LA LEYENDA DE LA MUJER HERRADA

chucho_666

Bovino de la familia
#1
Dicho suceso aconteció entre los años de 1670 y 1680, en el número 3 de la Calle de la Puerta Falsa de Santo Domingo, hoy llamada Perú, en el centro histórico de la ciudad de México. La casa aún existe, y es la número 100.
En ese lugar vivía un clérigo, quien, pese a sus votos eclesiásticos, se había amancebado con una “mala mujer”.
Cerca de ahí, en la entonces Calle de las Rejas de Balbanera, un herrero había levantado su casa y su taller. El herrero resultaba ser gran amigo del clérigo, además de su compadre. Gracias a este lazo espiritual, se creía con el deber de aconsejarlo que dejara a aquella mujer, pues sus tratos carnales con ella constituían un gran pecado. Por supuesto, el clérigo jamás escuchó razones.
En cierta ocasión, avanzada ya la noche, el herrero escuchó fuertes golpes en su puerta. Temiendo que pudieran ser ladrones, se levantó de la cama temeroso y preguntó el santo y seña. Resultó que eran dos negros, quienes aseguraron que llevaban un encargo de su patrón, aquel clérigo compadre suyo.
Le rogaba que le herrara la mula, pues muy temprano debía hacer un viaje al Santuario de la Virgen de Guadalupe. El herrero reconoció la mula de su compadre, y aunque de mala gana, por lo avanzado de la hora, le clavó las cuatro herraduras de rigor. Al finalizar la tarea, los dos negros se llevaron al animal, pero dándole tan tremendos golpes, que el buen herrero los reprendió.
Muy de mañana, el herrero salió a ver a su compadre, pues quería saber el motivo de la urgencia. Grande fue su sorpresa al hallar al clérigo aún en cama. Le recriminó que lo hubiera despertado a media noche, y que si tanta era su prisa, por qué se hallaba aún en traje de dormir. El clérigo escuchó atento la historia, y le explicó que él no había enviado a ningún criado, que seguramente se trataba de una broma que alguien quiso jugarle al herrero.
Al llegar a esta conclusión, ambos comenzaron a reír, y trataron de despertar a la mujer del clérigo para contarle la travesura que habían sufrido.
Primero le hablaron con voz baja, después el tono comenzó a subir e incluso la movieron. Pero la mujer estaba quieta, perfectamente muerta. Al destaparla, ambos miraron con horror: los pies y las manos de la mujer tenían clavadas las cuatro herraduras que el herrero había colocado en las pezuñas del animal. Su cuerpo mostraba golpes por todos lados: los golpes que los dos negros habían propinado tan cruelmente a la mula la noche anterior.
 

homunculo

Bovino maduro
#7
Esa hsitoria me da algo de pavor, sobre todo por que se dice que aun se aparece en algunas calle de la gran ciudad de mexico, saludos......
:::::::::::::::::::::::::::Zayoonara:::::::::::::::::::::::::::
 

ewok_makai

Bovino de alcurnia
#10
Danke mann, buen relato.:vientos:

La mente de los humanos es tan poderosa que es capaz de crear un dios que les arregla todos sus problemas.
 

macabrojavier

Bovino Milenario
#20
No manches, hace años y años había leído esta historia en un librito de esos estilo "el vaquero" (jojojojojo) y hasta ahorita la recordé. Excelente, a mi me gustó mucho el relato.Gracias.
 
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