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Les traigo otra leyenda de mi Oaxaca lindo, en esta ocación lo lei en una revista de circulación local, ojala les guste...
“LA OLLA DE ORO”
“LA OLLA DE ORO”

En mi población podemos escuchar un sin fin de leyendas de todo tipo de naturaleza como: del agua, de los muertos, de desborde del rió, etc., pero en esta narración les voy a contar lo que el ciudadano Evaristo Aparicio Sánchez me dijo.
Todo inició en un mes de mayo cuando las noches son un poco tranquilos y los días hermosos, nos dice que entre los días de aquel mes, en el cerro mas lejano de la comunidad se puede divisar una flama de color medio azulado como si alguien estuviera quemando algún tipo de combustible, pero esta no avanza, no se expande por los árboles que están alrededor, sino que permanece constante nada mas, y el que es capaz de observar dicho fenómeno, es que tiene mucha suerte o es el individuo al que le va a pasar algo muy grande y que por coincidencia está en ese lugar.

Pero si su destino es encontrarlo, los animales y demás cosas no le harán nada, que podrá pasar sin problemas alguno, pero sí en caso contrario, su sino no es encontrar la flama , la persona morirá al ver ese espectáculo, porque cuentan que aquellas fieras lo empiezan a devorar de una forma espantosa, sintiendo dolor de cómo se lo comen, con calma y sin demora, hasta llegar a su pecho, sintiendo el dolor y el terror de ser devorado vivo, pero si su valor y fortaleza lo apoyan logrará llegar al lugar donde brota esa flama azul.
Al llegar al lugar donde está la flama se aparece el esqueleto de una persona, y se le debe de hacer una oración para que le deje trabajar en paz y que no maldiga con un mal que poco a poco acabara con tu vida. Realizada la oración te dejara trabajar y se podrá excavar, hasta encontrar una olla llena de monedas de oro, de la cual al sacar una o varias monedas se van reponiendo como si fuera un yacimiento de oro, sin embargo el tiempo para sacar las monedas es limitado por lo que no se debe deslumbrar con el oro o la avaricia, ya que se tiene que volver a cubrir el hoyo antes de que cante el gallo al amanecer, ya que la olla y las monedas que se sacaron desaparecerán.
Por eso se debe poner mucho empeño para culminar pronto. Porque sino se da cuenta del correr del tiempo el resplandor desaparece y con él, la fortuna, al intentar regresar por el camino andado, es fácil perderse por lo tupido del arbolado y olvidar el camino por donde se llegó.
Se cuenta una historia en particular que le sucedió al difunto Juan Pérez Gutiérrez, según narran sus familiares, que un día del mes de mayo, por la noche, entre las 11 y 12 p. m. don Juan llegó apresurado como si alguien lo estuviera persiguiendo, porque se veía muy cansado y sudando, al entrar a su casa no comento nada y su madre se extraño mucho, aunque le preguntó de donde venía ó quien le estaba persiguiendo, porque estaba de esa forma y Don Juan no le contestó, sino que paso directo otro cuarto donde estaban sus herramientas de trabajo y escogió una pala que apenas había comprado en Chalcatongo y un pico que estaba un poco deteriorado pero con un buen filo, al ver esto su madre se sorprendió cada vez más y le dijo que adonde iba con esas herramientas porque ya era de muy noche y que no había luna ni estrellas para poder trabajar, a lo que Don Juan respondió que las herramientas las iba a ocupar su amigo Pepe y que las quería en ese momento porque tenía que realizar algo muy temprano , entonces su madre ya no le comentó nada y dejó que saliera, pero antes de salir de su casa su madre le preguntó a que horas iba a regresar, y Juan le contestó que no se iba a tardar mucho tiempo, que la casa de Pepe quedaba a unos dos kilómetros de ahí.
Su madre ya no le dijo nada y le dió la bendición para que se fuera con bien. Al salir Juan de su casa volvió la mirada al cerro y alcanzó a ver la flama azul que brotaba en lo alto del cerro.
Casi al llegar al peñasco , Don Juan vio en su reloj que ya eran las 11:20 p.m. y sabía de que le quedaban pocas horas antes de que cantara el gallo y sin pensarlo más continuó su recorrido, pasó por los senderos donde comúnmente iba a cortar leña, pero el paisaje lucía extraño, como si todo estuviera muerto, los árboles estaban secos pero muy secos, además observó un venado tirado en medio del camino agonizando de dolor y pensó que aquel venado no tenia que hacer nada allí, ya que los venados se habían extinguido, antes de terminar aquel pensamiento el venado se levanto de inmediato y se desapareció en un abrir y cerrar de ojos, entonces empezó a sentir miedo y se quiso regresar de nuevo a su casa , pero en eso al voltear ya no vio ningún sendero sino que observó que estaba a la orilla de un barranco, y su única opción era seguir adelante hasta final del camino.
Sus piernas se encaminaron sin que él las controlara, porque sintió de que algo lo atraía, temeroso prosiguió porque no le quedaba de otra, volteó nuevamente y vio como se desboronaba la tierra que estaba detrás de el y se deslizaba al barranco. Su miedo iba en aumento pero su deseo de alcanzar la flama azul era más fuerte, cada vez que se iba acercando más, el camino se hizo mas tenebroso, parecía cubierto de signos y letras escritas en la tierra, además de toparse con personas a su alrededor que sabía habían muerto tiempo antes, entre ellos vio a uno de sus mejores amigos que había muerto hacía unos doce años, de una forma terrible, porque su padre lo mató a golpes hasta quedar totalmente desfigurado.
Pero haciendo acopio de valor no hizo caso a esas visiones en su alrededor, ya que entre más se acercaba al lugar, las flamas se veían más hermosas, estando próximo a llegar observó que había un esqueleto en el camino, le dijo que estaba ahí porque había visto la flama desde su casa y que él era pobre y quería sacar adelante a su familia, el esqueleto no se quitó del camino, Juan empezó le hizo una oración, y el muerto desapareció, pasado esto, prosiguió su camino hasta llegar a la flama que estaba sobre la tierra, miró nuevamente su reloj y marcaba la media noche en punto.
El empezó a excavar y entre que más excavaba, la luz se hacia más intensa y más brillante , cuando al sacar una palada, observó que había huesos, recordó pedirle que lo dejara trabajar en paz para que pudiera ver lo que había debajo, los huesos desaparecieron también, continuó sacando paladas de tierra hasta topar con algo duro , lo que aumento su empeño y sus energías al descubrir una moneda de oro , siguió sacando más tierra hasta toparse con una pequeña olla de oro, al sacarla tomo una moneda de oro y vio la remplazaba otra, entonces tomó un puño de monedas y lo introdujo en su bolsillo, viendo que se regeneraban nuevamente, comprobó así que era una olla mágica.

Con el final del canto del gallo el lugar desapareció y observo que, estaba en el borde de un barranco a punto caer, retrocedió buscando el piso firme e intento ver a todos lados pero solo observó de que había muchos árboles y que estaba muy oscuro, trató de recordar el camino sin éxito, después de caminar por largo tiempo no llegaba a ningún lugar, el cansancio le hizo presa y se sentó al pie de un árbol.
Al salir el sol, los primeros rayos le despertaron, percatándose de que estaba sentado en la puerta de su casa y con los bolsillos vacíos.