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Denuncian trama para despojar al país de red de fibra óptica y cederla a Telefónica
Roberto Garduño La jornada 15 febrero 2009
El gobierno, con el auspicio del secretario de Hacienda, Agustín Carstens, y la influencia de Francisco Gil Díaz, pretende entregar gratuitamente la red de fibra óptica propiedad de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a la trasnacional Telefónica Movistar, denunció el diputado federal perredista Juan Guerra Ochoa.
Expuso que el costo, erogado por el erario, de la red de fibra óptica asciende a más de 4 mil millones de dólares, de los cuales la empresa española no pagaría un solo centavo.
Entre 2004 y 2005, Gil Díaz, como secretario de Hacienda, promovió que la CFE tendiera en todo el territorio nacional una red de fibra óptica similar a la de Teléfonos de México (Telmex), o incluso con mayor cobertura.
A través de ella se puede dar el servicio de telefonía, de Internet y de televisión; es decir, con esa red la diferencia entre la telefonía por cable y la abierta prácticamente desaparece, porque sería capaz de cubrir a 90 por ciento de la población.
Desvío de recursos
“Eso se hizo a cargo del erario, y costó más de 4 mil millones de dólares; desde mi punto de vista, se constituyó un peculado porque se dio a través del desvío de recursos, porque si bien la CFE tiene necesidad de comunicación, no implicaba el tendido de esa red. Todo indica que se tendió con toda la intención, y como parte del paquete que negoció Gil Díaz con la trasnacional española Telefónica para asociarse, y que el ex secretario de Hacienda quedara al frente de esa empresa.”
Guerra Ochoa refiere que el problema para los bienes nacionales se ubica cuando Carstens insiste en modificar la Ley de Inversión Extranjera para que empresas trasnacionales tengan participación accionaria superior a 49 por ciento, hasta ciento por ciento.
“Esto nos vuelve a poner en alerta. Es la nefasta intención de Gil Díaz, porque no es tanto la participación de capital extranjero, toda vez que de manera ilegal, y sin que haya sanciones, con Luis Téllez Kuenzler como cómplice, Telefónica mantiene el 97 por ciento de las acciones, sin existir presencia mexicana. Se configura una clara violación a lo que establece la ley, en cuanto que los mexicanos deben tener 51 por ciento. Esto lo supimos no en México, sino por un reporte que elaboró la Bolsa de Valores de Nueva York sobre la trasnacional española.
“Por eso la propuesta de Carstens, que es empleado de Gil Díaz, misma que hizo en el alcázar de Chapultepec, implica legalizar lo que ya hicieron de facto en violación a las leyes, y por el otro lado el asunto de regalarle esta red de fibra óptica a Telefónica, para seguir con la economía de compadrazgos, porque si la hubiera construido el grupo español, sería otra cosa.”
–¿Existen evidencias de que Telefónica actúa fuera de la ley?
–Telefónica tiene estatus de evasor de impuestos. Tal condición la formuló Gil Díaz. Y ésta se mantiene hasta estos días, porque aprovechando el roaming internacional, establece que sus llamadas no son locales, sino internacionales y están exentas del pago de IVA; de esa forma paga menos impuestos que cualquier empresa.
–El argumento gubernamental es que los precios por el servicio son altísimos, y por tal razón se justifica lo que llaman apertura del mercado.
–Las altas tarifas no sólo son responsabilidad de Telmex y de Telefónica; el principal responsable es el gobierno. Tengo un documento que la Cofetel (Comisión Federal de Telecomunicaciones) envía a Telmex, donde no le acepta de ninguna manera una reducción de tarifas, toda vez que eso le daría un precio monopólico y dejaría a los competidores sin capacidad de competir.
Así, “en realidad lo que quieren, como ocurre con los bancos, es que se lleven los recursos para otro lado”.
–En medio de esto, ¿qué papel juega el secretario de Comunicaciones y Transportes?
–Luis Téllez es un jurado del malinchismo y de la inversión extranjera, y lacayo de los monopolios. Es un encubridor de Carlos Salinas, o es un hombre tan demagogo y tan frívolo que cree que puede hacer afirmaciones que luego se hacen públicas, y decir que las dijo, pero que no tiene elementos. Caramba, si las dijo es porque tiene elementos, o porque es un calumniador. Él protege los intereses de Telefónica, que son los mismos intereses del gobierno de Felipe Calderón.
