JUICIOS ORALES
La excesiva burocracia del sistema de justicia mexicano ha originado el pensamiento de que los juicios orales expedirán de forma rápida y sin complicaciones la tan anhelada justicia para aquellos que llevan toda una vida viendo pasar el correr de los años por los barrotes opacos y grises oxidados por el tiempo que sostienen sus dedos con las manos aforrándose a un halo de luz que les de esperanza que después de cometer un acto ilícito hay vuelta atrás, al comienzo que la sociedad les prohíbe por quedar en su expediente personal una referencia penitenciaria que por falta de orientación o muchas veces por inexperiencia los hacen cometer acciones en contra de la moral y los valores que engendran virtudes en los hombres e incluso por el animo mal entendido que enciende la voluntad al ser encaminado por una mala compañía o por empalizar en un grupo cuya aceptación es vital para su ambiente. Pero aun cuando los CERESOS del país están atiborrados de sueños rotos y criminales que se han convertidos en profesionales del delito al encontrar mas atención y ayuda en quienes se parecen a ellos o comparten una historia similar y no así en las autoridades encargadas de buscar como objetivo principal su reintegración a la sociedad que a través de un juez dicto sentencia, este no es motivo suficiente para creer que la incipiente idea de buscar una reforma que proponga o reactive los juicios orales en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos es el camino correcto para que la justicia tenga que llegar a quien fue victima de un delito o que se le de a cada quien lo que le corresponde y es que mi aseveración anda tiene que ver con el ello de que el cambio asuste a los nuevos profesionistas de derecho o que el progreso implique necesariamente modernizar lo que ya esta escrito en nuestras leyes, por el contrario es mi afán demostrar que aun cuando los juicios en nuestro país son a través de documentos escritos careos y audiencias, planeados con suficientes días de anticipación, dando un margen de espera y tiempo a las partes involucradas para que manifiesten lo que a su derecho convenga, así mismo se le concede a la autoridad un tiempo limite para dictar su resolución, muchas veces existen errores que terminan liberando al delincuente y recluyendo al inocente. Nuestro temor principal no debería ser el de prepararnos para hablar ante un publico sino de basar nuestra defensa en la persuasión de cada argumento jurídico que se exponga en un recinto y dejar en estado de indefensión a nuestro cliente, incapaz de poder ampliar su declaración o de ofrecer pruebas a su favor con documentos oficiales, la ligereza del habla puede traicionar nuestro razonamiento, pues es bien conocido que la lengua se mueve más rápido que nuestro cerebro, sin embargo se y estoy conciente que nuestros legisladores encontraran la forma adecuada de poder subsanar todas aquellas cuestiones que puedan perjudicarnos como ciudadanos envueltos en un asunto de índole judicial. Y es que no todo es negro en la cuestión de los juicios orales, ya que con su aprobación y vigencia cada institución se ahorraría muchos recursos de papelería, así mismo desaparecerían trámites engorrosos que le prohíben a los servidores públicos el trato directo y personal con los mexicanos que con nuestros impuestos pagamos su sueldo. Al acusado le permitiría tener un trato más cercanos con su abogado además de que conocería lo que su defensa implicaría al escuchar a quien loa cusa y observar las pruebas en su contra, al mismo tiempo quien acuse o sea la parte demandante tendrá una participación activa en el desarrollo del juicio, por su parte el juez tendría un desempeño mas transparente y menos cuestionable al ser publica su labor. En toda iniciativa hay pros y contra lo importante de cada propuestas en realizar un análisis minuciosos de los problemas que podría ocasionar su aplicación y proponer posibles soluciones para que la patria avance en materia de impartición de justicia y que los mexicanos elevemos nuestra calidad de vida a través de los cambios que se aprueban en el Congreso de la Unión y no sentir que somos victimas de nuestros propios representantes que levantan la mano sin saber del tema y sin imaginar que repercusiones tendrá en la vida de todos los ciudadanos que aun confiamos en la justicia mexicana. Es tiempo de que la justicia deje de representarse como una mujer con los ojos vendados sosteniendo una balanza, pues la justicia no es ciega mucho menos puede ser manipulada por quien tenga mas poder adquisitivo, pues esta no tiene precio, de igual forma la justicia no busca un equilibrio busca ser justa, dar a cada quien lo que le corresponde, es decir encerrar a los criminales y no a las familias temerosas resguardadas tras las rejas de su hogar, libertad a quien en circunstancias especiales comete un delito sin dolo, prisión para quien es reincidente y suele reírse de los hombres uniformados que sufren burla por dedicarse a tan menos preciada profesión, la de ser policía, lo que de verdad debería causar hilaridad es el sueldo de los cuerpos de seguridad que exponen su vida por un salario precario incapaz de cubrir sus necesidades básicas, reparación del daño moral no valorado en pesos sino por las consecuencias de los actos y lo que los familiares tendrán que hacer para llenar el vació de un ser querido que fallece a causa de una negligencia, pena de muerte a terroristas que exponen vidas inocentes en eventos masivos públicos para sembrar el miedo y la incertidumbre en nuestras autoridades, pena de muerte a secuestradores que sustraen la vida y la alegría de la familia al plagiar a un ser querido. Que nada escape al ojo avizor de nuestras autoridades y si les tiemblan las manos para impartir justicia en este México con sed y hambre de paz, les presto las mías y las mutiladas de aquellos que en la oscuridad perdieron algún miembro de su cuerpo para presionar a su familia para que pague su rescate. TENGAN LAS MANOS DE TODO MEXICO QUE AL UNISONO PIDE UN ALTO A TANTA VIOLENCIA. YA BASTA. POR UN MEXICO SEGURO. MANO DURA CONTRA LA DELINCUENCIA ORGANIZADA.
