jonlatin
Bovino adicto
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Para los que aun no saben de qué se trata este Post pueden chequear:
¿Qué es ¡Motívate!?
Aquí un listado de los anteriores:
¡Motívate! No.1: El Verdadero Éxito
¡Motívate! No.2: 1er Paso para alcanzar el Éxito
¡Motívate! No.3: Ejemplo (Historia de COLGATE)
¡Motívate! No.4: ¿Quién eres en realidad?
¡Motívate! No.5: Del escuchar procede la sabiduría
¡Motívate! No.6: Las Cosas Pequeñas Valen la Pena
¡Motívate! No.7: Tome otra mirada
A los demás los invito a ver el siguiente videoclip. Pueden verlo y luego leer el post, o pueden escucharlo al mismo tiempo que lean.
Deseo que este material les sea de gran ayuda.

¡Motívate! No.8
El fruto de la generosidad
Era una noche oscura y tormentosa en un pequeño hotel en Filadelfia. Un hombre ya mayor y una mujer, se acercaron al escritorio de la recepción. Ellos preguntaron: “¿Tiene un dormitorio para nosotros esta noche?” Después de una pausa, la mujer brevemente le explicó: “hemos ido a varios de los hoteles más grande, pero todos están llenos.”
El recepcionista le explicó, que habían varios congresos en el pueblo en ese momento, y realmente no habían cuartos disponibles, en ninguna parte de Filadelfia esta noche en particular. Les informó que todos los cuartos de su hotel también estaban llenos. Pero el recepcionista continuó diciendo: “No me sentiría bien si los dejo ir a la calle en una noche como ésta. ¿Les importaría dormir en mi cuarto?”
El recepcionista tomó a la pareja por sorpresa con su oferta tan generosa, por lo que no sabían qué responder. El joven insistió que no era un problema para él, si ellos dormían en su cuarto.
Al día siguiente, cuando la pareja de ancianos se disponía a partir, el hombre le dijo al recepcionista: “Tú eres la clase de hombre, que debería ser el jefe del mejor hotel del país. Quizás algún día, yo construya uno para ti.” Todos se sonrieron con la pequeña broma. Después el recepcionista, les ayudó a llevar su equipaje a la calle y a ponerlo dentro de su carro.
Dos años después, el joven de la recepción recibió una carta del anciano. Casi que había olvidado el incidente, pero la carta lo hizo recordar aquella noche y su generosidad. Incluido en la carta, estaba un pasaje de ida y vuelta a la ciudad de Nueva York, con la solicitud de que él fuera su huésped esta vez.
Cuando el joven recepcionista llegó a la ciudad de Nueva York, allí encontró a la pareja de ancianos. El hombre lo condujo hasta la esquina de la quinta avenida y la calle treinta y cuatro, y le señaló hacia un nuevo y atractivo edificio. Parecía un palacio de piedras rojizas con torres y atalayas como un castillo. El anciano le dijo: “!Éste es el hotel que he construido para que tú lo administres!”
“¡Usted debe estar bromeando!”, le dijo el joven. Pues no podía creer lo que había oído.
El hombre le dijo: “No, no estoy bromeando.” Y simplemente se quedó allí parado y sonrió.
El joven le dijo: “¿Quién… quién es usted que puede hacer esto?”
“Mi nombre es William Waldorf Astor.”
Este hotel fue el original Waldorf-Astoria de Nueva York. ¡El nombre del joven recepcionista era George C. Boldt, y fue el primer administrador de este histórico hotel!
Lo sucedido en esta historia es similar a lo que sucedió con los apóstoles:
(Hechos 3:1-10)Un día estaban Pedro y Juan y vieron a un paralítico en la puerta de la hermosa, y le dijeron no tenemos ni oro, ni plata, pero lo que tenemos te damos; y si lees unos capítulos más adelante verás que dice que las personas comenzaron a llevar a los pies de los apóstoles todas las bendiciones y las riquezas que ellos tenían (Hechos 4:32-35); ¡Tuvieron oro y plata después de un tiempo porque primero se atrevieron a dar lo que tenían!
¡Tenemos un Dios generoso! Un Dios que vive en lo grande y a lo grande; y su voluntad es que tú también seas generoso y puedas disfrutar de su generosidad.
Tanto amó Dios al mundo, que a pesar de la ruptura original, envío a su propio Hijo (Jn 3, 16), el cual se hizo todo semejante a nosotros, menos en el pecado (Heb 4, 15). En las escrituras podremos encontrar como el propio Jesús valora y predica la Generosidad (Mateo 20:1-16 / Lc 21, 1-4. / Lc 6, 17. / Mt 15, 32-38. / Mt 25, 34-40.).
Servir a los demás es algo que siempre tiene un buen retorno, sobre todo cuando uno no lo busca ni lo espera y lo hace de buen corazón.
¿Cuántas veces hemos tenido la oportunidad de ayudar a alguien y no lo hicimos?
¿Cuántas veces hemos tenido la oportunidad de hacer feliz a alguien y no supimos hacerlo?
¿Seguirás dejando pasar esas oportunidades?
¡Piénsalo…… y actúa HOY!
¡Saludes y bendiciones!
PDT: Todas las imágenes de edificio, exterior e interior, de la Introducción y el resto del post son del Hotel Waldorf-Astoria de Nueva York.
Era una noche oscura y tormentosa en un pequeño hotel en Filadelfia. Un hombre ya mayor y una mujer, se acercaron al escritorio de la recepción. Ellos preguntaron: “¿Tiene un dormitorio para nosotros esta noche?” Después de una pausa, la mujer brevemente le explicó: “hemos ido a varios de los hoteles más grande, pero todos están llenos.”

