Si estás enojado con tu doctor, tu jefe, tu familiar o tu cónyuge, probablemente puedas sentarte y mantener una conversación productiva acerca de ello. Dios, por otro lado, probablemente no esté disponible para hablar.

Sin embargo, la gente se enoja con Dios todo el tiempo, especialmente a causa de decepciones cotidianas, encontró una nueva serie de estudios en la Revista de Personalidad y Psicología Social.

Y no se trata de personas religiosas. La gente sin afiliación a una religión organizada, ateos y agnósticostambién reportaron ira hacia Dios ya sea en el pasado, o enojo enfocado en una imagen hipotética (es decir, a lo que imaginan que Dios puede ser), dijo la autora principal del estudio, Julie Exline, psicóloga de la Universidad Case Western Reserve.

En investigaciones con estudiantes universitarios, los ateos y agnósticos reportaron mayor ira contra Dios durante su vida que los creyentes. Un estudio por separado también encontró este patrón entre individuos afligidos. Este fenómeno es algo que Exline y sus colegas explorarán más en una futura investigación, que está abierta a más participantes.

Parece que las personas más religiosas son menos propensas a sentir enojo hacia Dios y más propensas a percibir al ser supremo como bien-intencionado, encontró el estudio de Exline.

También: la gente más joven tiende a estar más molesta con Dios que las personas mayores, dijo Exline, agregando que algunas de las razones por la que ha visto a la gente más enojada con Dios incluyen rechazo de compañeros predilectos y lesiones deportivas.

La diferencia de edad puede deberse a normas culturales, dijo. Quizá las generacionesprevias fueron educadas para no cuestionar a Dios, mientras que los más jóvenes no tienen reparos en hacerlo. Por otro lado, puede ser que a medida en que la gente envejece, aprenden a manejar mejor este tipo de sentimientos.

La ira hacia Dios semeja fuertemente los sentimientos que puedes tener por otra persona, encontró Exline. Dios parece traicionero y cruel cuando cosas malas suceden, justo como luciría otro individuo. Tu ira podría acentuarse incluso más cuando no existe una buena razón para que ocurra un evento negativo, como en el caso de un desastre natural o una enfermedad. Y las emociones negativas fuertes y de larga duración de cualquier tipo pueden conducir a enfermedades físicas.

Más aun, la angustia hacia Dios está asociada con síntomas de salud mental. Exline y sus colegas encontraron que entre los sobrevivientes de cáncer entrevistados una vez y luego otra después de un año, aquéllos que estaban enojados con Dios en ambos puntos del tiempo tuvieron la menor salud física y mental. Pero el estudio no pudo probar si la ira hacia Dios los hacía sentir peor o sentirse tan mal los hacía estar sentir más ira.

Justo como con la gente en tu vida, tu puedes respetar y sentir enojo hacia Dios al mismo tiempo. “Cuando la gente confía en que Dios se preocupa por ellos y tiene intenciones positivas hacia ellos, incluso si no pueden entender cuáles son esas intenciones, eso ayuda a resolver la ira”, dijo Exline.
Jeff Crim escucha sobre la ira contra Dios de la gente todo el tiempo (específicamente, de gente que está muriendo). Él es un capellán y coordinador de duelo en el Hospicio North Star en Calhoun, Georgia, y ha encontrado que es importante encontrar una manera de expresar tu enojo hacia Dios con el fin de lidiar con él.

Expresar el enojo puede ser catártico, y puede ayudarte a avanzar, pero cómo lo hagas es profundamente personal, dijo Crim. Lo que él mismo hace es hablar en voz alta a Dios, pero otros encuentran consuelo en un líder espiritual y otra persona a quien le confíen sus sentimientos de enojo hacia un poder superior.

“Lo que necesitan es un lugar seguro para expresar su ira, saber que su ira es escuchada”, dijo.

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