niodeplata33
Bovino maduro
- Desde
- 2 Jul 2009
- Mensajes
- 245
- Tema Autor
- #1
Hoteles con encanto y misterio.
Sórdidas historias, crímenes sin resolver, extraños fenómenos… Hay hoteles en el mundo famosos por tener una misteriosa historia tras ellos. Holiday Check, una empresa de Suiza sobre viajes y hoteles que opera por Internet, ha sacado a la luz hoteles con historias escalofriantes. Se trata de seis hoteles con una historia mágica, que esconden secretos que son seña de su identidad y, muchas veces, reclamo de turistas.
Es el caso de la habitación 222 del Hotel Matress, en Memphis. Allí fue encontrado el cadáver de Sony Milbrook, bajo el colchón, en el armazón metálico de la cama. Un trágico suceso que marcó para siempre el destino de este hotel.
Como él, el Timberline Lodge de Oregón ha sido descrito como “maldito” porque debido a su espectacular aspecto y ubicación fue utilizado para rodar películas como “Sombras en el silencio”, “El paso de la muerte” y “El Resplandor”. Aunque el dueño del hotel nada tiene que ver con el atormentado personaje interpretado por Jack Nicholson, es inevitable que el visitante se sienta invadido por la misma atmósfera que los protagonistas vivieron en la película.
No se queda atrás el Prins Hendrik de Ámsterdam (Holiday Check ofrece habitaciones por 95 euros la noche). Allí, una habitación en particular despierta un especial morbo entre los fanáticos del jazz, y es que el mítico músico Chet Baker falleció en extrañas circunstancias en ese lugar: cayó por la ventana, una misteriosa noche de mayo del 1988. Más tragedias han visto las paredes del histórico Hotel Beau Rivage (noche a partir de 313 euros con Holiday Check), en Ginebra: la emperatriz Isabel fue apuñalada allí, al regresar de unas compras. Casi un siglo después apareció muerto, en la bañera de la habitación 317, el político alemán Uwe Barschel. Hoy ese hotel es lujoso, elegante y… profundamente misterioso.
Aunque más que misteriosos, hay hoteles que se identifican más con el adjetivo de “encantados”. Es el caso del Hotel Jekyll Island Club (pernoctar allí puede costar sólo 139 euros con Holiday Check), en Georgia. El magnate Samuel Spencer leía meticulosamente el periódico, cada mañana, en el lounge de este exclusivo hotel. Era una rutina de este extravagante rico. Tras su muerte, ocurrida en trágicas circunstancias (fue asesinado en un tren), empleados y gerencia del hotel aseguró que comenzaron a notar cómo los periódicos y tazas de café desaparecían misteriosamente. ¿Estrategia de marketing o una inexplicable historia? En Holiday Check dicen desconocer la respuesta, pero lo califican como hotel de culto.
Y la historia del morbo continuará en Nueva York, donde dentro de poco será posible pernoctar en la antigua clínica psiquiátrica de Manhattan donde estuvo bajo tratamiento el asesino de John Lennon, Mark David Chapman. Se trata del Hotel Bellevue, un edificio reformado que se construyó en 1931 en el corazón del River Side. El que renacerá como hotel de lujo fue el sitio más sórdido de toda la ciudad: criminales, enfermos mentales y asesinos fueron a parar entre estas cuatro paredes. ¿Quedará parte del tormento y la locura de sus antiguos moradores? Sea como sea, el Bellevue se añadirá en breve a la lista de macabros hoteles, espacios que cada vez son más escogidos por los turistas que buscan que sus vacaciones sean toda una experiencia.
Si planeas estar en Phoenix, Arizona, no dejes de visitar el histórico Hotel San Carlos, donde todas las noches se escuchan las risas de las decenas de niños que murieron por una epidemia de gripe a comienzos del siglo XX cuando el edificio era un orfanato.
Otros dicen que los cuerpos de los niños fueron hallados calcinados en una caldera y que desde entonces, sus espíritus deambulan por los pasillos del mítico hotel.
Gritos, golpes y risas
A fines del siglo XIX, el lugar fue elegido para levantar la primera escuela de Phoenix, que más tarde se convirtió en un orfanato.
Durante la epidemia de gripe que se extendió por la ciudad en 1918 murieron varios de los pequeños que residían en el orfanato.
Pero otros aseguran que a fines del siglo XIX fueron hallados varios cuerpos de niños calcinados en la caldera del orfanato, cuyos espíritus deambulan por los pasillos del hotel.
En 1927 el lugar se convirtió en lo que hoy es el Hotel San Carlos, ubicado en la esquina de Central y Monroe, en pleno centro de la capital de Arizona.
Al año siguiente, una mujer, Leone Jensen, se tiró desde una de las habitaciones tras ser abusada por su pareja, un conserje en otro hotel cercano. No obstante, hay quienes aseguran que no se trató de un suicidio sino que fue empujada al vacío por su novio. La leyenda cuenta que todas las noches, el espíritu de Jensen, la joven de 22 años, deambula por los pasillos del San Carlos.
Otro de los espíritus que recorre las habitaciones del hotel, según los entendidos, es el de una niña de 6 años, una de las víctimas de la epidemia de gripe que mató decenas de residentes del orfanato en 1918. Según los expertos, huéspedes sienten los llantos de la niña cada noche. A esto se suma el incesante golpetear de las cañerías del sistema de calefacción.
