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- #1
En la semana no paso nada, era difícil pues yo me levantaba temprano para ir a trabajar, mientras que todos estaban profundamente dormidos, ni a mi esposa levantaba pues teníamos el acuerdo de cuando ella estuviera de vacaciones, yo no la despertaría para que así pudiera descansar y aprovechar bien sus días de descanso.
Toda la semana mi esposa los estuvo llevando de un lado a otro, para en la noche que yo llegaba todos estaban muy cansados, así que a lo mucho cenábamos juntos en la mesa y después todos a dormir.
Es cierto que yo deseaba tener otro encuentro sexual con Cristina, moría por cogerla de nuevo, pero también entendía que tal vez era mejor así, aunque llegado el viernes me lleve una sorpresa muy buena.
Ese día me levante como de costumbre, me di un baño y luego me vestí, lo único que no me puse fue mi saco pues bajaría a comerme un cereal, mi esposa seguía profundamente dormida, salí del cuarto y la casa había un profundo silencio, llegue a la cocina y prendí la luz, saque leche y cereal y los deposite en un tazón, luego me senté en el ante comedor que tenemos ahí, escuche algunos ruidos en la casa, me imagine que alguien se había levantado al baño, fui a depositar mi tazón al fregadero y justo di la vuelta, bajo el marco de la puerta se encontraba Cristina.
Me sorprendió la verdad, luego note que traía puesto el camisón rosa que traía el domingo por la noche, cuando cogimos en la sala, con la luz que le daba de la cocina podía notar sus grandes y oscuros pezones pues no traía brasier, “ya te vas a trabajar”, menciono ella y le conteste que si, “bueno pues quiero que te vayas contento a tu trabajo y que pienses en mi todo el día”, al terminar de decir esto abrió su bata y mostró su cuerpo desnudo, la bata cayo al piso y ella camino hacia mi, -oye espera que alguien puede despertar-, alcance a decir pero poco le importo pues cuando lo note ya estaba justo frente a mi.
De inmediato llevo sus manos a mi pantalón el cual desabrocho con mucha agilidad, metió su mano bajo el resorte de mi bóxer y tomo mi dormida verga, comenzó a acariciarla suavemente, claro esta que mi verga comenzó a despertarse y en cuanto ella sintió que comenzaba a crecer en su mano, con la otra mano bajo mi bóxer y libero mi verga, el pantalón al estar desabrochado por si solo bajo hasta la mitad de mis piernas, Cristina acaricio por unos instantes mas mi verga con su mano, luego se puso en cuclillas y sin mas metió mi verga en su boca.
Yo no puse resistencia alguna, por el contrario coloque mis manos en su cabeza y acompañaba los movimientos de esta, sentía la calidez de su boca y la suavidad de sus labios cuando estos recorrían cada centímetro de mí ya dura verga, Cristina era una diosa en el arte de la felacion, realmente sabia como hacerlo y como hacerme vibrar con esto.
Pude ver como ella llevo su mano izquierda a mi verga y con esta se ayudaba a masturbarme, la otra mano la bajo y comenzó a acariciar su vagina, pensé que seria lo correcto que yo le ayudara, así que le dije que se detuviera, ella me miro con incertidumbre, luego la hice levantar y de inmediato la recosté sobre el ante comedor, quite unas sillas y me coloque a un lado de ella, quien al ver que mi verga quedaba a su alcancé, la tomo con una mano y acerco su cara para que mi verga entrara a su boca.
Yo sin esperar a más estire mi mano y comencé a acariciarle su vagina, solo con la yema de dos dedos acariciaba su clítoris, el cual fue creciendo ante la estimulación de mis dedos, Cristina ahogo un gemido pues la boca la tenia llena de mi verga.
La verdad es que me sorprendía la facilidad que tenia ella para alcanzar rápidamente un orgasmo, era muy caliente y apenas llevaba un par de minutos frotando su clítoris, cuando ya estaba estallando y dejando un charco de su néctar sobre la mesa, pero no deje de mover mis dedos, ahora deje de hacerlos suave y comencé a hacer mas presión al tiempo de mover mis dedos con mas rapidez, ella saco mi verga de su boca y solo la tomo con su mano, pero no la movía mas sin embargo sentía como por las descargas de excitación que su cuerpo experimentaba, apretaba con fuerza mi verga, no puedo negar que esto me provoco un poco de dolor, pero el ver los gestos de placer que su cara dibujaba, el convulsionar de su cuerpo y los gemidos que pregonaba, me hicieron aguantar el dolor y poner mayor énfasis en su clítoris.
De nuevo sentí y pude ver como expulsaba una cantidad abundante de caliente líquido, haciendo mas grande el charco que se había formado en la mesa, ella misma fue quien me pidió que me detuviera, lo cual hice deje de acariciar su clítoris, mis dedos estaban mojados por sus jugos, subí mi mano y puse mis dedos frente a su boca, ella la abrió y chupo mis dedos como si fueran un caramelo.
Poco a poco fueron pasando los espasmos de su orgasmo, en cuanto esto sucedió rápidamente me pidió que la ayudara a levantarse, se bajo de la mesa, tomo la silla que le quedaba mas cerca y se subió de rodillas en ella, recargando sus tetas sobre el respaldo y dejando expuestas sus hermosas nalgas, “vamos cariño ahora cogeme y no te detengas hasta que inundes mi vagina con tu semen”, rápidamente me coloque detrás de ella, apunte mi verga a su vagina y de un solo empellón la penetre por completo.
Como loco comencé a penetrarla con fuerza y rapidez, una y otra vez, sin detenerme para nada, ella gemía y pedía que no me detuviera, la verdad es que estaba tan excitado que no dure mucho, a los pocos minutos sentí que estallaría, por inercia una de mis manos tomo su cabello y aunque no muy largo si pude agarrarlo y tire de el mientras la penetraba lo mas rápido que podía, fuera de molestarse gimió con mas fuerza, al tiempo que depositaba en su interior una abundante cantidad de esperma.
Como pude calle mi gemido del placer que sentí al estallar, ella no lo reprimió, así que solté su cabello y lleve mi mano hasta su boca y la tape para que no hiciera tanto ruido, podía sentir como sus gemidos eran callados por mi mano, mientras yo lentamente bajaba el ritmo de mis arremetidas, hasta que sentí que ya me había exprimido por completo, entonces di un ultimo empujón hasta el fondo y luego lentamente retire mi verga hasta que salio de ella, le quite la mano y ella ya no gemía pero si respiraba aceleradamente.
Me recargue en la mesa pues sentía que mis piernas me temblaban, Cristina que poco a poco recuperaba el aliento, bajo de la silla, me miro y me sonrió, luego miro mi verga que aun palpitaba aunque ya comenzaba a perder fuerza, yo le dije que si ahora no la limpiaría, ella sonrió y dijo, “pero por supuesto cariño”, rápidamente se puso de rodillas frente a mi y sin mas metió mi verga en su boca y la limpio por completo.
Luego sin mas la saco de su boca y se puso de pie, “listo cariño, ahora si podrás irte contento al trabajo”, yo voltie a ver el charco que había sobre la mesa y me dijo, “no te preocupes que ahora mismo lo limpio”, camino hasta donde estaba tirado su camisón y se lo puso, yo me subí el bóxer y el pantalón y me acomode la camisa, la miraba tomar un trapo para limpiar la mesa, luego la vi caminar y cuando estaba por pasar el trapo me dijo, “anda cariño que se te hará tarde para el trabajo” y comenzó a limpiar la mesa, yo me acerque a ella, la abrace por la espalda, ella dejo de limpiar y enderezo su cuerpo, -me traes loco, eres una delicia cogiendo-.
“Oh cariño yo solo puedo decir que estos encuentros que hemos tenidos han sido fabulosos, de verdad que me has dejado muy satisfecha y sobre todo que tu también me traes loca, si por mi fuera me la pasaría cogiendo contigo todo el día”, por unos segundos nos quedamos así, luego recordé que ya se hacia tarde, la solté y le dije que ya me iba, ella me sonrió y sin mas volvió a limpiar la mesa, yo salí de la cocina y subí a mi cuarto, mi mujer seguía dormida, entre al baño, me lave los dientes, tome mi saco salí del cuarto, a media escalera me encontré a Cristina, “nos vemos en la noche”, -si claro que si-, fue todo, yo seguí mi camino, salí a mi auto y luego me fui a trabajar.
Ese viernes esta por demás decir que trabaje muy contento, pensando y pensando en Cristina, luego al medio día recibí una llamada de mi esposa, su hermano el mayor, Arturo, nos invitaba a todos a una casa que esta en un pueblito a dos horas y media de distancia, esa casa era de un conocido de el y ya en otras ocasiones se la había prestado y habíamos ido a pasar días de descanso.
Era una casa grande con sala, comedor, cocina, tres recamaras y lo mejor de todo, un amplio jardín y una alberca, la verdad es que las veces que habíamos visitado esa casa nos la habíamos pasado muy bien, así que la idea era que mi esposa se iría con sus hermanos y los niños y yo los alcanzaría en la noche, al salir del trabajo, por lo cual le dije a mi esposa lo que tenia que ponerme de ropa, luego colgamos y solo recibí un mensaje de ella cuando ya salían de casa.
Ese me apure con mi trabajo, vi el reloj y todavía faltaba hora y media para salir, pero ya no tenia nada que hacer, así que fui con mi director y le plantie la posibilidad de salir hora y media antes, le entregue los reportes que el pedía y como todo estuvo bien me dijo que no había problema porque me saliera esa hora y media que había solicitado, así que rápidamente fui a mi oficina, apague mi computadora y guarde mis cosas, fui al estacionamiento y rápidamente salí de ahí, así podría ganarle tiempo al trafico.
Eran las siete treinta cuando yo llegaba a la casa, toque la puerta y quien me recibió fue Gabriel, luego pase y en la sala estaba Arturo, también lo salude, luego pregunte por mi esposa y me dijeron que todas las mujeres estaban afuera con los niños, así que salí y vi que los niños estaban en la alberca, mi esposa, Cristina y Verónica que es la esposa de Arturo, sentadas en unas sillas playeras, viendo y cuidando a los niños que estaban en la parte baja de la alberca.
Me acerque y salude a mi esposa con un beso en la boca como de costumbre, luego a su lado estaba Verónica a quien salude de beso en la mejilla como también era costumbre, luego estaba Cristina, quien me miro y sonrió, yo para seguir con el cuento me acerque para saludarla también de beso en la mejilla, cuando me acerque a ella pude ver como fugazmente sus ojos voltearon a donde estaba mi mujer y Verónica, me imagino que se dio cuenta que no nos miraban y que estaban distraídas pues ella movió su cabeza y con sus labios beso la mitad de los míos.
Yo rápidamente me levante, mi primer reacción fue voltear a ver a mi mujer y tanto ella como su cuñada estaban viendo a los niños, luego gire mi cara y vi que Cristina tenia una picara sonrisa en la boca, le hice disimuladamente una seña de que no volviera a repetirlo y luego camine para entrar a la casa, mis cuñados estaban en la sala platicando y al verme me dijeron que me les uniera, ya mas tarde todos fuimos a dormir.
Al otro día nos levantamos temprano, todos nos arreglamos y luego salimos al pueblito que esta a quince minutos de la casa, allá almorzamos y compramos cosas para la comida, paseamos por el pueblito, cuando vimos ya eran las dos de la tarde, así que decidimos que era hora de regresar a la casa, de camino vi que el auto donde iban mis dos cuñados, se detuvieron frente a una tienda de autoservicio, me hicieron la seña para que los acompañara, así que baje del auto y entre con ellos, la cuestión fue que pasaron a comprar dos cartones de cervezas las cuales estaban bien frías, dos botellas de tequila, refrescos, cigarros, hielo y botana.
Yo mire a mi cuñado Gabriel y le dije –que acaso no ya tenias prohibido tomar tanto-, “si tu esposa me lo prohibió pero cuando veníamos de camino acá, llegamos al acuerdo que hoy tendría el permiso para tomar todo lo que yo quisiera, así que voy a aprovechar la oportunidad y me voy a poner hasta la madre”, -pues si que te creo, aparte de las cervezas llevas dos botellas de tequila, ya veo que realmente quieres tomar mucho-, “venga que esas son para las mujeres, pero bueno igual y algunos tragos les robare porque no”, luego le pregunte a su hermano que si el también tenia el mismo plan, pues el casi no tomaba, recibiendo como respuesta que no siempre podía tomar con su hermano y que esta era una ocasión especial.
Después de pagar todo lo que llevábamos, lo metimos a los autos y tomamos rumbo a la casa, al llegar rápidamente los niños fueron a ponerse sus trajes de baño, justo en ese momento Cristina le dijo a su marido, “oye ya se que se nos olvido, comprar mi traje de baño”, mi cuñado puso cara de no saber que hacer, en ese momento que escucho la voz de mi esposa, “hay amor, hablando de trajes de baño, puedes ver si puse el tuyo porque no lo recuerdo y casi estoy segura que no lo hice”, yo la mire pero no le reproche nada, solo dije que subiría a ver, abrí mi maleta y en efecto, no estaba mi traje de baño.
