Roberto Micua sintió una profunda decepción cuando, después de haber conocido hace unos meses a una joven encantadora a través de Internet, quedó con ella para cenar ayer por la noche y comprobó que “no era la muchacha inteligente que creía que era”. Nada más empezar el ágape, la chica, llamada Yoloida Ribas, aseguró que “todos formamos parte de una energía cósmica”. Roberto no quiso continuar “con aquel simulacro” y decidió dar por terminada la cita. “Si me hubiese dicho que leía a Coelho lo habría parado antes, pero en los e-mails hablaba como una persona normal”, se lamenta Micua.
Yoloida Ribas asegura sentirse despreciada y cree que “no hay nada malo en ser una persona espiritual y es lo que yo espero en un hombre. Necesito poder hablar con alguien y que la conversación me llene, me enriquezca y mejore mi autoconcepto”.
Micua lamenta haber sido brusco con Yoloida pero también afirma que “si crees en energías y cosas cósmicas es lo primero que tienes que advertir a la gente. Me hubiera molestado menos que fuese un hombre, porque al menos podríamos haber entablado conversación aunque hubiéramos descartado un encuentro íntimo”.
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