Xtabay

#1
Un día comentaba mi abuelo , que después de la milpa era normal tomar algún licor , para relajar el día, pero esa vez, el trabajo fue muy arduo por lo que la salir de la jornada con dos tragos ya estaba mareado pero como todo buen milpero se siguió de largo, en su borrachera estuvo divagando por la milpas y alejándose del poblado, ya entrada la noche vio una silueta de una mestiza de blanco huipil y cabello largo y obscuro, alcoholizado y lujurioso, se levanto para cortejarla; y empezó a caminar sin medir la distancia de lo que caminaba , el dice que le faltaba poco para alcanzarla pero no llegaba, hasta que llego un momento que se lanzo hacia ella, y la abrazo , en ese momento sintió espinas por todos sus brazos y esa cosa lo sujeto de tal manera que no se podía soltar , el dolor y la desesperación hicieron que el alcohol perdiera sus efectos, empezó a forcejear pero esa cosa solo lo sostenía con mayor fuerza , estuvo al borde del desmayo cuando escucho la risa que provenía de ese ente , una risa que cala los huesos y te hace regresar de cualquier efecto del alcohol , y la risa incrementaba con forme al dolor que el sentía , entre desmayo y forcejeo logro soltar un brazo, recordó que tenia su navaja en la cintura la cual no dudo en usar y calvársela con toda la fuerza , el ente soltó un alarido que retumbo en los oídos, al ver la oportunidad corrió como alma que lleva el diablo , hasta llegar al pueblo , ubico la iglesia y desmayo en la puerta; después de tres días de estar inconsciente se despertó de un brinco gritando que lo deje; lo tranquilizaron , seguido a ello le dio una fiebre de aquellas , pasado 15 días de recuperación volvió al camino donde el recordaba lo habían llevado , y la sorpresa de encontrar su navaja clavada en un árbol de ceiba.
 
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