DrTijuax
Bovino de alcurnia
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Saludos, aquí les dejo una pequeña crónica de lo que paso en el puerto de Acapulco este fin. La nota es de uno de los pocos medios que aun publica (con el riesgo que ello supone) notas sobre la situación de la violencia.
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Emilio Lugo - Agora Guerrero
Desde la madrugada del sábado puedo decir que fue uno de los fines de semana más intensos que he vivido, porque fue difícil aceptar y tratar de comprender como un grupo de personas armadas que viajaban en cuatro camionetas de lujo que venían subiendo hacia la cima, ejecutaron a una persona arriba de un Bora color negro que bajaba en el carril contrario de la cima hacia las cruces, además de ver como varios hombres tenían contra la pared a otro joven a quien apuntaban al rostro e interrogaban para después dejarlo ir con la absoluta voluntad de un dios. En el lugar coincidimos varios vehículos que bajábamos de la cima y solo quedamos parados observando lo que sucedía, sin poder movernos, sin poder hacer algo y sobre todo hundidos en una completa orfandad de seguridad a merced de quienes se han convertido en guardianes y jueces en el puerto de Acapulco. ¡Jueces! que dejan mandatos en mensajes de texto para los grupos contrarios, para la autoridad y sobre todo para la ciudadanía, con 15 cuerpos de ejemplo, frente a un centro comercial, seis horas después de haber ejecutado a un Coordinador de la Policía Ministerial del estado, frente a otro centro comercial en plena costera en la zona turística del puerto “La Gran Plaza”.
Los motivos podrían ser muy cuestionados, pero el trasfondo de las cosas es lo que llama la atención, durante el 2010 fue mucha la violencia que se registro en el estado de Guerrero, pero sobre todo en Acapulco y las inteligentes autoridades muy preocupadas por las estadísticas de una baja significativa del turismo que debilitaría al sector, y a la guerra contra el narco, se propusieron una meta en conjunto. “No dejar caer la ocupación” y demostrar que la guerra contra el narco no afecta al turismo. Por ello se anunció con bombo y platillo que Calderón pasaría las vacaciones de fin de año en el tan mancillado destino turístico y muchos se sintieron aliviados, su llegada claro no fue solo él y su familia, traía 30% de ocupación bajo el brazo, así llegaron al puerto, prensa extranjera, personal del estado mayor, del SICEN y oficiales del ejército a ocupar habitaciones, en los principales hoteles del puerto y a los Policías Federales los hospedaron en un hotel casi en su totalidad en Caleta. Así el puerto llegó al 100% decían los muy alegres reportes. La estrategia funcionó, la guerra contra el narco no afecta el turismo y menos Acapulco. Pero al siguiente día que se fue ese 30% de ocupación gubernamental, comienza uno de los fines de semana más sangrientos que haya vivido el puerto de Acapulco.
Los hechos 30 muertes violentas en Acapulco en 24 horas, 15 cuerpos en un centro comercial 14 de ellos decapitados con tres cartulinas, una de ellas dirigida a la ciudadanía firmadas por el cartel más pesado, “El Chapo Guzmán”. Y durante el sábado negro como fue bautizado, 15 cuerpos más en diferentes lugares, uno por cada punto de ocupación, “mera coincidencia”. Además de un ataque a una comandancia de policía en la colonia Emiliano Zapata en pleno medio día. El gobierno al ver la virulenta acción dijo: “Es una lucha entre grupos”, omitiendo su participación para disfrazar las cifras de los resultados de su guerra, en un estado donde se realizarán elecciones para gobernador cruciales para la contienda federal y en donde los hechos violentos no la dejan crecer, una contienda electoral desdibujada y sin fuerza, que sólo arrojará un desenlace puramente comercial y mediático, donde a todas luces, será una de las más violentas en la historia de la democracia en Guerrero.
http://www.agoraguerrero.com/article-bitacora-guerra-de-numeros-64781189.html
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Emilio Lugo - Agora Guerrero
Desde la madrugada del sábado puedo decir que fue uno de los fines de semana más intensos que he vivido, porque fue difícil aceptar y tratar de comprender como un grupo de personas armadas que viajaban en cuatro camionetas de lujo que venían subiendo hacia la cima, ejecutaron a una persona arriba de un Bora color negro que bajaba en el carril contrario de la cima hacia las cruces, además de ver como varios hombres tenían contra la pared a otro joven a quien apuntaban al rostro e interrogaban para después dejarlo ir con la absoluta voluntad de un dios. En el lugar coincidimos varios vehículos que bajábamos de la cima y solo quedamos parados observando lo que sucedía, sin poder movernos, sin poder hacer algo y sobre todo hundidos en una completa orfandad de seguridad a merced de quienes se han convertido en guardianes y jueces en el puerto de Acapulco. ¡Jueces! que dejan mandatos en mensajes de texto para los grupos contrarios, para la autoridad y sobre todo para la ciudadanía, con 15 cuerpos de ejemplo, frente a un centro comercial, seis horas después de haber ejecutado a un Coordinador de la Policía Ministerial del estado, frente a otro centro comercial en plena costera en la zona turística del puerto “La Gran Plaza”.
Los motivos podrían ser muy cuestionados, pero el trasfondo de las cosas es lo que llama la atención, durante el 2010 fue mucha la violencia que se registro en el estado de Guerrero, pero sobre todo en Acapulco y las inteligentes autoridades muy preocupadas por las estadísticas de una baja significativa del turismo que debilitaría al sector, y a la guerra contra el narco, se propusieron una meta en conjunto. “No dejar caer la ocupación” y demostrar que la guerra contra el narco no afecta al turismo. Por ello se anunció con bombo y platillo que Calderón pasaría las vacaciones de fin de año en el tan mancillado destino turístico y muchos se sintieron aliviados, su llegada claro no fue solo él y su familia, traía 30% de ocupación bajo el brazo, así llegaron al puerto, prensa extranjera, personal del estado mayor, del SICEN y oficiales del ejército a ocupar habitaciones, en los principales hoteles del puerto y a los Policías Federales los hospedaron en un hotel casi en su totalidad en Caleta. Así el puerto llegó al 100% decían los muy alegres reportes. La estrategia funcionó, la guerra contra el narco no afecta el turismo y menos Acapulco. Pero al siguiente día que se fue ese 30% de ocupación gubernamental, comienza uno de los fines de semana más sangrientos que haya vivido el puerto de Acapulco.
Los hechos 30 muertes violentas en Acapulco en 24 horas, 15 cuerpos en un centro comercial 14 de ellos decapitados con tres cartulinas, una de ellas dirigida a la ciudadanía firmadas por el cartel más pesado, “El Chapo Guzmán”. Y durante el sábado negro como fue bautizado, 15 cuerpos más en diferentes lugares, uno por cada punto de ocupación, “mera coincidencia”. Además de un ataque a una comandancia de policía en la colonia Emiliano Zapata en pleno medio día. El gobierno al ver la virulenta acción dijo: “Es una lucha entre grupos”, omitiendo su participación para disfrazar las cifras de los resultados de su guerra, en un estado donde se realizarán elecciones para gobernador cruciales para la contienda federal y en donde los hechos violentos no la dejan crecer, una contienda electoral desdibujada y sin fuerza, que sólo arrojará un desenlace puramente comercial y mediático, donde a todas luces, será una de las más violentas en la historia de la democracia en Guerrero.
http://www.agoraguerrero.com/article-bitacora-guerra-de-numeros-64781189.html