En la consejería se encuentra a disposición de los huéspedes un libro con tapa dura y cientos de hojas amarillentas donde los visitantes dejan en escrito sus extrañas vivencias en el hotel.
Los relatos de gritos, llantos y repiquetear en las cañerías de la calefacción llenan las páginas del libro y se remontan años atrás, incluyendo los nombres de los firmantes y la fecha del relato.
'Anoche escuché fuertes golpes en las cañerías y los gritos de niños que corrían por el pasillo. También sentí a una niña llorar en la habitación contigua, pese a que mas tarde me informé de que estaba sin ocupar', según relata uno de los huéspedes en 'el libro de los embrujos'.
Durante la época dorada de Hollywood, artistas de renombre como Clark Gable, Spencer Tracy, Marilyn Monroe y Mae West, eran asiduos huéspedes del San Carlos. Hoy, la vereda del hotel cuenta con las 'estrellas' de cada uno de los artistas junto a su firma.
El hotel consta de seis pisos y está incluido en el Registro Nacional de Lugares Históricos.
El 112 de Ocean Avenue es la dirección de una gran casona cuyo pasado está colmado de misterios y sucesos sobrenaturales. Está localizada al sur de Long Island y a unas veinte millas de la ciudad de Nueva York, en la localidad de Amityville. Durante muchos años ha estado deshabitada, por la increible historia que gira en torno a ella. Desde un cementerio indio hasta el caso poltergeist que diera origen a una novela de terror, pasando por un asesinato múltiple: sin lugar a dudas éste sitio representa uno de los lugares más enigmáticos y macabros de Estados Unidos.
La Historia de la Mansión.
Se asegura que el terreno fue inicialmente utilizado por los indios nativos shinnecocks para dejar allí a los locos, a los moribundos y a los enfermos. Se los abandonaba en éste lugar aprisionados, hasta que morían de hambre y de sed. Luego se les enterraba allí mismo, originando así una especie de cementerio de los condenados. Esa costumbre perduró por siglos.
Hacia finales del siglo XVII, los colonizadores se apropiaron del territorio. La primera extructura construida en el lugar fue una pequeña casa que contaba con un sótano, y más tarde se construyó el resto de la casa, siendo ésta de origen colonial holandés. El dueño era John Catchum o Ketcham, quien había sido expulsado de Salem, Massachussets, por practicar la brujería. Una vez en la mansión, Catchum, había continuado llevando a cabo ritos satánicos, con sacrificios que incluían animales y hasta niños, según los rumores. Cuando murió, fue enterrado en los terrenos de la casa y esta fue quemada.
Un asesinato múltiple.
La segunda mansión se construyó en 1928 y es la que existe hasta nuestros días. El constructor fue un hombre llamado Monarham. Varias familias fueron sus dueñas, hasta que los Riley la vendieron a la familia DeFeo. Tras los incidentes que allí ocurrieron, se descubrió una habitación pequeña en el sótano que contenía un pozo y que no estaba ilustrada en los planos. Esta habitación tenía las paredes pintadas de rojo y se convirtió en uno de los misterios de la mansión de Amityville.
La madrugada del 15 de noviembre de 1974, el hijo mayor de la familia, Ronald DeFeo, de tan sólo 17 años, asesinó a sangre fría a sus padres y hermanos, con un rifle, dejando un total de seis personas muertas.
Los investigadores no tenían ningún indicio que les permitiese sospechar de alguien en concreto, hasta que uno de los detectives que recorría las habitaciones de la casa en busca de alguna pista encontró en la pieza del único superviviente dos cajas de cartón de balas para un rifle.
Las investigaciones comenzaron a arrojar resultados asombrosos, como un robo que el joven habría cometido contra su abuelo y sus extraños cambios de humor. Después de largos interrogatorios, la policía consiguió la confesión, y el joven fue condenado a 25 años de prisión, a pesar de que el asesino sostenía que había actuado movilizado por las voces que habitaban en la casa y que lo inducieron a perpetrar los asesinatos.
Poseida por un espíritu maligno
El 28 de diciembre de 1974, veintiocho días después del asesinato múltiple, un matrimonio se mudó al lugar en donde había ocurrido la masacre. Motivados por un precio excepcionalmente barato, la pareja compuesta por George y Kathy Lutz, compraron la vivienda sin darle mayor importancia a la masacre recién acontesida. Aunque pasados apenas unos días comenzaron a experimentar extraños fenomenos que les impidió seguir viviendo allí.
Desde el primer momento en que ocuparon la casa, el matrimonio y sus hijas pequeñas sintieron una presencia sobrenatural, que se iba haciendo más fuerte cada día. Al principio, se escuchaban ruidos extraños a lo largo del día; luego, comenzaron a aparecer manchas en las paredes y malos olores sin motivo aparente, y las puertas y ventanas se abrían solas.
Kathy Lutz agregaría que en reiteradas ocasiones se sintió observada en ciertas partes de la casa, principalmente en las habitaciones, y que una vez vio unos ojos rojos que la miraban desde la oscuridad a través de la ventana. De repente, comenzó a tener pesadillas repetitivas con los crímenes sucedidos en la casa, pero soñando que las víctimas eran los componentes de su familia.