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Libran Televisa y Telmex guerra por fibra óptica (El Diario)
Por: Jenaro Villamil
Distrito Federal— La declaración hecha por el presidente Felipe Calderón, el 19 de mayo pasado, sobre la privatización de los primeros dos pares de redes de fibra óptica oscura para que provea los servicios de audio, video e Internet (el triple play) abrió un nuevo capítulo en la guerra entre Televisa y Telmex por el control de las telecomunicaciones.
Valuado en cerca de 2 mil millones de dólares, este negocio beneficiará sobre todo al monopolio televisivo presidido por Emilio Azcárraga Jean y a su aliado español, Telefónica Movistar, dirigida por el exsecretario de Hacienda Francisco Gil Díaz.
Televisa busca incursionar en el mercado de la telefonía móvil en los próximos 18 meses, y se alista para participar en la licitación del espectro de 1.7 y 1.9 GHz. A su vez, el Gobierno federal descartó ya la posibilidad de abrir las licitaciones en el espectro de televisión abierta, a pesar de que sí existe espectro disponible, sobre todo en la banda UHF, según los documentos internos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
Gil Díaz, secretario de Hacienda en el sexenio de Vicente Fox, autorizó una inversión extraordinaria de 30 mil millones de pesos, vía contratos multianuales, entre 2006 y 2007 para construir las rutas de fibra óptica que serían rentadas u otorgadas “a precio de regalo” a Telefónica Movistar, la empresa española que ahora dirige.
Esa maniobra fue denunciada por el diputado federal del PRD, Juan Guerra Ochoa, quien hoy reitera que el exsecretario de Hacienda, ahora como presidente de Telefónica, cabildeó a inicios de febrero de 2009 una modificación a la Ley de Inversión Extranjera para permitir que empresas extranjeras pudieran invertir hasta un 100 por ciento en los servicios de triple play.
“Hemos presionado para que no se vaya a regalar esta red, que se maneje con un criterio de interés nacional y a favor de los consumidores. Al menos logramos parar la iniciativa en febrero junto con algunos diputados del PRI, pero ahora van de nuevo”, dice el legislador a Proceso.
Licitación oscura
Hasta ahora, los detalles de la licitación anunciada por Calderón aún no se definen. Se ignora, por ejemplo, qué dependencia será la responsable de esa licitación: la SCT o la Comisión Federal de Electricidad; también se desconocen los términos en que se realizará ese proceso, si será por región (son 13 las que hay en el país) o una sola convocatoria; se ignora de igual manera cuál será el costo total.
Sólo se sabe que el Gobierno federal realizará “consultas” durante los próximos tres meses con los principales operadores privados, así como con los organismos que representan a las compañías de telecomunicaciones como la Cámara Nacional de la Industria de Televisión por Cable (Canitec) y la Cámara Nacional de la Industria Electrónica, de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (Canieti), ambas claramente alineadas a los intereses de Televisa.
En su discurso, Calderón afirmó que “en un plazo no mayor de 90 días la CFE restablecerá las condiciones técnicas para instalar, operar y dar mantenimiento a los equipos de iluminación y repetición de esta red, de manera que se garantice la seguridad del Sistema Eléctrico Nacional y se preserven, desde luego, los derechos de los trabajadores del instituto”.
Así mismo, advirtió que la CFE pondrá a disposición de los operadores 111 puntos de entrada denominados “hoteles de telecomunicaciones”, en los cuales los operadores podrán interconectarse para dar servicios de voz, datos y video.
Ese día se pusieron en marcha “hoteles de telecomunicaciones” en nueve ciudades: el Distrito Federal, Monterrey, Guadalajara, Torreón, Hermosillo, Mexicali, Veracruz, Mérida y Tuxtla Gutiérrez.
El 20 de mayo la subsecretaria de Comunicaciones, Gabriela Hernández, afirmó que “si todo el proceso ocurre de manera fluida, el ganador de la licitación podría iniciar operaciones el próximo año”.
Para Jorge álvarez Hoth, que fue subsecretario de Comunicaciones durante el sexenio de Vicente Fox, la licitación “debe ser regionalizada y hacerse en cada una de las nueve regiones”; también sostiene que, por estatuto, es la CFE la que debe hacer la licitación del proyecto.