Cuando baje note que mi cuñado le estaba pidiendo las llaves de su auto a su hermano, luego me miro y me pregunto si yo traía mi traje de baño, le mencione que no, entonces me dijo, “ah pues entonces voy a aprovechar que tu también tienes que ir a comprar uno cierto”, moví la cabeza afirmando la pregunta, mientras mi esposa me pedía disculpas por el olvido, en ese momento mi cuñado dijo, “bueno pues que te parece si aprovechando que vas para allá, te llevas a mi mujer para que ella también compre el suyo”, el muy cabron lo que quería era perder tiempo y así poder comenzar a tomar, pero era una buena oportunidad para que yo estuviera solo con Cristina.
Tuve que disimular mi gusto por esto, y todavía remate preguntándole a mi esposa si quería acompañarnos, pero me dijo que mejor se quedaba para ayudar a su otra cuñada en ir preparando las cosas para la comida, así que sin mas le dije a Cristina que ya nos fuéramos y salimos de la casa hasta la camioneta, Cristina ese día llevaba un short rosa, de tela gruesa pero corto, que dejaba ver muy bien sus morenas y gruesas piernas, una playerita blanca, de cuello redondo que solo marcaba de buena forma sus medianas tetas.
En cuanto nos alejamos de la casa, ella de inmediato aprovecho el momento para acercarse a mí, “hay cariño, por fin vamos a tener unos momentos para nosotros solos”, lo primero que hizo fue poner una mano sobre mi pierna, acariciándola sobre el pantalón de mezclilla que yo traía puesto, -oye solo te voy a decir algo, por favor que no se repita lo de ayer en la noche cuando te salude, pueden darse cuenta y no nos conviene en nada-, “vamos cariño que antes verifique que no nos estuvieran viendo”, -como sea, creo que es arriesgado algo así, por favor no lo repitas-, “esta bien cariño como tu lo digas”.
Ella aun con lo que dije no perdió lo meloso de su comportamiento, seguía acariciando mi pierna y poco a poco subía su mano hasta que la postro sobre mi pene, “hola nene, no sabes cuanto te extraño”, dijo ella dirigiéndose a mi miembro, luego repego su cuerpo al mío y mientras yo manejaba ella con su mano acariciaba mi pene, en silencio íbamos hasta que ella volvió a hablar, “oye no se si te diste cuenta pero creo que hoy por la noche tu y yo podremos estar juntos de nuevo”, -si lo dices por la gran cantidad de alcohol que se compro, pues creo que si, pues tu marido esta dispuesto a ponerse borracho, además de que Arturo casi no toma y el también dijo que hoy iba a tomar mucho pues quería ponerse borracho con su hermano, pero también para ustedes hay, compraron dos tequilas pues según esto es para ustedes”.
-Si cariño pero ahí es donde tenemos que ser inteligentes, yo tratare de hacer que tanto tu mujer como Verónica tomen mucho, yo tendré que cuidarme de ser cautelosa y engañarlas con que estoy tomando igual que ellas, el caso esta en que queden muy ebrios todos para que así tú y yo podamos coger de lo lindo y sin estorbos”, -pues de eso tendrás que encargarte tu, porque de este lado estoy mas que seguro que tanto tu esposo como su hermano van a quedar mas que perdidos-.
Así seguimos el camino, planeando lo que teníamos que hacer, hasta que llegamos al pueblito, metí la camioneta en un estacionamiento y luego le dije que me diera unos minutos, pues no podía salir a la calle con la tremenda erección que tenia, así que después de unos minutos por fin esta cedió y entonces bajamos de la camioneta, caminamos solo dos calles, había varios negocios pues ahí cerca hay varios balnearios, pero fue hasta que encontramos una tienda grande donde había probadores y ahí fue que entramos.
Por lógica en este establecimiento no había tanta gente, pues la mayoría buscaba en los puestos callejeros para ahorrarse un dinero, solo había una persona que estaba pagando algunos productos y el encargado de la tienda, Cristina fue a ver lo suyo y yo a buscar un traje de baño para mi, la verdad es que no me costo mucho trabajo encontrar uno que me gustara, así que lo tome y fui a donde ella estaba mirando los trajes de baño.
-Yo ya estoy listo-, “pues yo no se, hay tres que me gustan, mira este”, me enseño uno de color rosa con florecitas, muy bonito pero era traje completo, luego me enseño un bikini azul, sin dibujos pero se miraba bien, por ultimo me enseño uno blanco con motivos negros, este estaba espectacular, sobre todo porque el calzón era de hilo dental, -oye este se te vería muy bien, creo que si te lo compras cuando te lo pongas voy a querer cogerte en ese momento, el caso esta en que no se si tu marido te deje usarlo-, “no, yo creo que no me va a dejar, lo mejor será llevarme este azul”.
Para entonces ya éramos los únicos en el establecimiento, el encargado se acero a nosotros y nos pregunto si nos podía ayudar en algo, Cristina le pregunto por el probador, el encargado le dijo en donde, ella me pidió que la acompañara, así que nos dirigimos a los probadores, eran dos, así que entre a uno y ella a otro, yo rápidamente lo hice, así que me vestí y salí del probador, ella seguía dentro, de pronto pregunto si yo estaba ahí, le conteste que si, asomo la cabeza por la cortina que tapaba el probador, miro a todos lados y luego corrió la cortina, me mostró el bikini azul, la verdad es que se miraba buenísima, “que tal, te gusta”, -si claro que si-, ella dio un giro suave y lento, así que pude ver lo bien que lucia su gran trasero.
Le pregunte por el traje de baño completo y me dijo que ya se lo había medido pero que no le había gustado, luego me dijo con una voz picara, “te gustaría ver como se me ve el otro”, se refería al blanco y por supuesto que le dije que si, ella sonrió y rápidamente cerro la cortina, yo impaciente esperaba afuera, después de unos minutos escuche que decía, “listo”, -si claro-, conteste, justo en ese momento sin darme cuenta el encargado se acerco, ella corrió la cortina, wow, simplemente wow, ella puso sus manos en la cintura mostrando su figura, justo en eso ella vio al encargado ponerse casi a un lado mío, como vi su mirada voltie y también lo vi, el encargado se puso rojo y pidió una disculpa, sentí como la mano de ella tomaba mi brazo y me jalaba hacia dentro del probador.
Cuando estuve dentro voltie y el encargado apenado dio vuelta y se alejo, Cristina con una mano cerró rápidamente la cortina, luego volteo a mirarme y no pudimos contener la risa por lo acontecido, unos segundos después que nos paro la risa me dijo, “bueno cariño pues ahora si, quiero que me digas que tal se me ve este bikini”, mis ojos primero se fijaron en sus tetas, el bikini era muy corto y apenas y le tapaba la aureola del pezón la cual es grande y apenas la tela pudo ocultarla, me hice lo mas que pude hacia atrás y ahora mi vista se fijo en ese pequeño triangulito que cubría su vagina, apenas y tapaba los gruesos labios vaginales, pero me llamo la atención que no se escapaba por ningún lado ningún vello, con sorpresa mire sus ojos y ella me dijo, “si cariño, en la mañana los rasure cuando me metí a bañar, no los iba a andar enseñando por todos lados con el traje de baño”.
Wow, dije en ese momento, luego le pedí que diera una vuelta, ella sonrió y comenzó a darla lentamente, por dios, la tela se perdía entre sus grandes nalgas, era una imagen fabulosa, la muy coqueta todavía tuvo la osadía de inclinar su cuerpo, por lo cual sus nalgas se expandieron mas y casi me derramo por tan maravillosa visión, Cristina sin levantarse y solo volteando su cabeza y mirando mis gestos me dijo, “con este seria mas fácil coger cariño mira”, al decir esto llevo una mano hacia atrás, tomo el delgado hilo y lo jalo hacia un lado, dejando al descubierto su culo y su vagina, pero claro esta que mis ojos lo primero que vieron fue su culito.
-Cristina que hermoso culo tienes-, “jaja hay cariño yo quiero mostrarte que así es mas fácil que me cojas pero no era mi intención mostrarte el ano, que tonta soy, pero bueno si hoy hay oportunidad te prometo que este culito será tuyo”, -de verdad-, “si cariño, yo te lo prometí el otro día recuerdas”, era demasiado para mi, pues mi pene quería reventar mi bóxer y mi pantalón, así que la calentura se apodero de mi, no me importo nada, rápidamente baje el cierre de mi pantalón, metí mi mano y busque entre el bóxer hasta que pude sacar mi endurecida verga, “pero cariño que haces”, -que te voy a coger aquí y ahora-, “pero nos pueden escuchar”, -no me importa-, tome con mi mano mi verga, abrí mis piernas para que así pudiera alcanzarla, rápidamente encontré la entrada de su vagina y de un solo empellón la penetre por completo.
Cristina quiso ahogar un gemido pero no lo logro del todo, mientras que yo como loco tome sus caderas y comencé a cogerla con fuerza, estaba sumamente caliente y lo único que quería era cogerla hasta estallar e inundar su vagina con mi semen.
Era un ritmo rápido y hasta un tanto violento, pero ella lo estaba gozando como loca, pues la sensación de que el encargado pudiera acercarse en cualquier momento, o algún otro cliente entrara a la tienda y se diera cuenta, hacia que la adrenalina en los dos se incrementara por completo, pronto sentí que ella se humedecía por completo y las penetraciones fueron mas fáciles.
En voz baja le dije, -me tienes loco, estas nalgas me tienen fuera de si, y juro que en la noche, voy a romperte el culo, me escuchaste-, “si cariño, si escuche que en la noche vas a romperme el culo, y yo estaré feliz de que lo hagas”, escuche que alguien estaba cerca pero no me importo, por el contrario arremetí con todas mis fuerza, Cristina ya no pudo ahogar tanto sus gemidos y ahora los hizo un poco mas fuertes, hasta que sentí como un liquido caliente mojaba por completo mi verga, Cristina estaba llegando a un orgasmo y este liquido corrió por sus piernas, no me contuve mas y estalle inundando su vagina de esperma, de caliente, espeso y abundante esperma.
Di un ultimo empellón y la penetre hasta el fondo, luego lentamente saque mi verga la cual como ya era costumbre, salio bañada de mi semen y del liquido vertido por ella, quien giro y se puso en cuclillas, tomo mi verga y la limpio con su boca y lengua, cuando hacia esto le dije, -te encanta el semen verdad-, “slurp, si cariño, por eso siempre te limpio la verga, además que la mezcla que hace con mis jugos me es muy excitante”, de nuevo la metió en su boca y termino de limpiarla.
Se puso de pie, comenzó a quitarse el bikini, el calzón estaba mojado con sus jugos, me lo dio en la mano, luego se quito el brasier, tomo su ropa y se vistió, “que vamos a hacer, si el encargado se da cuenta que lo moje nos lo va a cobrar”, -no te preocupes, en cuanto salga le doy el bikini azul para que lo vaya cobrando, tu vas y cuelgas el bikini blanco y salimos rápido para que no haya problema-, “esta bien”, en cuanto estuvimos listos salimos del probador, la tienda seguía vacía, el encargado estaba en la caja, Cristina me daba el dinero del bikini pero le dije que yo se lo regalaría y que guardara el dinero para que lo gastara en lo que ella quisiera, rápidamente fui a la caja, ella a colgar el bikini.
El encargado se miraba nervioso y un tanto sudoroso, y pude notar que mientras me cobraba volteaba a mirar a Cristina, lo mire y le dije, -todo bien-, “si señor, todo bien”, -viste algo-, “no señor”, -escuchaste-, “si, digo no señor”, en ese momento me dio mi cambio, yo tome un billete de cien pesos y le dije que gracias por su discreción, el me sonrió y me agradeció, le hice la seña a Cristina quien de inmediato camino hasta mi y luego tomamos rumbo a la salida, algo me decía que el encargado pensaba hacer algo, así que en cuanto salimos de la tienda le dije a Cristina que esperara, yo me regrese y me asome por la ventana que tenia la puerta, vi que el encargado camino hasta donde Cristina había colgado el bikini, lo tomo en sus manos y luego lo llevo a su nariz, pude ver que olía los jugos derramados por ella.
Di la vuelta, la tome de la mano y caminamos al estacionamiento por la camioneta, ella iba pegada a mi brazo, pareciera que éramos un par de novios enamorados, luego de pagar el estacionamiento tomamos camino a la casa, en el trayecto nos reíamos de la locura que habíamos echo, así como ir planeando la estrategia para que en la noche pudiéramos estar juntos.
