El hada del deseo

cobahm

Bovino maduro
#1
El parroquiano que en el bar bebía en silencio su tequila llevaba en la mano una varita. Cada trago que tomaba quedaba viendo la varita. El cantinero, intrigado, le preguntó qué era. Respondió el sujeto: “Le contaré la historia. Iba yo por un bosque y oí unos gemidos. La que lloraba era una hermosa mujer atada a un árbol. Me dijo: ‘Soy un hada. Un ogro malo me amarró aquí. Si me liberas te concederé un deseo; lo que quieras’. Jamás había visto yo una mujer tan bella. Pude haberle pedido fortuna, saber, gloria, pero sus atractivos me rindieron y le dije: ‘¿Qué tal un palito?’.
Y aquí estoy como pendejo; Sírvame otro tequila por favor
 
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