“La fibra óptica le pertenece a la CFE y no a la SCT”, dice a Proceso, y advierte que para evitar un fenómeno de concentración es necesario que un primer par de fibra óptica oscura se licite a una empresa y el segundo a otra. Además, aclara, los dos pares de fibra oscura “no llegan a las casas, por lo que será necesario licitar la última milla”.
El plan de Televisa y Telefónica
Versiones recabadas por Proceso confirman que el proyecto de licitación de la fibra óptica de la CFE obedece a una presión Televisa y Telefónica. Al interior de la televisora el principal impulsor fue el vicepresidente Ejecutivo Adolfo de Angoitia, así como su asesor Tony Rayo.
De Angoitia es cerebro financiero del consorcio y cabildeó desde la llegada de Juan Molinar Horcasitas a la SCT para acelerar la licitación. Incluso marginó al vicepresidente Bernardo Gómez, encargado de las “relaciones políticas” de Televisa y que se ha concentrado más en obstaculizar la posibilidad de que se licite una tercera o cuarta cadena de televisión nacional.
En entrevista con Milenio Diario, publicada el viernes 5, Carlos Ferreiro, coordinador de Telecomunicaciones de Televisa, admitió que Televisa sí está interesada en invertir en la fibra óptica, pero cuestionó el esquema de licitación y que sólo se privaticen dos pares de fibra óptica.
“El esquema de licitación puede no ser el mejor vehículo porque no se tiene claro qué se va a licitar y cómo”, afirmó. Así mismo, abogó porque se estudie “el esquema más simple” para que la CFE abra sus redes a las empresas que requieran sus servicios y “les cobren precios internacionales”.
Fabián Bifaretti, director general de Telefónica Movistar declaró a El Financiero el 20 de mayo, al día siguiente del anuncio de Calderón: “Estamos ansiosos porque salga la licitación. De hecho hemos sido los principales impulsores de esta iniciativa que ha tenido el gobierno”.
El funcionario de la empresa española anunció que durante este año Telefónica planea invertir un total de 300 millones de dólares y crecer 16 por ciento, sobre todo, en telefonía fija.
Durante un evento cerrado realizado el viernes 5 en el Hotel Camino Real, los representantes de la Canieti y de la Canitec se pronunciaron por un esquema que facilite la inversión de varios operadores privados.
Eduardo Ruiz Esparza, presidente de la Canieti, presentó un estudio en el cual propone que “el consorcio, la asignación por porcentaje de capacidad o la constitución de un Organismo Administrador Privado (OAP) pueden ser las mejores formas que las tradicionales”.
La propuesta de la Canieti, presentada ante los operadores privados, donde el director de la CFE, Alfredo Elías Ayub, estuvo ausente, está encaminada a la configuración de un consorcio “integrado por concesionarios”.
De acuerdo con el documento de la Canieti, cuya copia obtuvo Proceso, un consorcio permitirá “maximizar aprovechamiento de las dos fibras disponibles de la CFE; ofrecer transporte nacional a cualquier concesionario afiliado, de manera no discriminatoria; alcanzar costos más bajos y economía de escala para oferta de tarifas del servicio final competitivas; que sea administrado y operado por un tercero de manera neutral; que cada concesionario pueda elegir las rutas y capacidades que requiere”.
Y agrega: “El consorcio fungiría como vehículo común de los concesionarios para contratar, operar y administrar la red arrendada a CFE.” Según el documento, el consorcio estaría integrado “sólo por concesionarios de red pública, un voto cada uno”; también se encargaría de asignar la capacidad adquirida a sus socios.
Ruiz Esparza advirtió: “Se deben encontrar alternativas de licitación que permitan que esas dos fibras puedan ser utilizables por el mayor número de concesionarios posibles”. Y criticó el dominio de Telmex, sin mencionar por su nombre a la compañía de Slim.
Dijo: La demanda de servicio de banda ancha nacional “actualmente es ofrecido por un solo proveedor, cuyas tarifas son aún muy altas, comparadas con las de los países que son nuestros principales socios comerciales, por lo que la nueva oferta derivada de la licitación de la fibra oscura de la CFE, va a contribuir a que los agentes económicos nacionales dispongan de servicios de telecomunicaciones con tarifas competitivas internacionalmente”.