Durante el camino ella me dijo si tenía papel de baño pues sentía que mi semen estaba por salir de su vagina, le dije que abriera la guantera pues ahí tenia un paquetito de kleenex, ella tomo bastantes y luego desabrocho su short y metió debajo de su calzón, luego saco su mano y abrocho su short, rápidamente llegamos a la casa, cuando entramos, mi mujer y Verónica estaban terminando de dejar todo listo para cuando fuera la hora de comida, mis cuñados a un lado de la alberca, tomando cervezas y cuidando a los niños.
Mi esposa fue a recibirme y me dijo si había encontrado el traje de baño, lo saque de la bolsa y se lo mostré, me dijo que fuera a cambiarme para que fuera con sus hermanos, luego note que ellas ya habían empezado también a tomar, la botella de tequila estaba abierta y tanto mi esposa como su cuñada tenían dos vasos servidos.
Subí rápidamente a cambiarme y luego baje hasta donde mis cuñados estaban, note que el plan trazado con Cristina para con ellos estaba mucho mas que adelantado, pues ya tenían casi un cartón de cervezas terminado, después se nos unieron mi esposa y Verónica, ese día mi mujer venia con un traje de bajo completo y se cubría la cintura y caderas con un pareo, la verdad es que ella tiene un muy bonito cuerpo, pero es muy penosa, la diferencia con Cristina era la voluptuosidad y sobre todo lo caliente que esta era.
Verónica también llevaba un traje de baño completo, pero con una playera grandisima encima de este, la verdad es que ella es chaparrita y tiene sus llantitas, no es fea, la verdad que no, pero a mi no me gustaba, además tenia un carácter que no le ayudaba en nada, era muy seca, algo que debo admitir que siempre me gusto de ella, era el enorme par de tetas que tiene, huyyy ahí si ni pero le pondría, pero nada mas, no tenia mucha nalga, en fin que fuera de que de vez en cuando le miraba sus grandes tetas, no me gustaba en nada mas.
La ultima en bajar fue Cristina, con su bonito bikini, pude notar muy bien la cara que puso mi otro cuñado al ver a la esposa de su hermano, no podía creer lo bien que se miraba, pero una vez pasado esto todos comenzamos a platicar de forma amena, los niños jugaban en la alberca, mis cuñados seguían bebiendo, así como ahora también mi esposa y Verónica, miraba a Cristina quien cuando notaba que no era vista, vaciaba casi todo el contenido de su vaso, pues así era el plan y así lo estábamos llevando.
Poco mas tarde comimos, los niños tuvieron que esperar para entrar de nuevo a la alberca, mientras jugaron en el jardín, después volvieron a entrar al agua, nosotros seguíamos con los alcoholes, bueno yo no porque casi no tomo, ya mas tarde y ya de noche los niños fueron saliendo pues ya estaban cansados, con visibles muestras de embriagues las mujeres fueron a dormir a los niños, pero quien ya no bajo fue mi esposa, a quien realmente le pego fuerte el alcohol y se quedo profundamente dormida con mis hijos.
Cristina obviamente bajo, después lo hizo Verónica y seguimos platicando y tomando, hasta que por fin cayo Arturo, ya no podía mas y apenas podía mantenerse sobre la silla, así que su mujer quien también ya estaba muy borracha me pidió que le ayudara a subirlo a su cuarto, así que entre los dos lo levantamos y como pudimos lo llevamos hasta su cuarto, solo que la mayor parte del esfuerzo la hice yo, cuando por fin llegamos al cuarto lo acostamos en su cama, yo me puse de pie y estaba por salir del cuarto cuando Verónica me dijo que esperara, tambaleante camino y en cuanto estuvo frente a mi, volteo a ver a su marido que estaba mas que borracho y ya viajando al mundo de los sueños.
Volteo a mirarme y me dijo, “muchas gracias por la ayuda, yo no hubiera podido sola, sabes algo, tu me caes muy bien, yo te aprecio muchísimo”, -yo también Vero, a ti y a tu marido los aprecio mucho-, “no no no, pero es que en verdad que yo te aprecio mucho, no sabes cuanto”, al decirme esto ella me abrazo, yo comprendiendo su borrachez también la abrace pues no vi mayor problema, pero sorprendido me vi al momento de sentir como una mano la quito de mi cuello y sin despegar su cabeza de mi pecho, sentí como esta mano ahora se ponía sobre mi pene y la acariciaba torpemente sobre el traje de baño, -oye no Vero espera-, dije al momento de separarla, ella me miraba y podía ver los gestos que el alcohol le provocaban por la borrachez que tenia.
“Vamos no me desprecies, la verdad es que desde hace mucho tu me gustas”, -vamos que lo dices porque estas ebria, además ahí esta tu marido-, “ah pero velo esta perdido de borracho ni cuenta se daría, anda ven y besame que quiero estar contigo”, yo la separe de nuevo y le dije que se estuviera quieta, de pronto ella se quedo frente a mi, torpemente tomo la playera larga que cubría su traje de baño y como pudo se la quito, acto seguido mire como bajo el traje de baño justo a la altura de sus tetas y las dejo libres, no puedo negar que en ese momento me quede perdido en ese inmenso par de tetas, eran muy grandes, demasiado y con todo la verdad es que eran hermosas.
Ella de nuevo se acerco a mi, tratando de abrazarme y besarme, debo admitir que por un momento casi caigo pues realmente me atrajeron en demasía ese buen par de tetas, pero recordé que mi plan ya estaba con Cristina y de nuevo la rechacé, la tome de los brazos y la lleve hasta su cama, me senté a un lado de ella y le dije, -mira Vero, no me lo tomes a mal, pero es que no puedo hacer nada contigo-, “tan fea estoy para ti”, -no, claro que no pero pues tu eres la mujer de mi cuñado, (ja como si eso me importara), así que esto es algo que no podría hacer, además estas muy ebria y esto es como aprovecharme de la situación, que pasaría mañana, como te sentirías tu después de esto-, yo todo esto se lo decía sin dejar de mirar sus tetas, pues no las había cubierto.
“Haber, entonces si esto te lo digo cuando este sobria si aceptarías”, con todo y su borrachez me la puso complicada, -no bueno es que mira-, “dime, me aceptarías”, -no se trata de esto Vero es que mira-, “ya dime, solo contesta lo que te pregunto”, -bueno si, así seria diferente-, dije yo para salir de esto, ella ya no dijo nada, torpemente volvió a cubrir sus tetas, me sonrió y luego fue a acostarse al lado de su marido, yo rápidamente me puse de pie y salí del cuarto, cerré la puerta y respire aliviado, de inmediato mis pensamientos se dirigieron a Cristina, así que rápidamente fui hasta donde sabia que estaba con su marido, pero mi sorpresa fue que Gabriel estaba solo.
El seguía tomando sin importarle nada, pero lo primero que hice fue preguntarle por Cristina y me dijo, “no pues me dijo que ya también se sentía muy ebria y cansada, así que se subió a dormir con los niños”, queee, pensé yo, pero si habíamos quedado en algo y bueno, no encontraba explicación, pensé que todos los planes se habían venido abajo, pero después pensé que tal vez era un truco de ella, no me quedaba mas que esperar, así que me senté y me puse a ver como aun siendo que ya estaba muy borracho, mi cuñado seguía bebiendo.
Ya se habían terminado las cervezas y ahora iba con el tequila, fue realmente desesperante ver como pasaba una hora y el seguía bebiendo y bebiendo, hasta que me canse y le dije, -oye no crees que ya tomaste mucho, mañana no vas a poder ni levantarte, mejor ya párale y vete a dormir-, me mostró que la segunda botella de tequila estaba por terminarse y con las palabras arrastradas por su embriagues me dijo, “ya nomás me termino esta, me sale una copita mas”, yo mismo le quite la botella y se la serví, apresurándolo un poco a que la terminara, cuando su vaso estuvo vació me dijo, “ahora si cuñado ya me voy a dormir, pero necesito que me ayudes porque ya no puedo pararme”, otro mas que tenia que cargar, ni hablar no había de otra, así que le ayude a ponerse en pie y después a subir hasta su cuarto.
Casi al llegar me dijo, “sabes que cuñado, horita voy a despertar a mi vieja, quiero cogermela”, queee pensé, pero si quien se la iba a coger soy yo, me hirvió la sangre pero tuve que contenerme, abrimos la puerta y vi a Cristina acostada en su cama y parecía que estaba dormida, mi cuñado me dijo, “hasta aquí cuñado, lo demás lo hago yo solo”, me soltó y tambaleándose camino un poco y luego cerro su puerta en mis narices, yo me sentía enojado y molesto, yo baje muy enojado y salí al jardín, daba vueltas tratando de que se me bajara la molestia.
Cuando me di cuenta habían pasado veinte minutos, Cristina no bajaba y pensé que realmente estaría cogiendo con su marido, -me carga la chingada, de haber sabido esto me hubiera cogido a la Vero, soy un entupido-, daba vueltas y estaba muy molesto, vi la alberca y pensé que si nadaba con eso bajaría el coraje, así que me quite mi playera y me clave en el agua, nadaba de un lado a otro, pensando una y otra vez, sintiéndome frustrado, habían pasado diez minutos mas y Cristina no bajaba, ya me sentía mas tranquilo, pare de nadar y me quede en la orilla de la alberca, dando la espalda a la casa, poco a poco me tranquilizaba mas, de pronto me asuste al sentir un pie que tocaba mi hombro, rápidamente voltie y vi que Cristina estaba parada frente a mi.
“Cariño, disculpa la tardanza pero me costo mucho trabajo convencer a mi marido que estaba empecinado en querer cogerme, tuve que convencerlo pero ya sabes como se ponen de necios cuando están borrachos, así que tuve que esperarme hasta que se quedo completamente dormido”, ella traía puesta una bata de baño, me miraba y sonreía y mi enojo termino por esfumarse por completo, de pronto me dijo, “estas listo cariño”, yo asentí con la mirada, ella se giro y comenzó a caminar hacia el otro lado de la alberca, se paro justo donde estaban las sillas playeras que estaban ahí, yo en ese momento me salí de la alberca, ella giro, me miro y con sus manos desamarro la cinta con la que se amarran las batas, la abrió de par en par y la dejo caer al piso.
Estaba completamente desnuda, levanto un brazo y con un dedo me dijo que fuera a donde estaba ella, rápidamente camine hasta allá, al tiempo que ella se sentó en una de las sillas y yo me puse frente a ella, quien de forma melosa se inclino un poco, con sus manos comenzó a acariciar mi pene sobre el traje de baño, no decíamos nada pues no era necesario, mi pene de inmediato comenzó a ponerse duro, ella sintió como este crecía, tomo los cordones de mi traje de baño y los desamarro, jalo un poco el resorte y luego tiro hacia abajo, comenzando a bajar mi traje de baño, quedando expuesta frente a ella mi ya dura verga.
Ella de inmediato la tomo con su mano, la acaricio suavemente y tomándose su tiempo, sin apresurarse, “esta cosa tan deliciosa me va a hacer muy feliz esta noche y yo la voy a consentir”, terminando de decir esto ya no espero mas y la introdujo en su boca, sentí como mis piernas flaquearon por un segundo, sentí muy rico la calidez de su boca, como pude baje una mano y comencé a acariciar una de sus tetas mientras que con la otra mano acompañaba el movimiento de su cabeza.
De pronto ella saco mi verga de su boca, yo con incertidumbre la miraba, ella se incorporo, tomo su bata y la extendió en el pasto, me dijo que yo me recostara en ella, así que sin preguntar que pensaba hacer obedecí de inmediato, una vez que lo hice ella se coloco sobre mi, pero poniendo su vagina sobre mi cara y su cara sobre mi pene, entendí que ella quería hacer un sesenta y nueve, así que de inmediato prendí mi boca en su vagina y comencé a recorrer con mi lengua cada centímetro de esta, mientras ella volvía a introducir mi verga en su boca.
Era una delicia sentir como ella mamaba mi verga mientras que yo le daba lengua a su húmeda vagina, mis manos las coloque sobre sus grandes nalgas y las acariciaba mientras yo trataba de introducir lo mas que podía mi lengua en el interior de la cavidad de su vagina, como había comentado antes, Cristina era una mujer que se entregaba por completo a la hora del sexo, dejaba libres todos sus sentidos, por lo cual no me costo nada de trabajo arrancarle su primer orgasmo, sabia que estaba por estallar pues saco mi verga de su boca, con su mano la apretó fuertemente y de su boca comenzaron a escapar gemidos, hasta que sintió como mi boca se llenaba con sus jugos, parte de mi cara se baño de estos, y los deguste con total satisfacción, sin parar de introducir mi lengua en su cavidad, ella seguía con los espasmos y gimiendo hasta que sus jugos dejaron de fluir y los espasmos disminuyeron.