La suppuesta entidad que habitaba la vivienda trató incluso de apoderarse de los cuerpos de sus residentes, manipulándolos a su propia voluntad y obligándolos a cometer actos de naturaleza violenta, algo en lo cual los Lutz nunca han querido ahondar.
A los pocos días de habitar el lugar, el matrimonio se convenció de que la casa estaba poseída por una presencia demoníaca y recurririó al sacerdote de la iglesia más cercana, quien contaría después que al tratar de bendecir la casa, escuchó una voz que lo echaba, una voz que surgió de la nada desde la planta más alta de la casa y que gritó: ¡¡¡ LARGATE DE AQUÍ !!! Según los relatos de la época, cuando el sacerdota ingresó a la casa, el ambiente se llenó de un olor putrefacto y una nube de moscar invadió el lugar. El religioso debió luchar con una fuerza física que le impedía acercarse a la casa y finalmente fue violentamente expulsado.
La visita del sacerdote marcó el punto en que los sucesos paranormales se incrementaron, George empezó a sentir presencias extrañas también, e incluso sentía miedo a abrir los grifos pues suponía que una presencia maligna podía salir de ellos si abría la llave de paso. Las alucinaciones se hacían más comunes y la desconfianza en la familia se acrecentaba, George afirmaba que su mujer se estaba tranformando en una bruja pués, según él, se le estaban cayendo los dientes y el pelo. Tal punto que los Lutz debieron abandonar para siempre la casa, que desde entonces se encuentra deshabitada y sobre la cual pesa el estigma de la leyenda de Amityville.
Ubicado en el 503 East 9th, en Little Rock, Arkansas, El Museo MacArthur de Historia Militar, es uno de los más antiguos edificios centrales de Arkansas. Este sólido edificio construido en 1840 con gruesas paredes de ladrillo, es una estructura rectangular de dos plantas con porche de madera blanca y que se extiende a lo largo de las dos lados del edificio, con el apoyo de columnas blancas. En el centro consta de un edificio de planta rectangular, de tres pisos, una torre octogonal de ladrillo, que también se conecta con el interior de los pisos. Un gran sótano se encuentra bajo todo el edificio.
Su historia
En el año en que Arkansas se convirtió en un estado, en 1836, se hizo necesaria la construcción de una instalación militar para proteger a la población de ataques de los indios. Lo que resulta en más de 30 edificios de lo que sería este puesto militar. En 1840, Es construido el edificio de El Arsenal, para almacenar las municiones: este es precisamente en actual Museo.
En mayo de 1861, Arkansas unió a los Estados Confederados y lucharon por el Sur. Las tropas de Arkansas se hizo cargo del puesto militar después de una negociación pacífica. Las topas del Arkansas Confederado utilizaron el Arsenal para reparar las armas pequeñas y hacer pólvora. El 11 de septiembre de 1863, después de una gran batalla con tropas de la Unión, la ciudad de Little Rock fué tomada y los soldados de la Unión se tomaron una vez más en esta instalación militar. El Arsenal entonces fue utilizado para mantener en custodia a jóvenes prisoneros, entre ellos, un joven de 17 años, mártir de la Confederación, David Dodd, quien fue capturado por los soldados de la Unión con los planes de las posiciones de la Unión y las armas se encontraban en la ciudad de Little Rock.
Después de la Guerra Civil, en 1873, esta instalación militar pasó a denominarse Cuartel de Little Rock, y los edificios se utilizaron otra vez por las tropas de casa, hasta que fue cerrado en 1890. A medida que el arsenal fue trasladado a otra parte, este edificio se transformó en vivienda para oficiales y sus familias; entonces, fiestas y eventos sociales se celebraron en la sala grande de la planta baja.
En 1880, el capitán Arthur MacArthur destacado por 6 meses, se dio tiempo suficiente para que su hijo, Douglas MacArthur, naciera en este edificio. Douglas MacArthur estaba destinado a ser el general del Ejército de Estados Unidos durante la Segunda Guerra 2 y la mayor parte de la Guerra de Corea, antes de ser relevado de su cargo por el presidente Truman.
En 1892, todos los antiguos cuarteles fueron derribadas, salvo el antiguo Arsenal, que se deterioró lentamente durante 50 años. Finalmente, el edificio fue rescatado de una muerte lenta. Fue renovado, hizo sonar de nuevo, y se convirtió en el hogar del Museo de la ciudad de Historia Natural y Antigüedades, cuando se abrió de nuevo en 1942. En 1997, después de un "esfuerzo completo de reforma", fue reabierto en 2001, como el Museo MacArthur Historia Militar de Arkansas.
La historia sangrienta del edificio
Al igual que muchos otros fuertes militares antiguos, este antiguo Arsenal y la tierra circundante aún parece atraer a los soldados “de carrera eterna”,… personas vinculadas a estos lugares, o que sus días terminaron ahí. Los accidentes, suicidios, las enfermedades, las batallas, la ejecución o la muerte por otras causas desconocidas, han matado a soldados y civiles por igual en todas las instalaciones existentes o ya desaparecidas en el lugar. Dos historias se destacan de entre todas:
Se sabe de un duelo entre dos soldados que se llevó a cabo en el sótano, debajo de la zona de la escalera, probablemente en los primeros años de la construcción del Arsenal. Asimismo, la batalla por la ciudad de Little Rock fue una lucha feroz, resultando en muchísimas víctimas: los soldados defensores perdieron sus vidas defendiendo esta instalación, y la ciudad de Little Rock, al igual que soldados de la Unión.