La reacción de Slim
El anuncio de la licitación de la fibra óptica oscura de la CFE cayó como bomba en el círculo cercano al magnate Carlos Slim. Desde febrero pasado la relación entre el principal accionista de Telmex y el gobierno de Calderón se ha tensado.
Desde julio de 2008 Telmex espera la autorización para el cambio de título de concesión para ingresar al mercado de la televisión restringida. Esa posibilidad ha sido vetada por la Canitec y por Televisa.
Den respuesta a ese bloqueo, Telmex constituyó una sociedad con Multivisión, del empresario Joaquín Vargas, para crear el sistema Dish México, en alianza con la norteamericana Echo Star. Esta nueva compañía de televisión restringida representa una nueva competencia para Sky, Cablevisión, Cablemás y TVI, filiales de Televisa.
En su informe anual ante la Securities Exchange Commission (SEC), el organismo regulador del mercado bursátil de Estados Unidos, Telmex advirtió que busca invertir directamente en Dish México, pero que está en la espera de la autorización de la SCT y de la Comisión Federal de Competencia.
Al mismo tiempo, las autoridades de Comunicaciones y Transportes acusan a Telmex de incumplir, desde el 16 de mayo, con los compromisos para consolidar las áreas de Servicio Local (ASL), claves en el plan de interconexión.
El lunes 1, Slim decidió abrir frontalmente la guerra contra el gobierno de Felipe Calderón. En una larga entrevista concedida a Lawrence Wright, de The New Yorker, Slim relató un encuentro privado con el presidente Calderón en el cual le reprochó que obstaculizaran el ingreso del gigante de la telefonía al mercado de video.
De acuerdo con el relato de la publicación, donde Grupo Carso ahora es accionista, hubo un encuentro en Los Pinos con el mandatario y Slim, quien estuvo acompañado por su equipo, incluyendo a su hijo Carlos Slim Domit, su sobrino Héctor Slim, cabeza de Telmex, su yerno Daniel Hajj, director de América Móvil, y su otro yerno, Arturo Elías, vocero del grupo y hermano de Alfredo Elías Ayub, director de la CFE.
Del lado del gobierno participaron el propio Calderón, el entonces titular de la SCT, Luis Téllez, y su subsecretario Rafael del Villar, actual comisionado de Cofetel.
“Del Villar abrió la reunión y dijo a Slim: ‘Vamos a permitirle entrar a la televisión, pero primero tenemos que acordar una serie de ´términos’, los cuales incluían bajar las tarifas de interconexión, introduciendo costos de larga distancia, compartir la infraestructura de Telmex y eliminar la práctica de redondear los costos de una llamada al minuto siguiente. De haber aceptado estas concesiones, las ganancias que hubieran perdido las empresas de Slim habrían sido superiores a todo el valor de la televisión en México”, relató el reportero Wright.
Según el reportaje, la discusión duró dos horas y media y subió tanto de tono que Calderón tuvo que pedir calma. Tres de los participantes dijeron que Slim estaba “tan enojado que amenazó con vender Telmex, versión que el empresario niega.
La reunión “terminó en punto muerto”, según el reportero del New Yorker.
Un año y medio después de aquel encuentro con Slim, el gobierno de Calderón anunció la licitación del primer paquete de fibra oscura de la CFE.
Para la mayoría de observadores y analistas del sector, la batalla es entre los dos grandes rivales surgidos en el seno del salinismo: Roberto Hernández y Carlos Slim. El primero es el principal aliado de Televisa y desplazó a Slim como segundo accionista en importancia dentro del consorcio televisivo.
Junto con Gil Díaz, su exempleado, Roberto Hernández presiona y cabildea desde febrero en el Senado para modificar la Ley de Inversiones Extranjeras y permitir que empresas extranjeras como Telefónica puedan ser accionistas hasta en un 100% en áreas restringidas de telecomunicaciones.
Por lo pronto, el área de análisis financiero de Banamex, institución vinculada a los intereses de Hernández, advirtió en su análisis publicado el 31 de mayo que “existe una probabilidad mayor al 50% de que Televisa ingrese al mercado móvil. La compañía estaría interesada en añadir banda ancha móvil a su servicio existente de banda ancha por cable”.
