Hola!

Registrándote como bakuno podrás publicar, compartir y comunicarte en privado con otros bakuos :D

Regístrame ya!

El día que murió la clase media

  • Autor de tema Autor de tema Joker
  • Fecha de inicio Fecha de inicio

Joker

Moderador risitas
Desde
11 Dic 2005
Mensajes
29.167
Este documento de Michael Moore resume de manera magistral lo que sucedió para eliminar a la clase media. Además, nos recuerda que el origen del gobierno gringo también era asistencialista, y que posteriormente fue corrompido por el empresariado gringo y de la mano de Ronald Reagan. Lo interesante es ver como los políticos mexicanos están repitiendo el mismo patrón de comportamiento, la desaparición del SME es una calca de lo sucedido en Estados Unidos.

Carta de Michael Moore: Hoy hace 30 años. El día que murió la clase media

De tanto en tanto, alguno de los que aún no han cumplido 30 años me pregunta: “¿Cuándo comenzó todo esto, cuándo empézaron a declinar los EE.UU?” Me dicen, he oído decir que hubo un tiempo en el que la gente trabajadora podía mantener una familia, mandar los chicos al colegio sólo con el sueldo de uno de los progenitores (y que los colegios en estados como California y Nueva York eran casi gratuitos). Un tiempo en el que todo el que quería un trabajo pagado decentemente lo conseguía. En el que la gente trabajaba solo cinco días a la semana, ocho horas diarias, que disponía libre e íntegramente de su fin de semana y que tenía vacaciones pagadas todos los veranos. Que en todos los trabajos había sindicatos, desde los reponedores de los mercados hasta el muchacho que pintaba tu casa y no importaba cuan modesto fuere tu trabajo tenías asegurada una jubilación, ascensos ocasionales, seguro de salud y alguien que te defendiera si te maltrataban.

La gente joven ha oído hablar de ese mítico tiempo, pero no era un mito, era realidad. Y cuando me preguntan “ ¿Cuando terminó aquello?” Les contesto: “Terminó el 5 de agosto de 1981”

En esa fecha, hace treinta años, los grandes empresarios y la derecha decidieron “lograrlo”, es decir, mirar a ver si podían destruir a la clase media para poder ellos ser más ricos.

¡Y lo lograron!

El 5 de agosto de 1981, el presidente Ronald Reagan despidió a todos los afiliados del sindicato de Controladores del tráfico aéreo (PATCO) que desafiaron su orden de volver al trabajo y declaró ilegal al sindicato. Habían hecho una huelga de dos días.

Había sido un movimiento valiente y temerario. Nadie lo había intentado antes. Lo que lo volvió más valiente fue que PATCO había sido uno de los tres únicos sindicatos que habían apoyado a Reagan para presidente. De modo que produjo un shock que se transmitió como una oleada entre los trabajadores del país. Si podía hacer esto a los trabajadores que lo apoyaban, ¿qué podría hacernos a nosotros?

Reagan había sido respaldado por Wall Street en su carrera hacia la Casa Blanca y ellos, junto a la derecha cristiana, querían reestructurar los EE.UU. y dar marcha atrás a la corriente que había iniciado el presidente Franklin D. Roosevelt, una corriente que intentaba mejorar la vida de la clase media. Los ricos odiaban pagar más impuestos y ceder beneficios. Odiaban cada vez más pagar impuestos. Despreciaban a los sindicatos. La derecha cristiana odiaba todo lo que sonara a socialismo o a dar una mano a las minorías o a las mujeres.

Reagan prometió terminar con todo eso. De modo que cuando los controladores aéreos declararon la huelga encontró el momento oportuno. Despidiendo a cada uno de ellos y declarando a su sindicato fuera de la ley, envió un mensaje claro y contundente. Los tiempos en que la clase media tenía un pasar confortable se habían terminado. Desde ese momento los EE.UU. seguirían este camino:

*Los super ricos lo serían más, mucho, mucho más y el resto se disputaría las migajas que ellos dejaran caer.

*¡Todo el mundo deberá trabajar! Mamá, papá, los adolescentes en su casa. ¡Papá tendrá un segundo trabajo! ¡A los chicos se les entregará la llave de la casa! ¡Los padres llegarán a casa a tiempo para acostarlos!

*¡Cincuenta millones de personas no tendrán seguro de salud! Y las compañias de seguros de salud decidirán a quién quieren curar, o no.