La historia del patriota de la Confederación Dodd David Owen es muy destacada. Se le consideró mártir tras una ejecución fallida. Después de 3 meses las fuerzas de la Unión había tomado Little Rock, este joven de 17 años fue capturado por la Unión en un punto de control con información militar en su poder acerca de la fuerzas de la Unión, escrito en código Morse. Aunque se le ofreció un acuerdo si revelaba los nombres de aquellos que le dieron esta información, David se negó.
En un tribunal militar, David fue a un juicio de cuatro días, y condenado por espionaje a favor de la Confederación, y condenado a muerte en la horca. El 8 de enero de 1864, se colocó la horca al este del edificio del Arsenal, custodiado por un numeroso grupo de soldados, para detener cualquier esfuerzo de rescate sea posible. 6.000 ciudadanos acudieron a verlo. David fue llevado a la horca en un carro grande, y obligado pasar por la puerta trasera con la soga al cuello. Debido a una incompetencia, no cayó desde un escenario lo suficientemente alto o lo suficientemente rápido para romperse el cuello, porque la portezuela de la horca estaba demasiado cerca del suelo. David sufrió una muerte lenta por estrangulación, ante el horror de soldados y el público, y a pesar del esfuerzo de un soldado que lo levantó la cuerda hasta tratar de acelerar la ejecución. David fue rápida y silenciosamente enterrado en el cementerio de Mount Holly. Un monumento está dedicado a David Dodd, y una ventana de vidrio de color se hizo en su honor, y que ahora se ve en el Museo.
Manifestaciones fantasmales
De entre las principales manifestaciones paranormales presentes en el Museo se destacan: la percepción de voces sin cuerpo, seres invisibles que le hablan a uno y la música de otros tiempos que ha sido escuchada por los vivos que trabajan en el edificio y los que visitan las muestras.
En 1996, un empleado estaba sentado en su oficina en el sótano, oyó sonidos y música, así como risas y conversaciones procedentes de la habitación encima de él, que era la sala más grande en el lado este de la planta baja. Se acercó a ver, y vio ni oyó nada. Cuando regresó a su oficina, los mismos sonidos volvieron a hacerse presentes. En general, la gente se ha dado toda la gama de sucesos paranormales.
Apariciones sólidas: el segundo piso de la torre se ha convertido en un teatro. En una ocasión, mientras era cerrada, un empleado vio un sólido cuerpo de un hombre, vestido con un uniforme oscuro, atravesado por en medio de las sillas. Bajó corriendo a buscar otra persona para ayudar a lo que ella pensaba que era un intruso en el edificio. Cuando la segunda persona trató de tocar “ese” cuerpo, éste había dado la vuelta,.. y se “derritió” en el aire! También es frecuente “ver a través de las apariciones”; en ocasiones, se ha visto caminando por la escalera a la planta baja, una aparición transparente.
Una entidad lúdica y burlona -tal vez la de David-, le gusta tirar las cosas a la gente, durante la tarde, o en días de tormenta de invierno: si una persona camina desprevenida por la escalera que da de la derecha, desde el tercer piso al segundo: si esta persona se detiene ahí e inmediatamente y ve sobre un hombro, él o ella verá la sombra de un objeto volar, como si una presencia invisible en la parte superior de la escalera está tirando algo en medio de risas, y disfrutando de la reacción de pavor de la gente.
Sombras de personas, y sombras inexplicables en la pared se han notado también con gran frecuencia. Se ha registrado también el caso de dos personas desmayadas en el área bajo la gran escalera en el sótano,… como si se siguiese reviviendo de alguna forma el duelo.
Asimismo, se sabe que prendas de vestir, artefactos de diversos acontecimientos militares, de propiedad y utilizados por las personas que participaron en momentos históricos del edificio se han debido sacar de muestra debido a que generaban más manifestaciones de espíritus al estar en exhibición.
Investigaciones Psíquicas
En abril de 2005, miembros del Spirit Seekers Paranormal Investigation Research & Intervention Team hicieron una visita al Museo obteniendo algunas experiencias interesantes. Las fotos tomadas indican que hay más espíritus fuera del museo que en el interior, aunque muchos ORBs fueron captados por la cámara en el interior también. Los investigadores entraron en contacto con tres entidades espirituales.
Un investigador psíquico y una presencia amiga conoció a una mujer, Catalina, que la que tocaba el piano, haciendo que la música de piano oído antes en el segundo piso en el Salón Este. Otro investigador se reunió una presencia masculina junto frente a un jeep de la exhibición; (entidad probablemente unido al jeep u otro de los otros vehículos.)
En resumen, los fantasmas del Museo han mostrado casi en su totalidad una “agradable naturaleza” y no están ni enojados o resentidos.
Como este era el único edificio original que queda en pie, después de que el intercambio de tierras con el gobierno federal, algunas entidades ahora llaman a este lugar “su hogar”, o aún les gusta visitarlo de vez en cuando, tal vez revivir los buenos tiempos que había cuando vivía en este edificio y en este instalación militar, o quizás también disfrutan de ver a otros soldados como ellos.
