Se aproxima el clasico y aqui un pequeño recuento
La historia de los enfrentamientos entre América y Guadalajara se 
remonta  a la década de los cuarentas. Es en ésta década cuando surge el 
fútbol  profesional en México y con ello los primeros partidos entre las 
Águilas  y las Chivas. 
 
El primer cotejo que se registró  entre estos dos equipos fue el 1° de
 agosto de 1943 en el torneo de  Copa, en el que las Chivas ganaron por 
marcador de uno a cero a los  llamados "cremas".
 
Durante la temporada 1943-1944,  este duelo comenzaba a llamar la 
atención de la gente, ya que; en el  partido de la primera vuelta del 
torneo de liga, los tapatíos le  ganaron al América por 3 a 1. Sin 
embargo, en la segunda vuelta los  "Azulcremas" le propinaron la mayor 
goleada al Rebaño Sagrado, un 7 a  2. Que marcaba al inicio de una 
rivalidad deportiva, pero hasta ese  entonces, aún no era llamado un 
clásico.
Una  década más tarde, surge el clásico en la temporada 1959-1960, 
cuando  el América le rompió la racha de partidos invictos al famoso 
"Campeonísimo".  Esta anécdota e historia refleja el inicio del Clásico 
de clásicos.  
 
El América venía de tener una mala campaña en la  temporada 1958-1959 
 y Fernando Marcos era el director técnico del  club.  Las Chivas venían 
de ganarlo todo y parecían ser el rival a  vencer.  Sin embargo, en la 
disputa por el título de esa campaña,  las Águilas del América tenían que
 disputar tres partidos en la  ciudad de Guadalajara. El primero contra 
el Oro, el segundo contra  el Atlas, a ambas escuadras las derrotaron por
 marcador de 2 a 0.  Y  el tercer enfrentamiento se registraba el 5 de 
agosto de 1959, el  rival en turno eran las Chivas del Guadalajara, a 
quienes vencieron   por el mismo marcador que a los otros dos cuadros 
tapatíos.     
Este resultado dio pauta para que Fernando Marcos,  entrenador en ese 
entonces del Club, pronunciara una de las frases  más recordadas de los 
clásicos entre América y Guadalajara.
"América no viene a Guadalajara a ganar, eso es rutina. Nosotros 
venimos  para cambiarle el número de su teléfono de larga distancia. Así 
es  que ya lo saben mis amigos: cada que quieran llamar a Guadalajara 
marquen  dos cero, dos cero, dos cero o el 20-20-20. Cortesía del 
América".
De aquí que surgieran los clásicos de clásicos del fútbol  mexicano.
 
En 1962, se suscitó un hecho para el  anecdotario. El jugador de las 
Chivas, Guillermo "el tigre"  Sepúlveda, después de haber sido expulsado 
salió por la banda, se  quitó la playera rojiblanca y en un gesto de mal 
gusto, al pasar por  la banca americanista, le dijo a los "cremas": "Con 
esta tienen  para sentir miedo". De ahí que se originara una bronca en la
 que los  americanistas defendieron el orgullo y se registraba el 
comienzo de  una rivalidad más que deportiva y que iba forjando cada vez 
más a  que surgieran los clásicos de clásicos del fútbol mexicano.
 
En la temporada 1967-68 se registra el primer clásico de clásicos  en 
el Estadio Azteca.
 
Durante los años sesenta,  las Chivas marcaron el rumbo de los 
clásicos, pero en los 70 y 80  el América no solamente nivelaría la 
balanza, sino que tomaría el  rumbo para marcar una hegemonía que hasta 
la fecha ha perdurado.
 
La historia de los 80 comienza en aquella semifinal en  1983 cuando 
las Chivas derrotaron al América. Pero la derrota fue lo  de menos, ya 
que dentro de los datos curiosos de esta semifinal se  encuentran el 
aterrizaje de varios paracaidistas en el medio campo  del Estadio Azteca,
 además de una gran bronca que el árbitro Edgardo  Codesal no pudo 
controlar.
 
Sin embargo, la  revancha llegaría y que mejor momento para 
disputarla. En la  temporada 1983-1984, se disputaba la final más 
anhelada en el fútbol  mexicano. América vs Chivas llegaban al cotejo 
final para definir  al campeón de la temporada. Para el América es el 
triunfo más  importante, grande y valioso. Para las Chivas la humillación
 más  grande y dolorosa de su historia. América se imponía por marcador 
de  3 a 1 con goles de Eduardo Baca, Alfredo Tena y Javier Aguirre. Sin 
lugar  a dudas, ese 10 de junio de 1984 marcaron uno de los rasgos más 
significativos  para la institución y afición americanista. La única 
final  disputada entre estos acérrimos rivales la ganó el América.
El 17 de agosto de 1986, se encuentra enmarcado por uno de los 
partidos  más recordados de la historia de los clásicos. Una batalla 
campal  entre los 22 jugadores en el terreno de juego, más las bancas y 
la  gente que se encontraba en el campo. Además era el partido de 
despedida  del Árbitro Antonio R. Márquez.
Es un hecho que  estos partidos se encuentran enmarcados por una gran 
rivalidad, en  la que las broncas no están excluidas del sabor de un 
clásico.  Las  Chivas son el equipo del pueblo, compuesto por jugadores 
mexicanos.  El América, es distinguido como el equipo millonario del 
fútbol  mexicano y cuenta con los mejores jugadores tanto extranjeros  
como  mexicanos en el fútbol nacional.
Asimismo y  recordando la década de los 90, cuando Leo Benhakker era 
entrenador  del América, uno de los clásicos más emocionantes que se han 
disputado  y también fue para las Águilas. Era la campaña 94-95 en el 
Estadio  Jalisco y América le ganaba 4 a 3 a las Chivas. Los anotadores 
por  el América  Kalusha, Biyik, Luis Roberto Alves "Zague" y Cuauhtémoc 
Blanco.
 Los jugadores americanistas con mayor participación en  estos duelos 
son: Cristóbal Ortega con 48 juegos, Alfredo Tena con  36 y Pedro Nájera 
con 28.
 Finalmente nuestros  máximos goleadores de estos clásicos son "Zague" 
con 10 goles,  seguido por su padre José Alves, mejor conocido como el 
Lobo  Solitario con 8 y Moacyr Santos con 7.