Roberto Garduño La jornada 15 febrero 2009
El gobierno, con el auspicio del secretario de Hacienda, Agustín Carstens, y la influencia de Francisco Gil Díaz, pretende entregar gratuitamente la red de fibra óptica propiedad de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a la trasnacional Telefónica Movistar, denunció el diputado federal perredista Juan Guerra Ochoa.
Expuso que el costo, erogado por el erario, de la red de fibra óptica asciende a más de 4 mil millones de dólares, de los cuales la empresa española no pagaría un solo centavo.
Entre 2004 y 2005, Gil Díaz, como secretario de Hacienda, promovió que la CFE tendiera en todo el territorio nacional una red de fibra óptica similar a la de Teléfonos de México (Telmex), o incluso con mayor cobertura.
A través de ella se puede dar el servicio de telefonía, de Internet y de televisión; es decir, con esa red la diferencia entre la telefonía por cable y la abierta prácticamente desaparece, porque sería capaz de cubrir a 90 por ciento de la población.
Desvío de recursos
“Eso se hizo a cargo del erario, y costó más de 4 mil millones de dólares; desde mi punto de vista, se constituyó un peculado porque se dio a través del desvío de recursos, porque si bien la CFE tiene necesidad de comunicación, no implicaba el tendido de esa red. Todo indica que se tendió con toda la intención, y como parte del paquete que negoció Gil Díaz con la trasnacional española Telefónica para asociarse, y que el ex secretario de Hacienda quedara al frente de esa empresa.”
Guerra Ochoa refiere que el problema para los bienes nacionales se ubica cuando Carstens insiste en modificar la Ley de Inversión Extranjera para que empresas trasnacionales tengan participación accionaria superior a 49 por ciento, hasta ciento por ciento.
“Esto nos vuelve a poner en alerta. Es la nefasta intención de Gil Díaz, porque no es tanto la participación de capital extranjero, toda vez que de manera ilegal, y sin que haya sanciones, con Luis Téllez Kuenzler como cómplice, Telefónica mantiene el 97 por ciento de las acciones, sin existir presencia mexicana. Se configura una clara violación a lo que establece la ley, en cuanto que los mexicanos deben tener 51 por ciento. Esto lo supimos no en México, sino por un reporte que elaboró la Bolsa de Valores de Nueva York sobre la trasnacional española.
“Por eso la propuesta de Carstens, que es empleado de Gil Díaz, misma que hizo en el alcázar de Chapultepec, implica legalizar lo que ya hicieron de facto en violación a las leyes, y por el otro lado el asunto de regalarle esta red de fibra óptica a Telefónica, para seguir con la economía de compadrazgos, porque si la hubiera construido el grupo español, sería otra cosa.”
–¿Existen evidencias de que Telefónica actúa fuera de la ley?
–Telefónica tiene estatus de evasor de impuestos. Tal condición la formuló Gil Díaz. Y ésta se mantiene hasta estos días, porque aprovechando el roaming internacional, establece que sus llamadas no son locales, sino internacionales y están exentas del pago de IVA; de esa forma paga menos impuestos que cualquier empresa.
–El argumento gubernamental es que los precios por el servicio son altísimos, y por tal razón se justifica lo que llaman apertura del mercado.
–Las altas tarifas no sólo son responsabilidad de Telmex y de Telefónica; el principal responsable es el gobierno. Tengo un documento que la Cofetel (Comisión Federal de Telecomunicaciones) envía a Telmex, donde no le acepta de ninguna manera una reducción de tarifas, toda vez que eso le daría un precio monopólico y dejaría a los competidores sin capacidad de competir.
Así, “en realidad lo que quieren, como ocurre con los bancos, es que se lleven los recursos para otro lado”.
–En medio de esto, ¿qué papel juega el secretario de Comunicaciones y Transportes?
–Luis Téllez es un jurado del malinchismo y de la inversión extranjera, y lacayo de los monopolios. Es un encubridor de Carlos Salinas, o es un hombre tan demagogo y tan frívolo que cree que puede hacer afirmaciones que luego se hacen públicas, y decir que las dijo, pero que no tiene elementos. Caramba, si las dijo es porque tiene elementos, o porque es un calumniador. Él protege los intereses de Telefónica, que son los mismos intereses del gobierno de Felipe Calderón.