SALUDOS!
Sórdidas historias, crímenes sin resolver, extraños fenómenos… Hay hoteles en el mundo famosos por tener una misteriosa historia tras ellos. Holiday Check, una empresa de Suiza sobre viajes y hoteles que opera por Internet, ha sacado a la luz hoteles con historias escalofriantes. Se trata de seis hoteles con una historia mágica, que esconden secretos que son seña de su identidad y, muchas veces, reclamo de turistas.
Es el caso de la habitación 222 del Hotel Matress, en Memphis. Allí fue encontrado el cadáver de Sony Milbrook, bajo el colchón, en el armazón metálico de la cama. Un trágico suceso que marcó para siempre el destino de este hotel.


Como él, el Timberline Lodge de Oregón ha sido descrito como “maldito” porque debido a su espectacular aspecto y ubicación fue utilizado para rodar películas como “Sombras en el silencio”, “El paso de la muerte” y “El Resplandor”. Aunque el dueño del hotel nada tiene que ver con el atormentado personaje interpretado por Jack Nicholson, es inevitable que el visitante se sienta invadido por la misma atmósfera que los protagonistas vivieron en la película.


No se queda atrás el Prins Hendrik de Ámsterdam (Holiday Check ofrece habitaciones por 95 euros la noche). Allí, una habitación en particular despierta un especial morbo entre los fanáticos del jazz, y es que el mítico músico Chet Baker falleció en extrañas circunstancias en ese lugar: cayó por la ventana, una misteriosa noche de mayo del 1988. Más tragedias han visto las paredes del histórico Hotel Beau Rivage (noche a partir de 313 euros con Holiday Check), en Ginebra: la emperatriz Isabel fue apuñalada allí, al regresar de unas compras. Casi un siglo después apareció muerto, en la bañera de la habitación 317, el político alemán Uwe Barschel. Hoy ese hotel es lujoso, elegante y… profundamente misterioso.

Aunque más que misteriosos, hay hoteles que se identifican más con el adjetivo de “encantados”. Es el caso del Hotel Jekyll Island Club (pernoctar allí puede costar sólo 139 euros con Holiday Check), en Georgia. El magnate Samuel Spencer leía meticulosamente el periódico, cada mañana, en el lounge de este exclusivo hotel. Era una rutina de este extravagante rico. Tras su muerte, ocurrida en trágicas circunstancias (fue asesinado en un tren), empleados y gerencia del hotel aseguró que comenzaron a notar cómo los periódicos y tazas de café desaparecían misteriosamente. ¿Estrategia de marketing o una inexplicable historia? En Holiday Check dicen desconocer la respuesta, pero lo califican como hotel de culto.
Y la historia del morbo continuará en Nueva York, donde dentro de poco será posible pernoctar en la antigua clínica psiquiátrica de Manhattan donde estuvo bajo tratamiento el asesino de John Lennon, Mark David Chapman. Se trata del Hotel Bellevue, un edificio reformado que se construyó en 1931 en el corazón del River Side. El que renacerá como hotel de lujo fue el sitio más sórdido de toda la ciudad: criminales, enfermos mentales y asesinos fueron a parar entre estas cuatro paredes. ¿Quedará parte del tormento y la locura de sus antiguos moradores? Sea como sea, el Bellevue se añadirá en breve a la lista de macabros hoteles, espacios que cada vez son más escogidos por los turistas que buscan que sus vacaciones sean toda una experiencia.
Si planeas estar en Phoenix, Arizona, no dejes de visitar el histórico Hotel San Carlos, donde todas las noches se escuchan las risas de las decenas de niños que murieron por una epidemia de gripe a comienzos del siglo XX cuando el edificio era un orfanato.
Otros dicen que los cuerpos de los niños fueron hallados calcinados en una caldera y que desde entonces, sus espíritus deambulan por los pasillos del mítico hotel.
Gritos, golpes y risas
A fines del siglo XIX, el lugar fue elegido para levantar la primera escuela de Phoenix, que más tarde se convirtió en un orfanato.
Durante la epidemia de gripe que se extendió por la ciudad en 1918 murieron varios de los pequeños que residían en el orfanato.
Pero otros aseguran que a fines del siglo XIX fueron hallados varios cuerpos de niños calcinados en la caldera del orfanato, cuyos espíritus deambulan por los pasillos del hotel.
En 1927 el lugar se convirtió en lo que hoy es el Hotel San Carlos, ubicado en la esquina de Central y Monroe, en pleno centro de la capital de Arizona.
Al año siguiente, una mujer, Leone Jensen, se tiró desde una de las habitaciones tras ser abusada por su pareja, un conserje en otro hotel cercano. No obstante, hay quienes aseguran que no se trató de un suicidio sino que fue empujada al vacío por su novio. La leyenda cuenta que todas las noches, el espíritu de Jensen, la joven de 22 años, deambula por los pasillos del San Carlos.
Otro de los espíritus que recorre las habitaciones del hotel, según los entendidos, es el de una niña de 6 años, una de las víctimas de la epidemia de gripe que mató decenas de residentes del orfanato en 1918. Según los expertos, huéspedes sienten los llantos de la niña cada noche. A esto se suma el incesante golpetear de las cañerías del sistema de calefacción.
