Para los escépticos, miren, lo importante de la propuesta no es tanto si se suman o no, si se destituye a Calderón o no. Eso no es lo importante. Lo que llama la atención es como está alcanzando esos niveles de impopularidad entre la población votante. Es curioso como desde la llegada de Calderón al poder, el panismo ha ido perdiendo cada vez más plazas, si eso no es símbolo de la mediocridad de dicho personaje, no sé que lo sea.
Desde que era candidato, Calderón se caracterizó por ser un personaje gris y poco ha cambiado desde entonces. Llegó a la silla presidencial en medio de una de las más grandes polémicas en la historia del país y para conseguir legitimidad política, tuvo que aliarse con sus otroras enemigos, los del PRI. Aún así, esto sigue siendo insuficiente, porque la legitimidad social jamás la ha logrado tener... y a como vamos, dudo mucho que lo haga.