http://masturbacionmusical.com/2011/03/12/fallece-rita-guerrero/
Esta mañana, tras una intensa lucha contra el cáncer, ha fallecido una de las piezas esenciales del rock nacional: 
Rita Guerrero, mejor conocida por su trabajo durante quince años al lado de la banda 
Santa Sabina. El cáncer de Guerrero fue hecho público vía Twitter por 
Alejandro Otaola, compañero de banda, el pasado 19 de Octubre.
 El trabajo de Rita Guerrero fue fundamental para el rock mexicano, particularmente, durante los noventa. 
Santa Sabina  consiguió llevar a las grandes audiencias los sonidos del rock gótico,  el experimental, el progresivo y el jazz, algo bastante complicado en  una época en la que principalmente se apostaba por el 
pop, el 
dance y la balada romántica.
 Sus letras demostraban que era posible  poner palabras de Sartre en los oídos de los mexicanos, planteaban  cuestionamientos o escenarios que ninguna banda mexicana del momento  pudiera siquiera pensar, e iban mucho más allá de los clichés del género  de la época o de las mayores apuestas comerciales (o sea, estamos  hablando del mismo año en el que en las radios se decía “Gira que gira,  sigue dando vueltas, por un mal día, nunca te detengas”…que tampoco está  mal).
 La teatralidad de Rita y Santa Sabina le hicieron comprender al rock mexicano que no se trataba sólo de salir con 
jeans y guitarra en mano a tocar, sino que un show es una serie de elementos que en conjunto buscan expresar algo.
 
Santa Sabina perteneció a esa ola de bandas que, junto con 
La Lupita, Azul Violeta, La Dosis, Café Tacvba, Caifane y Maldita Vecindad  por nombrar algunas, representaban el espíritu independiente en las  radios masivas. De hecho, podría decirse que gracias a estos grupos el  rock obtuvo el lugar que ahora tiene en la escena musical de nuestro  país, retando a estándares televisivos y radiofónicos.
 Tras cuatro álbumes (
Santa Sabina, Símbolos, Concierto Acústicos y 
Babel) se publica su MTV Unplugged (cuando a MTV aún le importaba la música y hacía producciones de calidad, y no sólo 
reality shows),  una de las máximas muestras, no sólo del trabajo, sino de la  experiencia en vivo de la banda. El ensamble musical es simplemente  impecable y la voz de Rita resuena con potencia y pasión.
 Siendo una de las voces más educadas de  este país, Rita no sólo se limitó a mostrarla y trabajarla en los  escenarios, aprovechó su talento y decidió compartirlo dando durante  años clases de canto en el Claustro de Sor Juana, en la Ciudad de  México.
 Su compromiso con la música la llevó a desarrollar el 
Ensamble Galileo, una agrupación con la que llevó la música renacentista a todo el país.
 Gracias a la presencia de Rita en el rock nacional, músicos como 
Ely Guerra, 
Julieta Venegas, o más recientemente 
Natalia Lafourcade, tuvieron la oportunidad de llevar el rock y el jazz femenino a un público masivo.
 Seguro para muchos de ustedes, queridos  lectores (sobre todo a los que nacieron en los noventa), la presencia  del rock y el jazz en la escena nacional es algo bastante natural, pero  en realidad, se ha requerido del trabajo y la lucha de mucha gente para  que esto sea así. Rita fue una de esas incansables trabajadoras por  abrir espacios dignos para la música.
 Nadie mejor que Guerrero misma para  describir su pasión por la música, que vivió hasta su último día. En un  comunicado publicado a finales de octubre dijo: “sigo haciendo mis  proyectos, haciendo música, compartiendo música, cantando, enseñando  música y siempre en búsqueda de la belleza, esa belleza que nos une y  que nos hace seres luminosos y creativos”.
 Y es que al final siempre se tratará de  eso: hacer, compartir, enseñar y buscar la belleza. Al final, siempre se  tratará de la belleza. Descansa en paz Rita, y aunque alguna vez hayas  dicho que estando aquí no estás, la verdad, creemos que es todo lo  contario.
 
En Masturbación Musical consideramos  que el movimiento se demuestra andando, y qué mejor forma de demostrar  el movimiento que provocó un gran músico que con su recorrido. Aquí  algunos de los mejores momentos de Rita Guerrero y Santa Sabina.