En la consejería se encuentra a disposición de los huéspedes un libro con tapa dura y cientos de hojas amarillentas donde los visitantes dejan en escrito sus extrañas vivencias en el hotel.
Los relatos de gritos, llantos y repiquetear en las cañerías de la calefacción llenan las páginas del libro y se remontan años atrás, incluyendo los nombres de los firmantes y la fecha del relato.
'Anoche escuché fuertes golpes en las cañerías y los gritos de niños que corrían por el pasillo. También sentí a una niña llorar en la habitación contigua, pese a que mas tarde me informé de que estaba sin ocupar', según relata uno de los huéspedes en 'el libro de los embrujos'.
Durante la época dorada de Hollywood, artistas de renombre como Clark Gable, Spencer Tracy, Marilyn Monroe y Mae West, eran asiduos huéspedes del San Carlos. Hoy, la vereda del hotel cuenta con las 'estrellas' de cada uno de los artistas junto a su firma.
El hotel consta de seis pisos y está incluido en el Registro Nacional de Lugares Históricos.

El 112 de Ocean Avenue es la dirección de una gran casona cuyo pasado está colmado de misterios y sucesos sobrenaturales. Está localizada al sur de Long Island y a unas veinte millas de la ciudad de Nueva York, en la localidad de Amityville. Durante muchos años ha estado deshabitada, por la increible historia que gira en torno a ella. Desde un cementerio indio hasta el caso poltergeist que diera origen a una novela de terror, pasando por un asesinato múltiple: sin lugar a dudas éste sitio representa uno de los lugares más enigmáticos y macabros de Estados Unidos.
La Historia de la Mansión.
Se asegura que el terreno fue inicialmente utilizado por los indios nativos shinnecocks para dejar allí a los locos, a los moribundos y a los enfermos. Se los abandonaba en éste lugar aprisionados, hasta que morían de hambre y de sed. Luego se les enterraba allí mismo, originando así una especie de cementerio de los condenados. Esa costumbre perduró por siglos.
Hacia finales del siglo XVII, los colonizadores se apropiaron del territorio. La primera extructura construida en el lugar fue una pequeña casa que contaba con un sótano, y más tarde se construyó el resto de la casa, siendo ésta de origen colonial holandés. El dueño era John Catchum o Ketcham, quien había sido expulsado de Salem, Massachussets, por practicar la brujería. Una vez en la mansión, Catchum, había continuado llevando a cabo ritos satánicos, con sacrificios que incluían animales y hasta niños, según los rumores. Cuando murió, fue enterrado en los terrenos de la casa y esta fue quemada.
Un asesinato múltiple.
La segunda mansión se construyó en 1928 y es la que existe hasta nuestros días. El constructor fue un hombre llamado Monarham. Varias familias fueron sus dueñas, hasta que los Riley la vendieron a la familia DeFeo. Tras los incidentes que allí ocurrieron, se descubrió una habitación pequeña en el sótano que contenía un pozo y que no estaba ilustrada en los planos. Esta habitación tenía las paredes pintadas de rojo y se convirtió en uno de los misterios de la mansión de Amityville.
La madrugada del 15 de noviembre de 1974, el hijo mayor de la familia, Ronald DeFeo, de tan sólo 17 años, asesinó a sangre fría a sus padres y hermanos, con un rifle, dejando un total de seis personas muertas.
Los investigadores no tenían ningún indicio que les permitiese sospechar de alguien en concreto, hasta que uno de los detectives que recorría las habitaciones de la casa en busca de alguna pista encontró en la pieza del único superviviente dos cajas de cartón de balas para un rifle.
Las investigaciones comenzaron a arrojar resultados asombrosos, como un robo que el joven habría cometido contra su abuelo y sus extraños cambios de humor. Después de largos interrogatorios, la policía consiguió la confesión, y el joven fue condenado a 25 años de prisión, a pesar de que el asesino sostenía que había actuado movilizado por las voces que habitaban en la casa y que lo inducieron a perpetrar los asesinatos.
Poseida por un espíritu maligno
El 28 de diciembre de 1974, veintiocho días después del asesinato múltiple, un matrimonio se mudó al lugar en donde había ocurrido la masacre. Motivados por un precio excepcionalmente barato, la pareja compuesta por George y Kathy Lutz, compraron la vivienda sin darle mayor importancia a la masacre recién acontesida. Aunque pasados apenas unos días comenzaron a experimentar extraños fenomenos que les impidió seguir viviendo allí.
Desde el primer momento en que ocuparon la casa, el matrimonio y sus hijas pequeñas sintieron una presencia sobrenatural, que se iba haciendo más fuerte cada día. Al principio, se escuchaban ruidos extraños a lo largo del día; luego, comenzaron a aparecer manchas en las paredes y malos olores sin motivo aparente, y las puertas y ventanas se abrían solas.
Kathy Lutz agregaría que en reiteradas ocasiones se sintió observada en ciertas partes de la casa, principalmente en las habitaciones, y que una vez vio unos ojos rojos que la miraban desde la oscuridad a través de la ventana. De repente, comenzó a tener pesadillas repetitivas con los crímenes sucedidos en la casa, pero soñando que las víctimas eran los componentes de su familia.