*¡Los sindicatos son el demonio! ¡Usted no deberá afiliarse a un sindicato! ¡Usted no necesita abogados! ¡Cállese la boca y vuelva al trabajo! No, usted no puede retirarse. Sus chicos pueden cocinar su propia comida.

*¿Usted quiere ir al colegio secundario? No hay problema, ¡solo firme aquí y se endeudará con el banco durante los próximos veinte años!

*¿Qué? ¿Un aumento? ¡Vuelva a su trabajo y cállese la boca!

Y así fue. Pero Reagan solo no podría haber impulsado esto en 1981. Tuvo una buena ayuda.

La AFL-CIO

La organización sindical más importante de los EE.UU. llamó a sus miembros a romper con los controladores de tránsito aéreo y volver al trabajo. Y fue lo que hicieron los sindicalistas. La Unión de Pilotos, los despachantes de vuelos, los conductores de transporte aeroportuario, los maleteros, todos rompieron la huelga. Y todos los sindicalistas de todos los sectores rompieron la huelga y volvieron a volar. Fue la Navidad en agosto para la Corporación Estadounidense.

Y ese fue el principio del fin. Reagan y los republicanos se dieron cuenta de que podían seguir adelante con todo, y lo hicieron. Redujeron los impuestos a los ricos. Le hicieron a usted más difícil organizar un sindicato en su lugar de trabajo. Eliminaron las reglamentaciones de seguridad laboral, ignoraron las leyes antimonopolios y permitieron que cientos de empresas se fusionaran o se compraran y se cerraran. Se congelaron los salarios y amenazaron con trasladarse a países de ultramar si los trabajadores no aceptaban salarios más bajos y menos beneficios. Y cuando los trabajadores aceptaron trabajar con menores remuneraciones, ellos de todas maneras, trasladaron sus empleos a ultramar.

Y los estadounidense siguieron paso a paso este camino. Hubo alguna pequeña oposición o contrataque. Pero las “masas” no lograron levantarse para proteger sus empleos, sus casas, sus escuelas (que solían ser las mejores del mundo). Solo aceptaron su destino y aguantaron los golpes.

Me he preguntado a menudo qué habría pasado si hubiéramos dejado de volar en aquel momento, en 1981. Si todos los sindicatos hubieran dicho a Reagan “¡Devuélvales sus trabajos a los controladores o tiraremos el país abajo!” Usted sabe lo que habría pasado pasado. La élite corporativa y Reagan, su delfín, habrían dado marcha atrás.

Pero no lo hicimos. Y así poco a poco, golpe a golpe, en los siguientes 30 años, los dueños del poder han destruido la clase media de nuestro país y de paso han arruinado el futuro de la juventud. Los salarios han permanecido estancados en los últimos treinta años. Fíjense en las estadísticas y podrán ver que cada uno de los declives que estamos sufriendo tiene su origen en 1981 (hay una pequeña escena que lo ilustra en mi último filme).

Todo comenzó un día como hoy hace treinta años. Uno de los días más negros de la historia de Estados Unidos. Y dejamos que nos sucediera. Tenían el dinero, los medios y la policía. Pero nosotros eramos 200 millones. Pregúntese que habría pasado si 200 millones de personas hubieran tomado conciencia y amado a su país, su vida, su trabajo, sus fines de semana, su tiempo junto a sus hijos.

¿Nos hemos sublevado? ¿A qué estamos esperando? Olvídense del 20% que apoya al Tea Party, nosotros somos el otro 80%. Esta declinación solo se terminará si nosotros lo pedimos. Pero no solo a través de un pedido on line o un tweet. Vamos a apagar el televisor y la computadora y los videogames y a salir a las calles (como hicieron en Wisconsin). Algunos de ustedes deberán ir a la administración local el año que viene. Necesitamos que también los demócratas dejen de recibir dinero de las corporaciones o se aparten.

¿Cuándo es suficiente? El sueño de la clase media no reaparecerá mágicamente. Los planes de Wall Street son claros. Estados Unidos será una nación de los que tienen mucho y de los que no tienen nada, ¿le parece bien?

¿Porqué no detenernos a pensar sobre los pasitos que podemos ir dando para cambiar esto a nuestro alrededor, en el barrio, en el lugar de trabajo, en la escuela? ¿Hay algún día mejor que el de hoy para comenzar?
 
Compa:

Excelente trabajo de Moore.


