Se trata de la Turritopsis nutricola, un organismo que realmente riza el rizo ya que al retornar al estado pólipo supone que un ejemplar nunca muere como tal.
Este proceso de 'inmortalidad' comienza cuando la Turritopsis no encuentra alimento o se enfrenta a cualquier otro peligro. En ese momento invierte su ciclo vital, "como si una mariposa pudiera volver a su estado de oruga", afirma Maria Pia Miglietta, de la Universidad del Estado de Pensilvania.
Por otro lado, análisis de su ADN también han revelado que el cambio de estado puede ser debido al lugar donde crece esta especie de hidromedusa, ya que en Panamá el número de sus tentáculos es ocho, en cambio, en el Mediterráneo puede variar entre doce y 24, y en en las costas de Japón, la cifra aumenta hasta 14.
Lo que parece claro es que se adaptan perfectamente a todo tipo de temperaturas y de agua, incluso dulce. Ahora hay que definir el impacto que pueden tener en otras especies, según publica ScienceNews.