El recepcionista le explicó, que habían varios congresos en el pueblo en ese momento, y realmente no habían cuartos disponibles, en ninguna parte de Filadelfia esta noche en particular. Les informó que todos los cuartos de su hotel también estaban llenos. Pero el recepcionista continuó diciendo: “No me sentiría bien si los dejo ir a la calle en una noche como ésta. ¿Les importaría dormir en mi cuarto?”

El recepcionista tomó a la pareja por sorpresa con su oferta tan generosa, por lo que no sabían qué responder. El joven insistió que no era un problema para él, si ellos dormían en su cuarto.
Al día siguiente, cuando la pareja de ancianos se disponía a partir, el hombre le dijo al recepcionista: “Tú eres la clase de hombre, que debería ser el jefe del mejor hotel del país. Quizás algún día, yo construya uno para ti.” Todos se sonrieron con la pequeña broma. Después el recepcionista, les ayudó a llevar su equipaje a la calle y a ponerlo dentro de su carro.
Dos años después, el joven de la recepción recibió una carta del anciano. Casi que había olvidado el incidente, pero la carta lo hizo recordar aquella noche y su generosidad. Incluido en la carta, estaba un pasaje de ida y vuelta a la ciudad de Nueva York, con la solicitud de que él fuera su huésped esta vez.

Cuando el joven recepcionista llegó a la ciudad de Nueva York, allí encontró a la pareja de ancianos. El hombre lo condujo hasta la esquina de la quinta avenida y la calle treinta y cuatro, y le señaló hacia un nuevo y atractivo edificio. Parecía un palacio de piedras rojizas con torres y atalayas como un castillo. El anciano le dijo: “!Éste es el hotel que he construido para que tú lo administres!”

“¡Usted debe estar bromeando!”, le dijo el joven. Pues no podía creer lo que había oído.
El hombre le dijo: “No, no estoy bromeando.” Y simplemente se quedó allí parado y sonrió.
El joven le dijo: “¿Quién… quién es usted que puede hacer esto?”
“Mi nombre es William Waldorf Astor.”

Este hotel fue el original Waldorf-Astoria de Nueva York. ¡El nombre del joven recepcionista era George C. Boldt, y fue el primer administrador de este histórico hotel!

Lo sucedido en esta historia es similar a lo que sucedió con los apóstoles:
(Hechos 3:1-10)Un día estaban Pedro y Juan y vieron a un paralítico en la puerta de la hermosa, y le dijeron no tenemos ni oro, ni plata, pero lo que tenemos te damos; y si lees unos capítulos más adelante verás que dice que las personas comenzaron a llevar a los pies de los apóstoles todas las bendiciones y las riquezas que ellos tenían (Hechos 4:32-35); ¡Tuvieron oro y plata después de un tiempo porque primero se atrevieron a dar lo que tenían!

¡Tenemos un Dios generoso! Un Dios que vive en lo grande y a lo grande; y su voluntad es que tú también seas generoso y puedas disfrutar de su generosidad.

Tanto amó Dios al mundo, que a pesar de la ruptura original, envío a su propio Hijo (Jn 3, 16), el cual se hizo todo semejante a nosotros, menos en el pecado (Heb 4, 15). En las escrituras podremos encontrar como el propio Jesús valora y predica la Generosidad (Mateo 20:1-16 / Lc 21, 1-4. / Lc 6, 17. / Mt 15, 32-38. / Mt 25, 34-40.).

Servir a los demás es algo que siempre tiene un buen retorno, sobre todo cuando uno no lo busca ni lo espera y lo hace de buen corazón.


¿Cuántas veces hemos tenido la oportunidad de ayudar a alguien y no lo hicimos?
¿Cuántas veces hemos tenido la oportunidad de hacer feliz a alguien y no supimos hacerlo?
¿Seguirás dejando pasar esas oportunidades?
¡Piénsalo…… y actúa HOY!
¡Saludes y bendiciones!


PDT: Todas las imágenes de edificio, exterior e interior, de la Introducción y el resto del post son del Hotel Waldorf-Astoria de Nueva York.
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