Es casi un ritual de vendimia pagano: Silvina Luna pasea desnuda en ralo viñedo, como si la mera presencia de sus tetas fuera suficiente para adelantar la primavera en el árido terreno mendocino. No sabemos si las vides se reanimaron, pero al pibe se le puso como un tronco. “Mostrame la… conchita” dijo con la convicción ablandada por el deseo. “Si?” preguntó a guisa de respuesta la Chivi, que al darse cuenta que iba a necesitar dos manos para pelar la cotorra, decidió dar un trago más del pico antes de soltar la botella. Unos pajaritos cantaron excitados al ver la cotorra de Silvina, que con el Silvina Luna se toca la conchaengome anunció que la tenía “peludita” en vez de ‘peladita’, a pesar que el papo estaba más deforestado que las propias vides. Puede que el vino le haya complicado la dicción, pero no le borró la memoria del petardo y pijazo al aire libre. “Sí, la del video soy yo” reconoce hoy Silvina Luna, “el hombre que aparece es mi novio, sólo quiero aclarar eso y no hablar más del tema.” Pero del tema se va a hablar porque la rosarina hizo un video prohibido que supera todos los anteriores y hace historia reconociéndolo como auténtico. Maestra!


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