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Bovino Milenario
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Ya se es les esta haciendo costumbre a estos diputaditos andar con sus pendejadas no? pero a quien se le ocurre soltar a una niña de 12 años sola??? aquí la mama también debería de rozar no??
Bueno les dejo la info...
“Le di permiso para que se llevara a mi hija a Acapulco. Yo le tenía toda la confianza, habíamos vivido (juntos) durante siete años y, aunque no era su hija, siempre él se portaba muy amable con ella. Unos días antes del viaje, decidí no ir. Pero mi hija insistió tanto en que la dejara ir, que lo permití”, dice María Guadalupe.
El pasado 17 de marzo, María Guadalupe presentó una denuncia ante la Fiscalía de Delitos Sexuales (con el número de averiguación FDF-6/TI/00222/11-03) en contra de Juan Bustos Pascual, actual director ejecutivo de Fomento Cooperativo en la delegación Gustavo A. Madero.
“Juan Bustos fue mi pareja durante siete años. Terminamos porque a él le gustaba mucho ir a los table dance y ya me faltaba mucho al respeto. Era muy grosero conmigo”, dice María Guadalupe, quien pide omitir sus apellidos.
A principios de diciembre de 2009, recuerda en entrevista, Juan Bustos Pascual la buscó para arreglar sus diferencias y le propuso viajar a las playas de Guerrero, acompañados de su hija.
Bustos Pascual le aseguró a María Guadalupe que otras personas irían. Sin embargo, el entonces diputado local se hospedó en el hotel Playa Suites en Acapulco, Guerrero, solo con la niña de 12 años, del 23 de diciembre al 1 de enero.
“Dormí mucho allá y me acuerdo que yo le dije que me dolía mucho la garganta, y le pedí que me comprara medicina. Él me compró unas pastillas y me dijo: te las tomas cada cuatro horas, pero nunca me di cuenta que lo que me dio eran pastillas para dormir”, dice la menor que ahora tiene 13 años.
“Dos días después de que se fueron a Acapulco, mi hija me llama y me dice que había sangrado. Yo pensé que era su primera regla y le dije que no se preocupara, que era normal.”
La menor asegura que lo único que recuerda es que un día despertó con él y no tenía ropa interior.
Sin embargo, el funcionario de la Gustavo A. Madero contó en al menos tres ocasiones a otra menor, familiar de la afectada, todo lo que sucedió en aquel hotel de Acapulco.
La joven cuenta que Juan Bustos la llamó un día y le ofreció trabajar con él de acompañante, que le pagaría 400 pesos por día y que lo la única condición es que debía fingir tener 18 años.
“Yo acepté y lo acompañe como en cuatro ocasiones. Cuando me subía a su carro, él siempre llevaba una botella de anís y de agua. En una ocasión que lo acompañé con unos asociados de un instituto que se llama Justo Sierra, en un restaurante por la Zona Rosa, ahí él pidió que me sirvieran un tequila. Yo hice la finta como que me lo estaba tomando, pero en realidad no me lo tomé. Esperé a que él se fuera al baño y le dije al mesero que si me podía cambiar el tequila por un refresco. Ese día y al menos en otra ocasión me contó todo lo que había hecho en Acapulco.”
La joven dice que la tercera vez que fue a su oficina le pidió que le contara de nuevo lo que sucedió con su familiar.
“Agarré mi celular, hice como que me habían llamado, me lo metí en mi manga y empecé a grabar”, dice la joven de 16 años.
La voz de la grabación, que según la adolescente pertenece al funcionario, narra un encuentro sexual en un auto con la chica de 12 años.
Detalla que no quería lastimarla ni embarazarla.
Habla de cómo creía que se hacía la dormida la joven para no acceder a sus caricias.
Cuenta de cuando llegaron al hotel en Acapulco.
Que estaba crudo y cuando vio que la niña sangraba, ofreció llevarla a un doctor.
“Total que nos aventamos así ocho días desde todo, todo”, presume el hombre de la grabación.
“No podría creerlo. Si no lo hubiera escuchado, no lo creería. Le tenía mucha confianza. Él le daba medicamento, yo me acuerdo que cuando mi hija regresó mi hija estaba desempacando y me dijo: ‘mira, este medicamento me estuvo dando Juan’. Ella sacó la cajita y eran pastillas para dormir. Abusó de ella”, asegura la madre.