La suppuesta entidad que habitaba la vivienda trató incluso de apoderarse de los cuerpos de sus residentes, manipulándolos a su propia voluntad y obligándolos a cometer actos de naturaleza violenta, algo en lo cual los Lutz nunca han querido ahondar.
A los pocos días de habitar el lugar, el matrimonio se convenció de que la casa estaba poseída por una presencia demoníaca y recurririó al sacerdote de la iglesia más cercana, quien contaría después que al tratar de bendecir la casa, escuchó una voz que lo echaba, una voz que surgió de la nada desde la planta más alta de la casa y que gritó: ¡¡¡ LARGATE DE AQUÍ !!! Según los relatos de la época, cuando el sacerdota ingresó a la casa, el ambiente se llenó de un olor putrefacto y una nube de moscar invadió el lugar. El religioso debió luchar con una fuerza física que le impedía acercarse a la casa y finalmente fue violentamente expulsado.
La visita del sacerdote marcó el punto en que los sucesos paranormales se incrementaron, George empezó a sentir presencias extrañas también, e incluso sentía miedo a abrir los grifos pues suponía que una presencia maligna podía salir de ellos si abría la llave de paso. Las alucinaciones se hacían más comunes y la desconfianza en la familia se acrecentaba, George afirmaba que su mujer se estaba tranformando en una bruja pués, según él, se le estaban cayendo los dientes y el pelo. Tal punto que los Lutz debieron abandonar para siempre la casa, que desde entonces se encuentra deshabitada y sobre la cual pesa el estigma de la leyenda de Amityville.
Ubicado en el 503 East 9th, en Little Rock, Arkansas, El Museo MacArthur de Historia Militar, es uno de los más antiguos edificios centrales de Arkansas. Este sólido edificio construido en 1840 con gruesas paredes de ladrillo, es una estructura rectangular de dos plantas con porche de madera blanca y que se extiende a lo largo de las dos lados del edificio, con el apoyo de columnas blancas. En el centro consta de un edificio de planta rectangular, de tres pisos, una torre octogonal de ladrillo, que también se conecta con el interior de los pisos. Un gran sótano se encuentra bajo todo el edificio.
Su historia
En el año en que Arkansas se convirtió en un estado, en 1836, se hizo necesaria la construcción de una instalación militar para proteger a la población de ataques de los indios. Lo que resulta en más de 30 edificios de lo que sería este puesto militar. En 1840, Es construido el edificio de El Arsenal, para almacenar las municiones: este es precisamente en actual Museo.
En mayo de 1861, Arkansas unió a los Estados Confederados y lucharon por el Sur. Las tropas de Arkansas se hizo cargo del puesto militar después de una negociación pacífica. Las topas del Arkansas Confederado utilizaron el Arsenal para reparar las armas pequeñas y hacer pólvora. El 11 de septiembre de 1863, después de una gran batalla con tropas de la Unión, la ciudad de Little Rock fué tomada y los soldados de la Unión se tomaron una vez más en esta instalación militar. El Arsenal entonces fue utilizado para mantener en custodia a jóvenes prisoneros, entre ellos, un joven de 17 años, mártir de la Confederación, David Dodd, quien fue capturado por los soldados de la Unión con los planes de las posiciones de la Unión y las armas se encontraban en la ciudad de Little Rock.
Después de la Guerra Civil, en 1873, esta instalación militar pasó a denominarse Cuartel de Little Rock, y los edificios se utilizaron otra vez por las tropas de casa, hasta que fue cerrado en 1890. A medida que el arsenal fue trasladado a otra parte, este edificio se transformó en vivienda para oficiales y sus familias; entonces, fiestas y eventos sociales se celebraron en la sala grande de la planta baja.
En 1880, el capitán Arthur MacArthur destacado por 6 meses, se dio tiempo suficiente para que su hijo, Douglas MacArthur, naciera en este edificio. Douglas MacArthur estaba destinado a ser el general del Ejército de Estados Unidos durante la Segunda Guerra 2 y la mayor parte de la Guerra de Corea, antes de ser relevado de su cargo por el presidente Truman.
En 1892, todos los antiguos cuarteles fueron derribadas, salvo el antiguo Arsenal, que se deterioró lentamente durante 50 años. Finalmente, el edificio fue rescatado de una muerte lenta. Fue renovado, hizo sonar de nuevo, y se convirtió en el hogar del Museo de la ciudad de Historia Natural y Antigüedades, cuando se abrió de nuevo en 1942. En 1997, después de un "esfuerzo completo de reforma", fue reabierto en 2001, como el Museo MacArthur Historia Militar de Arkansas.
La historia sangrienta del edificio
Al igual que muchos otros fuertes militares antiguos, este antiguo Arsenal y la tierra circundante aún parece atraer a los soldados “de carrera eterna”,… personas vinculadas a estos lugares, o que sus días terminaron ahí. Los accidentes, suicidios, las enfermedades, las batallas, la ejecución o la muerte por otras causas desconocidas, han matado a soldados y civiles por igual en todas las instalaciones existentes o ya desaparecidas en el lugar. Dos historias se destacan de entre todas:
Se sabe de un duelo entre dos soldados que se llevó a cabo en el sótano, debajo de la zona de la escalera, probablemente en los primeros años de la construcción del Arsenal. Asimismo, la batalla por la ciudad de Little Rock fue una lucha feroz, resultando en muchísimas víctimas: los soldados defensores perdieron sus vidas defendiendo esta instalación, y la ciudad de Little Rock, al igual que soldados de la Unión.
