Las versiones que circulan al respecto, infunden temor y hacen de lado la lógica pero sostienen el dogma. Según la religión es el fin del mundo en el cual toda la humanidad será juzgada por sus actos.
Es el día en que Dios juzgará a todos los seres vivos y creará la nueva tierra, la cual será gobernada por El mismo.

Aquí entra en juego la lógica si nos atenemos a los términos en que se han sustentado las denominaciones religiosas, por ejemplo, que el creador es Omnisciente es decir, es todo el conocimiento, Omnipresente, está en todo y en todos y Omnipotente, es todo poder.
El innominado como dicen los orientales, según la lógica, esta aquí y ahora y conoce todos nuestros actos y hasta los que habremos de acometer, así que eso del juicio no tiene razón de ser.
Si a ese absoluto que solamente es conocido por su manifestación pero no en su intimidad, deseara o quisiera algo dejaría de ser absoluto por que le faltaría algo y eso de omnipresencia y omnisciencia sería falso.
Otra contradicción ocurre entre el concepto religioso de que el hombre será salvo por Fe y no por obra, de modo que eso de que será juzgado por sus actos se elimina por si solo.
La concepción de algunos llegó al extremo, como lo hizo Miguel Angel Buonaroti cuando en el mural que realizó en la capilla Sixtina del Vaticano, por encargo del Papa Pablo III, en 1535, sitúa en el centro a Cristo quien con un movimiento brusco separa a los justos de los pecadores. ¿Y no que es amor, que el amor todo lo puede, todo lo perdona y todo lo tolera?.

Este fresco para la mayoría de creyentes, es una interpretación fiel de lo que registra el libro del Apocalipsis y que así habrá de ocurrir, olvidando que es la concepción de una corriente que impuso su modo de ver la creación para infundir temor, dependencia y dominio.


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Corren hoy los vientos apocalípticos y utilizando las nuevas herramientas de Internet, no es raro que día con día entren en el propio, textos, fotografías, presentaciones en Power Point y otras tantas formas de trasladar un mensaje, todo cargado de catastrofismo.

Se echa mano de cualquier cosa que lleve el sello de profecía desde el ya legendario Nostradamus , pasando por San Malaquías, Juan XXIII, Juan el Revelador o la Virgen de Fátima y su misterioso tercer secreto. Es una mezcla impresionante de terror futurista que lleva el propósito de crear miedo, terror y espanto para ganar adeptos a través de la coacción y la amenaza. Dentro de las corrientes cristianas y sus sectas (aquellas que cortaron con la principal), la más socorrida referencia para ver el futuro que nos espera, es sin duda el Apocalipsis de Juan, el desterrado a la isla de Patmos. Aún cuando no se tiene muy claro si es el apóstol o alguien que uso la seudonimia, práctica por cierto muy utilizada en este tipo de literatura, la apocalíptica. Decimos lo anterior puesto que si fue el apóstol debió tener por lo menos unos 120 años cuando escribió tal cosa. Por otro lado muchos estudiosos señalan que su revelación se refiere exclusivamente al imperio romano, tiempo en que este personaje vivía.

LA TERMINOLOGÍA.

Apocalipsis es un vocablo griego que ya se utilizaba antes de la era cristiana y se podía interpretar como “descubrir” en el sentido de quitar el velo o desvelar algún misterio. Su aparición trascendental lo tuvo con la revelación de Juan y llega hasta nuestros tiempos cargado de la más rica exposición de figuras, alegorías e imágenes que cualquier otro libro de la Biblia. Contrario a lo que muchos creen el género es literario, es decir que ha sido cultivado por varios autores o seudo autores a lo largo de la historia antigua. Los apocalípsis normalmente fueron escritos para un genero restringido, no existen apocalipsis sin que lleven un descubrimiento de lo por venir. Este género normalmente esconde el nombre del autor, aún cuando en su título mencione otro, sin embargo caso excepcional es el de Juan. El autor por naturaleza es un visionario y sus secretos le han sido comunicados por Dios a través de una visión o sueño cargados de símbolos. En muchos casos interviene un ángel o un ser celeste. Casi siempre relatan el final de todo un ciclo histórico.



UNA LARGA LISTA.

Los textos fueron escritos en diversas lenguas como el hebreo, arameo, griego, latín, copto, siríaco o etíope y no tomados en cuenta para integrar la Biblia como hoy la conocemos. . Esta es una lista de textos de la literatura apocalíptica. Vea usted ahora con claridad como hoy se pretende utilizar uno solo para pasar el tiempo asustando a la gente, lo cual no quiere decir por nuestra parte, desmerecer la calidad del escrito por Juan. Muy al contrario es no jugar a nuestro antojo con su texto como lo están haciendo hoy algunos de los lideres cristianos y otros que pasan el tiempo aterrorizando a los creyentes, .

Libro de Henoc.
Apocalipsis hebreo de Henoc.
Apocalipsis de Abraham.
Apocalipsis de Elías,
Apocalipsis de Sofonías.
Apocalipsis de Sedrac.
Apocalipsis de Ezequiel o Apócrifo de Ezequiel.
Primer y segundo Apocalipsis de Baruc (el siríaco).
Cielo posterior de Esdras.
Los Apocalipsis del Mar Muerto.
Apocalipsis mesiánico pagano.
Apocalipsis de Pedro (etíope).
Apocalipsis de Tomás.
Apocalipsis de Adán.
Apocalipsis gnóstico de Pedro.
Apocalipsis de Pablo.
Apocalipsis primero y segundo de Santiago.
Apocalipsis de Juan.



Luego de leer tal cantidad de escritos, todos de una forma u otra documentados, uno se pregunta… ¿Cuándo terminara el mundo? ¿Tiene la respuesta alguno de ellos? Hay que recordar que en ninguna parte de la Biblia existe una fecha concreta, no hay un solo dato que fije el final de todo, no existe indicación precisa sobre el final de los tiempos. “El que tenga oídos que oiga, el que tenga ojos que lea” Lo cierto del asunto es que nuestro planeta va a terminar algún día, esto es seguro, aun cuando sea dentro de 4,500 millones de años como lo pronostica la ciencia.