Soy totalmente fifí, o el regreso del autoritarismo presidencial

jarochilandio

Bovino de la familia
#1
El truco de la prensa fifí


Héctor de Mauleón
20/08/2018





Hace un par de días, a mitad de su gira de agradecimiento, el presidente electo se descosió. Atribuyó las reacciones que provocó su afirmación de que México se hallaba en bancarrota, a una prensa fifí "que está muy atenta, sacando de contexto las cosas, buscando las podridas".

Dijo Andrés Manuel López Obrador que existen camajanes "del conservadurismo, de la prensa fifí" que no quieren que se afiance su proyecto de cambio.

Un camaján, según el diccionario de la lengua, es un holgazán que se las ingenia para vivir a costa de los demás. Una persona que "con astucia sabe sacar provecho para sí de alguna situación".

Así parece ver el presidente electo a los medios que criticaron el uso, digamos a la ligera, del término bancarrota. En todo caso, AMLO pidió a los camajanes "que acepten que algunos medios de comunicación se dedicaron estos 30 años a aplaudir y a callar y a obedecer, a quemarle incienso al régimen de un partido o de otro".

Según el presidente electo, a eso (y a una pugna entre liberales y conservadores que lleva 200 años) se debe que, en cuanto habló de la situación del país, en cuanto dijo que hay una crisis en México, en cuanto usó la palabra "bancarrota", los camajanes del conservadurismo y la prensa fifí se le lanzaran al cuello.

Ya entrado en gastos contra esa prensa que alguna vez calificó de inmunda, AMLO desnudó ante los reporteros la verdadera mecánica. El truco de la prensa fifí: "Sacan una nota y van a pedir una reacción", dijo.

La prensa fifí, según el presidente electo, escucha una declaración suya y luego va "con el secretario de Hacienda o con Claudio (X. González)". En cuanto se halla frente a éstos les dice: "Andrés Manuel dice que hay bancarrota".

Obviamente esto lo hace la prensa fifí con el fin perverso de que no se afiance el proyecto, de que no suceda el cambio.

De acuerdo con López Obrador, "también esto hay que modificarlo en el periodismo":

"O sea, hacer más investigación, ser más objetivos, y que no haya medios tendenciosos… Que estén los medios lo más distantes que se pueda del poder y lo más cercano a la sociedad".

Así que el presidente electo descalifica, denigra, da lecciones de lo que él espera que sea el periodismo.

Me parece una señal atroz.

De nuevo se discute qué actitud mantendrá el presidente frente a la prensa a partir del próximo 1º de diciembre.

En una columna anterior me pregunté si el candidato que vilipendió a los medios en las últimas tres campañas presidenciales iba a dar paso a un estadista que comprendiera el papel de la libertad de expresión en una democracia, y el papel de la libertad de expresión en uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo.

En un ambiente agudamente hostil para la prensa, las declaraciones de un presidente pueden tener repercusiones incalculables. Por eso resulta tan delicado el tema.

En aquella columna referí que muchas veces la verdad del futuro se encuentra en el pasado. Cité algunas de las frases que AMLO le ha propinado a los medios que no le fueron afines a lo largo de los años: "hampa del periodismo", "pasquines del régimen", "prensa inmunda", "secuaces de la mafia", "alcahuetes de la derecha", "jilgueros del poder".

A la vista de esto, milito en la franja que no se hace muchas ilusiones: López Obrador ha demostrado con creces que, en cuestión de crítica, posee piel delgada.

María Amparo Casar recordaba ayer que es falso que los medios hayan estado tan callados como dice el presidente electo. En un estudio reciente, Casar demostró, por ejemplo, que en 1996 hubo en la prensa mexicana 502 notas dedicadas a temas de corrupción.

En 2014, los medios dedicaron al mismo asunto 29 mil 505 notas.

"Nadie ha hecho más y mejor trabajo para exhibir la corrupción y la impunidad que los medios", concluye Casar.


Fuente


Y mejor, en lugar de comentar, los remito al siguiente artículo...
 

jarochilandio

Bovino de la familia
#2
Andrés Manuel, presidente fifí


José Jaime Ruiz
mié 19 sep 2018




Totalmente fifí, Andrés Manuel arremete contra sus críticos
Foto propiedad de: Internet



Desprotegido, Andrés Manuel López Obrador podría equiparse con un grupo profesional que, al menos, excluya sus contradicciones declarativas. Solitario en la multitud, los renglones torcidos de Andrés Manuel no dan para una coherencia en sus líneas discursivas. Dos soledades se encuentran sin hacerse compañía, la salida indigna de Enrique Peña Nieto y la indignación de AMLO.

Al hacer olas contra la prensa fifí, Andrés Manuel se hace bolas.

“Miren, les explico un poco la mecánica, el truco de la prensa fifí: sacan una nota y van a pedir una reacción. También eso hay que modificarlo en el periodismo, o sea, hacer más investigación, ser más objetivos y que no haya medios tendenciosos y que estén los medios lo más distantes que se pueda del poder y lo más cercano a la sociedad. Esto es muy interesante”.

¿No hay investigación en contra de tu exonerada Rosario Robles, por ejemplo? ¿Dónde lo tendencioso cuando al chimultrufiar López Obrador se contradice al desdecirse?

Andrés Manuel no entiende que él ya es el poder, ergo, algunos medios están distantes porque de lo que se trata es estar cercanos a la sociedad. La ciudadanía autorizó a López Obrador como autoridad, pero AMLO no alcanza a entender, y esto es lo interesante, que gobernar, ya lo padece, es alejarse de la sociedad que incluye, por supuesto, al espectro ideológico de la prensa.

La “dualidad funesta” de liberales y conservadores se quedó en el tintero del siglo diecinueve. Se puede gobernar desde la ideología (Lenin, Trotski), es muy difícil hacerlo, sin dictadura, desde la idolatría (Mao, Fidel, Stalin, Chávez). En las ideologías e idolatrías la democracia decrece, perece.

Totalmente fifí, Andrés Manuel arremete contra sus críticos, pero poco dice de las muertes de periodistas y de las agresiones de los poderes fácticos en contra de ellas y de ellos. Qué bien que Diego del Bosque alce la voz en tribuna para pedir protección al trabajo periodístico que en la falta de dialéctica de Andrés Manuel sólo lo percibe como “mecánico”. Y así, pese a la mala rima, Andrés Manuel se convierte en nuestro próximo presidente fifí.


Fuente


Y así tenemos a un Congreso y un presidente electo a los cuales la borrachera del poder ya se les subieron... ¡más allá de la cabeza...en tan sólo un par de semanas! Se ve que lo que beben/fuman si "pega" y "pega" duro. Lo siento por los amlovers, que creyeron en el canto de las sirenas. Pero lo más trascendente y peligroso es que con ésto se logró una REGRESIÓN a eso que el Peje siempre criticó (era parte de su estrategia): la reinstalación de la VERDADERA Mafia del Poder, esa que se eternizó por poco más de 70 años en el poder, y madre de todos los problemas que padecemos actualmente. ¡Se les dijo pejelovers! El "CAMBIO" prometido por SU Mesías Tropical era... ¡HACIA ATRÁS!
 
Arriba