La historia del patriota de la Confederación Dodd David Owen es muy destacada. Se le consideró mártir tras una ejecución fallida. Después de 3 meses las fuerzas de la Unión había tomado Little Rock, este joven de 17 años fue capturado por la Unión en un punto de control con información militar en su poder acerca de la fuerzas de la Unión, escrito en código Morse. Aunque se le ofreció un acuerdo si revelaba los nombres de aquellos que le dieron esta información, David se negó.
En un tribunal militar, David fue a un juicio de cuatro días, y condenado por espionaje a favor de la Confederación, y condenado a muerte en la horca. El 8 de enero de 1864, se colocó la horca al este del edificio del Arsenal, custodiado por un numeroso grupo de soldados, para detener cualquier esfuerzo de rescate sea posible. 6.000 ciudadanos acudieron a verlo. David fue llevado a la horca en un carro grande, y obligado pasar por la puerta trasera con la soga al cuello. Debido a una incompetencia, no cayó desde un escenario lo suficientemente alto o lo suficientemente rápido para romperse el cuello, porque la portezuela de la horca estaba demasiado cerca del suelo. David sufrió una muerte lenta por estrangulación, ante el horror de soldados y el público, y a pesar del esfuerzo de un soldado que lo levantó la cuerda hasta tratar de acelerar la ejecución. David fue rápida y silenciosamente enterrado en el cementerio de Mount Holly. Un monumento está dedicado a David Dodd, y una ventana de vidrio de color se hizo en su honor, y que ahora se ve en el Museo.
Manifestaciones fantasmales
De entre las principales manifestaciones paranormales presentes en el Museo se destacan: la percepción de voces sin cuerpo, seres invisibles que le hablan a uno y la música de otros tiempos que ha sido escuchada por los vivos que trabajan en el edificio y los que visitan las muestras.
En 1996, un empleado estaba sentado en su oficina en el sótano, oyó sonidos y música, así como risas y conversaciones procedentes de la habitación encima de él, que era la sala más grande en el lado este de la planta baja. Se acercó a ver, y vio ni oyó nada. Cuando regresó a su oficina, los mismos sonidos volvieron a hacerse presentes. En general, la gente se ha dado toda la gama de sucesos paranormales.
Apariciones sólidas: el segundo piso de la torre se ha convertido en un teatro. En una ocasión, mientras era cerrada, un empleado vio un sólido cuerpo de un hombre, vestido con un uniforme oscuro, atravesado por en medio de las sillas. Bajó corriendo a buscar otra persona para ayudar a lo que ella pensaba que era un intruso en el edificio. Cuando la segunda persona trató de tocar “ese” cuerpo, éste había dado la vuelta,.. y se “derritió” en el aire! También es frecuente “ver a través de las apariciones”; en ocasiones, se ha visto caminando por la escalera a la planta baja, una aparición transparente.
Una entidad lúdica y burlona -tal vez la de David-, le gusta tirar las cosas a la gente, durante la tarde, o en días de tormenta de invierno: si una persona camina desprevenida por la escalera que da de la derecha, desde el tercer piso al segundo: si esta persona se detiene ahí e inmediatamente y ve sobre un hombro, él o ella verá la sombra de un objeto volar, como si una presencia invisible en la parte superior de la escalera está tirando algo en medio de risas, y disfrutando de la reacción de pavor de la gente.
Sombras de personas, y sombras inexplicables en la pared se han notado también con gran frecuencia. Se ha registrado también el caso de dos personas desmayadas en el área bajo la gran escalera en el sótano,… como si se siguiese reviviendo de alguna forma el duelo.
Asimismo, se sabe que prendas de vestir, artefactos de diversos acontecimientos militares, de propiedad y utilizados por las personas que participaron en momentos históricos del edificio se han debido sacar de muestra debido a que generaban más manifestaciones de espíritus al estar en exhibición.
Investigaciones Psíquicas
En abril de 2005, miembros del Spirit Seekers Paranormal Investigation Research & Intervention Team hicieron una visita al Museo obteniendo algunas experiencias interesantes. Las fotos tomadas indican que hay más espíritus fuera del museo que en el interior, aunque muchos ORBs fueron captados por la cámara en el interior también. Los investigadores entraron en contacto con tres entidades espirituales.
Un investigador psíquico y una presencia amiga conoció a una mujer, Catalina, que la que tocaba el piano, haciendo que la música de piano oído antes en el segundo piso en el Salón Este. Otro investigador se reunió una presencia masculina junto frente a un jeep de la exhibición; (entidad probablemente unido al jeep u otro de los otros vehículos.)
En resumen, los fantasmas del Museo han mostrado casi en su totalidad una “agradable naturaleza” y no están ni enojados o resentidos.
Como este era el único edificio original que queda en pie, después de que el intercambio de tierras con el gobierno federal, algunas entidades ahora llaman a este lugar “su hogar”, o aún les gusta visitarlo de vez en cuando, tal vez revivir los buenos tiempos que había cuando vivía en este edificio y en este instalación militar, o quizás también disfrutan de ver a otros soldados como ellos.

SALUDOS!