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Libran Televisa y Telmex guerra por fibra óptica (El Diario)
Por: Jenaro Villamil
Distrito Federal— La declaración hecha por el presidente Felipe Calderón, el 19 de mayo pasado, sobre la privatización de los primeros dos pares de redes de fibra óptica oscura para que provea los servicios de audio, video e Internet (el triple play) abrió un nuevo capítulo en la guerra entre Televisa y Telmex por el control de las telecomunicaciones.
Valuado en cerca de 2 mil millones de dólares, este negocio beneficiará sobre todo al monopolio televisivo presidido por Emilio Azcárraga Jean y a su aliado español, Telefónica Movistar, dirigida por el exsecretario de Hacienda Francisco Gil Díaz.
Televisa busca incursionar en el mercado de la telefonía móvil en los próximos 18 meses, y se alista para participar en la licitación del espectro de 1.7 y 1.9 GHz. A su vez, el Gobierno federal descartó ya la posibilidad de abrir las licitaciones en el espectro de televisión abierta, a pesar de que sí existe espectro disponible, sobre todo en la banda UHF, según los documentos internos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
Gil Díaz, secretario de Hacienda en el sexenio de Vicente Fox, autorizó una inversión extraordinaria de 30 mil millones de pesos, vía contratos multianuales, entre 2006 y 2007 para construir las rutas de fibra óptica que serían rentadas u otorgadas “a precio de regalo” a Telefónica Movistar, la empresa española que ahora dirige.
Esa maniobra fue denunciada por el diputado federal del PRD, Juan Guerra Ochoa, quien hoy reitera que el exsecretario de Hacienda, ahora como presidente de Telefónica, cabildeó a inicios de febrero de 2009 una modificación a la Ley de Inversión Extranjera para permitir que empresas extranjeras pudieran invertir hasta un 100 por ciento en los servicios de triple play.
“Hemos presionado para que no se vaya a regalar esta red, que se maneje con un criterio de interés nacional y a favor de los consumidores. Al menos logramos parar la iniciativa en febrero junto con algunos diputados del PRI, pero ahora van de nuevo”, dice el legislador a Proceso.
Licitación oscura
Hasta ahora, los detalles de la licitación anunciada por Calderón aún no se definen. Se ignora, por ejemplo, qué dependencia será la responsable de esa licitación: la SCT o la Comisión Federal de Electricidad; también se desconocen los términos en que se realizará ese proceso, si será por región (son 13 las que hay en el país) o una sola convocatoria; se ignora de igual manera cuál será el costo total.
Sólo se sabe que el Gobierno federal realizará “consultas” durante los próximos tres meses con los principales operadores privados, así como con los organismos que representan a las compañías de telecomunicaciones como la Cámara Nacional de la Industria de Televisión por Cable (Canitec) y la Cámara Nacional de la Industria Electrónica, de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (Canieti), ambas claramente alineadas a los intereses de Televisa.
En su discurso, Calderón afirmó que “en un plazo no mayor de 90 días la CFE restablecerá las condiciones técnicas para instalar, operar y dar mantenimiento a los equipos de iluminación y repetición de esta red, de manera que se garantice la seguridad del Sistema Eléctrico Nacional y se preserven, desde luego, los derechos de los trabajadores del instituto”.
Así mismo, advirtió que la CFE pondrá a disposición de los operadores 111 puntos de entrada denominados “hoteles de telecomunicaciones”, en los cuales los operadores podrán interconectarse para dar servicios de voz, datos y video.
Ese día se pusieron en marcha “hoteles de telecomunicaciones” en nueve ciudades: el Distrito Federal, Monterrey, Guadalajara, Torreón, Hermosillo, Mexicali, Veracruz, Mérida y Tuxtla Gutiérrez.
El 20 de mayo la subsecretaria de Comunicaciones, Gabriela Hernández, afirmó que “si todo el proceso ocurre de manera fluida, el ganador de la licitación podría iniciar operaciones el próximo año”.
Para Jorge álvarez Hoth, que fue subsecretario de Comunicaciones durante el sexenio de Vicente Fox, la licitación “debe ser regionalizada y hacerse en cada una de las nueve regiones”; también sostiene que, por estatuto, es la CFE la que debe hacer la licitación del proyecto.
