Amigos bakunos, les dejo este escrito que realize, es ficticio y me gustaria sus comentarios y pues espero que sea de su agrado, se aceptan criticas y sugerencias. saludos !!!!

Recuerdo aquel 2 de noviembre en el que nos reunimos como cada año para contar historias de terror o vivencias “extra normales”. El primero en abrir el telón era siempre cesar con su clásica anécdota fantasmagórica sobre una anciana que recorría los pasillos de la antigua universidad donde estudio y que solamente aquellos curiosos que no creían en ella sufrían una terrible desgracia. Esa clásica apertura y el hecho de estar en la azotea de la casa de Moisés nos incitaba a continuar con nuestros relatos. Era casi predecible que después de cesar continuaba pedro pero por alguna extraña razón se había retrasado más de lo normal, así que decidí a aventurarme y continuar con la tradición sin respetar el orden –al fin y al cabo el orden de los factores no altera e producto- comencé a narrar la vieja historia que me contaba mi abuelo, aquella que solo algunos conocen sobre el hombre que se había suicidado tras haber asesinado a toda su familia por haber enloquecido de tantos problemas para por fin terminar ahorcándose en el árbol que se encontraba en el jardín delantero de su casa y que solo en algunas noches se podía ver el bulto meciéndose al compás de las hojas que eran movidas por el viento.

Minutos más tardes se nos unió pedro, aunque lo notamos un poco más extraño de lo normal nos pidió una disculpa por la demora y dijo que traía la mejor historia para todos y que nos erizaría la piel y también afirmo que no dormiríamos por varios días. Nada más acertado que lo que dijo en ese momento.

Antes de comenzar con el relato de pedro quiero aclarar que pedro no compartía la tradición del día de muertos era un poco escéptico, ya que para él no existía vida después de esta.

Pedro tomo asiento y comenzó a contarnos que hace un año estaba en casa de unos primos suyos tomándose unas cervezas y celebrando la victoria de su equipo de futbol, entre tantas cosas sus primos le dijeron que al regresar a su casa se fuera con cuidado puesto que en esa calle existía una casa abandonada. La casa la había habitado un solitario escritor que no fue muy reconocido pero siempre escribía cuentos fantásticos para niños. Un día este joven escritor al regresar a casa noto que la puerta estaba abierta y al ingresar en ella las personas que habían entrado aún seguían ahí y al intentar defender su mayor tesoro que era un libro con muchos cuentos infantiles, este fue asesinado. Pedro nos dijo que en ese momento le dio risa porque el sencillamente no creía en fantasmas. Ya entrada la madrugada se dirigía a su domicilio y al pasar por la casa del solitario escritor solo se detuvo en frente y miro fijamente por varios minutos. Luego se dio la media vuelta para retomar el camino y en ese momento unos metros más adelante se encuentra a una pequeña niña llorando en la acera. Pedro le pregunto que sí que le sucedía y ella afirmo que se encontraba perdida. Pedro a pesar de ser una persona egoísta y poco humanitario, al verla bañada en llanto le dijo que la llevaría a su casa, al fin y al cabo estaban a unos metros del parque central y ahí en frente estaban los fraccionamientos.

Al llegar al parque pedro le pregunto a la niña. – ¿Y en que fraccionamiento vives?- la niña no respondió. Pedro volvió a repetir la pregunta ya con un tono más molesto y la niña solo levanto la cabeza, le tomo la mano y le dijo: Que deseaba jugar en los columpios. Pedro respondió que ya era demasiado tarde, sus padres estarían muy preocupados y él estaba algo ebrio; pero al ver a la niña con sus ojos llorosos le dijo que solo sería un momento.

Pasada la 01:00 de la mañana pedro le dice a la niña que ya es hora de irse y ella asienta con la cabeza, por consiguiente pedro repite la pregunta – ¿dónde vives?- y ahora ella solo responde: no seas tonto, yo no vivo, solo quería jugar y ahora que sé que somos amigos, jugaremos todas las noches.

Al escuchar esto, todos nosotros pensamos que estaba loco o que solo bromeaba, así que nuestros comentarios y críticas no se hicieron esperar, sin embargo pedro solo nos miró a todos y nos dijo: sé que no me creen pero si estoy aquí es para que todos juguemos con ella porque yo ya estoy cansado y es el turno de ustedes…