A medida que han ido pasando las semanas desde la disponibilidad del SE Xperia Play, se ha ido diluyendo la enorme expectación inicial que consiguió crear hace unos meses en las primeras filtraciones.

Mucho dinero invertido en marketing, muchas campañas de publicidad, muchos planes futuros en cuanto a plataformas de juegos exclusivas para el terminal… pero a día de hoy lo que tenemos es un smartphone Android obsoleto respecto a los principales buques de guerra de sus competidores, y con una cartera de juegos más bien penosa para lo que todos esperábamos.

Con especial mención de esos primeros títulos portados directamente de PSX, y para los que ahora nos piden un dinero que antes no teníamos que gastar para jugar exactamente a lo mismo, cortesía de emuladores como PSX4Droid, ahora polémicamente cerrado.

Lo que tenía que ser una PSN+superphone, de momento está siendo una Gameboy Advance+smartphone.

En plena masticación de la decepción que me está produciendo el Play, me encuentro hoy con la noticia que Nokia lanzará este año una serie de smartphones con Windows Phone con la intención de diferenciarse su hardware respecto de la competencia.

No se menciona nada concreto en cuanto a esta “diferenciación de hardware”, aparte de que uno de los terminales llevará un keypad (menuda novedad).

Y aquí es donde algo se ha encendido en mi cerebro y me ha hecho pensar “¿y por qué narices Microsoft+Nokia no lanzan un smartphone con gamepad, potencian Xbox Live, aprovechan la experiencia y buen hacer que tienen ambos, y fabrican de una vez el móvil consola perfecto?”

Imaginémonos un futuro Nokia Xbox. La unión del que durante muchos años fue el mejor y más exitoso fabricante de móviles, junto con una de las compañías de tecnología más poderosas del mundo, con un sistema operativo móvil en plena maduración, y con una consola (Xbox 360) y un ecosistema de juegos (Xbox Live) impresionantes.

Un Nokia equipado con Windows Phone 7.1 (Mango), con la fiabilidad de siempre de los Nokia, con una duración decente de la batería, con un buen keypad de ergonomía perfecta, y con Xbox Live cargadito con las adaptaciones de los últimos juegos de Xbox360 y Windows.
Doy por sentado que Microsoft ya tenía en mente estas sinergias cuando empezó a conocerse el acuerdo con Nokia allá por Febrero (y de ahí esos rumores de compra que salieron posteriormente, de cara a tener un producto específico y único Windows+Nokia), y por tanto toda la estructura a montar debería estar más que avanzada dentro de los pasillos de los directivos de Microsoft.

Según las últimas noticias de la compañía finlandesa, estos nuevos terminales aparecerían a finales de 2011, es decir a 7 meses vista.
Ése es el tiempo que tiene Microsoft para hacer todo lo que no supo hacer Sony Ericsson: fabricar un terminal revolucionario de verdad, que esté al mejor nivel tanto como consola portátil como superphone, y crear todo un ecosistema de juegos de calidad que sean lo nunca visto antes en dispositivos portátiles.
Queremos un superphone que esté a la altura de un Samsung Galaxy S II o un iPhone 5, y que en cuanto a calidad de juegos no desmerezca al lado de la aún por venir PSN.
Si Microsoft+Nokia no pueden hacerlo, es que nadie puede hacerlo.

Mientras tanto, los actuales poseedores del Xperia Play se tienen que ir conformando con noticias tan espectaculares (modo irónico activadísimo) como la disponibilidad del Minestrone exclusivamente para este terminal, portado para aprovechar específicamente el keypad físico del mismo. De aquí al Call of Duty Black Ops, Top spin 4 o L.A Noire sólo hay un paso (modo irónico apagado).