Te diría lo que la mayoría te dice: “Haz ejercicio. Come menos”, pero eso ya lo sabes y por lógica ya lo habrás intentado; luego entonces, ¿por qué no te funcionó?
Lo que regularmente hacemos para bajar de peso es tratar de comer menos y proponernos hacer ejercicio; los primeros días logramos bajarle un poco a las grasas y con nuestra motivación al máximo nos aplicamos en el esfuerzo físico, sin embargo los días pasan y cada vez nos cuesta más trabajo ir al gimnasio o salir a correr y nuestra voluntad comienza a decaer cuando de alimentación se trata y nos permitirnos un par de días de descanso o comer tal o cual basura “solo hoy”. Así pasados tres meses y ante resultados paupérrimos abandonamos por completo la misión. ¿Te suena familiar?
Te daré mi consejo: lo primero que debes hacer es un plan, tanto de actividad física como nutricional y no me refiero a decir “voy a salir a correr más seguido y no voy a comer fritangas ni tomar soda esta semana”, sino a elaborar un plan escrito de los alimentos que vas a incluir en tu dieta tomando en cuenta la cantidad de calorías que represente tu ingesta diaria, así como de elaborar un plan de actividad física que incluya tipo de ejercicio, días, tiempo y calorías quemadas. Algo importante es que debes proponerte cumplir metas a corto, mediano y largo plazo. Luego sé consciente del esfuerzo y las restricciones a las que te someterás en el siguiente año o lo que dure tu plan y decide si tienes la disciplina para asumir el reto.
Así que tienes la opción de hacer la tediosa logística que requiere tiempo y muchas veces teniendo que investigar a fondo acerca de nutrición, calorías y actividades físicas. O tienes la alternativa de tratar de comer menos y hacer algo de ejercicio cuando el tiempo lo permita y de aquí a unas cuantas semanas morir en el intento.
Tú decides.