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Bovino de alcurnia
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El presidente de EE.UU., Barack Obama, respaldó el acuerdo alcanzado entre destacados legisladores para poner fin a la política que impide a los homosexuales servir abiertamente en las Fuerzas Armadas, informó la Casa Blanca.
Según el compromiso, al que se llegó tras una serie de encuentros en la Casa Blanca y el Capitolio, los legisladores someterán a votación en los próximos días la eliminación de la ley aprobada durante la presidencia de Bill Clinton.
La citada ley, conocida como "Don't ask, Don't tell" (no pregunte, no cuente) fue promulgada en 1993 y prohíbe a los militares gays revelar su preferencia sexual con el efecto de ser despedidos.
Obama aseguró este año que su derogación sería una de sus prioridades nacionales.
De todos modos, y según el acuerdo alcanzado, aunque el Congreso derogue la medida ésta no entrará en efecto hasta que el Pentágono complete su estudio sobre el impacto en las tropas.
El plazo para completar ese análisis vence el 1 de diciembre.
Los grupos de defensa de los derechos de los homosexuales calificaron como "un espectacular avance" la decisión y adelantaron que servirá para que se elimine la medida por completo.
En ese sentido Joe Solmonese, presidente del grupo Human Rights Campaign, una de las principales organizaciones de defensa de los derechos de los homosexuales, dijo en un comunicado que el anuncio "allana el camino para cumplir con la solicitud del presidente de poner fin al 'Don't Ask, Don't Tell' este año".
El diario The New York Times destaca en su edición digital que no está claro que la Casa Blanca cuente con los votos necesarios en la Cámara de Representantes y el Senado para revocar la legislación.
Está previsto que el legislador demócrata de Pensilvania Patrick Murphy, uno de los principales defensores de acabar con la ley de la era Clinton, introduzca la propuesta mañana martes en la Cámara de Representantes.
Su objetivo sería vincular la propuesta a un proyecto de ley de Defensa que se someterá a votación a finales de esta semana.
El senador independiente Joseph Lieberman introduciría la propuesta el jueves ante el Comité de Servicios Armados del Senado.
Murphy, Lieberman y el senador Carl Levin, presidente del Comité de Servicios Armados del Senado, solicitaron en una carta enviada a la Casa Blanca su "opinión oficial" sobre la propuesta.
El director de la oficina presupuestaria de la Casa Blanca, Peter Orszag, dio el visto bueno oficial a la propuesta en una misiva enviada a los legisladores.
"Permitirá completar el análisis (del Pentágono), que el Departamento de Defensa evalúe los resultados del mismo y asegurar que la implementación de la revocación es consistente con los estándares" militares, afirmó Orszag en cartas idénticas enviadas a Murphy, Lieberman y Levin.
Según el compromiso, al que se llegó tras una serie de encuentros en la Casa Blanca y el Capitolio, los legisladores someterán a votación en los próximos días la eliminación de la ley aprobada durante la presidencia de Bill Clinton.
La citada ley, conocida como "Don't ask, Don't tell" (no pregunte, no cuente) fue promulgada en 1993 y prohíbe a los militares gays revelar su preferencia sexual con el efecto de ser despedidos.
Obama aseguró este año que su derogación sería una de sus prioridades nacionales.
De todos modos, y según el acuerdo alcanzado, aunque el Congreso derogue la medida ésta no entrará en efecto hasta que el Pentágono complete su estudio sobre el impacto en las tropas.
El plazo para completar ese análisis vence el 1 de diciembre.
Los grupos de defensa de los derechos de los homosexuales calificaron como "un espectacular avance" la decisión y adelantaron que servirá para que se elimine la medida por completo.
En ese sentido Joe Solmonese, presidente del grupo Human Rights Campaign, una de las principales organizaciones de defensa de los derechos de los homosexuales, dijo en un comunicado que el anuncio "allana el camino para cumplir con la solicitud del presidente de poner fin al 'Don't Ask, Don't Tell' este año".
El diario The New York Times destaca en su edición digital que no está claro que la Casa Blanca cuente con los votos necesarios en la Cámara de Representantes y el Senado para revocar la legislación.
Está previsto que el legislador demócrata de Pensilvania Patrick Murphy, uno de los principales defensores de acabar con la ley de la era Clinton, introduzca la propuesta mañana martes en la Cámara de Representantes.
Su objetivo sería vincular la propuesta a un proyecto de ley de Defensa que se someterá a votación a finales de esta semana.
El senador independiente Joseph Lieberman introduciría la propuesta el jueves ante el Comité de Servicios Armados del Senado.
Murphy, Lieberman y el senador Carl Levin, presidente del Comité de Servicios Armados del Senado, solicitaron en una carta enviada a la Casa Blanca su "opinión oficial" sobre la propuesta.
El director de la oficina presupuestaria de la Casa Blanca, Peter Orszag, dio el visto bueno oficial a la propuesta en una misiva enviada a los legisladores.
"Permitirá completar el análisis (del Pentágono), que el Departamento de Defensa evalúe los resultados del mismo y asegurar que la implementación de la revocación es consistente con los estándares" militares, afirmó Orszag en cartas idénticas enviadas a Murphy, Lieberman y Levin.