Tu lo resumes bien con esta cita:

"Este documento de Michael Moore resume de manera magistral lo que sucedió para eliminar a la clase media. Además, nos recuerda que el origen del gobierno gringo también era asistencialista, y que posteriormente fue corrompido por el empresariado gringo y de la mano de Ronald Reagan. Lo interesante es ver como los políticos mexicanos están repitiendo el mismo patrón de comportamiento, la desaparición del SME es una calca de lo sucedido en Estados Unidos".


Saludos

Casanova
 
El capitalismo es el arma de sumicion de las "minorias" que resulta ser que dichos grupos son mayoria, mayor personas con hambre, menor salario, esto es preestablecido en tus contratos en cada falla debemos aprovecharnos de el sistema, recordemos que lo que no esta prohibido esta permitido y si no esta por escrito entonces tenemos la libertad de pelear a por ello, prendamos el Cerebro y apaguemos la t.v. se preguntaran que hice yo? simplemente abri la puerta en donde trabajo para que bieran que sabiendo hablar podemos joder al jefe, usando sus propias palabras y su estructura para beneficiarnos, existia muchas fallas en mi contrato y los aproveche para darle reversa, me prometieron cosas y me han fallado, les exigi lo que es mio y resulte avanzar, despierten, todo es posible siempre y cuando lo querramos, no se deben dejar vencer somos mas, siendo yo solo, resivi y una disculpa de mi jefe, una mejor propuesta laboral y lo mas importante, les enseñe a mis compañeros que siempre podemos lograr nuestros objetivos, siempre y cuando tengamos la razon, podamos comprobarla y no nos dejemos convenser a la primera, no se dejen callar, lleguen al extremo si ya perdimos todo solo podemos ganar.
 
Buenisimo el articulo, el problema de siempre, divide y venceras. Hasta cuando nos uniremos????
 
Michael Moore es genial, por eso cuando tengo oportunidad de ver sus documentales, hay mucho que aprenderle a este tipo.
 
Es increible el paralelismo,cambia Regan por calderon y (PATCO) por el sindicato de Mexicana de Aviacion o el SME y es lo mismo(salvo por el seguro popular que creeo que es el unico programa de asistencia que ah implementado de forma muy efectiva este gobierno)y esto lo tiene haciendo en Mexico la derecha desde de la madrid.
 
Y con tristeza miro al pasado de mi propio pueblo y como es que actualmente, todos los que viven en mi casa necesitamos trabajar para mantener un estilo de vida honrado, casi decente. Veo como el que muchos consideran el mejor presidente de mi pais arrasó con los sindicatos, privatizó todas las empresas estatales que pudo y uso el dinero de la prostitucion del estado para comprar congresistas, medios y narcos.

Asi se resolvio el problema del narco en mi pais, recuerdenlo: Comprandolos. ¿El resultado? La destruccion de la sociedad civil. Que ahora te matan por menos de $6. Matan a tus hijos por tener un carro medianamente elegante. Matan a tus trabajadores por querer construir sin usar sindicatos (ahora vueltos asociaciones delictivas dignas de la caricaturezca C.A.O.S). Matan a los soldados por diversion, porque saben que el Ejercito los manda sin armas, sin polvora, sin entrenamiento, algunos hasta sin DNI.

No se engañen, el trabajo dignifica al hombre, y es el único método de superacion, Pero solo el trabajo DIGNO.
 
Buenisimo el articulo, el problema de siempre, divide y venceras. Hasta cuando nos uniremos????

Si, muy bueno, digno de redistribucíon física. Quizá cuando realmente cueste comprar una botellita de agua de 250 ml el pueblo despertará completamente.
 
Podríamos vivir hasta sin trabajar, pero trabajar por un futuro seguro no suena tan mal :D
 
salvo por el seguro popular que creeo que es el unico programa de asistencia que ah implementado de forma muy efectiva este gobierno

El Seguro Popular ha sido implementado de forma efectiva porque abona precisamente a este punto. El objetivo del Seguro Popular es el debilitamiento del Seguro Social y allanar el camino para la eventual privatización del mismo. Es por eso que se está dejando morir el sistema de salud asistencialista y se usa este otro donde el contribuyente "paga", algo simbólico, pero paga por varios de sus servicios.
 
