La vacuna de la nicotina consta de cinco inyecciones que se suministran en unos seis meses, y estará apoyada por terapias psicológicas con el objetivo de motivar al paciente y de concienciarle sobre la necesidad de dejar la droga, del mismo modo que se hace actualmente con los tratamientos de deshabituación. El responsable del NIDA ha explicado que al mes de iniciar el tratamiento el sistema inmune produce los niveles de anticuerpos más altos y, por lo tanto, ésa sería la ocasión "más terapéutica" y el "momento ideal" para que el adicto deje de fumar.