Ahora saque mi lengua y comencé a masajear su clítoris, mientras hacia esto recordé su ano, ese que tanto deseaba, así que una de las manos que tenia en sus nalgas la acerque y luego postre mi dedo medio en el arrugado culito, comencé a acariciarlos suavemente mientras que mi lengua seguía acariciando su clítoris, ella no decía nada, seguía inmersa en mamar mi verga, así que ahora deje de acariciar su culito, acerque mi mano hasta su vagina y le introduje el dedo medio, el cual deje por unos instantes dentro, luego lo saque y estaba que escurría sus jugos, volvió a subir mi mano y de nuevo postre mi dedo en su culito, lo acaricia un poco y luego hice un poco de presión, este entro rápidamente y por completo.
Lo deje ahí sin moverlo ni un centímetro, mientras mi lengua volvía a apoderarse de su clítoris, hasta que lentamente comencé a mover mi mano, así que sacaba y metía mi dedo, suave y lentamente, ella saco por un momento mi verga de su boca y fue solo para decir, “hum cariño que rico”, luego volvió a introducirla y a degustar de ella, así que ante tal aprobación yo seguía moviendo mi dedo, cada vez con mas velocidad, de pronto ella volvió a sacar mi verga de su boca pero en esta ocasión fue para decir, “cariño, ahora hazlo con dos por favor”, y de inmediato volvió a introducir mi verga en su boca.
Deje de mover en ese momento mi dedo y luego lo saque, quite mi lengua de su clítoris y ahora le introduje dos dedos en su vagina, en cuanto estos quedaron perfectamente bien lubricados por los jugos de su interior, los saque y ahora los lleve a su anito, los coloque los dos juntos y comencé a hacer presión, debo admitir que no me costo trabajo y note que ella los recibió muy bien, acoplándose de inmediato a ellos, mis dedos quedaron inmóviles por un momento, estaba tan entusiasmado con esto que mi lengua dejo de acariciar su clítoris, pues estaba muy entretenido y quería ver como mis dedos se incrustaban en su culito.
Algo que ella demando pues volvió a sacar mi verga de su boca y solo para decirme que no dejara de acariciar su clítoris con mi lengua, una vez dicho esto volvió a meter mi verga en su boca y continuo con su deliciosa mamada, yo desistí de mirar y volví a concentrarme en acariciar su clítoris con mi lengua, mientras que movía mi mano y le incrustaba una y otra vez mis dos dedos en su culo.
Esto volvió a prenderla por completo, pues sentí como ella misma movía suavemente su cadera y acompañaba las acometidas de mis dedos, sentía como ahogaba sus gemidos con mi verga incrustada en su boca, pero unos segundos después la saco de ella, comenzó a gemir con mas fuerza al tiempo de suplicar, “así, así, ahhh que delicia no pares que estoy por llegar, no pares por favor sigue como lo estas haciendo ahhh, sigue así, sigue ahhh siiiii, sigue ahhh me vengo, me vengooo ahhhhhh siiiiiiiiiiiiii”, de nuevo mi boca se inundo de sus jugos, mis dedos sintieron como por las contracciones de su orgasmo, el culo apretaba afanosamente mis dedos, mi cara una vez mas quedo mojada de su néctar y ella gemía con total despreocupación y mucho placer.
En cuanto termino de expulsar sus jugos, me dijo con voz autoritaria, “saca los dedos por favor”, yo pensé que se había molestado o algo y eso me desconcertó porque a leguas se miraba que lo estaba gozando, no dije nada y solo obedecí y en cuanto ella sintió que mis dedos estaban fuera, soltó mi verga y de inmediato se quito de encima, yo iba a preguntar si pasaba algo pero ni la primer letra pude decir porque vi en su cara un gesto de una lujuria que jamás le había visto, sus ojos estaban cargados de un deseo inmenso, su boca abierta y con un gesto casi de desesperación, se monto encima y frente a mi, con una mano tomo mi verga y la guió a la entrada de su vagina y de un solo sentón la incrusto por completo.
De inmediato comenzó a moverse de forma vertiginosa, gemía con fuerza, su mirada estaba hacia el cielo y sus caderas era un delicioso concierto de movimientos extremadamente placenteros, “oh por dios, cuanto placer, ahhh cariño me encanta tenerte entre mis piernas, ahhh que delicia de verga, que locura tan hermosa, ahhh siii, ahhh cuanto gusto, cuanto placer me provocas ahhh”, movía sus caderas frenéticamente, sus tetas bailaban al ritmo de sus caderas, sus pezones duros y erguidos se miraban deliciosos y con esa aureola grande que los decoraba, moviéndose al vaivén de sus tetas.
De pronto sentí y me di cuenta que si ella seguía moviéndose como lo hacia yo no duraría mucho, pero por suerte Cristina de pronto puso sus manos en sus tetas y comenzó a apretarlas con fuerza, su boca se abrió y dejo escapar un escandaloso grito, mis oídos lo escucharon al momento que mi verga sintió como era bañada por los jugos que emergieron de la cavidad vaginal, entre gritos y gemidos termino de mojar mi verga y luego dejo caer su cuerpo sobre el mío, sus tetas quedaron pegadas a mi pecho y su boca se prendió de la mía, besándome con lujuria, con desesperación y con total entrega.
Luego de besarme por unos minutos y aun con la respiración entrecortada, separo su boca de la mía, su mirada estaba fija en mis ojos, una maliciosa sonrisa se dibujo en su cara y luego me dijo, “esta bien cariño, yo te prometí que te daría este culito con el que estas insistiendo, te dije que esta ocasión seria única para ti y así será, tu deseo será cumplido, ahora quiero sentir tu verga en mi culo”, -estas segura-, “nunca lo eh estado tanto como hoy”, -esta bien pero si en algún momento te lastimo o no te gusta quiero que me lo digas-, “no cariño, que no te preocupe si me duele o no, no creas que serás el primero que me rompe el culo, debo admitir que una verga como la tuya si será por primera vez, pero aunque tu veas que me duele, no pares y cogeme con todas tus fuerzas, hazme gritar de dolor y bramar de placer”.
La lujuria y el deseo incremento en mi, puse una mano en su cabello y lo enrede en el, al tiempo de dar un pequeño jalón, se que le dolió pero por respuesta el gesto en su cara mostró mas deseo, mi boca se apodero de la de ella, la bese apasionadamente y era tanto el deseo que sin importarme nada mordí su labio inferior, su cuerpo se cimbro del dolor que sintió, pero su boca exclamo un gemido de placer, en cuanto mis dientes liberaron su labio, su boca se abrió para decir, “anda cariño que esperas para romperme el culo, que acaso no era lo que deseabas, anda ya hazlo que muero por tener esta deliciosa verga abriendo mi culo”.
De inmediato hice que se levantara y mi verga salia de su vagina completamente mojada, estaba lleno de sus jugos, así que rápidamente le ordene que se pusiera en posición de cuatro, y ella lo hizo de inmediato, mientras me incorporaba mis ojos miraba como ella se ponía en la posición indicada, pero se perdieron por completo en las grandes, hermosas y carnosas nalgas de Cristina, era una vista fenomenal, simplemente espectacular, las nalgas expandían su tamaño, simplemente era una imagen para guardar en mi cerebro y que no borrarla nunca.
Sin perder de vista tan hermosa postal fui colocándome detrás de ella, tome mi verga y apunte a su anito, coloque la punta en la entrada, pero no daba el paso, no se porque pero me gustaba ver la cabeza de mi verga postrada en la entrada de tan anhelado culo, de pronto ella entre suspiros y gemiditos me dijo, “anda cariño ya no me atormentes mas con esta espera, ya rompeme el culo”, -eso quieres, eso tendrás-, remate y di un fuerte empujón, mis ojos vieron como la circunferencia del culo se expandían y alojaban por completo la cabeza de mi verga, me detuve para contemplar esta imagen, “ahhh no te detengas, no te detengas y destrozame el culo ahhh”, ahora coloque mis dos manos en sus caderas y sin perder detalle, fui introduciendo lentamente mi verga, sin perder detalle de cómo milímetro a milímetro esta se iba perdiendo en el interior de Cristina.
No me detuve hasta que vi el último milímetro introducirse, mi vista estaba fija en las grandes nalgas de Cristina y como mi verga estaba completamente dentro, ella gemía pero también expresaba un cierto dolor, le pregunte si estaba bien, ella entre gemidos y pequeños grititos alcanzo a decir que no me saliera y que solo esperara unos segundos mas, lo cual hice mientras mis manos acariciaban su espalda, sus nalgas y sus caderas.
Yo mismo note como las paredes de su ano poco a poco se relajaban un poco, aunque me apretaba de forma deliciosa, de pronto recibí la orden de continuar, “ahhh ahora si cariño, dale y no pares hasta que estalles y me llenes de ti”, la tome de las caderas y lentamente hice mi cadera hacia atrás, viendo como mi verga salía de ese ya extendido culo, luego de igual forma volví a meterlo, la verdad es que me estimulaba mucho visualmente ver esto, mi cerebro estaba guardando cada imagen y me encantaba ver como mi verga salía y entraba lentamente, ver el gran tamaño que habían tomado sus nalgas y como justo en medio se perdía mi verga, era realmente fantástico.
Me tome mi tiempo y ella intuyendo esto me dejo disfrutarlo a mi modo, pero después de unos minutos con una voz autoritaria me dijo, “ahhh vamos cariño, ahora si cogeme con fuerza, dale duro y no te detengas, hazme gritar y bramar de placer, ya no me hagas sufrir mas por favor ahhh”, -eso quieres, quieres que te coja con mas fuerza ehh-, le dije esto al tiempo que comenzaba a acelerar un poco mis arremetidas, “ahhh si cariño, dame mas duro, destrozame el culo, hazme gritar y estallar de placer, mas duro, dame mas duro ahhh”, -pues si eso quieres, eso te daré-.
Ya no dije palabra alguna y sin miramientos ni piedad, comencé a mover mis caderas rápidamente, pero asegurándome que a cada arremetida mi verga entrara hasta el tope, llenando por completo su culo, como respuesta ella comenzó a gemir, a grita y bramar, miraba como sus nalgas vibraban cada vez que mi pelvis chocaba en ellas, mis huevos una y otra vez se estrellaron en su vagina, sentía como estaban mojados por la gran cantidad de liquido que salía de esta, y Cristina lo resistía estoicamente, subiendo al cielo en cada arremetida.
Varios minutos pasaron y yo no bajaba el ritmo, pero estaba sudando en abundancia al igual que ella, mis huevos me dolían por tanto golpe, Cristina seguía gritando, seguía disfrutando, ya había alcanzado dos orgasmos mas, mis piernas estaban escurriendo del néctar que violentamente había sido expulsado en sus corridas, sentía que ya no podía mas, sentía que llegaba al cielo y que reventaría en un total éxtasis, y así fue, solo alcance a decirle que ya no podía mas y estalle, sintiendo como chorros de espeso semen inundaban por completo sus entrañas.
-Ahhhhhhhhhhhhhh siiiiiiiiiiiiiiiiii-, alcancé a gritar mientras me vaciaba por completo, comenzando a bajar el ritmo pero ella de inmediato me dijo que no lo hiciera, así que con un doble esfuerzo seguí penetrándola a la misma velocidad, mientras ella llevaba una mano a su clítoris y solo basto que lo acariciara por unos segundos para que estallara en un fuerte orgasmo, sin duda el mas grande y fuerte de la noche, fue que mientras su néctar era expulsado, con una mano que temblaba por tal éxtasis la echo hacia atrás y la puso en mi pelvis, haciendo la seña de que me detuviera.
Rápidamente baje el ritmo y por ultimo di una ultima estocada hasta el fondo, como si quisiera entrar yo mismo en ella, arrancándole un fuerte grito, para que de inmediato me hiciera hacia atrás y sacara por completo mi verga, la cual salio con residuos de mi semen, ella se dejo caer boca abajo sobre la ya maltrecha toalla, y yo miraba como su cuerpo aun expresaba las convulsiones del orgasmo.
Como pude me puse de pie y fui a sentarme en la silla que estaba justo frente a ella, quien con los ojos cerrados disfrutaba de los últimos espasmos de su orgasmo, yo estaba completamente bañado en sudor, y miraba y recorría de pies a cabeza su cuerpo, disfrutando de sus grandes nalgas y recordando que apenas unos segundos antes había estado penetrando esas hermosas nalgas, mientras mi pene perdía su firmeza, pero orgulloso de la faena antes sostenida.
Pasaron algunos minutos, Cristina se ponía de pie lentamente, acercándose a mi y luego sentándose en mis piernas, comenzamos a besarnos y luego nos abrazamos, “estuviste grandioso cariño, sabes algo, en ocasiones me entra el remordimiento por serle infiel a mi marido, pero cuando estoy contigo me pierdo y solo pienso en sentirte dentro de mi y disfrutar del gran placer que tanto me regalas, me traes loca de verdad y pensar que mi marido ahora quería coger conmigo, lo bueno es que lo pude convencer, mira nada mas de lo que me hubiera perdido, aunque mmmm se me esta ocurriendo algo”, -que se te ocurre, que estas pensando-, ella se puso de pie, me tomo de la mano y me hizo levantar, “ven cariño, vamos a hacer algo loco y arriesgado”, y comenzamos a caminar a la casa, aunque yo iba completamente en una total incertidumbre, que es lo que tenia planeado hacer.
