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Los puestos de panchos y bebidas tendrán que compartir las calles con los stands donde se regalarán 10 mil consoladores.
Es una época rara en la ciudad de Nueva York, donde el calor del verano abrasa las calles y azota a los habitantes. Pero el clima no es lo extraño, sino la aparición de una serie de "Carritos de placer", desde donde se regalarán unos 10 mil consoladores.
La firma de artículos eróticos Trojan Vibrations decidió regalar 10 mil ejemplares de dos de sus modelos de vibradores más reconocidos. Pero la movida de marketing tuvo su lado negativo el miércoles pasado, cuando las autoridades de la ciudad de Nueva York les prohibieron realizar sus dádivas por no tener el permiso legal necesario.
Pero los creativos detrás de la campaña publicitaria de Trojan Vibrations no estaban listos para dejarse aplacar y por eso tramitaron el preciado permiso. Una vez que los papeles estuvieron en regla -y la empresa pagó 3.100 dólares-, los "carritos de placer" volvieron a las calles de la Gran Manzana el jueves pasado, como informó el sitio New York Post.
Se calcula que en el lapso de apenas dos horas, entre las 5 y las 7 de la tarde del jueves, se entregaron cerca de 3.600 unidades.
"Los vibradores chiquitos y baratos se gastan enseguida. Espero que éste sea mejor que los que estoy acostumbrada (a usar) y que me dure para siempre", expresó esperanzada Rose Moon, una mujer de 29 años que estaba en la cola para recibir su "chiche".
Es una época rara en la ciudad de Nueva York, donde el calor del verano abrasa las calles y azota a los habitantes. Pero el clima no es lo extraño, sino la aparición de una serie de "Carritos de placer", desde donde se regalarán unos 10 mil consoladores.
La firma de artículos eróticos Trojan Vibrations decidió regalar 10 mil ejemplares de dos de sus modelos de vibradores más reconocidos. Pero la movida de marketing tuvo su lado negativo el miércoles pasado, cuando las autoridades de la ciudad de Nueva York les prohibieron realizar sus dádivas por no tener el permiso legal necesario.
Pero los creativos detrás de la campaña publicitaria de Trojan Vibrations no estaban listos para dejarse aplacar y por eso tramitaron el preciado permiso. Una vez que los papeles estuvieron en regla -y la empresa pagó 3.100 dólares-, los "carritos de placer" volvieron a las calles de la Gran Manzana el jueves pasado, como informó el sitio New York Post.
Se calcula que en el lapso de apenas dos horas, entre las 5 y las 7 de la tarde del jueves, se entregaron cerca de 3.600 unidades.
"Los vibradores chiquitos y baratos se gastan enseguida. Espero que éste sea mejor que los que estoy acostumbrada (a usar) y que me dure para siempre", expresó esperanzada Rose Moon, una mujer de 29 años que estaba en la cola para recibir su "chiche".
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