djix
Bovino adicto
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Nota dedicada a todos los fans de la saga 'Back to the Future'.
A veces, los sueños traen bancarrotas. El Sr. DeLorean, un veterano ejecutivo de la industria automotriz estadounidense, soñaba con un auto deportivo como ningún otro. Un auto que redefiniera al deportivo de lujo, y que pudiera competir en el mismo segmento de los Lotus, los Ferrari, los Porsche, los BMW, los Aston Martin. A mediados de los setenta, el Sr. DeLorean inició su propia empresa y le encargó al legendario diseñador Giorgetto Giugiaro que se pusiera a dibujar algo. Algo. El resultado fue un fino deportivo cuyas especificaciones no sorprendieron a nadie (150 hp no era nada sorprendente incluso para 1981, año en que inició la producción), aunque… había algo sorprendente en el DeLorean, cuyo nombre oficial era el DMC-12 –claro que nadie le dijo así: para todos era, simplemente, el "DeLorean". Giugiaro imaginó un deportivo coupé con un par de futuristas puertas de alas de gaviota (que son cero prácticas en caso de volcadura, aunque el DMC-12 permitía la expulsión simple del parabrisas desde el interior en caso de que los pasajeros quedaran atrapados llantas-para-arriba), y sus características placas de acero inoxidable en la carrocería. La persona dispuesta a desembolsar $25,000 dólares en 1981 por un DMC-12, debía saber que este era un auto del que no se elegía el color: solo existía en versión acero inoxidable. Claro que, por $60,000 dólares más, los compradores más excéntricos podían llevarse una unidad bañada en oro de 24K.
El DeLorean resultó ser un auto bello. No obstante, resultó complicado de producir: a pesar de mercadearse fuertemente en Estados Unidos, la planta se montó en Irlanda, Lotus participó en la creación del chasís, y Renault, Volvo y Peugeot en el motor –que, como hemos dicho, no resultó algo del otro mundo. A principios de 1982, la DeLorean Motor Company tenía listas 9,000 unidades. Y se había quedado sin dinero. El DMC-12 simplemente no se estaba vendiendo bien. Poco después, DMC se declaró en bancarrota.
Durante los siguientes años, DeLorean fue invitado a traficar cocaína, un negocio que le habría dado la oportunidad de resucitar su sueño. Nunca lo llevó a cabo por completo, pero de todos modos fue arrestado por el FBI y llevado a juicio –se le encontró inocente. Más tarde llevó a cabo una charada promocional: la venta del reloj DeLorean Time (a un precio de $4,000 dólares aproximadamente), cuyos afortunados poseedores podrían obtener más adelante el "derecho" de comprar un DMC2, el supuesto nuevo auto de DeLorean. El auto nunca se fabricó, ¡ni los relojes! DeLorean estuvo casado cuatro veces. En los 2000 se declaró en bancarrota personal. Un día como hoy, pero de 2005, murió John DeLorean por causa de una apoplejía. Esta es su lápida.
El filme Volver al futuro convirtió al DMC-12 en un auto icónico, un símbolo de la ciencia ficción y la geekería alrededor del mundo. El disco Stainless Style de Neon Neon de 2008 relata a manera de álbum pop conceptual, el ascenso y caída de John DeLorean. Aquí el track Dream Cars.
A veces, los sueños traen bancarrotas. El Sr. DeLorean, un veterano ejecutivo de la industria automotriz estadounidense, soñaba con un auto deportivo como ningún otro. Un auto que redefiniera al deportivo de lujo, y que pudiera competir en el mismo segmento de los Lotus, los Ferrari, los Porsche, los BMW, los Aston Martin. A mediados de los setenta, el Sr. DeLorean inició su propia empresa y le encargó al legendario diseñador Giorgetto Giugiaro que se pusiera a dibujar algo. Algo. El resultado fue un fino deportivo cuyas especificaciones no sorprendieron a nadie (150 hp no era nada sorprendente incluso para 1981, año en que inició la producción), aunque… había algo sorprendente en el DeLorean, cuyo nombre oficial era el DMC-12 –claro que nadie le dijo así: para todos era, simplemente, el "DeLorean". Giugiaro imaginó un deportivo coupé con un par de futuristas puertas de alas de gaviota (que son cero prácticas en caso de volcadura, aunque el DMC-12 permitía la expulsión simple del parabrisas desde el interior en caso de que los pasajeros quedaran atrapados llantas-para-arriba), y sus características placas de acero inoxidable en la carrocería. La persona dispuesta a desembolsar $25,000 dólares en 1981 por un DMC-12, debía saber que este era un auto del que no se elegía el color: solo existía en versión acero inoxidable. Claro que, por $60,000 dólares más, los compradores más excéntricos podían llevarse una unidad bañada en oro de 24K.
El DeLorean resultó ser un auto bello. No obstante, resultó complicado de producir: a pesar de mercadearse fuertemente en Estados Unidos, la planta se montó en Irlanda, Lotus participó en la creación del chasís, y Renault, Volvo y Peugeot en el motor –que, como hemos dicho, no resultó algo del otro mundo. A principios de 1982, la DeLorean Motor Company tenía listas 9,000 unidades. Y se había quedado sin dinero. El DMC-12 simplemente no se estaba vendiendo bien. Poco después, DMC se declaró en bancarrota.
Durante los siguientes años, DeLorean fue invitado a traficar cocaína, un negocio que le habría dado la oportunidad de resucitar su sueño. Nunca lo llevó a cabo por completo, pero de todos modos fue arrestado por el FBI y llevado a juicio –se le encontró inocente. Más tarde llevó a cabo una charada promocional: la venta del reloj DeLorean Time (a un precio de $4,000 dólares aproximadamente), cuyos afortunados poseedores podrían obtener más adelante el "derecho" de comprar un DMC2, el supuesto nuevo auto de DeLorean. El auto nunca se fabricó, ¡ni los relojes! DeLorean estuvo casado cuatro veces. En los 2000 se declaró en bancarrota personal. Un día como hoy, pero de 2005, murió John DeLorean por causa de una apoplejía. Esta es su lápida.
El filme Volver al futuro convirtió al DMC-12 en un auto icónico, un símbolo de la ciencia ficción y la geekería alrededor del mundo. El disco Stainless Style de Neon Neon de 2008 relata a manera de álbum pop conceptual, el ascenso y caída de John DeLorean. Aquí el track Dream Cars.