El neoliberalismo yanqui en crisis se llevará a muchos países entre las patas

http://pocamadrenews.wordpress.com/...s-se-llevara-a-muchos-paises-entre-las-patas/

1. Michael Moore, el cineasta documentalista y escritor estadounidense, seguramente preocupado por las terribles dificultades económicas de los EEUU, acaba de publicar un inteligente artículo en el que recuerda que “el 5 de agosto de 1981 empezó EEUU a ir cuesta abajo”. Antes de aquella fecha –hace exactamente 30 años, cuando una terrible represión contra trabajadores aéreos en huelga marcó el inicio del neoliberalismo privatizador- se vivía aún las décadas finales del modelo económico Rooseveltliano. Los trabajadores aún podrían criar una familia y enviar sus hijos a la universidad que era casi gratuita; los trabajadores laboraban ocho horas en cinco días, tenían vacaciones pagadas, garantizada la pensión, seguro médico, aumentos ocasionales de sueldo. Pero esta historia abarcó a México y al mundo.
2. En México llegó en 1982 el neoliberalismo impuesto por la política de los EEUU, entonces gobernado por el agente empresarial Ronald Reagan. Pero tampoco se puede pensar que en México de forzaron las cosas, aunque de no surgir el neoliberalismo de Margaret Thatcher y Reagan, quizá otro hubiese sido el candidato presidencial en México –no De la Madrid y el grupo salinas- con el objetivo de seguir el llamado “nacionalismo revolucionario” que López Portillo –a pesar de su inmensa corrupción, el desplome de los precios del petróleo, la devaluación y el endeudamiento- pudo dar continuidad. La coyuntura del gobierno de Reagan y los multimillonarios intereses que lo rodeaban dieron fuerza definitiva a la derecha empresarial que tenía como presidente a Manuel Clouthier, así como a las derechas del PRI y el PAN.
3. Lo que el cineasta Moore apunta como cambio de paradigma para los EEUU, es lo mismo que podría decirse de México un año después. Cuando EEUU deje de dominar al mundo, sobre todo a las grandes agencias informativas, habrá en ese país libertad –dejarán de ser temerosos- para que profesores, investigadores y artistas interpreten de manera correcta y con verdad los acontecimientos de su país. Surgirán miles de Baran, Sueeze, Petras, Chomsky, Moore que se atrevan a decir las cosas con verdad y no a callar por miedo. Entonces sabremos que ese “país de la democracia, la libertad, la justicia, no era real; que sólo escondía muy bien su racismo, guerrerismo y fascismo tras una gruesa e inmensa cortina de humo que impedía conocer la realidad de esa terrible país que denuncia Moore.
4. Los gobiernos y partidos en México –nadie podrá negarlo- han sido corruptos históricamente, pero el modelo económico predominantemente Keynesiano, que ponía al Estado “social” como dominante sobre la fuerte iniciativa privada, garantizó por lo menos los servicios de salud y educación fueran gratuitos, así como dio cierta independencia y asociación de la economía mexicana frente al imperialismo. Las devaluaciones del peso frente al dólar y los endeudamientos durante la larga etapa del México del llamado “nacionalismo” fueron mínimos hasta 1976 de Echeverría y se hizo mayor durante el régimen de López Portillo, fue entonces cuando el neoliberalismo da paso a mucho mayores crisis devaluatorias y de endeudamiento, cuando la migración se agiganta, el desempleo llega al extremo y la migración explota.
5. Así que los 30 años de neoliberalismo que nos recuerda Moore, que de hecho está llevando a los EEUU a una crisis profunda que afecta al mundo y pone al descubierto que ese coloso del norte es un gigante con pies de barro, viene también a recordarnos que México, al ser un traspatio de los EEUU, no puede dejar de sufrir en grande, es decir, mucho más que lo que sufre su amo. ¿Qué puede esperarse de este gran golpe que sufrirá en las siguientes semanas y meses el más poderoso país de la tierra? Es difícil saberlo porque los EEUU están metidos en todo. De todas maneras lo que suceda tendrá que ayudar a la liberación de los pueblos que han vivido durante todo el siglo veinte produciendo riquezas que van a parar a los bancos y carteras yanquis. Espero con gran entusiasmo que este sea el principio del fin del imperio opresor.
:eolo::mota:
 
