La respuesta en realidad es muy simple: el programa del transbordador espacial fue un fracaso, aunque la NASA no lo vaya a admitir y no sea evidente. El transbordador se planteó en los 60s como una nave reutilizable, ya que en la época todos los cohetes eran para usarse una sola vez. La lógica nos dice que es más económico crear una nave que se pueda usar varias veces, pero la NASA descubrió que no era tan sencillo. El construir una de estas naves reutilizables es caro, pero también resultó caro su mantenimiento, cada vez que se iba a utilizar, todo el recubrimiento que soporta las altas temperaturas debía reemplazarse, se tenían que probar muy cuidadosamente todos los sistemas de vuelo. La URSS y su heredera, Rusia, estaban ya acostumbrados a fabricar el mismo tipo de cohetes, por lo que ya tenían dominado el campo. En el caso del Soyuz, tuvieron problemas al principio, pero ahora es el medio de transporte espacial más confiable que jamás haya existido y es mucho más simple que el transbordador espacial. Suponiendo que se perdiera un cohete no reutilizable, se pierde también a la tripulación, pero si se pierde a un transbordador, se pierde, además de la tripulación, a miles de horas y millones de dólares invertidos en ese transbordador.
Además, el transbordador no podia llevar grandes cargas a órbitas altas como lo hacían algunos cohetes, la altura está limitada por el tipo de misión y la carga que se vaya a poner en órbita.
Tal es el fracaso de este tipo de naves, que no se ve un reemplazo en puerta, EU, el "ganador" de la carrera espacial, el que llevó hombres a la luna, ya no tendrá por algún tiempo vuelos tripulados.