C O N T I N U A R A
Toda la semana mi esposa los estuvo llevando de un lado a otro, para en la noche que yo llegaba todos estaban muy cansados, así que a lo mucho cenábamos juntos en la mesa y después todos a dormir.
Es cierto que yo deseaba tener otro encuentro sexual con Cristina, moría por cogerla de nuevo, pero también entendía que tal vez era mejor así, aunque llegado el viernes me lleve una sorpresa muy buena.
Ese día me levante como de costumbre, me di un baño y luego me vestí, lo único que no me puse fue mi saco pues bajaría a comerme un cereal, mi esposa seguía profundamente dormida, salí del cuarto y la casa había un profundo silencio, llegue a la cocina y prendí la luz, saque leche y cereal y los deposite en un tazón, luego me senté en el ante comedor que tenemos ahí, escuche algunos ruidos en la casa, me imagine que alguien se había levantado al baño, fui a depositar mi tazón al fregadero y justo di la vuelta, bajo el marco de la puerta se encontraba Cristina.
Me sorprendió la verdad, luego note que traía puesto el camisón rosa que traía el domingo por la noche, cuando cogimos en la sala, con la luz que le daba de la cocina podía notar sus grandes y oscuros pezones pues no traía brasier, “ya te vas a trabajar”, menciono ella y le conteste que si, “bueno pues quiero que te vayas contento a tu trabajo y que pienses en mi todo el día”, al terminar de decir esto abrió su bata y mostró su cuerpo desnudo, la bata cayo al piso y ella camino hacia mi, -oye espera que alguien puede despertar-, alcance a decir pero poco le importo pues cuando lo note ya estaba justo frente a mi.
De inmediato llevo sus manos a mi pantalón el cual desabrocho con mucha agilidad, metió su mano bajo el resorte de mi bóxer y tomo mi dormida verga, comenzó a acariciarla suavemente, claro esta que mi verga comenzó a despertarse y en cuanto ella sintió que comenzaba a crecer en su mano, con la otra mano bajo mi bóxer y libero mi verga, el pantalón al estar desabrochado por si solo bajo hasta la mitad de mis piernas, Cristina acaricio por unos instantes mas mi verga con su mano, luego se puso en cuclillas y sin mas metió mi verga en su boca.
Yo no puse resistencia alguna, por el contrario coloque mis manos en su cabeza y acompañaba los movimientos de esta, sentía la calidez de su boca y la suavidad de sus labios cuando estos recorrían cada centímetro de mí ya dura verga, Cristina era una diosa en el arte de la felacion, realmente sabia como hacerlo y como hacerme vibrar con esto.
Pude ver como ella llevo su mano izquierda a mi verga y con esta se ayudaba a masturbarme, la otra mano la bajo y comenzó a acariciar su vagina, pensé que seria lo correcto que yo le ayudara, así que le dije que se detuviera, ella me miro con incertidumbre, luego la hice levantar y de inmediato la recosté sobre el ante comedor, quite unas sillas y me coloque a un lado de ella, quien al ver que mi verga quedaba a su alcancé, la tomo con una mano y acerco su cara para que mi verga entrara a su boca.
Yo sin esperar a más estire mi mano y comencé a acariciarle su vagina, solo con la yema de dos dedos acariciaba su clítoris, el cual fue creciendo ante la estimulación de mis dedos, Cristina ahogo un gemido pues la boca la tenia llena de mi verga.
La verdad es que me sorprendía la facilidad que tenia ella para alcanzar rápidamente un orgasmo, era muy caliente y apenas llevaba un par de minutos frotando su clítoris, cuando ya estaba estallando y dejando un charco de su néctar sobre la mesa, pero no deje de mover mis dedos, ahora deje de hacerlos suave y comencé a hacer mas presión al tiempo de mover mis dedos con mas rapidez, ella saco mi verga de su boca y solo la tomo con su mano, pero no la movía mas sin embargo sentía como por las descargas de excitación que su cuerpo experimentaba, apretaba con fuerza mi verga, no puedo negar que esto me provoco un poco de dolor, pero el ver los gestos de placer que su cara dibujaba, el convulsionar de su cuerpo y los gemidos que pregonaba, me hicieron aguantar el dolor y poner mayor énfasis en su clítoris.
De nuevo sentí y pude ver como expulsaba una cantidad abundante de caliente líquido, haciendo mas grande el charco que se había formado en la mesa, ella misma fue quien me pidió que me detuviera, lo cual hice deje de acariciar su clítoris, mis dedos estaban mojados por sus jugos, subí mi mano y puse mis dedos frente a su boca, ella la abrió y chupo mis dedos como si fueran un caramelo.
Poco a poco fueron pasando los espasmos de su orgasmo, en cuanto esto sucedió rápidamente me pidió que la ayudara a levantarse, se bajo de la mesa, tomo la silla que le quedaba mas cerca y se subió de rodillas en ella, recargando sus tetas sobre el respaldo y dejando expuestas sus hermosas nalgas, “vamos cariño ahora cogeme y no te detengas hasta que inundes mi vagina con tu semen”, rápidamente me coloque detrás de ella, apunte mi verga a su vagina y de un solo empellón la penetre por completo.
Como loco comencé a penetrarla con fuerza y rapidez, una y otra vez, sin detenerme para nada, ella gemía y pedía que no me detuviera, la verdad es que estaba tan excitado que no dure mucho, a los pocos minutos sentí que estallaría, por inercia una de mis manos tomo su cabello y aunque no muy largo si pude agarrarlo y tire de el mientras la penetraba lo mas rápido que podía, fuera de molestarse gimió con mas fuerza, al tiempo que depositaba en su interior una abundante cantidad de esperma.
Como pude calle mi gemido del placer que sentí al estallar, ella no lo reprimió, así que solté su cabello y lleve mi mano hasta su boca y la tape para que no hiciera tanto ruido, podía sentir como sus gemidos eran callados por mi mano, mientras yo lentamente bajaba el ritmo de mis arremetidas, hasta que sentí que ya me había exprimido por completo, entonces di un ultimo empujón hasta el fondo y luego lentamente retire mi verga hasta que salio de ella, le quite la mano y ella ya no gemía pero si respiraba aceleradamente.
Me recargue en la mesa pues sentía que mis piernas me temblaban, Cristina que poco a poco recuperaba el aliento, bajo de la silla, me miro y me sonrió, luego miro mi verga que aun palpitaba aunque ya comenzaba a perder fuerza, yo le dije que si ahora no la limpiaría, ella sonrió y dijo, “pero por supuesto cariño”, rápidamente se puso de rodillas frente a mi y sin mas metió mi verga en su boca y la limpio por completo.
Luego sin mas la saco de su boca y se puso de pie, “listo cariño, ahora si podrás irte contento al trabajo”, yo voltie a ver el charco que había sobre la mesa y me dijo, “no te preocupes que ahora mismo lo limpio”, camino hasta donde estaba tirado su camisón y se lo puso, yo me subí el bóxer y el pantalón y me acomode la camisa, la miraba tomar un trapo para limpiar la mesa, luego la vi caminar y cuando estaba por pasar el trapo me dijo, “anda cariño que se te hará tarde para el trabajo” y comenzó a limpiar la mesa, yo me acerque a ella, la abrace por la espalda, ella dejo de limpiar y enderezo su cuerpo, -me traes loco, eres una delicia cogiendo-.
“Oh cariño yo solo puedo decir que estos encuentros que hemos tenidos han sido fabulosos, de verdad que me has dejado muy satisfecha y sobre todo que tu también me traes loca, si por mi fuera me la pasaría cogiendo contigo todo el día”, por unos segundos nos quedamos así, luego recordé que ya se hacia tarde, la solté y le dije que ya me iba, ella me sonrió y sin mas volvió a limpiar la mesa, yo salí de la cocina y subí a mi cuarto, mi mujer seguía dormida, entre al baño, me lave los dientes, tome mi saco salí del cuarto, a media escalera me encontré a Cristina, “nos vemos en la noche”, -si claro que si-, fue todo, yo seguí mi camino, salí a mi auto y luego me fui a trabajar.
Ese viernes esta por demás decir que trabaje muy contento, pensando y pensando en Cristina, luego al medio día recibí una llamada de mi esposa, su hermano el mayor, Arturo, nos invitaba a todos a una casa que esta en un pueblito a dos horas y media de distancia, esa casa era de un conocido de el y ya en otras ocasiones se la había prestado y habíamos ido a pasar días de descanso.
Era una casa grande con sala, comedor, cocina, tres recamaras y lo mejor de todo, un amplio jardín y una alberca, la verdad es que las veces que habíamos visitado esa casa nos la habíamos pasado muy bien, así que la idea era que mi esposa se iría con sus hermanos y los niños y yo los alcanzaría en la noche, al salir del trabajo, por lo cual le dije a mi esposa lo que tenia que ponerme de ropa, luego colgamos y solo recibí un mensaje de ella cuando ya salían de casa.
Ese me apure con mi trabajo, vi el reloj y todavía faltaba hora y media para salir, pero ya no tenia nada que hacer, así que fui con mi director y le plantie la posibilidad de salir hora y media antes, le entregue los reportes que el pedía y como todo estuvo bien me dijo que no había problema porque me saliera esa hora y media que había solicitado, así que rápidamente fui a mi oficina, apague mi computadora y guarde mis cosas, fui al estacionamiento y rápidamente salí de ahí, así podría ganarle tiempo al trafico.
Eran las siete treinta cuando yo llegaba a la casa, toque la puerta y quien me recibió fue Gabriel, luego pase y en la sala estaba Arturo, también lo salude, luego pregunte por mi esposa y me dijeron que todas las mujeres estaban afuera con los niños, así que salí y vi que los niños estaban en la alberca, mi esposa, Cristina y Verónica que es la esposa de Arturo, sentadas en unas sillas playeras, viendo y cuidando a los niños que estaban en la parte baja de la alberca.
Me acerque y salude a mi esposa con un beso en la boca como de costumbre, luego a su lado estaba Verónica a quien salude de beso en la mejilla como también era costumbre, luego estaba Cristina, quien me miro y sonrió, yo para seguir con el cuento me acerque para saludarla también de beso en la mejilla, cuando me acerque a ella pude ver como fugazmente sus ojos voltearon a donde estaba mi mujer y Verónica, me imagino que se dio cuenta que no nos miraban y que estaban distraídas pues ella movió su cabeza y con sus labios beso la mitad de los míos.
Yo rápidamente me levante, mi primer reacción fue voltear a ver a mi mujer y tanto ella como su cuñada estaban viendo a los niños, luego gire mi cara y vi que Cristina tenia una picara sonrisa en la boca, le hice disimuladamente una seña de que no volviera a repetirlo y luego camine para entrar a la casa, mis cuñados estaban en la sala platicando y al verme me dijeron que me les uniera, ya mas tarde todos fuimos a dormir.
Al otro día nos levantamos temprano, todos nos arreglamos y luego salimos al pueblito que esta a quince minutos de la casa, allá almorzamos y compramos cosas para la comida, paseamos por el pueblito, cuando vimos ya eran las dos de la tarde, así que decidimos que era hora de regresar a la casa, de camino vi que el auto donde iban mis dos cuñados, se detuvieron frente a una tienda de autoservicio, me hicieron la seña para que los acompañara, así que baje del auto y entre con ellos, la cuestión fue que pasaron a comprar dos cartones de cervezas las cuales estaban bien frías, dos botellas de tequila, refrescos, cigarros, hielo y botana.
Yo mire a mi cuñado Gabriel y le dije –que acaso no ya tenias prohibido tomar tanto-, “si tu esposa me lo prohibió pero cuando veníamos de camino acá, llegamos al acuerdo que hoy tendría el permiso para tomar todo lo que yo quisiera, así que voy a aprovechar la oportunidad y me voy a poner hasta la madre”, -pues si que te creo, aparte de las cervezas llevas dos botellas de tequila, ya veo que realmente quieres tomar mucho-, “venga que esas son para las mujeres, pero bueno igual y algunos tragos les robare porque no”, luego le pregunte a su hermano que si el también tenia el mismo plan, pues el casi no tomaba, recibiendo como respuesta que no siempre podía tomar con su hermano y que esta era una ocasión especial.
Después de pagar todo lo que llevábamos, lo metimos a los autos y tomamos rumbo a la casa, al llegar rápidamente los niños fueron a ponerse sus trajes de baño, justo en ese momento Cristina le dijo a su marido, “oye ya se que se nos olvido, comprar mi traje de baño”, mi cuñado puso cara de no saber que hacer, en ese momento que escucho la voz de mi esposa, “hay amor, hablando de trajes de baño, puedes ver si puse el tuyo porque no lo recuerdo y casi estoy segura que no lo hice”, yo la mire pero no le reproche nada, solo dije que subiría a ver, abrí mi maleta y en efecto, no estaba mi traje de baño.