Estados Unidos en decadencia

http://pocamadrenews.wordpress.com/2011/08/09/estados-unidos-en-decadencia/

Es un tema común que Estados Unidos, que apenas hace unos años era visto como un coloso que recorrería el mundo con un poder sin paralelo y un atractivo sin igual (…) está en decadencia, enfrentado fatalmente a la perspectiva de su deterioro definitivo, señala Giacomo Chiozza en el número actual de Political Science Quarterly.
La creencia en este tema, efectivamente, está muy difundida. Y con cierta razón, si bien habría que hacer cierto número de precisiones. Para empezar, la decadencia ha sido constante desde el punto culminante del poderío de Estados Unidos, luego de la Segunda Guerra Mundial, y el notable triunfalismo de los años 90, después de la guerra del Golfo, fue básicamente un autoengaño.
Otro tema común, al menos entre quienes no se ciegan deliberadamente, es que la decadencia de Estados Unidos, en gran medida, es autoinfligida. La ópera bufa que vimos este verano en Washington, que disgustó al país y dejó perplejo al mundo, podría no tener parangón en los anales de la democracia parlamentaria.
El espectáculo incluso está llegando a asustar a los patrocinadores de esta parodia. Ahora, al poder corporativo le preocupa que los extremistas que ayudó a poner en el Congreso de hecho derriben el edificio del que dependen su propia riqueza y sus privilegios, el poderoso estado-niñera que atiende a sus intereses.
La supremacía del poder corporativo sobre la política y la sociedad –por lo pronto básicamente financiera– ha llegado al grado de que las dos formaciones políticas, que en esta etapa apenas se parecen a los partidos tradicionales, están mucho más a la derecha de la población en los principales temas a debate.
Para el pueblo, la principal preocupación interna es el desempleo. En las circunstancias actuales, esta crisis puede ser remontada sólo mediante un significativo estímulo del gobierno, mucho más allá del más reciente, que apenas hizo coincidir el deterioro en el gasto estatal y local, aunque esa iniciativa tan limitada probablemente haya salvado millones de empleos.
Pero para las instituciones financieras, la principal preocupación es el déficit. Por lo tanto, sólo está a discusión el déficit. Una gran mayoría de la población está en favor de abordar el déficit gravando a los muy ricos (72 por ciento, con 27 por ciento en contra), según precisa una encuesta de The Washington Post y ABC News. Recortar los programas de atención médica cuenta con la oposición de una abrumadora mayoría (69 por ciento Medicaid, 78 por ciento Medicare). El resultado probable, por lo tanto, es lo opuesto.
El Programa sobre Actitudes de Política Internacional (PIPA) investigó cómo eliminaría el déficit la gente. Steven Kull, director de PIPA, afirma: Es evidente que tanto el gobierno como la Cámara (de Representantes) dirigida por los republicanos están fuera de sincronía con los valores y prioridades de la gente en lo que respecta al presupuesto.
La encuesta ilustra la profunda división: La mayor diferencia en gasto es que el pueblo favorece recortes profundos en el gasto de defensa, mientras el gobierno y la Cámara de Representantes proponen aumentos modestos. El pueblo también favorece aumentar el gasto en la capacitación para el trabajo, la educación y el combate a la contaminación en mayor medida que el gobierno o la Cámara.
El acuerdo final –o más precisamente, la capitulación ante la extrema derecha– es lo opuesto en todos los sentidos, y casi con toda certeza provocará un crecimiento más lento y daños a largo plazo a todos, menos a los ricos y a las corporaciones, que gozan de beneficios sin precedentes.
Ni siquiera se discutió que el déficit podría eliminarse si, como ha demostrado el economista Dean Baker, se remplazara el disfuncional sistema de atención médica privada de Estados Unidos por uno semejante al de otras sociedades industrializadas, que tienen la mitad del costo per cápita y obtienen resultados médicos equivalentes o mejores.
Las instituciones financieras y las grandes compañías farmacéuticas son demasiado poderosas para que siquiera se analicen esas opciones, aunque la idea difícilmente parece utópica. Fuera de la agenda por razones similares también se encuentran otras opciones económicamente sensatas, como la del impuesto a las transacciones financieras pequeñas.
Entre tanto, Wall Street recibe regularmente generosos regalos. El comité de asignaciones de la Cámara de Representantes recortó el presupuesto a la Comisión de Títulos y Bolsa, la principal barrera contra el fraude financiero. Y es poco probable que sobreviva intacta la Agencia de Protección al Consumidor.
El Congreso blande otras armas en su batalla contra las generaciones futuras. Enfrentada a la oposición republicana a la protección ambiental, la importante compañía de electricidad American Electric Power archivó el esfuerzo más destacado del país para captar el bióxido de carbono de una planta actualmente impulsada por carbón, lo que asestó un fuerte golpe a las campañas por reducir las emisiones causantes del calentamiento global, informó The New York Times.
Estos golpes autoinfligidos, aunque cada vez son más potentes, no son una innovación reciente. Datan de los años 70, cuando la política económica nacional sufrió importantes transformaciones, que pusieron fin a lo que suele llamarse la época de oro del capitalismo de Estado.
Dos importantes elementos de esto fueron la financialización (el desplazamiento de las preferencias de inversión, de la producción industrial a las finanzas, los seguros y los bienes raíces) y la externalización de la producción. El triunfo ideológico de las doctrinas de libre mercado, muy selectivo como siempre, le asestó aún más golpes, conforme se traducía en desregulación, reglas de administración corporativa que condicionaban las enormes recompensas a los directores generales con los beneficios de corto plazo y otras decisiones políticas similares.
La concentración resultante de riqueza produjo mayor poder político, acelerando un círculo vicioso que ha aportado una riqueza extraordinaria al uno por ciento de la población, básicamente directores generales de grandes corporaciones, gerentes de fondos de garantía y similares, mientras la gran mayoría de los ingresos reales prácticamente se estancaron.
Al mismo tiempo, el costo de las elecciones se disparó a las nubes, haciendo que los dos partidos tuvieran que escarbar más hondo en los bolsillos de las corporaciones. Lo que quedaba de democracia política fue socavado aún más cuando ambos partidos recurrieron a la subasta de puestos directivos en el Congreso, como delineó el economista Thomas Ferguson en The Financial Times.
Los principales partidos políticos adoptaron una práctica de los grandes detallistas, como Walmart, Best Buy y Target, escribe Ferguson. Caso único en las legislaturas del mundo desarrollado, los partidos estadunidenses en el Congreso ponen precio a puestos claves en el proceso legislativo. Los legisladores que aportan más fondos al partido son los que obtienen esos puestos.
El resultado, de acuerdo con Ferguson, es que los debates se basan fuertemente en la repetición interminable de un puñado de consignas, que han sido probadas por su atractivo para los bloques de inversionistas y grupos de interés nacionales, de los que depende la dirigencia para obtener recursos. Y que se condene el país.
Antes del crac de 2007, del que fueron responsables en gran medida, las instituciones financieras posteriores a la época de oro habían obtenido un sorprendente poder económico, multiplicando por más de tres su participación en las ganancias corporativas. Después del crac, numerosos economistas empezaron a investigar su función en términos puramente económicos. Robert Solow, premio Nobel de Economía, concluyó que su efecto podría ser negativo. Su éxito aporta muy poco o nada a la eficiencia de la economía real, mientras sus desastres transfieren la riqueza de los contribuyentes hacia los financieros.
Al triturar los restos de la democracia política, las instituciones financieras están echando las bases para hacer avanzar aún más este proceso letal… en tanto sus víctimas estén dispuestas a sufrirlo en silencio.
:eolo::mota::eolo:
 
