______ Hooligan ______
Bovino Milenario
- Desde
- 27 Jul 2010
- Mensajes
- 1.322
- Tema Autor
- #1
Dedicado ami compadre y amigo
Carta de un feto a su futuro padre
Espero que al recibo de esta "placenta"…digo, placentera carta, te encuentres bien. Yo estoy un poco acatarrado, pues el ambiente está muy húmedo. Pero, no te preocupes. Hice una gestión con una pandilla de anticuerpos y me van a tirar un cabo; bueno, un cabo no, que eso es dañino, mejor una mano.
Por lo demás, me siento como en mis buenos tiempos, ya que me estoy alimentando inmejorablemente bien. La comida que ingiero es muy nutritiva. Siempre como platos fuertes. Sobre todo cuando Mamá se antoja de raspar con fuerza el fondo del caldero y, sin darse cuenta, se come también la limalla que desprende con la cuchara. Por lo que te puedo asegurar que mi salud es de hierro. Además, Mamá sabe alimentarme y es una magnífica cocinera. El otro día hizo un puré de papa con carne de pollo ¡qué estabaaa… como para chuparse el cordón umbilical! Pero bueno, papá, dejemos a Mamá con los calderos y concentrémonos en el tema que quiero abordarte, o sea: nosotros.
Como espero que sepas, solo me falta un mes para cumplir y salir del "tanque". Si mal no recuerdo, el médico dijo que seguramente nacía el día 23. ¡Así que el 23 se rompe la fuente! Y antes que suceda el desesperado acontecimiento, quisiera hablar contigo de futuro hombre a hombre, de hijo a padre, como personas civilizadas, pues quiero aclarar algunas cosas que serán vitales en nuestra relación filio–paternal.
Primeramente, te diré que cuando yo nazca tienes todo el derecho a contentarte, correr por los pasillos de Maternidad, observarme con tus ojos llorosos, gritar, celebrar, decirle a la gente que te felicite y todas esas ridiculeces que harás como padre novato. Pero, por favor, si bebes con tus amigos, ni se te ocurra acercarte a darme besos. El alcohol me hace daño. ¿Qué cómo lo sé?, pregúntale a Mamá.
Por otra parte, quiero que tengas bien presente una cosa. ¡YO SOY TU HIJO!, y ser esto no es fácil. Sé que al principio te seré lo más grande del mundo, y dirás que no lo pensarías dos veces si tuvieras que dar la vida por mí. Y cuando crezca, te seguiré siendo lo más grande del mundo, y seguirás diciendo que no lo pensarías dos, ni una ni ninguna vez en dar la vida por mí; pero, no por defenderme sino por suicidarte. Para casi todos los padres cuando sus hijos son pequeños les parecen bombones; pero cuando crecen, les parecen bombas. Mas, no te preocupes. Verás qué bien nos vamos a llevar. Tengo una fórmula que sé que no fallará, para que seas un buen padre, y yo un excelente hijo. Son diez mandamientos que deberás cumplir al calcañal de la letra. Aquí están:
Carta de un feto a su futuro padre

Espero que al recibo de esta "placenta"…digo, placentera carta, te encuentres bien. Yo estoy un poco acatarrado, pues el ambiente está muy húmedo. Pero, no te preocupes. Hice una gestión con una pandilla de anticuerpos y me van a tirar un cabo; bueno, un cabo no, que eso es dañino, mejor una mano.
Por lo demás, me siento como en mis buenos tiempos, ya que me estoy alimentando inmejorablemente bien. La comida que ingiero es muy nutritiva. Siempre como platos fuertes. Sobre todo cuando Mamá se antoja de raspar con fuerza el fondo del caldero y, sin darse cuenta, se come también la limalla que desprende con la cuchara. Por lo que te puedo asegurar que mi salud es de hierro. Además, Mamá sabe alimentarme y es una magnífica cocinera. El otro día hizo un puré de papa con carne de pollo ¡qué estabaaa… como para chuparse el cordón umbilical! Pero bueno, papá, dejemos a Mamá con los calderos y concentrémonos en el tema que quiero abordarte, o sea: nosotros.