ESCRITO POR ASA
La excesiva burocracia del sistema de justicia mexicano ha originado el pensamiento de que los juicios orales expedirán de forma rápida y sin complicaciones la tan anhelada justicia para aquellos que llevan toda una vida viendo pasar el correr de los años por los barrotes opacos y grises oxidados por el tiempo que sostienen sus dedos con las manos aforrándose a un halo de luz que les de esperanza que después de cometer un acto ilícito hay vuelta atrás, al comienzo que la sociedad les prohíbe por quedar en su expediente personal una referencia penitenciaria que por falta de orientación o muchas veces por inexperiencia los hacen cometer acciones en contra de la moral y los valores que engendran virtudes en los hombres e incluso por el animo mal entendido que enciende la voluntad al ser encaminado por una mala compañía o por empalizar en un grupo cuya aceptación es vital para su ambiente. Pero aun cuando los CERESOS del país están atiborrados de sueños rotos y criminales que se han convertidos en profesionales del delito al encontrar mas atención y ayuda en quienes se parecen a ellos o comparten una historia similar y no así en las autoridades encargadas de buscar como objetivo principal su reintegración a la sociedad que a través de un juez dicto sentencia, este no es motivo suficiente para creer que la incipiente idea de buscar una reforma que proponga o reactive los juicios orales en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos es el camino correcto para que la justicia tenga que llegar a quien fue victima de un delito o que se le de a cada quien lo que le corresponde y es que mi aseveración anda tiene que ver con el ello de que el cambio asuste a los nuevos profesionistas de derecho o que el progreso implique necesariamente modernizar lo que ya esta escrito en nuestras leyes, por el contrario es mi afán demostrar que aun cuando los juicios en nuestro país son a través de documentos escritos careos y audiencias, planeados con suficientes días de anticipación, dando un margen de espera y tiempo a las partes involucradas para que manifiesten lo que a su derecho convenga, así mismo se le concede a la autoridad un tiempo limite para dictar su resolución, muchas veces existen errores que terminan liberando al delincuente y recluyendo al inocente. Nuestro temor principal no debería ser el de prepararnos para hablar ante un publico sino de basar nuestra defensa en la persuasión de cada argumento jurídico que se exponga en un recinto y dejar en estado de indefensión a nuestro cliente, incapaz de poder ampliar su declaración o de ofrecer pruebas a su favor con documentos oficiales, la ligereza del habla puede traicionar nuestro razonamiento, pues es bien conocido que la lengua se mueve más rápido que nuestro cerebro, sin embargo se y estoy conciente que nuestros legisladores encontraran la forma adecuada de poder subsanar todas aquellas cuestiones que puedan perjudicarnos como ciudadanos envueltos en un asunto de índole judicial. Y es que no todo es negro en la cuestión de los juicios orales, ya que con su aprobación y vigencia cada institución se ahorraría muchos recursos de papelería, así mismo desaparecerían trámites engorrosos que le prohíben a los servidores públicos el trato directo y personal con los mexicanos que con nuestros impuestos pagamos su sueldo. Al acusado le permitiría tener un trato más cercanos con su abogado además de que conocería lo que su defensa implicaría al escuchar a quien loa cusa y observar las pruebas en su contra, al mismo tiempo quien acuse o sea la parte demandante tendrá una participación activa en el desarrollo del juicio, por su parte el juez tendría un desempeño mas transparente y menos cuestionable al ser publica su labor. En toda iniciativa hay pros y contra lo importante de cada propuestas en realizar un análisis minuciosos de los problemas que podría ocasionar su aplicación y proponer posibles soluciones para que la patria avance en materia de impartición de justicia y que los mexicanos elevemos nuestra calidad de vida a través de los cambios que se aprueban en el Congreso de la Unión y no sentir que somos victimas de nuestros propios representantes que levantan la mano sin saber del tema y sin imaginar que repercusiones tendrá en la vida de todos los ciudadanos que aun confiamos en la justicia mexicana. Es tiempo de que la justicia deje de representarse como una mujer con los ojos vendados sosteniendo una balanza, pues la justicia no es ciega mucho menos puede ser manipulada por quien tenga mas poder adquisitivo, pues esta no tiene precio, de igual forma la justicia no busca un equilibrio busca ser justa, dar a cada quien lo que le corresponde, es decir encerrar a los criminales y no a las familias temerosas resguardadas tras las rejas de su hogar, libertad a quien en circunstancias especiales comete un delito sin dolo, prisión para quien es reincidente y suele reírse de los hombres uniformados que sufren burla por dedicarse a tan menos preciada profesión, la de ser policía, lo que de verdad debería causar hilaridad es el sueldo de los cuerpos de seguridad que exponen su vida por un salario precario incapaz de cubrir sus necesidades básicas, reparación del daño moral no valorado en pesos sino por las consecuencias de los actos y lo que los familiares tendrán que hacer para llenar el vació de un ser querido que fallece a causa de una negligencia, pena de muerte a terroristas que exponen vidas inocentes en eventos masivos públicos para sembrar el miedo y la incertidumbre en nuestras autoridades, pena de muerte a secuestradores que sustraen la vida y la alegría de la familia al plagiar a un ser querido. Que nada escape al ojo avizor de nuestras autoridades y si les tiemblan las manos para impartir justicia en este México con sed y hambre de paz, les presto las mías y las mutiladas de aquellos que en la oscuridad perdieron algún miembro de su cuerpo para presionar a su familia para que pague su rescate. TENGAN LAS MANOS DE TODO MEXICO QUE AL UNISONO PIDE UN ALTO A TANTA VIOLENCIA. YA BASTA. POR UN MEXICO SEGURO. MANO DURA CONTRA LA DELINCUENCIA ORGANIZADA.
ESCRITO POR ASA