Cuando baje note que mi cuñado le estaba pidiendo las llaves de su auto a su hermano, luego me miro y me pregunto si yo traía mi traje de baño, le mencione que no, entonces me dijo, “ah pues entonces voy a aprovechar que tu también tienes que ir a comprar uno cierto”, moví la cabeza afirmando la pregunta, mientras mi esposa me pedía disculpas por el olvido, en ese momento mi cuñado dijo, “bueno pues que te parece si aprovechando que vas para allá, te llevas a mi mujer para que ella también compre el suyo”, el muy cabron lo que quería era perder tiempo y así poder comenzar a tomar, pero era una buena oportunidad para que yo estuviera solo con Cristina.
Tuve que disimular mi gusto por esto, y todavía remate preguntándole a mi esposa si quería acompañarnos, pero me dijo que mejor se quedaba para ayudar a su otra cuñada en ir preparando las cosas para la comida, así que sin mas le dije a Cristina que ya nos fuéramos y salimos de la casa hasta la camioneta, Cristina ese día llevaba un short rosa, de tela gruesa pero corto, que dejaba ver muy bien sus morenas y gruesas piernas, una playerita blanca, de cuello redondo que solo marcaba de buena forma sus medianas tetas.
En cuanto nos alejamos de la casa, ella de inmediato aprovecho el momento para acercarse a mí, “hay cariño, por fin vamos a tener unos momentos para nosotros solos”, lo primero que hizo fue poner una mano sobre mi pierna, acariciándola sobre el pantalón de mezclilla que yo traía puesto, -oye solo te voy a decir algo, por favor que no se repita lo de ayer en la noche cuando te salude, pueden darse cuenta y no nos conviene en nada-, “vamos cariño que antes verifique que no nos estuvieran viendo”, -como sea, creo que es arriesgado algo así, por favor no lo repitas-, “esta bien cariño como tu lo digas”.
Ella aun con lo que dije no perdió lo meloso de su comportamiento, seguía acariciando mi pierna y poco a poco subía su mano hasta que la postro sobre mi pene, “hola nene, no sabes cuanto te extraño”, dijo ella dirigiéndose a mi miembro, luego repego su cuerpo al mío y mientras yo manejaba ella con su mano acariciaba mi pene, en silencio íbamos hasta que ella volvió a hablar, “oye no se si te diste cuenta pero creo que hoy por la noche tu y yo podremos estar juntos de nuevo”, -si lo dices por la gran cantidad de alcohol que se compro, pues creo que si, pues tu marido esta dispuesto a ponerse borracho, además de que Arturo casi no toma y el también dijo que hoy iba a tomar mucho pues quería ponerse borracho con su hermano, pero también para ustedes hay, compraron dos tequilas pues según esto es para ustedes”.
-Si cariño pero ahí es donde tenemos que ser inteligentes, yo tratare de hacer que tanto tu mujer como Verónica tomen mucho, yo tendré que cuidarme de ser cautelosa y engañarlas con que estoy tomando igual que ellas, el caso esta en que queden muy ebrios todos para que así tú y yo podamos coger de lo lindo y sin estorbos”, -pues de eso tendrás que encargarte tu, porque de este lado estoy mas que seguro que tanto tu esposo como su hermano van a quedar mas que perdidos-.
Así seguimos el camino, planeando lo que teníamos que hacer, hasta que llegamos al pueblito, metí la camioneta en un estacionamiento y luego le dije que me diera unos minutos, pues no podía salir a la calle con la tremenda erección que tenia, así que después de unos minutos por fin esta cedió y entonces bajamos de la camioneta, caminamos solo dos calles, había varios negocios pues ahí cerca hay varios balnearios, pero fue hasta que encontramos una tienda grande donde había probadores y ahí fue que entramos.
Por lógica en este establecimiento no había tanta gente, pues la mayoría buscaba en los puestos callejeros para ahorrarse un dinero, solo había una persona que estaba pagando algunos productos y el encargado de la tienda, Cristina fue a ver lo suyo y yo a buscar un traje de baño para mi, la verdad es que no me costo mucho trabajo encontrar uno que me gustara, así que lo tome y fui a donde ella estaba mirando los trajes de baño.
-Yo ya estoy listo-, “pues yo no se, hay tres que me gustan, mira este”, me enseño uno de color rosa con florecitas, muy bonito pero era traje completo, luego me enseño un bikini azul, sin dibujos pero se miraba bien, por ultimo me enseño uno blanco con motivos negros, este estaba espectacular, sobre todo porque el calzón era de hilo dental, -oye este se te vería muy bien, creo que si te lo compras cuando te lo pongas voy a querer cogerte en ese momento, el caso esta en que no se si tu marido te deje usarlo-, “no, yo creo que no me va a dejar, lo mejor será llevarme este azul”.
Para entonces ya éramos los únicos en el establecimiento, el encargado se acero a nosotros y nos pregunto si nos podía ayudar en algo, Cristina le pregunto por el probador, el encargado le dijo en donde, ella me pidió que la acompañara, así que nos dirigimos a los probadores, eran dos, así que entre a uno y ella a otro, yo rápidamente lo hice, así que me vestí y salí del probador, ella seguía dentro, de pronto pregunto si yo estaba ahí, le conteste que si, asomo la cabeza por la cortina que tapaba el probador, miro a todos lados y luego corrió la cortina, me mostró el bikini azul, la verdad es que se miraba buenísima, “que tal, te gusta”, -si claro que si-, ella dio un giro suave y lento, así que pude ver lo bien que lucia su gran trasero.
Le pregunte por el traje de baño completo y me dijo que ya se lo había medido pero que no le había gustado, luego me dijo con una voz picara, “te gustaría ver como se me ve el otro”, se refería al blanco y por supuesto que le dije que si, ella sonrió y rápidamente cerro la cortina, yo impaciente esperaba afuera, después de unos minutos escuche que decía, “listo”, -si claro-, conteste, justo en ese momento sin darme cuenta el encargado se acerco, ella corrió la cortina, wow, simplemente wow, ella puso sus manos en la cintura mostrando su figura, justo en eso ella vio al encargado ponerse casi a un lado mío, como vi su mirada voltie y también lo vi, el encargado se puso rojo y pidió una disculpa, sentí como la mano de ella tomaba mi brazo y me jalaba hacia dentro del probador.
Cuando estuve dentro voltie y el encargado apenado dio vuelta y se alejo, Cristina con una mano cerró rápidamente la cortina, luego volteo a mirarme y no pudimos contener la risa por lo acontecido, unos segundos después que nos paro la risa me dijo, “bueno cariño pues ahora si, quiero que me digas que tal se me ve este bikini”, mis ojos primero se fijaron en sus tetas, el bikini era muy corto y apenas y le tapaba la aureola del pezón la cual es grande y apenas la tela pudo ocultarla, me hice lo mas que pude hacia atrás y ahora mi vista se fijo en ese pequeño triangulito que cubría su vagina, apenas y tapaba los gruesos labios vaginales, pero me llamo la atención que no se escapaba por ningún lado ningún vello, con sorpresa mire sus ojos y ella me dijo, “si cariño, en la mañana los rasure cuando me metí a bañar, no los iba a andar enseñando por todos lados con el traje de baño”.
Wow, dije en ese momento, luego le pedí que diera una vuelta, ella sonrió y comenzó a darla lentamente, por dios, la tela se perdía entre sus grandes nalgas, era una imagen fabulosa, la muy coqueta todavía tuvo la osadía de inclinar su cuerpo, por lo cual sus nalgas se expandieron mas y casi me derramo por tan maravillosa visión, Cristina sin levantarse y solo volteando su cabeza y mirando mis gestos me dijo, “con este seria mas fácil coger cariño mira”, al decir esto llevo una mano hacia atrás, tomo el delgado hilo y lo jalo hacia un lado, dejando al descubierto su culo y su vagina, pero claro esta que mis ojos lo primero que vieron fue su culito.
-Cristina que hermoso culo tienes-, “jaja hay cariño yo quiero mostrarte que así es mas fácil que me cojas pero no era mi intención mostrarte el ano, que tonta soy, pero bueno si hoy hay oportunidad te prometo que este culito será tuyo”, -de verdad-, “si cariño, yo te lo prometí el otro día recuerdas”, era demasiado para mi, pues mi pene quería reventar mi bóxer y mi pantalón, así que la calentura se apodero de mi, no me importo nada, rápidamente baje el cierre de mi pantalón, metí mi mano y busque entre el bóxer hasta que pude sacar mi endurecida verga, “pero cariño que haces”, -que te voy a coger aquí y ahora-, “pero nos pueden escuchar”, -no me importa-, tome con mi mano mi verga, abrí mis piernas para que así pudiera alcanzarla, rápidamente encontré la entrada de su vagina y de un solo empellón la penetre por completo.
Cristina quiso ahogar un gemido pero no lo logro del todo, mientras que yo como loco tome sus caderas y comencé a cogerla con fuerza, estaba sumamente caliente y lo único que quería era cogerla hasta estallar e inundar su vagina con mi semen.
Era un ritmo rápido y hasta un tanto violento, pero ella lo estaba gozando como loca, pues la sensación de que el encargado pudiera acercarse en cualquier momento, o algún otro cliente entrara a la tienda y se diera cuenta, hacia que la adrenalina en los dos se incrementara por completo, pronto sentí que ella se humedecía por completo y las penetraciones fueron mas fáciles.
En voz baja le dije, -me tienes loco, estas nalgas me tienen fuera de si, y juro que en la noche, voy a romperte el culo, me escuchaste-, “si cariño, si escuche que en la noche vas a romperme el culo, y yo estaré feliz de que lo hagas”, escuche que alguien estaba cerca pero no me importo, por el contrario arremetí con todas mis fuerza, Cristina ya no pudo ahogar tanto sus gemidos y ahora los hizo un poco mas fuertes, hasta que sentí como un liquido caliente mojaba por completo mi verga, Cristina estaba llegando a un orgasmo y este liquido corrió por sus piernas, no me contuve mas y estalle inundando su vagina de esperma, de caliente, espeso y abundante esperma.
Di un ultimo empellón y la penetre hasta el fondo, luego lentamente saque mi verga la cual como ya era costumbre, salio bañada de mi semen y del liquido vertido por ella, quien giro y se puso en cuclillas, tomo mi verga y la limpio con su boca y lengua, cuando hacia esto le dije, -te encanta el semen verdad-, “slurp, si cariño, por eso siempre te limpio la verga, además que la mezcla que hace con mis jugos me es muy excitante”, de nuevo la metió en su boca y termino de limpiarla.
Se puso de pie, comenzó a quitarse el bikini, el calzón estaba mojado con sus jugos, me lo dio en la mano, luego se quito el brasier, tomo su ropa y se vistió, “que vamos a hacer, si el encargado se da cuenta que lo moje nos lo va a cobrar”, -no te preocupes, en cuanto salga le doy el bikini azul para que lo vaya cobrando, tu vas y cuelgas el bikini blanco y salimos rápido para que no haya problema-, “esta bien”, en cuanto estuvimos listos salimos del probador, la tienda seguía vacía, el encargado estaba en la caja, Cristina me daba el dinero del bikini pero le dije que yo se lo regalaría y que guardara el dinero para que lo gastara en lo que ella quisiera, rápidamente fui a la caja, ella a colgar el bikini.
El encargado se miraba nervioso y un tanto sudoroso, y pude notar que mientras me cobraba volteaba a mirar a Cristina, lo mire y le dije, -todo bien-, “si señor, todo bien”, -viste algo-, “no señor”, -escuchaste-, “si, digo no señor”, en ese momento me dio mi cambio, yo tome un billete de cien pesos y le dije que gracias por su discreción, el me sonrió y me agradeció, le hice la seña a Cristina quien de inmediato camino hasta mi y luego tomamos rumbo a la salida, algo me decía que el encargado pensaba hacer algo, así que en cuanto salimos de la tienda le dije a Cristina que esperara, yo me regrese y me asome por la ventana que tenia la puerta, vi que el encargado camino hasta donde Cristina había colgado el bikini, lo tomo en sus manos y luego lo llevo a su nariz, pude ver que olía los jugos derramados por ella.
Di la vuelta, la tome de la mano y caminamos al estacionamiento por la camioneta, ella iba pegada a mi brazo, pareciera que éramos un par de novios enamorados, luego de pagar el estacionamiento tomamos camino a la casa, en el trayecto nos reíamos de la locura que habíamos echo, así como ir planeando la estrategia para que en la noche pudiéramos estar juntos.
Durante el camino ella me dijo si tenía papel de baño pues sentía que mi semen estaba por salir de su vagina, le dije que abriera la guantera pues ahí tenia un paquetito de kleenex, ella tomo bastantes y luego desabrocho su short y metió debajo de su calzón, luego saco su mano y abrocho su short, rápidamente llegamos a la casa, cuando entramos, mi mujer y Verónica estaban terminando de dejar todo listo para cuando fuera la hora de comida, mis cuñados a un lado de la alberca, tomando cervezas y cuidando a los niños.