“La fibra óptica le pertenece a la CFE y no a la SCT”, dice a Proceso, y advierte que para evitar un fenómeno de concentración es necesario que un primer par de fibra óptica oscura se licite a una empresa y el segundo a otra. Además, aclara, los dos pares de fibra oscura “no llegan a las casas, por lo que será necesario licitar la última milla”.
El plan de Televisa y Telefónica
Versiones recabadas por Proceso confirman que el proyecto de licitación de la fibra óptica de la CFE obedece a una presión Televisa y Telefónica. Al interior de la televisora el principal impulsor fue el vicepresidente Ejecutivo Adolfo de Angoitia, así como su asesor Tony Rayo.
De Angoitia es cerebro financiero del consorcio y cabildeó desde la llegada de Juan Molinar Horcasitas a la SCT para acelerar la licitación. Incluso marginó al vicepresidente Bernardo Gómez, encargado de las “relaciones políticas” de Televisa y que se ha concentrado más en obstaculizar la posibilidad de que se licite una tercera o cuarta cadena de televisión nacional.
En entrevista con Milenio Diario, publicada el viernes 5, Carlos Ferreiro, coordinador de Telecomunicaciones de Televisa, admitió que Televisa sí está interesada en invertir en la fibra óptica, pero cuestionó el esquema de licitación y que sólo se privaticen dos pares de fibra óptica.
“El esquema de licitación puede no ser el mejor vehículo porque no se tiene claro qué se va a licitar y cómo”, afirmó. Así mismo, abogó porque se estudie “el esquema más simple” para que la CFE abra sus redes a las empresas que requieran sus servicios y “les cobren precios internacionales”.
Fabián Bifaretti, director general de Telefónica Movistar declaró a El Financiero el 20 de mayo, al día siguiente del anuncio de Calderón: “Estamos ansiosos porque salga la licitación. De hecho hemos sido los principales impulsores de esta iniciativa que ha tenido el gobierno”.
El funcionario de la empresa española anunció que durante este año Telefónica planea invertir un total de 300 millones de dólares y crecer 16 por ciento, sobre todo, en telefonía fija.
Durante un evento cerrado realizado el viernes 5 en el Hotel Camino Real, los representantes de la Canieti y de la Canitec se pronunciaron por un esquema que facilite la inversión de varios operadores privados.
Eduardo Ruiz Esparza, presidente de la Canieti, presentó un estudio en el cual propone que “el consorcio, la asignación por porcentaje de capacidad o la constitución de un Organismo Administrador Privado (OAP) pueden ser las mejores formas que las tradicionales”.
La propuesta de la Canieti, presentada ante los operadores privados, donde el director de la CFE, Alfredo Elías Ayub, estuvo ausente, está encaminada a la configuración de un consorcio “integrado por concesionarios”.
De acuerdo con el documento de la Canieti, cuya copia obtuvo Proceso, un consorcio permitirá “maximizar aprovechamiento de las dos fibras disponibles de la CFE; ofrecer transporte nacional a cualquier concesionario afiliado, de manera no discriminatoria; alcanzar costos más bajos y economía de escala para oferta de tarifas del servicio final competitivas; que sea administrado y operado por un tercero de manera neutral; que cada concesionario pueda elegir las rutas y capacidades que requiere”.
Y agrega: “El consorcio fungiría como vehículo común de los concesionarios para contratar, operar y administrar la red arrendada a CFE.” Según el documento, el consorcio estaría integrado “sólo por concesionarios de red pública, un voto cada uno”; también se encargaría de asignar la capacidad adquirida a sus socios.
Ruiz Esparza advirtió: “Se deben encontrar alternativas de licitación que permitan que esas dos fibras puedan ser utilizables por el mayor número de concesionarios posibles”. Y criticó el dominio de Telmex, sin mencionar por su nombre a la compañía de Slim.
Dijo: La demanda de servicio de banda ancha nacional “actualmente es ofrecido por un solo proveedor, cuyas tarifas son aún muy altas, comparadas con las de los países que son nuestros principales socios comerciales, por lo que la nueva oferta derivada de la licitación de la fibra oscura de la CFE, va a contribuir a que los agentes económicos nacionales dispongan de servicios de telecomunicaciones con tarifas competitivas internacionalmente”.
