La historia que les contaré a continuación es totalmente cierta y me paso a mi hace ya muchos años.

Era la época de los noventas, por azahares del destino termine viviendo en la ciudad de Querétaro, tenía apenas 18 añitos, y como necesitaba trabajo pues por suerte en el periódico encontré un anuncio de los clásicos “gana 1000 pesos semanales empieza hoy mismo” , y pues la necesidad me hizo aceptar el trabajo, era de vender libros de casa en casa, hasta ahí todo bien, pero después en la casa de un familiar donde estaba de arrimado pues nomas ya no me quisieron, yo era chavo y desmadroso y pues ahí no aguantaron que llegara a veces tarde, a veces pedo, pues es una familia tradicional, total que le dije al gerente de donde vendía los libros que ya no podría trabajar porque no tenía donde vivir, y me dijo nombre no te agüites aquí viven Pedro y Javier, si le echas ganas y vendes bien tampoco a ti te cobraré renta, la casa en cuestión estaba en el centro histórico de la Ciudad de Querétaro y para los que conozcan es en la calle Juárez casi esquina con Zaragoza ahora esta ahi la mueblería alameda.

Desde el primer día mis compañeros de celda, digo de casa, me dijeron que ahí se oían ruidos en la noche, pero no le di importancia más que nada porque siempre he sido bien machote, además todo tiene una explicación científica, así que no me preocupe cuando el primer día se escucharon como muebles que crujían lo clásico de las casonas antiguas todo parece hacer eco y se oye más fuerte de lo normal, además los muebles crujen porque se contraen con el frío de la madrugada esos es normal, así pasaron los días sin cambios solamente lo normal en la noche al leer se concentraba uno mucho y se sentía como que alguien te observaba, de repente levantaba la vista y solo veía el pasillo, nada más.

Pero como a las 5 semanas de estar ahí sucedió algo para lo cual hasta la fecha no tengo explicación, eran algo así como la 1 de la madrugada y estaba yo tranquilamente leyendo mi libro vaquero o el mil chistes no recuerdo, cuando escuche ahí frente a mi como a 1 metro pasos de tacones de mujer, cabe aclarar que mis compañeros de casa los fines de semana se iban a sus respectivos ranchos y pues me quedaba solo el fin de semana, la casa se cerraba por dentro y no se abría ni con llave pues la puerta era de esas que tenían un pasador metálico pesado, así que si estaba completamente solo ¿o tal vez no?, no lo sé pero la verdad sentí como se me erizó el pelo, los taconazos los recuerdo claramente y por más que quiero engañarme y pensar que provenía el ruido de la calle pues no es posible porque los escuche claramente y en el pasillo no había nadie. Esa noche no supe ni como me dormí, al otro día llegaron muy temprano mis compañeros y les conté lo sucedido, no me creyeron más que nada porque cuando me contaban de los ruidos les decía que eran bien jotitos que esos ruidos eran normales. Ese mismo día me fui a rentar otra casa.

En ese entonces yo si era algo briago pero ese fin de semana me quede sin dinero y pues no andaba borrachales. Y drogas nunca he consumido. Después los compas que se quedaron ahí viviendo me contaron que en la casa de al lado espantaban, que según salía una mujer toda de negro que se veía a veces desde la calle.

Hasta la fecha cuando estoy tarde viendo la tele o leyendo, siempre tengo esa sensación de que alguien me observa.