Como espero que sepas, solo me falta un mes para cumplir y salir del "tanque". Si mal no recuerdo, el médico dijo que seguramente nacía el día 23. ¡Así que el 23 se rompe la fuente! Y antes que suceda el desesperado acontecimiento, quisiera hablar contigo de futuro hombre a hombre, de hijo a padre, como personas civilizadas, pues quiero aclarar algunas cosas que serán vitales en nuestra relación filio–paternal.
Primeramente, te diré que cuando yo nazca tienes todo el derecho a contentarte, correr por los pasillos de Maternidad, observarme con tus ojos llorosos, gritar, celebrar, decirle a la gente que te felicite y todas esas ridiculeces que harás como padre novato. Pero, por favor, si bebes con tus amigos, ni se te ocurra acercarte a darme besos. El alcohol me hace daño. ¿Qué cómo lo sé?, pregúntale a Mamá.
Por otra parte, quiero que tengas bien presente una cosa. ¡YO SOY TU HIJO!, y ser esto no es fácil. Sé que al principio te seré lo más grande del mundo, y dirás que no lo pensarías dos veces si tuvieras que dar la vida por mí. Y cuando crezca, te seguiré siendo lo más grande del mundo, y seguirás diciendo que no lo pensarías dos, ni una ni ninguna vez en dar la vida por mí; pero, no por defenderme sino por suicidarte. Para casi todos los padres cuando sus hijos son pequeños les parecen bombones; pero cuando crecen, les parecen bombas. Mas, no te preocupes. Verás qué bien nos vamos a llevar. Tengo una fórmula que sé que no fallará, para que seas un buen padre, y yo un excelente hijo. Son diez mandamientos que deberás cumplir al calcañal de la letra. Aquí están:
1) Amarás a tu hijo por sobre todas las cosas: Pase lo que pase debes darme amor. Si rompo un cristal, darme amor; si quemo las cortinas de la sala, darme amor; si te dan quejas de mí, darme amor. No olvides que "Amor con amor se paga". (lee bien Papá, es "paga", no "pega")
2) No pelearás: Para que tengamos una buena relación no debes pelearme. No ganarás nada con eso. En vez de sentirte molesto conmigo cuenta hasta 10; si sucede otra vez, cuenta hasta 20; si vuelve a ocurrir, hasta 30 y así sucesivamente. Cuando tengas que contar hasta un millón ni te darás cuenta de cómo he crecido.
3) No jurarás en vano: Si me juras algo debes cumplirlo. No como hiciste con Mamá, que cuando hicieron el amor —siendo novios— le juraste que te habías puesto el preservativo. Y, entre tú y yo, papá, sabes bien que no lo hiciste.
4) No mentirás: No puedes decirme mentiras de ningún tipo. Si lloro escandalosamente, y me dices que si me callo, me compras una bicicleta; si me callo, ¡me la tienes que comprar! ¡No quiero cuentos conmigo!
5) No pegarás: Haga lo que haga no debes pegarle a tu hijo. Los golpes ni educan ni resuelven nada. Si cometo una falta grave, mejor castígame, ¿oíste?, ¡castígame!
6) No castigarás: El castigo tampoco es bueno para educar a tu hijo, Papá. Lo correcto es que me sientes, me digas que lo que hice está mal y me explicas por qué no debo hacerlo más. ¡Ah!, Papá, que la explicación sea corta.
7) No me ignorarás: Siempre debes atenderme en el momento en que yo lo necesite. Si estás durmiendo y te despierto, debes atenderme; si lees el periódico y te interrumpo, debes atenderme; si estás en el cuarto haciendo algo con Mamá y yo entro, debes atenderme. Solo me ignorarás… cuando tengas deseos de pegarme.
8) No amenazarás: A tu hijo no debes amenazarlo. Debes evitar frases como: «Te voy a encender la leva»; «Si te cojo te pelo al moñito»; o «Te voy a poner las nalgas más rojas que un puré de tomate», o «Te voy a dar una mano de cintazos que vas a parecer una cebra». Eso, está mal.