La reacción de Slim
El anuncio de la licitación de la fibra óptica oscura de la CFE cayó como bomba en el círculo cercano al magnate Carlos Slim. Desde febrero pasado la relación entre el principal accionista de Telmex y el gobierno de Calderón se ha tensado.
Desde julio de 2008 Telmex espera la autorización para el cambio de título de concesión para ingresar al mercado de la televisión restringida. Esa posibilidad ha sido vetada por la Canitec y por Televisa.
Den respuesta a ese bloqueo, Telmex constituyó una sociedad con Multivisión, del empresario Joaquín Vargas, para crear el sistema Dish México, en alianza con la norteamericana Echo Star. Esta nueva compañía de televisión restringida representa una nueva competencia para Sky, Cablevisión, Cablemás y TVI, filiales de Televisa.
En su informe anual ante la Securities Exchange Commission (SEC), el organismo regulador del mercado bursátil de Estados Unidos, Telmex advirtió que busca invertir directamente en Dish México, pero que está en la espera de la autorización de la SCT y de la Comisión Federal de Competencia.
Al mismo tiempo, las autoridades de Comunicaciones y Transportes acusan a Telmex de incumplir, desde el 16 de mayo, con los compromisos para consolidar las áreas de Servicio Local (ASL), claves en el plan de interconexión.
El lunes 1, Slim decidió abrir frontalmente la guerra contra el gobierno de Felipe Calderón. En una larga entrevista concedida a Lawrence Wright, de The New Yorker, Slim relató un encuentro privado con el presidente Calderón en el cual le reprochó que obstaculizaran el ingreso del gigante de la telefonía al mercado de video.
De acuerdo con el relato de la publicación, donde Grupo Carso ahora es accionista, hubo un encuentro en Los Pinos con el mandatario y Slim, quien estuvo acompañado por su equipo, incluyendo a su hijo Carlos Slim Domit, su sobrino Héctor Slim, cabeza de Telmex, su yerno Daniel Hajj, director de América Móvil, y su otro yerno, Arturo Elías, vocero del grupo y hermano de Alfredo Elías Ayub, director de la CFE.
Del lado del gobierno participaron el propio Calderón, el entonces titular de la SCT, Luis Téllez, y su subsecretario Rafael del Villar, actual comisionado de Cofetel.
“Del Villar abrió la reunión y dijo a Slim: ‘Vamos a permitirle entrar a la televisión, pero primero tenemos que acordar una serie de ´términos’, los cuales incluían bajar las tarifas de interconexión, introduciendo costos de larga distancia, compartir la infraestructura de Telmex y eliminar la práctica de redondear los costos de una llamada al minuto siguiente. De haber aceptado estas concesiones, las ganancias que hubieran perdido las empresas de Slim habrían sido superiores a todo el valor de la televisión en México”, relató el reportero Wright.
Según el reportaje, la discusión duró dos horas y media y subió tanto de tono que Calderón tuvo que pedir calma. Tres de los participantes dijeron que Slim estaba “tan enojado que amenazó con vender Telmex, versión que el empresario niega.
La reunión “terminó en punto muerto”, según el reportero del New Yorker.
Un año y medio después de aquel encuentro con Slim, el gobierno de Calderón anunció la licitación del primer paquete de fibra oscura de la CFE.
Para la mayoría de observadores y analistas del sector, la batalla es entre los dos grandes rivales surgidos en el seno del salinismo: Roberto Hernández y Carlos Slim. El primero es el principal aliado de Televisa y desplazó a Slim como segundo accionista en importancia dentro del consorcio televisivo.
Junto con Gil Díaz, su exempleado, Roberto Hernández presiona y cabildea desde febrero en el Senado para modificar la Ley de Inversiones Extranjeras y permitir que empresas extranjeras como Telefónica puedan ser accionistas hasta en un 100% en áreas restringidas de telecomunicaciones.
Por lo pronto, el área de análisis financiero de Banamex, institución vinculada a los intereses de Hernández, advirtió en su análisis publicado el 31 de mayo que “existe una probabilidad mayor al 50% de que Televisa ingrese al mercado móvil. La compañía estaría interesada en añadir banda ancha móvil a su servicio existente de banda ancha por cable”.