http://pocamadrenews.wordpress.com/2011/08/08/el-neoliberalismo-yanqui-en-crisis-se-llevara-a-muchos-paises-entre-las-patas/

Buenísima, complementa a la perfección lo dicho por Moore y lo contextualiza en México. Ayuda mucho a entender que este modelo económico no tiene mucho entre nosotros y que, por ende, se puede destruir nuevamente. El problema es la clase política que le sigue el juego al empresariado.
 
Hace 30 años se acabó la clase media: Michael Moore

De cuando en cuando, alguien menor de 30 años me pregunta: ¿Cuándo empezó Estados Unidos a ir cuesta abajo? Dicen que durante mucho tiempo oyeron que los trabajadores podían criar una familia y enviar a los hijos a la universidad sólo con el ingreso de uno de los padres (y que en estados como California y Nueva York la universidad era casi gratuita). Que cualquier persona que quisiera un empleo con un sueldo decente podía tenerlo. Que las personas trabajaban cinco días a la semana, ocho horas diarias, tenían todo el fin de semana libre y vacaciones pagadas cada verano. Que muchos empleados eran sindicalizados, desde los empacadores de la tienda hasta el pintor de brocha gorda, lo cual significaba que, por humilde que fuera el trabajo, uno tenía garantizada una pensión, aumentos de sueldo ocasionales, seguro médico y alguien que lo defendiera a uno en caso de recibir un trato injusto. Los jóvenes han oído hablar de ese tiempo mítico, pero no es un mito: era real. Y cuando preguntan ¿cuándo terminó?, les contesto: El 5 de agosto de 1981.
En esa fecha, hace 30 años, las grandes empresas y la derecha decidieron dar el golpe: ver si podían destruir la clase media para volverse más ricos. Y lo han logrado.
El 5 de agosto de 1981, el entonces presidente Ronald Reagan despidió a todos los miembros del sindicato de controladores aéreos (PATCO), que desafiaron su orden de regresar al trabajo, y declaró ilegal al sindicato. Llevaban apenas dos días en huelga. Fue un acto audaz y descarado. Nunca nadie lo había intentado. Lo que lo hizo aún más audaz fue que PATCO había sido uno de los tres sindicatos que respaldaron a Reagan para presidente. Una ola de conmoción sacudió a los trabajadores en todo el país. Si Reagan hizo eso a quienes estaban con él, ¿qué nos hará a nosotros?
Reagan fue impulsado en su candidatura presidencial por la gente de Wall Street, que junto con los cristianos de derecha quería restructurar el país y revertir la tendencia iniciada por el presidente Franklin Delano Roosevelt, dirigida a mejorar la vida del trabajador promedio. Los ricos odiaban pagar mejores salarios y prestaciones, y más aún pagar impuestos; además, despreciaban a los sindicatos. Los cristianos de derecha detestaban todo lo que les sonaba a socialismo o a tender la mano a las minorías o a las mujeres.

Reagan prometió poner fin a todo eso. Así que, cuando los controladores se pusieron en huelga, vio llegado el momento. Al deshacerse de ellos y proscribir su sindicato, envió un mensaje claro y fuerte: los días en que todos llevaban una confortable vida de clase media habían terminado. De allí en adelante, Estados Unidos sería gobernado en esta forma:
* Los súper ricos ganarán más, mucho más, y el resto de ustedes luchará por las migajas que sobren.
* ¡Todos a trabajar! Mamá, papá, los adolescentes de la casa. ¡Papá, consigue un segundo empleo! ¡Niños, allí está la cadena para la puerta! Tal vez sus padres regresen a tiempo para llevarlos a acostar.
* 50 millones de personas quedarán sin seguro médico. Y las compañías aseguradoras pueden decidir a quién ayudar… o no.
* ¡Los sindicatos son malos! No deben pertenecer a un sindicato. No necesitan abogados. ¡Cierren la boca y pónganse a trabajar! No, no se vayan todavía, no hemos terminado. Que los niños se preparen la cena.
* ¿Quieren ir a la universidad? No hay problema: firmen aquí y estarán vendidos a un banco los próximos 20 años.
* ¿Qué es eso de aumento de sueldo? ¡Cierren la boca y pónganse a trabajar!