9) No prohibirás: Debes dejarme hacer lo que yo quiera. Si me prohíbes, no dejarás que yo me desarrolle; que crezca sano, fuerte, que me haga hombre, ¿comprendes? o ¿tú quieres que yo salga afeminado, eh? ¡Qué pasa, Papá? ¡Vamos a estar aquí!
10) No me abandonarás: Si algún día sucede que te separes de Mamá, no lo harás de mí. Me llevarás contigo a donde quiera que vayas. Así, seguirás practicando cada mandamiento. En teoría no es válido.
Bueno, Papá, espero que te aprendas bien estas indicaciones. ¡Verás qué buena relación vamos a tener! Te aseguro que seré un hijo ejemplar, y tú, ¿quién lo duda?, ¡el mejor padre del mundo! Nos vemos dentro de un mes.
Un beso de tu futuro hijo:
El nombre que me pongas.
P.
Utiliza el muñeco de peluche que me compraste y ve practicando desde ahora. No seas finalista.
2) No pelearás: Para que tengamos una buena relación no debes pelearme. No ganarás nada con eso. En vez de sentirte molesto conmigo cuenta hasta 10; si sucede otra vez, cuenta hasta 20; si vuelve a ocurrir, hasta 30 y así sucesivamente. Cuando tengas que contar hasta un millón ni te darás cuenta de cómo he crecido.
3) No jurarás en vano: Si me juras algo debes cumplirlo. No como hiciste con Mamá, que cuando hicieron el amor —siendo novios— le juraste que te habías puesto el preservativo. Y, entre tú y yo, papá, sabes bien que no lo hiciste.
4) No mentirás: No puedes decirme mentiras de ningún tipo. Si lloro escandalosamente, y me dices que si me callo, me compras una bicicleta; si me callo, ¡me la tienes que comprar! ¡No quiero cuentos conmigo!
5) No pegarás: Haga lo que haga no debes pegarle a tu hijo. Los golpes ni educan ni resuelven nada. Si cometo una falta grave, mejor castígame, ¿oíste?, ¡castígame!
6) No castigarás: El castigo tampoco es bueno para educar a tu hijo, Papá. Lo correcto es que me sientes, me digas que lo que hice está mal y me explicas por qué no debo hacerlo más. ¡Ah!, Papá, que la explicación sea corta.
7) No me ignorarás: Siempre debes atenderme en el momento en que yo lo necesite. Si estás durmiendo y te despierto, debes atenderme; si lees el periódico y te interrumpo, debes atenderme; si estás en el cuarto haciendo algo con Mamá y yo entro, debes atenderme. Solo me ignorarás… cuando tengas deseos de pegarme.
8) No amenazarás: A tu hijo no debes amenazarlo. Debes evitar frases como: «Te voy a encender la leva»; «Si te cojo te pelo al moñito»; o «Te voy a poner las nalgas más rojas que un puré de tomate», o «Te voy a dar una mano de cintazos que vas a parecer una cebra». Eso, está mal.
9) No prohibirás: Debes dejarme hacer lo que yo quiera. Si me prohíbes, no dejarás que yo me desarrolle; que crezca sano, fuerte, que me haga hombre, ¿comprendes? o ¿tú quieres que yo salga afeminado, eh? ¡Qué pasa, Papá? ¡Vamos a estar aquí!
10) No me abandonarás: Si algún día sucede que te separes de Mamá, no lo harás de mí. Me llevarás contigo a donde quiera que vayas. Así, seguirás practicando cada mandamiento. En teoría no es válido.
Bueno, Papá, espero que te aprendas bien estas indicaciones. ¡Verás qué buena relación vamos a tener! Te aseguro que seré un hijo ejemplar, y tú, ¿quién lo duda?, ¡el mejor padre del mundo! Nos vemos dentro de un mes.
Un beso de tu futuro hijo:
El nombre que me pongas.
P.

