Pongo mas informacion acerca de la estufa que esta pensada y diseñada tanto para el medio rural como para el urbano, me parece que a veces existe una resistencia exagerada a este tipo de avances debido a que no queremos hacer ningun cambio, ya que todo cambio requiere de esfuerzo y de cambiar nuestros habitos y muchas veces parece mas comodo seguir con los habitos adquiridos aunque esto resulte perjudicial para la economia, para la ecologia y hasta politicamente ya que seguimos dandole mas poder a los comerciantes de gas, personalmente me he instalado un calentador solar que yo fabrique en mis tiempos libres y que me costo en material aproximadamente 3,500 y que sirve perfectamente para tener el agua lo suficientemente caliente para tomar una ducha y un concentrador solar (estufa) que tengo en el patio y que en el museo de la luz de la unam dan cursos para hacerlo por 200 pesos con un costo de material para construirlo de aprox. 1500 y que me sirve perfectamente para cocinar frijoles, arroz, sopas e incluso papas "al horno" solamente con un poco de ingenio, si bien este sistema tiene el incoveniente de que solo puede ser usado en exteriores supone un ahorro en cuanto a consumo de gas y obviamente en menos emisiones de CO2, la cuestion es estar abierto al cambio, a probar y experimentar y no quedarse con lo que ya "sabemos", saludos.
Científicos del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del IPN y de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica del IPN, desarrollan una estufa solar para poblaciones urbanas que reemplazaría en su totalidad el uso de gas para fines de cocción de alimentos y calentamiento de agua.
“Esta es una de las grandes opciones que tendremos en las ciudades en el uso de energéticos que no contaminen, puesto que la solar no tiene impacto sobre el medio ambiente”, señaló José Antonio Urbano, quien encabeza el proyecto.
El científico del Cinvestav explicó que una parte del complejo, la del colector solar —semejante a una antena parabólica— funciona mediante el reflejo solar de cientos de espejos en un serpentín de cobre por donde fluye aceite que es calentado a temperaturas de hasta 450º centígrados.
Este aceite, añadió, fluye a través de una tubería hasta la segunda parte de la estufa, un tanque por donde circula el calor hasta llegar a las hornillas, donde se cocinan los alimentos.
“Además podríamos resolver otro problema medioambiental que es muy preocupante: el desecho de aceite, que contamina el agua de ríos y mantos freáticos”, refirió.
Esto se debe, dijo, a que el aceite utilizado en las estufas podría provenir del desechado por los parques vehiculares, así como de talleres y otras industrias, reciclándolo.
El investigador puntualizó que mediante el Instituto de Ciencia y Tecnología del D.F. se instalará un primer prototipo de esta estufa en una casa habitación, la primera en Latinoamérica, con el objeto de mostrar su rentabilidad.
El científico recordó la necesidad de hacer sinergia con los gobiernos y empresas para que este tipo de tecnología sea del uso común de la sociedad.
“Este tipo de complejos si bien requieren de una inversión significativa, podría incluirse en el costo total de casas de interés social con plazos asequibles de pago, lo que le daría un valor agregado a las propiedades”, acotó.
En el mundo de las energías renovables, puntualizó, existe la generación de grandes centrales que proveen a los conjuntos poblacionales, sin embargo “nuestra propuesta es generarla de forma autosuficiente o a mediana escala, donde sean las propias casas las que cuenten con recursos propios”.
MODELO RURAL. Sin embargo el diseño de la estufa tiene su antecesora, diseñada por el mismo equipo de investigadores, aunque esta fue desarrollada para zonas rurales y con tecnología más sencilla y cuya viabilidad ya ha sido consolidada.
Este complejo está constituida por una sólo estructura —similar al colector solar de la urbana— en donde se utiliza la mitad de espejos que la primera (alrededor de 360) para reflejar la luz solar a una olla de presión donde se cocinan los alimentos.
“Barbacoa, pan, carnero, tamales… han sido cocinados con esta estufa, siempre con deliciosos resultados”, apuntó Urbano Castelán.
No obstante su efectividad —que tendría importantes repercusiones sociales en zonas rurales, como evitar problemas respiratorios por cocinar con leña o permitir esterilizar material quirúrgico en zonas alejadas— el científico dijo que no ha sido posible masificar su uso,
debido a que los costos de la inversión deben ser proporcionados por los gobiernos.
“Se necesitan apoyos y decisiones políticas para hacer de esta tecnología una oportunidad de desarrollo para los que menos tienen, y esas decisiones desafortunadamente no las tomamos los científicos”, apuntó.
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