FUENTE
Bueno les dejo la info...
“Le di permiso para que se llevara a mi hija a Acapulco. Yo le tenía toda la confianza, habíamos vivido (juntos) durante siete años y, aunque no era su hija, siempre él se portaba muy amable con ella. Unos días antes del viaje, decidí no ir. Pero mi hija insistió tanto en que la dejara ir, que lo permití”, dice María Guadalupe.
El pasado 17 de marzo, María Guadalupe presentó una denuncia ante la Fiscalía de Delitos Sexuales (con el número de averiguación FDF-6/TI/00222/11-03) en contra de Juan Bustos Pascual, actual director ejecutivo de Fomento Cooperativo en la delegación Gustavo A. Madero.
“Juan Bustos fue mi pareja durante siete años. Terminamos porque a él le gustaba mucho ir a los table dance y ya me faltaba mucho al respeto. Era muy grosero conmigo”, dice María Guadalupe, quien pide omitir sus apellidos.
A principios de diciembre de 2009, recuerda en entrevista, Juan Bustos Pascual la buscó para arreglar sus diferencias y le propuso viajar a las playas de Guerrero, acompañados de su hija.
Bustos Pascual le aseguró a María Guadalupe que otras personas irían. Sin embargo, el entonces diputado local se hospedó en el hotel Playa Suites en Acapulco, Guerrero, solo con la niña de 12 años, del 23 de diciembre al 1 de enero.
“Dormí mucho allá y me acuerdo que yo le dije que me dolía mucho la garganta, y le pedí que me comprara medicina. Él me compró unas pastillas y me dijo: te las tomas cada cuatro horas, pero nunca me di cuenta que lo que me dio eran pastillas para dormir”, dice la menor que ahora tiene 13 años.
“Dos días después de que se fueron a Acapulco, mi hija me llama y me dice que había sangrado. Yo pensé que era su primera regla y le dije que no se preocupara, que era normal.”
La menor asegura que lo único que recuerda es que un día despertó con él y no tenía ropa interior.
Sin embargo, el funcionario de la Gustavo A. Madero contó en al menos tres ocasiones a otra menor, familiar de la afectada, todo lo que sucedió en aquel hotel de Acapulco.
La joven cuenta que Juan Bustos la llamó un día y le ofreció trabajar con él de acompañante, que le pagaría 400 pesos por día y que lo la única condición es que debía fingir tener 18 años.
“Yo acepté y lo acompañe como en cuatro ocasiones. Cuando me subía a su carro, él siempre llevaba una botella de anís y de agua. En una ocasión que lo acompañé con unos asociados de un instituto que se llama Justo Sierra, en un restaurante por la Zona Rosa, ahí él pidió que me sirvieran un tequila. Yo hice la finta como que me lo estaba tomando, pero en realidad no me lo tomé. Esperé a que él se fuera al baño y le dije al mesero que si me podía cambiar el tequila por un refresco. Ese día y al menos en otra ocasión me contó todo lo que había hecho en Acapulco.”
La joven dice que la tercera vez que fue a su oficina le pidió que le contara de nuevo lo que sucedió con su familiar.
“Agarré mi celular, hice como que me habían llamado, me lo metí en mi manga y empecé a grabar”, dice la joven de 16 años.
La voz de la grabación, que según la adolescente pertenece al funcionario, narra un encuentro sexual en un auto con la chica de 12 años.
Detalla que no quería lastimarla ni embarazarla.
Habla de cómo creía que se hacía la dormida la joven para no acceder a sus caricias.
Cuenta de cuando llegaron al hotel en Acapulco.
Que estaba crudo y cuando vio que la niña sangraba, ofreció llevarla a un doctor.
“Total que nos aventamos así ocho días desde todo, todo”, presume el hombre de la grabación.
“No podría creerlo. Si no lo hubiera escuchado, no lo creería. Le tenía mucha confianza. Él le daba medicamento, yo me acuerdo que cuando mi hija regresó mi hija estaba desempacando y me dijo: ‘mira, este medicamento me estuvo dando Juan’. Ella sacó la cajita y eran pastillas para dormir. Abusó de ella”, asegura la madre.

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