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En los últimos años la crisis económica se ha llevado por delante muchos puestos de trabajo, y no son pocos los jóvenes que han vuelto al hogar paterno tras quedarse sin empleo. Un nuevo estudio publicado en la revista Journal of Political Economy ha analizado los beneficios a largo plazo de esta decisión.
Según los investigadores, de la Universidad de Pennsylvania, los jóvenes que regresan al hogar familiar después de perder el empleo no tienen tanta presión económica como aquellos que deciden seguir en su casa y tienen que afrontar el pago del alquiler y de los gastos diarios. Esto les permite buscar trabajos con unas mejores perspectivas a largo plazo, más difíciles de encontrar, y en los que generalmente se comienza ganando poco dinero y en condiciones precarias. Sin embargo, los jóvenes que no vuelven a casa de sus padres necesitan ingresos rápidos y acaban asumiendo empleos con pocas perspectivas a largo plazo como pueden ser los del sector servicios.
Para comprobar esta hipótesis, los científicos construyeron un modelo en el que se ofrecían dos tipos de empleos: los `trabajos seguros´, más fáciles de encontrar pero con pocas perspectivas de subida de sueldo y desarrollo profesional a largo plazo; y los `trabajos arriesgados´, más difíciles de encontrar pero con mejores perspectivas de futuro. Los investigadores evaluaron las elecciones de jóvenes de 23 años en dos escenarios diferentes: en el primero se ofrecía la posibilidad de volver a vivir con los padres, y en el segundo esta opción quedaba eliminada.
Los resultados revelaron que, cuando no había posibilidad de regresar al hogar familiar, las probabilidad de buscar un `trabajo arriesgado´ se reducía en un 15 por ciento. "Intuitivamente, tiene sentido que la gente vuelva a casa tras la pérdida de empleo", explica Greg Kaplan, uno de los autores. "Hemos visto muchos casos durante la última recesión, pero hasta ahora no había datos sobre sus posibles efectos. Este estudio demuestra que la opción de regresar a casa es potencialmente muy importante".
http://www.muyinteresante.es/ies-bueno-volver-a-vivir-con-tus-padres-tras-perder-el-empleo
Según los investigadores, de la Universidad de Pennsylvania, los jóvenes que regresan al hogar familiar después de perder el empleo no tienen tanta presión económica como aquellos que deciden seguir en su casa y tienen que afrontar el pago del alquiler y de los gastos diarios. Esto les permite buscar trabajos con unas mejores perspectivas a largo plazo, más difíciles de encontrar, y en los que generalmente se comienza ganando poco dinero y en condiciones precarias. Sin embargo, los jóvenes que no vuelven a casa de sus padres necesitan ingresos rápidos y acaban asumiendo empleos con pocas perspectivas a largo plazo como pueden ser los del sector servicios.
Para comprobar esta hipótesis, los científicos construyeron un modelo en el que se ofrecían dos tipos de empleos: los `trabajos seguros´, más fáciles de encontrar pero con pocas perspectivas de subida de sueldo y desarrollo profesional a largo plazo; y los `trabajos arriesgados´, más difíciles de encontrar pero con mejores perspectivas de futuro. Los investigadores evaluaron las elecciones de jóvenes de 23 años en dos escenarios diferentes: en el primero se ofrecía la posibilidad de volver a vivir con los padres, y en el segundo esta opción quedaba eliminada.
Los resultados revelaron que, cuando no había posibilidad de regresar al hogar familiar, las probabilidad de buscar un `trabajo arriesgado´ se reducía en un 15 por ciento. "Intuitivamente, tiene sentido que la gente vuelva a casa tras la pérdida de empleo", explica Greg Kaplan, uno de los autores. "Hemos visto muchos casos durante la última recesión, pero hasta ahora no había datos sobre sus posibles efectos. Este estudio demuestra que la opción de regresar a casa es potencialmente muy importante".
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