Y así por el estilo. Pero Reagan no hubiera podido lograr esto por sí solo. Tuvo un gran ayudante: la AFL-CIO.
La mayor central de trabajadores del país dijo a sus agremiados que rompieran la huelga de los controladores aéreos y fueran a trabajar. Y así lo hicieron: pilotos, asistentes de vuelo, choferes de camiones de suministros, manejadores de equipaje: todos esos sindicalizados ayudaron a romper la huelga. Y sindicalizados de todos los ramos rompieron también la huelga al volver a viajar en avión.
¡Reagan y Wall Street no podían creer lo que veían! Cientos de miles de trabajadores y sindicalistas apoyaban el despido de compañeros sindicalizados. Fue un regalo de Navidad adelantado para los grandes consorcios del país.
Fue el principio del fin. Reagan y los republicanos supieron que podrían salirse con la suya en lo que fuera… y así lo hicieron. Recortaron impuestos a los ricos. Dificultaron la formación de sindicatos en los centros de trabajo. Eliminaron las normas de seguridad en las instalaciones fabriles. Pasaron por encima de las leyes antimonopolios y permitieron que miles de compañías se fusionaran o fueran adquiridas por otras y después cerradas. Los consorcios congelaron salarios y amenazaron con mudarse a otros países si los trabajadores no aceptaban menor paga y menos prestaciones. Y cuando los trabajadores accedieron, de todos modos se mudaron al extranjero.
Y todo el tiempo la mayoría de los estadunidenses lo aceptaron. Hubo muy poca oposición o resistencia. Las masas no se levantaron a proteger sus empleos, sus hogares, sus escuelas (que alguna vez fueron las mejores del mundo). Aceptaron su destino y recibieron la golpiza. A menudo me he preguntado qué habría ocurrido si todos hubiéramos dejado de volar en 1981. Si los sindicatos le hubieran dicho a Reagan: Devuélveles su empleo a los controladores o paralizaremos la nación. Ustedes saben lo que habría pasado: la elite empresarial y su muchacho Reagan se habrían doblegado.
Pero no lo hicimos. Y así, poco a poco, en los 30 años siguientes, los que han estado en el poder han destruido a la clase media del país y, a su vez, han arruinado el futuro de nuestros jóvenes. Los salarios han permanecido estancados esos 30 años. Echen una ojeada a las estadísticas y verán que cada descenso que sufrimos ahora comenzó en 1981 (vean en una pequeña escena de mi película más reciente que ilustra esto).
Todo empezó este día, hace 30 años. Uno de los días más negros en la historia estadunidense. Y nosotros dejamos que ocurriera. Sí, ellos tenían el dinero, los medios masivos y los policías. Pero nosotros éramos 200 millones. ¿Alguna vez se han preguntado qué pasaría si 200 millones se pusieran furiosos de verdad y quisieran que les devolvieran su patria, su vida, sus empleos, sus fines de semana, el tiempo que pasaban con sus hijos?
¿Nos hemos dado todos por vencidos? ¿Qué estamos esperando? Olvidémonos del 20 por ciento que apoya al Tea Party: ¡nosotros somos el otro 80 por ciento! Esta ida cuesta abajo sólo terminará cuando lo exijamos. Y no con una petición en línea o un tuit. Tendremos que apagar la televisión, la computadora y los videojuegos y salir a las calles (como hicieron en Wisconsin). Algunos de ustedes tendrán que postularse a cargos de elección en sus localidades el año próximo. Necesitamos que los demócratas hagan acopio de valor y dejen de recibir dinero de los consorcios… o se hagan a un lado.
¿Cuándo tendremos suficiente? El sueño de la clase media no va a reaparecer por arte de magia. El plan de Wall Street es claro: Estados Unidos será una nación de ricos y desposeídos. ¿Están ustedes conformes con eso?
¿Por qué no utilizar este día para hacer una pausa y pensar en los pasos que cada uno puede dar para revertir esta tendencia en nuestro vecindario, en nuestro lugar de trabajo, en nuestra escuela? ¿Habrá un día mejor que hoy para empezar?
Su amigo, Michael Moore

