tranquilidad, luego una de sus manos comenzó a limpiar el sudor de mi frente y con una voz dulce aunque un poco entre cortada, me decía.
-Calma mijo, tranquilito que ya todo paso, hay mijo que bueno es usted para esto eh, que me ah hecho ver hasta estrellitas, no mijo que dios perdone lo que voy a decir, pero ya hubiera querido yo que su difunto tío me hubiera echo la mitad de esto que tu me hiciste, no mijo que usted ah estado muy bien, ah que sobrino tan bueno me salió para esto del sexo, así hasta mas gusto me va a dar que te quedes toda la semana-.
Mi respiración ya estaba regresando a su ritmo normal, ya me sentía mas tranquilito, sentía como mi pene comenzaba a perder su fuerza, -hay mijo que ya se esta poniendo blandito-, al decir esto ella se levanto un poco y mi pene salió de su cuevita, -hay mire nomas, pos si ya no esta como hace ratito, pero bueno, no es para menos con lo bien que se porto, pues ahora se merece su descanso verdad-, si tía, creo que si.
Ella se recostó a mi lado, se quedo boca arriba mirando hacia el techo, al igual que yo, nos quedamos en silencio por algunos minutos, luego me dijo, -oiga mijo, y siempre cuanto tiempo se va a quedar aquí conmigo-, pues yo creo que una semana tía, bueno ese era el plan inicial, pero pues creo y estoy pensando que tal vez verdad, no lo se pero pues tal vez me quede mas tiempo.
En eso ella se puso de lado, levanto un poco su cabeza y me dijo, -bueno pues si usted quiere quedarse aquí una, dos o tres semanas, es mas si usted quiere quedarse aquí todo el mes, pues créame que yo seré la mas feliz de darle posada, por mi el tiempo que usted quiera mijo-.
Me gire y le dije, que si por mi fuera, me quedaría mucho mas tiempo, pero que al final debería de regresar para la escuela, así que lo mas que me podría quedar son dos semanas y media, tal vez tres.
-Y que necesita mijo para que se motive a quedarse las tres semanas-, pero esto en verdad que lo dijo en un tono tan cachondo y pícaro, que un escalofrió recorrió todo mi cuerpo, así que solo le dije que con la motivación que tenia frente a mi, era mas que suficiente.
-Bueno mijo, pues entonces no se hable mas, ya sabe usted que aquí será usted bien venido, (si, así en ese tono lo dijo, ella no dijo bienvenido), y pues sirve que le da un poco de cariño y compañía a su tía, que tan solita esta siempre-.
Sind duda alguna, serian las mejores vacaciones de mi vida, me esperaban tres semanas que prometían ser intensas, placenteras y llenas de agradables y calientes sorpresas, sobre todo muuuy calientes sorpresas.