jarochilandio
Bovino de la familia
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La Casa Blanca en caos: tensiones, filtraciones y luchas en las sombras remecen el gobierno de Trump
Jesús Del Toro
Yahoo Noticias
14 de febrero de 2017
La renuncia de Michael Flynn, hasta ayer asesor de Seguridad Nacional del presidente Donald Trump, en medio de un escándalo vinculado a conversaciones con diplomáticos de Rusia y la forma en que éstas fueron comunicadas dentro del gobierno es un signo de lo que diversos analistas consideran una situación de confusión y confrontación al interior de la Casa Blanca.
Flynn al parecer habló con el embajador de Rusia antes de que Trump asumiera formalmente la presidencia y se ha alegado que ambos habrían conversado sobre las sanciones que el gobierno saliente de Barack Obama impuso a Moscú por su presunta implicación en la intervención de sistemas de correo electrónico del Partido Demócrata durante el pasado proceso electoral. Hablar sobre las sanciones antes de ser formalmente parte del gobierno es ya un problema, pero Flynn habría incurrido en otra falta cuando, se comenta, le negó al vicepresidente Mike Pence haber hablado de ese tema con el diplomático ruso.
Donald Trump, presidente de EEUU, con su ahora exasesor de Seguridad Nacional, Michael Flynn. (AFP)
Pero grabaciones de esas conversaciones realizadas por el FBI mostrarían algo diferente, y el propio Flynn pasó de negar haber hablado de sanciones a decir que no recordaba si comentó sobre ello con el embajador ruso.
El escándalo al respecto se vino cocinando durante varios días, pero llegó a un nivel insostenible por las resonancias que tiene en relación a una supuesta ‘cercanía excesiva’ entre Trump y Vladimir Putin, presidente de Rusia, y por el hecho de que Flynn habría tenido conversaciones impropias y habría ‘malinformado’ de ello al vicepresidente. Varios senadores republicanos están exigiendo una investigación al respecto por parte del Congreso.
Pero la caída de Flynn y el grado de conocimiento previo que Trump tenía de sus acciones, son, con toda su gravedad, solo una de las diversas tensiones y confrontaciones al interior de la Casa Blanca.
De acuerdo a CNN, personas que laboran en la Casa Blanca estarían preocupadas por filtraciones de información que podrían costarles el puesto y otras consideran que el ambiente allí es “tóxico”. Además, se dice que el jefe de gabinete Reince Priebus ha sido criticado porque dedica demasiado tiempo a estar junto al presidente en lugar de hacer que la Casa Blanca funcione apropiadamente. Otros señalan que su cercanía con Trump, como la del asesor presidencial Steve Bannon, son cruciales en la conducción de los asuntos de la Casa Blanca y por ello, pese a las críticas y reproches que han caído contra ambos, tanto Priebus como Bannon estarían firmes en sus puestos, e incluso tendrían una suerte de alianza.
Por otro lado, dislates como los cometidos por la consejera Kellyanne Conway –que en pocos días pasó de aludir a la existencia de ‘hechos alternativos’ y a una masacre terrorista inexistente a hacer un ‘comercial’, con el logotipo de la Casa Blanca al fondo, de la línea de productos de Ivanka Trump– y la búsqueda de un director de Comunicación de la Presidencia ante el hecho de que el vocero presidencial Sean Spicer al parecer no puede hacerse cargo de ambas funciones (en administraciones pasadas ambas posiciones eran puestos separados) sugieren que la Casa Blanca ciertamente requiere robustecer su desempeño en materia de comunicación social.
En todas las administraciones se han dado tensiones y traspiés entre las figuras que trabajan en el entorno cercano del mandatario, pero la cantidad y calidad de las situaciones que han sucedido y se han revelado en menos de un mes de la actual presidencia resultan inusitadas.
[CONTINUA EN LA SIGUIENTE ENTRADA]
Jesús Del Toro
Yahoo Noticias
14 de febrero de 2017
La renuncia de Michael Flynn, hasta ayer asesor de Seguridad Nacional del presidente Donald Trump, en medio de un escándalo vinculado a conversaciones con diplomáticos de Rusia y la forma en que éstas fueron comunicadas dentro del gobierno es un signo de lo que diversos analistas consideran una situación de confusión y confrontación al interior de la Casa Blanca.
Flynn al parecer habló con el embajador de Rusia antes de que Trump asumiera formalmente la presidencia y se ha alegado que ambos habrían conversado sobre las sanciones que el gobierno saliente de Barack Obama impuso a Moscú por su presunta implicación en la intervención de sistemas de correo electrónico del Partido Demócrata durante el pasado proceso electoral. Hablar sobre las sanciones antes de ser formalmente parte del gobierno es ya un problema, pero Flynn habría incurrido en otra falta cuando, se comenta, le negó al vicepresidente Mike Pence haber hablado de ese tema con el diplomático ruso.
Donald Trump, presidente de EEUU, con su ahora exasesor de Seguridad Nacional, Michael Flynn. (AFP)
Pero grabaciones de esas conversaciones realizadas por el FBI mostrarían algo diferente, y el propio Flynn pasó de negar haber hablado de sanciones a decir que no recordaba si comentó sobre ello con el embajador ruso.
El escándalo al respecto se vino cocinando durante varios días, pero llegó a un nivel insostenible por las resonancias que tiene en relación a una supuesta ‘cercanía excesiva’ entre Trump y Vladimir Putin, presidente de Rusia, y por el hecho de que Flynn habría tenido conversaciones impropias y habría ‘malinformado’ de ello al vicepresidente. Varios senadores republicanos están exigiendo una investigación al respecto por parte del Congreso.
Pero la caída de Flynn y el grado de conocimiento previo que Trump tenía de sus acciones, son, con toda su gravedad, solo una de las diversas tensiones y confrontaciones al interior de la Casa Blanca.
De acuerdo a CNN, personas que laboran en la Casa Blanca estarían preocupadas por filtraciones de información que podrían costarles el puesto y otras consideran que el ambiente allí es “tóxico”. Además, se dice que el jefe de gabinete Reince Priebus ha sido criticado porque dedica demasiado tiempo a estar junto al presidente en lugar de hacer que la Casa Blanca funcione apropiadamente. Otros señalan que su cercanía con Trump, como la del asesor presidencial Steve Bannon, son cruciales en la conducción de los asuntos de la Casa Blanca y por ello, pese a las críticas y reproches que han caído contra ambos, tanto Priebus como Bannon estarían firmes en sus puestos, e incluso tendrían una suerte de alianza.
Por otro lado, dislates como los cometidos por la consejera Kellyanne Conway –que en pocos días pasó de aludir a la existencia de ‘hechos alternativos’ y a una masacre terrorista inexistente a hacer un ‘comercial’, con el logotipo de la Casa Blanca al fondo, de la línea de productos de Ivanka Trump– y la búsqueda de un director de Comunicación de la Presidencia ante el hecho de que el vocero presidencial Sean Spicer al parecer no puede hacerse cargo de ambas funciones (en administraciones pasadas ambas posiciones eran puestos separados) sugieren que la Casa Blanca ciertamente requiere robustecer su desempeño en materia de comunicación social.
En todas las administraciones se han dado tensiones y traspiés entre las figuras que trabajan en el entorno cercano del mandatario, pero la cantidad y calidad de las situaciones que han sucedido y se han revelado en menos de un mes de la actual presidencia resultan inusitadas.
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