http://www.lanuevarepublica.org/?p=8686

http://www.michaelmoore.com/words/mike-friends-blog/30-years-ago-today
 
Caen mercados bursátiles internacionales tras baja de calificación crediticia

Caen mercados bursátiles internacionales tras baja de calificación crediticia a Estados Unidos por parte de S&P


http://www.democracynow.org/es/2011/8/9/titulares#1

Se derrumban los mercados bursátiles del mundo tras la decisión de Standard and Poor de bajar la calificación crediticia a Estados Unidos. En Wall Street, el lunes la compañía Dow perdió 634 puntos, o 5.5%. Fue la sexta mayor caída de la historia. Las acciones de Bank of America, el mayor banco del país, cayeron más de un 20%. Esto se debió en parte a una demanda judicial por 10.000 millones de dólares entablada por AIG argumentando fraude hipotecario “a gran escala.” El director del Banco Central Europeo afirma que el mundo enfrenta la peor crisis financiera desde la segunda Guerra Mundial. El lunes, el Presidente Barack Obama desestimó la baja de la calificación crediticia de Estados Unidos efectuada por S&P.
El Presidente Obama dijo: “Sé que en este momento atravesamos tiempos difíciles. Atravesamos tiempos difíciles desde hace dos años y medio. Sé que muchas personas están preocupadas por el futuro, pero esto es lo que también sé: siempre habrá factores económicos que no podemos controlar, terremotos, picos en el precio del petróleo, bajas en la economía de otras partes del mundo; pero la manera en que respondemos a esas pruebas depende completamente de nosotros. Los mercados irán al alza o a la baja, pero esto es Estados Unidos de América. No importa lo que una agencia diga, siempre hemos sido y siempre seremos un país AAA”.


:eolo::mota::eolo::mota:

 
Volver
Arriba