La inyección Anti-México

DrTijuax

Bovino Milenario
#1
En las farmacias de San Salvador hay un medicamento cuya venta ha tenido un auge importante en los últimos años. Se trata de una inyección anticonceptiva creada especialmente para las mujeres migrantes que buscan llegar a Estados Unidos vía México, y que, resignadas ante los inminentes ataques sexuales que recibirán en su camino, se aplican esta inyección de efectos duraderos para por lo menos no quedar embarazadas después de las violaciones que reciben durante su viaje.

Como cualquier medicamento, la inyección fue creada para combatir una enfermedad. En este caso, la enfermedad que se combate es la que tiene a ese país al garete llamado México, donde seis de cada 10 mujeres migrantes centroamericanas son violadas, de acuerdo con el reporte más reciente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. ¿Cómo llegamos a crear un sitio tan desalmado que obliga a las mujeres de los países vecinos pobres a inyectarse anticonceptivos antes de pisar su territorio? Ninguna sociedad debería consentir la barbarie como un acto cotidiano. En México no sólo hemos hecho eso: hemos obligado a que quienes buscan el sueño americano vivan antes nuestra pesadilla mexicana.

Supe por primera vez de la existencia de esta inyección al ver Los invisibles, una serie de cuatro cortos documentales de Marc Silver y Gael García. Gael me invitó, junto a Cristina Rivera Garza, a mirar este desgarrador trabajo que hizo para Amnistía Internacional en 2009. En el segundo de los cuatro documentales, de 10 minutos aproximadamente, titulado Seis de cada diez, es donde se menciona esta inyección, cuya existencia sintetiza el drama de las mujeres migrantes que pasan por México.

A las mujeres migrantes las puede violar cualquiera durante su paso por México, me explicaban amigos de El Faro, uno de los grandes proyectos de periodismo por internet lanzados en Centroamérica. Puede ser el coyote que contratan, alguno de sus propios compañeros de periplo, el policía municipal que las detiene o el agente de Migración, el policía federal o el estatal, el funcionario de la aduana o el narco, el trailero del camino, el que les da agua en su casa o el que se dedica a eso de manera regular en ciertos pueblos. Las violaciones de mujeres centroamericanas las hace cualquiera en México, en total impunidad.

A un país que parece importarle un bledo la muerte de casi 40 mil mexicanos en el marco de una supuesta guerra contra el narco, ¿qué tanto le ha de preocupar que todos los días haya violaciones de mujeres centroamericanas?

Este martes 12 de abril a las 22:30 horas habrá un programa especial sobre Los invisibles en Canal 11 de televisión, producido por Marta Núñez, en el cual León Krauze, Lydia Cacho, Gabriela Warkentin y Fabrizio Mejía, entre otros, comentan este horror junto con Gael. Ojalá que haya alguien que se asome esa noche a mirar esta realidad, sobre todo en tiempos cuando —como dice Fito Páez— “nadie escucha a nadie, en tiempos de todos contra todos, en tiempos egoístas y mezquinos, en tiempos donde siempre estamos solos”.

twitter.com/diegoeosorno

Columna Esquirla publicada en M Semanal el 10 de abril de 2011.

http://www.milenio.com/node/692116


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Es una pena que nos vayamos convirtiendo en lo que siempre se criticó de los EUA. Y en verdad no es algo de las autoridades solamente, hace unas semanas veia unas ntrevistas a personas en la calle, les preguntaban que opinaban sobre los migrantes centroamericanos y sudamericanos y parecia que contestaban rednecks del sur de EUA.

Perdón herman@s de América y del mundo


u.u
 
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