Mi esposa fue a recibirme y me dijo si había encontrado el traje de baño, lo saque de la bolsa y se lo mostré, me dijo que fuera a cambiarme para que fuera con sus hermanos, luego note que ellas ya habían empezado también a tomar, la botella de tequila estaba abierta y tanto mi esposa como su cuñada tenían dos vasos servidos.
Subí rápidamente a cambiarme y luego baje hasta donde mis cuñados estaban, note que el plan trazado con Cristina para con ellos estaba mucho mas que adelantado, pues ya tenían casi un cartón de cervezas terminado, después se nos unieron mi esposa y Verónica, ese día mi mujer venia con un traje de bajo completo y se cubría la cintura y caderas con un pareo, la verdad es que ella tiene un muy bonito cuerpo, pero es muy penosa, la diferencia con Cristina era la voluptuosidad y sobre todo lo caliente que esta era.
Verónica también llevaba un traje de baño completo, pero con una playera grandisima encima de este, la verdad es que ella es chaparrita y tiene sus llantitas, no es fea, la verdad que no, pero a mi no me gustaba, además tenia un carácter que no le ayudaba en nada, era muy seca, algo que debo admitir que siempre me gusto de ella, era el enorme par de tetas que tiene, huyyy ahí si ni pero le pondría, pero nada mas, no tenia mucha nalga, en fin que fuera de que de vez en cuando le miraba sus grandes tetas, no me gustaba en nada mas.
La ultima en bajar fue Cristina, con su bonito bikini, pude notar muy bien la cara que puso mi otro cuñado al ver a la esposa de su hermano, no podía creer lo bien que se miraba, pero una vez pasado esto todos comenzamos a platicar de forma amena, los niños jugaban en la alberca, mis cuñados seguían bebiendo, así como ahora también mi esposa y Verónica, miraba a Cristina quien cuando notaba que no era vista, vaciaba casi todo el contenido de su vaso, pues así era el plan y así lo estábamos llevando.
Poco mas tarde comimos, los niños tuvieron que esperar para entrar de nuevo a la alberca, mientras jugaron en el jardín, después volvieron a entrar al agua, nosotros seguíamos con los alcoholes, bueno yo no porque casi no tomo, ya mas tarde y ya de noche los niños fueron saliendo pues ya estaban cansados, con visibles muestras de embriagues las mujeres fueron a dormir a los niños, pero quien ya no bajo fue mi esposa, a quien realmente le pego fuerte el alcohol y se quedo profundamente dormida con mis hijos.
Cristina obviamente bajo, después lo hizo Verónica y seguimos platicando y tomando, hasta que por fin cayo Arturo, ya no podía mas y apenas podía mantenerse sobre la silla, así que su mujer quien también ya estaba muy borracha me pidió que le ayudara a subirlo a su cuarto, así que entre los dos lo levantamos y como pudimos lo llevamos hasta su cuarto, solo que la mayor parte del esfuerzo la hice yo, cuando por fin llegamos al cuarto lo acostamos en su cama, yo me puse de pie y estaba por salir del cuarto cuando Verónica me dijo que esperara, tambaleante camino y en cuanto estuvo frente a mi, volteo a ver a su marido que estaba mas que borracho y ya viajando al mundo de los sueños.
Volteo a mirarme y me dijo, “muchas gracias por la ayuda, yo no hubiera podido sola, sabes algo, tu me caes muy bien, yo te aprecio muchísimo”, -yo también Vero, a ti y a tu marido los aprecio mucho-, “no no no, pero es que en verdad que yo te aprecio mucho, no sabes cuanto”, al decirme esto ella me abrazo, yo comprendiendo su borrachez también la abrace pues no vi mayor problema, pero sorprendido me vi al momento de sentir como una mano la quito de mi cuello y sin despegar su cabeza de mi pecho, sentí como esta mano ahora se ponía sobre mi pene y la acariciaba torpemente sobre el traje de baño, -oye no Vero espera-, dije al momento de separarla, ella me miraba y podía ver los gestos que el alcohol le provocaban por la borrachez que tenia.
“Vamos no me desprecies, la verdad es que desde hace mucho tu me gustas”, -vamos que lo dices porque estas ebria, además ahí esta tu marido-, “ah pero velo esta perdido de borracho ni cuenta se daría, anda ven y besame que quiero estar contigo”, yo la separe de nuevo y le dije que se estuviera quieta, de pronto ella se quedo frente a mi, torpemente tomo la playera larga que cubría su traje de baño y como pudo se la quito, acto seguido mire como bajo el traje de baño justo a la altura de sus tetas y las dejo libres, no puedo negar que en ese momento me quede perdido en ese inmenso par de tetas, eran muy grandes, demasiado y con todo la verdad es que eran hermosas.
Ella de nuevo se acerco a mi, tratando de abrazarme y besarme, debo admitir que por un momento casi caigo pues realmente me atrajeron en demasía ese buen par de tetas, pero recordé que mi plan ya estaba con Cristina y de nuevo la rechacé, la tome de los brazos y la lleve hasta su cama, me senté a un lado de ella y le dije, -mira Vero, no me lo tomes a mal, pero es que no puedo hacer nada contigo-, “tan fea estoy para ti”, -no, claro que no pero pues tu eres la mujer de mi cuñado, (ja como si eso me importara), así que esto es algo que no podría hacer, además estas muy ebria y esto es como aprovecharme de la situación, que pasaría mañana, como te sentirías tu después de esto-, yo todo esto se lo decía sin dejar de mirar sus tetas, pues no las había cubierto.
“Haber, entonces si esto te lo digo cuando este sobria si aceptarías”, con todo y su borrachez me la puso complicada, -no bueno es que mira-, “dime, me aceptarías”, -no se trata de esto Vero es que mira-, “ya dime, solo contesta lo que te pregunto”, -bueno si, así seria diferente-, dije yo para salir de esto, ella ya no dijo nada, torpemente volvió a cubrir sus tetas, me sonrió y luego fue a acostarse al lado de su marido, yo rápidamente me puse de pie y salí del cuarto, cerré la puerta y respire aliviado, de inmediato mis pensamientos se dirigieron a Cristina, así que rápidamente fui hasta donde sabia que estaba con su marido, pero mi sorpresa fue que Gabriel estaba solo.
El seguía tomando sin importarle nada, pero lo primero que hice fue preguntarle por Cristina y me dijo, “no pues me dijo que ya también se sentía muy ebria y cansada, así que se subió a dormir con los niños”, queee, pensé yo, pero si habíamos quedado en algo y bueno, no encontraba explicación, pensé que todos los planes se habían venido abajo, pero después pensé que tal vez era un truco de ella, no me quedaba mas que esperar, así que me senté y me puse a ver como aun siendo que ya estaba muy borracho, mi cuñado seguía bebiendo.
Ya se habían terminado las cervezas y ahora iba con el tequila, fue realmente desesperante ver como pasaba una hora y el seguía bebiendo y bebiendo, hasta que me canse y le dije, -oye no crees que ya tomaste mucho, mañana no vas a poder ni levantarte, mejor ya párale y vete a dormir-, me mostró que la segunda botella de tequila estaba por terminarse y con las palabras arrastradas por su embriagues me dijo, “ya nomás me termino esta, me sale una copita mas”, yo mismo le quite la botella y se la serví, apresurándolo un poco a que la terminara, cuando su vaso estuvo vació me dijo, “ahora si cuñado ya me voy a dormir, pero necesito que me ayudes porque ya no puedo pararme”, otro mas que tenia que cargar, ni hablar no había de otra, así que le ayude a ponerse en pie y después a subir hasta su cuarto.
Casi al llegar me dijo, “sabes que cuñado, horita voy a despertar a mi vieja, quiero cogermela”, queee pensé, pero si quien se la iba a coger soy yo, me hirvió la sangre pero tuve que contenerme, abrimos la puerta y vi a Cristina acostada en su cama y parecía que estaba dormida, mi cuñado me dijo, “hasta aquí cuñado, lo demás lo hago yo solo”, me soltó y tambaleándose camino un poco y luego cerro su puerta en mis narices, yo me sentía enojado y molesto, yo baje muy enojado y salí al jardín, daba vueltas tratando de que se me bajara la molestia.
Cuando me di cuenta habían pasado veinte minutos, Cristina no bajaba y pensé que realmente estaría cogiendo con su marido, -me carga la chingada, de haber sabido esto me hubiera cogido a la Vero, soy un entupido-, daba vueltas y estaba muy molesto, vi la alberca y pensé que si nadaba con eso bajaría el coraje, así que me quite mi playera y me clave en el agua, nadaba de un lado a otro, pensando una y otra vez, sintiéndome frustrado, habían pasado diez minutos mas y Cristina no bajaba, ya me sentía mas tranquilo, pare de nadar y me quede en la orilla de la alberca, dando la espalda a la casa, poco a poco me tranquilizaba mas, de pronto me asuste al sentir un pie que tocaba mi hombro, rápidamente voltie y vi que Cristina estaba parada frente a mi.
“Cariño, disculpa la tardanza pero me costo mucho trabajo convencer a mi marido que estaba empecinado en querer cogerme, tuve que convencerlo pero ya sabes como se ponen de necios cuando están borrachos, así que tuve que esperarme hasta que se quedo completamente dormido”, ella traía puesta una bata de baño, me miraba y sonreía y mi enojo termino por esfumarse por completo, de pronto me dijo, “estas listo cariño”, yo asentí con la mirada, ella se giro y comenzó a caminar hacia el otro lado de la alberca, se paro justo donde estaban las sillas playeras que estaban ahí, yo en ese momento me salí de la alberca, ella giro, me miro y con sus manos desamarro la cinta con la que se amarran las batas, la abrió de par en par y la dejo caer al piso.
Estaba completamente desnuda, levanto un brazo y con un dedo me dijo que fuera a donde estaba ella, rápidamente camine hasta allá, al tiempo que ella se sentó en una de las sillas y yo me puse frente a ella, quien de forma melosa se inclino un poco, con sus manos comenzó a acariciar mi pene sobre el traje de baño, no decíamos nada pues no era necesario, mi pene de inmediato comenzó a ponerse duro, ella sintió como este crecía, tomo los cordones de mi traje de baño y los desamarro, jalo un poco el resorte y luego tiro hacia abajo, comenzando a bajar mi traje de baño, quedando expuesta frente a ella mi ya dura verga.
Ella de inmediato la tomo con su mano, la acaricio suavemente y tomándose su tiempo, sin apresurarse, “esta cosa tan deliciosa me va a hacer muy feliz esta noche y yo la voy a consentir”, terminando de decir esto ya no espero mas y la introdujo en su boca, sentí como mis piernas flaquearon por un segundo, sentí muy rico la calidez de su boca, como pude baje una mano y comencé a acariciar una de sus tetas mientras que con la otra mano acompañaba el movimiento de su cabeza.
De pronto ella saco mi verga de su boca, yo con incertidumbre la miraba, ella se incorporo, tomo su bata y la extendió en el pasto, me dijo que yo me recostara en ella, así que sin preguntar que pensaba hacer obedecí de inmediato, una vez que lo hice ella se coloco sobre mi, pero poniendo su vagina sobre mi cara y su cara sobre mi pene, entendí que ella quería hacer un sesenta y nueve, así que de inmediato prendí mi boca en su vagina y comencé a recorrer con mi lengua cada centímetro de esta, mientras ella volvía a introducir mi verga en su boca.
Era una delicia sentir como ella mamaba mi verga mientras que yo le daba lengua a su húmeda vagina, mis manos las coloque sobre sus grandes nalgas y las acariciaba mientras yo trataba de introducir lo mas que podía mi lengua en el interior de la cavidad de su vagina, como había comentado antes, Cristina era una mujer que se entregaba por completo a la hora del sexo, dejaba libres todos sus sentidos, por lo cual no me costo nada de trabajo arrancarle su primer orgasmo, sabia que estaba por estallar pues saco mi verga de su boca, con su mano la apretó fuertemente y de su boca comenzaron a escapar gemidos, hasta que sintió como mi boca se llenaba con sus jugos, parte de mi cara se baño de estos, y los deguste con total satisfacción, sin parar de introducir mi lengua en su cavidad, ella seguía con los espasmos y gimiendo hasta que sus jugos dejaron de fluir y los espasmos disminuyeron.
Ahora saque mi lengua y comencé a masajear su clítoris, mientras hacia esto recordé su ano, ese que tanto deseaba, así que una de las manos que tenia en sus nalgas la acerque y luego postre mi dedo medio en el arrugado culito, comencé a acariciarlos suavemente mientras que mi lengua seguía acariciando su clítoris, ella no decía nada, seguía inmersa en mamar mi verga, así que ahora deje de acariciar su culito, acerque mi mano hasta su vagina y le introduje el dedo medio, el cual deje por unos instantes dentro, luego lo saque y estaba que escurría sus jugos, volvió a subir mi mano y de nuevo postre mi dedo en su culito, lo acaricia un poco y luego hice un poco de presión, este entro rápidamente y por completo.
Lo deje ahí sin moverlo ni un centímetro, mientras mi lengua volvía a apoderarse de su clítoris, hasta que lentamente comencé a mover mi mano, así que sacaba y metía mi dedo, suave y lentamente, ella saco por un momento mi verga de su boca y fue solo para decir, “hum cariño que rico”, luego volvió a introducirla y a degustar de ella, así que ante tal aprobación yo seguía moviendo mi dedo, cada vez con mas velocidad, de pronto ella volvió a sacar mi verga de su boca pero en esta ocasión fue para decir, “cariño, ahora hazlo con dos por favor”, y de inmediato volvió a introducir mi verga en su boca.
Deje de mover en ese momento mi dedo y luego lo saque, quite mi lengua de su clítoris y ahora le introduje dos dedos en su vagina, en cuanto estos quedaron perfectamente bien lubricados por los jugos de su interior, los saque y ahora los lleve a su anito, los coloque los dos juntos y comencé a hacer presión, debo admitir que no me costo trabajo y note que ella los recibió muy bien, acoplándose de inmediato a ellos, mis dedos quedaron inmóviles por un momento, estaba tan entusiasmado con esto que mi lengua dejo de acariciar su clítoris, pues estaba muy entretenido y quería ver como mis dedos se incrustaban en su culito.
Algo que ella demando pues volvió a sacar mi verga de su boca y solo para decirme que no dejara de acariciar su clítoris con mi lengua, una vez dicho esto volvió a meter mi verga en su boca y continuo con su deliciosa mamada, yo desistí de mirar y volví a concentrarme en acariciar su clítoris con mi lengua, mientras que movía mi mano y le incrustaba una y otra vez mis dos dedos en su culo.
Esto volvió a prenderla por completo, pues sentí como ella misma movía suavemente su cadera y acompañaba las acometidas de mis dedos, sentía como ahogaba sus gemidos con mi verga incrustada en su boca, pero unos segundos después la saco de ella, comenzó a gemir con mas fuerza al tiempo de suplicar, “así, así, ahhh que delicia no pares que estoy por llegar, no pares por favor sigue como lo estas haciendo ahhh, sigue así, sigue ahhh siiiii, sigue ahhh me vengo, me vengooo ahhhhhh siiiiiiiiiiiiii”, de nuevo mi boca se inundo de sus jugos, mis dedos sintieron como por las contracciones de su orgasmo, el culo apretaba afanosamente mis dedos, mi cara una vez mas quedo mojada de su néctar y ella gemía con total despreocupación y mucho placer.
En cuanto termino de expulsar sus jugos, me dijo con voz autoritaria, “saca los dedos por favor”, yo pensé que se había molestado o algo y eso me desconcertó porque a leguas se miraba que lo estaba gozando, no dije nada y solo obedecí y en cuanto ella sintió que mis dedos estaban fuera, soltó mi verga y de inmediato se quito de encima, yo iba a preguntar si pasaba algo pero ni la primer letra pude decir porque vi en su cara un gesto de una lujuria que jamás le había visto, sus ojos estaban cargados de un deseo inmenso, su boca abierta y con un gesto casi de desesperación, se monto encima y frente a mi, con una mano tomo mi verga y la guió a la entrada de su vagina y de un solo sentón la incrusto por completo.
De inmediato comenzó a moverse de forma vertiginosa, gemía con fuerza, su mirada estaba hacia el cielo y sus caderas era un delicioso concierto de movimientos extremadamente placenteros, “oh por dios, cuanto placer, ahhh cariño me encanta tenerte entre mis piernas, ahhh que delicia de verga, que locura tan hermosa, ahhh siii, ahhh cuanto gusto, cuanto placer me provocas ahhh”, movía sus caderas frenéticamente, sus tetas bailaban al ritmo de sus caderas, sus pezones duros y erguidos se miraban deliciosos y con esa aureola grande que los decoraba, moviéndose al vaivén de sus tetas.
De pronto sentí y me di cuenta que si ella seguía moviéndose como lo hacia yo no duraría mucho, pero por suerte Cristina de pronto puso sus manos en sus tetas y comenzó a apretarlas con fuerza, su boca se abrió y dejo escapar un escandaloso grito, mis oídos lo escucharon al momento que mi verga sintió como era bañada por los jugos que emergieron de la cavidad vaginal, entre gritos y gemidos termino de mojar mi verga y luego dejo caer su cuerpo sobre el mío, sus tetas quedaron pegadas a mi pecho y su boca se prendió de la mía, besándome con lujuria, con desesperación y con total entrega.
Luego de besarme por unos minutos y aun con la respiración entrecortada, separo su boca de la mía, su mirada estaba fija en mis ojos, una maliciosa sonrisa se dibujo en su cara y luego me dijo, “esta bien cariño, yo te prometí que te daría este culito con el que estas insistiendo, te dije que esta ocasión seria única para ti y así será, tu deseo será cumplido, ahora quiero sentir tu verga en mi culo”, -estas segura-, “nunca lo eh estado tanto como hoy”, -esta bien pero si en algún momento te lastimo o no te gusta quiero que me lo digas-, “no cariño, que no te preocupe si me duele o no, no creas que serás el primero que me rompe el culo, debo admitir que una verga como la tuya si será por primera vez, pero aunque tu veas que me duele, no pares y cogeme con todas tus fuerzas, hazme gritar de dolor y bramar de placer”.
La lujuria y el deseo incremento en mi, puse una mano en su cabello y lo enrede en el, al tiempo de dar un pequeño jalón, se que le dolió pero por respuesta el gesto en su cara mostró mas deseo, mi boca se apodero de la de ella, la bese apasionadamente y era tanto el deseo que sin importarme nada mordí su labio inferior, su cuerpo se cimbro del dolor que sintió, pero su boca exclamo un gemido de placer, en cuanto mis dientes liberaron su labio, su boca se abrió para decir, “anda cariño que esperas para romperme el culo, que acaso no era lo que deseabas, anda ya hazlo que muero por tener esta deliciosa verga abriendo mi culo”.
De inmediato hice que se levantara y mi verga salia de su vagina completamente mojada, estaba lleno de sus jugos, así que rápidamente le ordene que se pusiera en posición de cuatro, y ella lo hizo de inmediato, mientras me incorporaba mis ojos miraba como ella se ponía en la posición indicada, pero se perdieron por completo en las grandes, hermosas y carnosas nalgas de Cristina, era una vista fenomenal, simplemente espectacular, las nalgas expandían su tamaño, simplemente era una imagen para guardar en mi cerebro y que no borrarla nunca.
Sin perder de vista tan hermosa postal fui colocándome detrás de ella, tome mi verga y apunte a su anito, coloque la punta en la entrada, pero no daba el paso, no se porque pero me gustaba ver la cabeza de mi verga postrada en la entrada de tan anhelado culo, de pronto ella entre suspiros y gemiditos me dijo, “anda cariño ya no me atormentes mas con esta espera, ya rompeme el culo”, -eso quieres, eso tendrás-, remate y di un fuerte empujón, mis ojos vieron como la circunferencia del culo se expandían y alojaban por completo la cabeza de mi verga, me detuve para contemplar esta imagen, “ahhh no te detengas, no te detengas y destrozame el culo ahhh”, ahora coloque mis dos manos en sus caderas y sin perder detalle, fui introduciendo lentamente mi verga, sin perder detalle de cómo milímetro a milímetro esta se iba perdiendo en el interior de Cristina.
No me detuve hasta que vi el último milímetro introducirse, mi vista estaba fija en las grandes nalgas de Cristina y como mi verga estaba completamente dentro, ella gemía pero también expresaba un cierto dolor, le pregunte si estaba bien, ella entre gemidos y pequeños grititos alcanzo a decir que no me saliera y que solo esperara unos segundos mas, lo cual hice mientras mis manos acariciaban su espalda, sus nalgas y sus caderas.
Yo mismo note como las paredes de su ano poco a poco se relajaban un poco, aunque me apretaba de forma deliciosa, de pronto recibí la orden de continuar, “ahhh ahora si cariño, dale y no pares hasta que estalles y me llenes de ti”, la tome de las caderas y lentamente hice mi cadera hacia atrás, viendo como mi verga salía de ese ya extendido culo, luego de igual forma volví a meterlo, la verdad es que me estimulaba mucho visualmente ver esto, mi cerebro estaba guardando cada imagen y me encantaba ver como mi verga salía y entraba lentamente, ver el gran tamaño que habían tomado sus nalgas y como justo en medio se perdía mi verga, era realmente fantástico.
Me tome mi tiempo y ella intuyendo esto me dejo disfrutarlo a mi modo, pero después de unos minutos con una voz autoritaria me dijo, “ahhh vamos cariño, ahora si cogeme con fuerza, dale duro y no te detengas, hazme gritar y bramar de placer, ya no me hagas sufrir mas por favor ahhh”, -eso quieres, quieres que te coja con mas fuerza ehh-, le dije esto al tiempo que comenzaba a acelerar un poco mis arremetidas, “ahhh si cariño, dame mas duro, destrozame el culo, hazme gritar y estallar de placer, mas duro, dame mas duro ahhh”, -pues si eso quieres, eso te daré-.
Ya no dije palabra alguna y sin miramientos ni piedad, comencé a mover mis caderas rápidamente, pero asegurándome que a cada arremetida mi verga entrara hasta el tope, llenando por completo su culo, como respuesta ella comenzó a gemir, a grita y bramar, miraba como sus nalgas vibraban cada vez que mi pelvis chocaba en ellas, mis huevos una y otra vez se estrellaron en su vagina, sentía como estaban mojados por la gran cantidad de liquido que salía de esta, y Cristina lo resistía estoicamente, subiendo al cielo en cada arremetida.
Varios minutos pasaron y yo no bajaba el ritmo, pero estaba sudando en abundancia al igual que ella, mis huevos me dolían por tanto golpe, Cristina seguía gritando, seguía disfrutando, ya había alcanzado dos orgasmos mas, mis piernas estaban escurriendo del néctar que violentamente había sido expulsado en sus corridas, sentía que ya no podía mas, sentía que llegaba al cielo y que reventaría en un total éxtasis, y así fue, solo alcance a decirle que ya no podía mas y estalle, sintiendo como chorros de espeso semen inundaban por completo sus entrañas.
-Ahhhhhhhhhhhhhh siiiiiiiiiiiiiiiiii-, alcancé a gritar mientras me vaciaba por completo, comenzando a bajar el ritmo pero ella de inmediato me dijo que no lo hiciera, así que con un doble esfuerzo seguí penetrándola a la misma velocidad, mientras ella llevaba una mano a su clítoris y solo basto que lo acariciara por unos segundos para que estallara en un fuerte orgasmo, sin duda el mas grande y fuerte de la noche, fue que mientras su néctar era expulsado, con una mano que temblaba por tal éxtasis la echo hacia atrás y la puso en mi pelvis, haciendo la seña de que me detuviera.
Rápidamente baje el ritmo y por ultimo di una ultima estocada hasta el fondo, como si quisiera entrar yo mismo en ella, arrancándole un fuerte grito, para que de inmediato me hiciera hacia atrás y sacara por completo mi verga, la cual salio con residuos de mi semen, ella se dejo caer boca abajo sobre la ya maltrecha toalla, y yo miraba como su cuerpo aun expresaba las convulsiones del orgasmo.
Como pude me puse de pie y fui a sentarme en la silla que estaba justo frente a ella, quien con los ojos cerrados disfrutaba de los últimos espasmos de su orgasmo, yo estaba completamente bañado en sudor, y miraba y recorría de pies a cabeza su cuerpo, disfrutando de sus grandes nalgas y recordando que apenas unos segundos antes había estado penetrando esas hermosas nalgas, mientras mi pene perdía su firmeza, pero orgulloso de la faena antes sostenida.
Pasaron algunos minutos, Cristina se ponía de pie lentamente, acercándose a mi y luego sentándose en mis piernas, comenzamos a besarnos y luego nos abrazamos, “estuviste grandioso cariño, sabes algo, en ocasiones me entra el remordimiento por serle infiel a mi marido, pero cuando estoy contigo me pierdo y solo pienso en sentirte dentro de mi y disfrutar del gran placer que tanto me regalas, me traes loca de verdad y pensar que mi marido ahora quería coger conmigo, lo bueno es que lo pude convencer, mira nada mas de lo que me hubiera perdido, aunque mmmm se me esta ocurriendo algo”, -que se te ocurre, que estas pensando-, ella se puso de pie, me tomo de la mano y me hizo levantar, “ven cariño, vamos a hacer algo loco y arriesgado”, y comenzamos a caminar a la casa, aunque yo iba completamente en una total incertidumbre, que es lo que tenia planeado hacer.
C O N T I N U A R A